sábado, 26 de septiembre de 2009


El jueves 1 de octubre a las 17.30 hs., en el marco de la Feria del Libro de la Universidad de Lanús, se llevará a cabo la presentación del libro de Aritz Recalde: "El pensamiento de John W. Cooke en las cartas a Perón (1956-1966)". Comentará la obra la Rectora de la UNLa, Ana Jaramillo.

El mismo dia y también en la Feria de la UNLa, a partir de las 19.15 hs. en la sala 1, se realizará una Mesa redonda de Homenaje a Juan José Hernández Arregui en el 35º aniversario de su fallecimiento. Estarán presentes Ernesto Villanueva y Néstor Rodríguez Brunengo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

NOVEDADES


Salió el Cuaderno de Trabajo Nº 2: La colonización cultural. Parte I: La industria cultural norteamericana y la guerra permanente, de Aritz Recalde

“La Argentina sufrió una de las peores formas de destrucción: el sojuzgamiento y el estancamiento. Ahora debe reconstruirse lo destruido. Ante todo, la fe en nosotros mismo, en nuestra propia capacidad para crear una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Para ello debemos reconstruir nuestras instituciones y su capacidad de realizar grandes obras y profundas transformaciones. Y, paralelamente, consolidar la unidad nacional, en una sociedad dinámica, cuyo ámbito no sea degradado por la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales. Este es un plan de liberación. Liberación de las necesidades básicas de los argentinos, cuya satisfacción les será asegurada, cualquiera sea su actividad o el lugar en que vivan. Liberación de la arbitrariedad de los poderosos, liberación de la coacción extranjera”[1]. Plan Trienal para la reconstrucción y la liberación nacional, Poder Ejecutivo Nacional, diciembre de 1973.

“En la vasta zona de países rezagados, que abarca a dos tercios de la población humana, América Latina vive su segunda revolución nacional. La primera, de la Independencia, fue obra del pueblo en armas. La segunda y actual, es la de su desarrollo integral”. Juan Enrique Gugliarmelli[2]

APARTADO I- DEFINICIÓN DE CONCEPTOS
La noción de “modelo de desarrollo” refiere al debate centrado en las diferentes formas de organizar política, económica, social y culturalmente una comunidad nacional. Los distintos modelos implican un tipo de inserción específica del país en el teatro de la división del trabajo mundial y, de ella depende la posibilidad de lograr la emancipación plena y sustentable de sus habitantes. Decimos “modelo” ya que reunimos y presentamos de una manera simplificada y bajo las categorías de “liberalismo, desarrollismo, nacionalismo y socialismo”, todo conjunto de comportamientos sociales, políticos e históricos que son una construcción ideal o conceptual explicativa y que no encuentran una relación directa y determinista con el comportamiento de la sociedad. Son “modelos” y esquemas conceptuales y explicativos que no dan cuenta del conjunto de los factores y de las relaciones históricas situacionales, pero que pese a eso, nos permiten sistematizar algunas líneas interpretativas básicas acerca del comportamiento de los principales procesos de desarrollo encarados en la Argentina. En tanto son sólo modelos conceptuales, no podemos dejar de mencionar que existen cruces entre ellos y que los procesos históricos tomados como ejemplos encuentran características compartidas que no van a ser comentadas por cuestiones más bien didácticas.
Decimos que la noción de “modelos de desarrollo” es un “debate” ya que no existe una posición unívoca acerca de cuál es la receta o el proyecto capaz de encauzar el desenvolvimiento armónico, estable y perdurable de los factores sociales, económicos, políticos y culturales que dan consistencia y permanencia a la comunidad nacional. En realidad, es innegable que hay diferentes modelos en tanto los actores sociales que interactúan en el país y el extranjero encuentran intereses y en varios casos, objetivos claramente disímiles y enfrentados. Toda relación de poder se organiza políticamente, militarmente y además, se justifica culturalmente: la lucha por el poder se manifiesta en los debates sobre los diferentes “modelos de desarrollo”, que en muchos casos, son claramente antagónicos.
Consideramos pertinente relacionar el término “modelo de desarrollo” al de “comunidad nacional” por el hecho, insoslayable desde el estudio histórico, de la existencia de los Estados nacionales como marcos de encuadramiento, de organización y de desenvolvimiento de las relaciones de poder en los siglos XIX, XX y XXI. No se puede lograr un desarrollo social y económico perdurable sin consolidar previamente la comunidad nacional como unidad soberana. La competencia y la lucha de Estados a nivel internacional hace que los actores y los grupos sociales que habitan el país, sean aplastados por la acción de las metrópolis y sus operadores internos que garantizan la implementación de los programas del neocolonialismo y la dependencia. Las propuestas teóricas y políticas que creen superar el problema nacional a través de la introducción de las categorías de “internacionalismo, latinoamericanismo o regionalismo”, están lejos de resolver la cuestión. Con este postulado no negamos la importancia estratégica que implica la unidad latinoamericana ya que y tal como estableció Juan José Hernández Arregui: “Iberoamérica reúne las condiciones de una nación integral (…) la lucha por la independencia nacional de las nacionalidades latinoamericanas debe ser coordinada, pues no habrá independencia nacional fuera del cuadro general de la lucha antiimperialista latinoamericana.”[3] Hecha esta aclaración es importante remarcar el orden de las prioridades: la organización nacional es el paso previo para discutir cualquier tipo de integración y no hay muchas opciones a ésta ley de hierro de la política internacional, salvo que propugnemos ser un satélite o una semicolonia subordinada a otro país. A la hora de mencionar la categoría de nación lo hacemos como “comunidad” por el hecho de que la posibilidad misma de su desarrollo involucra el hecho de articular actores e interés disimiles. La organización nacional en el Tercer Mundo no es una tarea de un sólo grupo social o de una clase, sino que es una actividad de un frente político o de un conglomerado de organizaciones libres del pueblo. Hernández Arregui se refirió a esta cuestión de la siguiente manera: “La política de liberación, a pesar de cierta interpretación recíproca entre clases sociales interesadas -proletariado y burguesía industrial, etc.-, avanza sobre antagonismos vivientes que generan diversas ideas sobre el desarrollo nacional, y miden el desorden e indeterminación de estos periodos políticos, bien aprovechados por las clases explotadoras amenazadas de desplazamiento, o decididas a superar privilegios de antaño. A pesar de ello, el proletariado nacional, en tanto la burguesía industrialista contribuya al desarrollo, debe apoyar tal tendencia, no por solidaridad “patriótica” de clase, sino como táctica, pues el nacionalismo del proletariado es distinto al de la burguesía, aunque puedan ambos concurrir por separado, en las etapas preliminares, siempre contradictorias de la lucha, a la emancipación nacional”.[4]
El concepto de “pueblo” al que hacemos referencia tiene un sentido político, uno económico y otro cultural. Como categoría económica, el pueblo se refiere al conjunto de relaciones de producción que están enfrentadas a los intereses de las metrópolis: los trabajadores, los industriales o profesionales ligados al mercado interno tienen objetivamente un mismo enemigo estructural en el programa neocolonial agroexportador y financiero que promueve el capital trasnacional y sus aliados locales. La rentabilidad del capital trasnacional es sinónimo del saqueo de los recursos y del desempleo del habitante de la periferia. La dimensión “política” de la categoría pueblo, refiere al hecho de que las relaciones de poder económico y social mencionadas se ejercen y perpetúan a través de una organización política: las multinacionales y las empresas de las metrópolis se organizan a nivel de sus Estados y se habla por eso, de relaciones políticas dependientes e imperialismo como formas normales de funcionamiento del capitalismo. A nivel cultural, se habla de nacionalismo popular como marco de identidad que da consistencia organizativa y política al pueblo para enfrentar el programa neocolonial. Las nociones de pueblo y de nación se fusionan: el pueblo si no consolida la nación desaparece y a su vez, es inviable organizar el desarrollo pleno de la comunidad sin vincular a las organizaciones libres del pueblo en la tarea nacional y latinoamericana por la segunda independencia. El General Gugliamelli se refirió a la relación entre la organización política del pueblo y el modelo nacionalista de la siguiente manera: “El desarrollo integral significaba el económico – social, cultural y espiritual. (…) Definí asimismo como sectores nacionales a todos aquellos que no están comprometidos con los sectores opresores o que, en particular, sufren la opresión de los grupos dominantes externos, imperialistas o neocolonialistas, o de los grupos colonialistas internos, cualquiera fuera la modalidad que esa coacción adopte. La revolución nacional debe, según el mismo trabajo, consolidar el rango de nación y asegurar, por tanto, que el centro de decisión soberana le pertenezca.”[5] Tradicionalmente, se entiende que el actor político opuesto al pueblo es la “oligarquía”. El término “oligarquía” encuentra varias acepciones. Por un lado, se refiere a una función económica que se caracteriza por la actividad agropecuaria ejercida en base a la tenencia de grandes superficies de tierra. La oligarquía serían los grupos reducidos de poder identificados con los intereses de los grandes terratenientes ligados al sector agroexportador. Habitualmente su modelo de país se relaciona al programa del liberalismo clásico. Además, la palabra oligarquía adquiere una dimensión estrictamente política y refiere a aquellos grupos o clases que ejercen su poder de manera minoritaria con un programa que enfrenta objetivamente los intereses del pueblo. En este último caso, la “oligarquía” refiere a un conglomerado de clases y dirigentes en donde coexisten de manera inestable y cambiante, los intereses del capital extranjero, los bancos, los latifundios y los partidos políticos demoliberales. A esta última acepción haremos referencia en el Cuaderno.
A partir de lo expuesto, es bueno reconocer la importancia estratégica que adquiere el hecho de identificar cuál es el “modelo de desarrollo” que nos va a permitir alcanzar el progreso nacional y la emancipación de las organizaciones libres del pueblo. El debate acerca de los Modelos de Desarrollo en “abstracto” debe vincularse con la problemática histórica concreta relacionada a la formación y a la consolidación del desarrollo nacional. La cuestión acerca de los distintos modelos se circunscribe a la posibilidad de que nuestro país alcance el desarrollo nacional o como estableció Oscar Varsavky: “Desarrollo es, si, un término relativo, pero relativo a las metas que el país se plantea; a su propio Proyecto Nacional, no al de otro país. (…) Cuando alcancemos nuestros objetivos seremos desarrollados, hasta plantearnos otros nuevos. (…) Con un Proyecto Nacional tenemos nuestra propia pauta y medida de desarrollo, que recién entonces podremos cuantificar de la manera que nos resulte más útil.”[6] La imposición política de los Modelos de Desarrollo o la copia textual de los proyectos de otros países, dificultan la respuesta soberana al problema nacional que es el único camino para resolver los desafíos del país.
A lo largo del presente Cuaderno vamos a centrar la mirada en el análisis de los modelos de desarrollo atendiendo a las siguientes variables interrelacionadas que los componen:
A- la Economía;
B- el Rol del Estado;
C- las Relaciones exteriores;
D- la forma de organizar la Democracia y articulación política;
E- el Programa Cultural.

[1] Plan Trienal Para la reconstrucción y la liberación nacional. República Argentina, Poder Ejecutivo Nacional, diciembre de 1973. Perón, Obras Completas. Ed. Docencia, Buenos Aires, 2006. P 5.
[2] Gugliarmelli, Juan Enrique, “Función de las fuerzas en la actual etapa del proceso histórico argentino”, Estrategia, Nº 1, mayo – junio de 1969. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007, p 27.
[3] Hernández Arregui, Juan José, ¿Qué es el Ser Nacional?, Catálogos y Secretaría de Cultura de La Nación, 2002, pp. 42 y 214.
[4] Op. Cit., pp. 217-218.
[5] Gugliarmelli, Juan Enrique, “Fuerzas armadas para la Liberación Nacional”, Estrategia, Nº 23, julio – agosto de 1973. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007, p. 130.
[6] Varsavsky, Oscar, Proyectos Nacionales, Periferia, Buenos Aires, 1971, pp. 111-112.

martes, 15 de septiembre de 2009

COMISIÓN PERMANENTE DE HOMENAJE A JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI EN EL 35 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

22 de septiembre 1974 – 22 de septiembre de 2009
18 horas - Colegio Nacional Rafael Hernández - La Plata


La Comisión Permanente de Homenaje a Juan José Hernández Arregui tiene el agrado de invitar a usted al acto de homenaje que se le realizará en ocasión de conmemorarse un nuevo aniversario de su fallecimiento.
Disertarán sobre su vida y obra Juan José Hernández Arregui (hijo), el historiador Norberto Galasso y el escritor Gonzalo Cháves. La apertura de la actividad estará a cargo del Director del Colegio Gustavo Oliva y coordinará la misma el sociólogo Aritz Recalde.

El acto tendrá cierre con la nominación Juan José Hernández Arregui al Departamento de Historia del Colegio Nacional Rafael Hernández de La Plata, por Resolución dictada por su Director.


Esperamos contar con su presencia el día martes 22 de septiembre, a las 18 horas en el Colegio Nacional Rafael Hernández de La Plata ubicado en calle 1 y 49.

COMISIÓN PERMANENTE DE HOMENAJE A JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI: CENTRO DE ESTUDIOS JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI, ASOCIACIÓN CIVIL MEMORIA FÉRTIL, CÁTEDRA DEL PENSAMIENTO NACIONAL DE LA U.N.L.P. "RODOLFO ACHEM-CARLOS MIGUEL", AGRUPACIÓN "SOBERANÍA NACIONAL" DE LA PLATA, COMUNICADORES PARA EL PUEBLO FPyCS UNLP, CREAN (UES COLEGIO NACIONAL), VACA CUBANA AM 530 LA VOZ DE LAS MADRES, BUSCAHUELLAS AM 1390 RADIO UNIVERSIDAD, GILDO ONORATO, DEBATE UNIVERSITARIO.

ADHIEREN: Cátedra Nacional de Economía "Arturo Jauretche", Movimiento Peronista Sabino Navarro, Comisión de Medios Audiovisuales del Espacio Carta Abierta, Comunicadores Para el Pueblo FPyCS (UNLP), Cátedra Libre por el Pensamiento Nacional y Popular de la UNLP “Rodolfo Achem y Carlos Miguel”, Agrupación Envar El Kadri - Peronismo Revolucionario, Centro de Estudios Políticos y Sociales “John William Cooke”, Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), Carlos O. Suárez (Secretario General del Foro del Pensamiento Nacional y Latinoamericano), Agrupación Oesterheld, Red Nacional y Popular de Noticias la NACyPOP, Soberanía Nacional, Asociación Civil Memoria Fértil, Movimiento Agropecuario Nacional, ADULP, Colectivo de Títeres Cienfuegos, Vaca Cubana AM 530 La Voz de las Madres, Buscahuellas AM 1390 Radio Universidad, Ernesto Jauretche, Ernesto F. Villanueva, Ana Jaramillo (Rectora UNLA), Norberto Galasso, Alberto J. Lapolla, Stella Calloni, Laura Podetti, Jorge Casale , Cris Bidegain, José Luis Alonso, Manuel Ares, Lucrecia Sarralde, Patricio Castiglioni, César Medina, Patricio Marcelo Baez (Misiones), Silvio Bageneta (Editor responsable de “el diarito” de Mar de Ajó), Daniel Sánchez (Misiones), Mabel Maidana, Franca Bonifazzi (Rosario), Santiago Ares, Horacio Ghilini (Secretario General SADOP), Gerardo Alzamora (Secretario de Prensa SADOP), Mario Scalisi, Fernando Donaires, Mariana Márquez, Ramiro Gómez Díaz, Sonia Aristimuño, Marcela Morbelli, Tato Contissa, Sergio Puig (Tucumán), Daniel Cuzzola (Junín), Iciar Recalde, Miguel Ángel Gargiulo (Bolívar), Elsa Huwiler, Hugo Bacci, Lidia Bacci, Eliana Bacci, Aritz Recalde, Fernando Aloia, Adán Reynaldo Huck, Carlos De Feo, Armando Valbuena, Alfredo Castelli, Rubén Peluso, Juan Urbizaglia, Daniel Diulio, Ernesto Nacleiro, Hugo Ruano, Gonzalo Cháves, Luciano Torres, Leonardo Benaglia, Ángela González Gentile, Julio Santamaría, Estela Fonseca, Eduardo González, Raúl Pané, Enrique Ferrari, Hugo Ruano, Juan Merino, Jeremías González, Gildo Onorato, Anabela Ghilini (UNLP), Herman Schiller ("Leña al fuego"), Enrique Gil Ibarra, Mario Shimizu, Alberto Lapolla, Agrupación Peronista de Ensenada Juan José Valle, Fabián Cabanellas, Diego Oliveira,
Guillermo Gutiérrez (director de Antropología 3er. Mundo, director de ICEPH-Instituto Cordillerano de Estudios y Promoción Humana/Bariloche), Carlos María Ciappina, ladys Marduel, Horacio Carman, Mariángeles Sotes, Mariella Simonetti, Eduardo López, Marta López, Osvaldo Pedroso, Rodolfo Módena (Secretario General del PCCE de La Plata. Berisso y Ensenada).

martes, 8 de septiembre de 2009

El artículo que presentamos a continuación es un fragmento del documento elaborado para la Audiencia Pública, convocada para debatir la Ley de Servicios Audiovisuales en la Cámara de Diputados de la Nación:



EL CENTRO DE ESTUDIOS HERNÁNDEZ ARREGUI FRENTE AL ANTEPROYECTO DE LEY DE SERVICIOS AUDIOVISUALES


(…) “La cultura es un arma del dominio político”- Juan José Hernández Arregui

LA COMUNICACIÓN Y LA SOBERANÍA NACIONAL


La subsistencia de la comunidad nacional está estrechamente ligada al desarrollo pleno de los factores de la producción y el trabajo de nuestro país en el marco de la división del trabajo mundial. El desarrollo nacional se relaciona e interactúa con las acciones económicas, políticas y culturales del conjunto de los países y los grupos económicos que compiten por la obtención de los mercados o de los recursos naturales y financieros a nivel planetario. En esta línea, es bueno recordar que no fue casualidad que el paso previo para la entrega a manos privadas y extranjeras de los recursos estratégicos como el petróleo, fue la privatización de los canales y radios públicas que fueron transferidos a grupos económicos a partir de la sanción del la ley 23.696 de 1989, denominada como “De emergencia administrativa y reforma del Estado”. Dichos medios de comunicación privatizados, oficiaron en muchos casos como un instrumento para justificar la transferencia del patrimonio cultural, económico y social de los argentinos al extranjero y a las empresas trasnacionales. Transferido a particulares el ahorro nacional (servicios públicos, jubilaciones, bancos, recursos naturales, etc.) gran parte de la prensa concentrada y extranjera hijas de las privatizaciones se avocó:


- Primero: A cuestionar las OPCIONES POLÍTICAS AL SISTEMA NEOLIBERAL y a promover las agendas y programas de los imperios en el país; el periodismo concentrado fue el brazo cultural de los programas políticos del capital trasnacional. Actualmente al actuar privilegiando sus meros intereses comerciales, la prensa concentrada se vincula directamente a los proyectos de los grandes grupos económicos y a los gobiernos extranjeros que son sus publicistas. Sobre el particular, Juan Domingo Perón estableció que (…) Hoy no hay quien no utilice la publicidad para fines propagandísticos con resultados variables. Pero los imperialismos se sustentan en algo más serio que la simple publicidad. A ellos no les es suficiente publicar un aviso para vender su artículo, sino que deben imponerlo a toda costa, y para eso no es suficiente avisar. Por eso los Estados han creado todo un servicio publicitario, disfrazado con diversos nombres o siglas” (Política y Estrategia. No ataco, critico: “La Publicidad” “La Opinión Pública”, 03-1951).

- Segundo: A garantizar la rentabilidad y el consumo de la producción extranjera importada ya que, y entre otros temas, dichos grupos económicos son generalmente auspiciantes de la prensa. En muchos casos, y cuestión que se evidenció notoriamente con el punto de vista del grupo Clarín acerca de las retenciones móviles del año 2008, la prensa se vincula a la estructura de negocios del capital trasnacional utilizando su influencia cultural para apuntalar el modelo productivo agroexportador y dependiente. A partir de aquí, que compartimos la opinión de John W. Cooke cuando estableció que “nosotros creemos en la libertad de prensa, de la prensa independiente y la ideológica, de la equivocada y de la que esta en la verdad; pero en lo que no creemos es en el derecho de estas empresas mercantiles y capitalistas para procurar que los resortes del Estado se pongan al servicio de sus intereses cada vez que hay cuestiones gremiales en juego” (Acción parlamentaria 16/03/1951).

La Argentina, que anteriormente fue una potencia política con un importante desarrollo industrial y pleno empleo, se transformó en una economía de servicios, raquítica y dependiente, extranjerizada y profundamente fragmentada en lo social: el modelo concentrado, monopólico, comercial y extranjerizante de los Servicios Audiovisuales, favoreció dicho proceso. Las reformas implementadas a la ley 22.285 durante la democracia, lejos de revertirlo fueron un agravante. A partir de aquí pudimos ver como con el neoliberalismo:


a- Importamos el trabajo extranjero en lugar de la producción argentina: la prensa concentrada favorece, diariamente, la publicidad y el consumo de las firmas extranjeras oprimiendo al productor y al trabajador nacional.
b- Entregamos la administración de los recursos estatales y financieros a privados y a empresas trasnacionales: es bueno recordar que el capital español y norteamericano controla empresas estratégicas que son protegidas por la presencia de su prensa en el país.
c- Abandonamos nuestra política exterior soberana e independiente para pasar a las relaciones “carnales con Estados Unidos”: en su lugar importamos los modelos de política de las potencias y su justificación del estado actual de conflicto bélico mundial y permanente. La radicación de bases militares en Colombia o la actual dictadura de Honduras, actualizan el debate sobre las relaciones exteriores del país y en especial, plantean claros desafíos para América Latina. Las potencias que son parte del conflicto lo entienden al pie de la letra: Estados Unidos utiliza la industria del cine para hacer “apología” de las ocupaciones en Medio Oriente y lo que interesa, lo hace para justificar sus políticas en América Latina (el llamado “narcoterrorismo”, entre otros, es una construcción simbólica del cine norteamericano que favorece la política de avance militar sobre el continente). A la industria cultural de recreación, la acompañan las campañas de la prensa de las potencias con canales de noticias para América Latina como CNN, o sus agencias de noticias (como la United Press International, Associated Press o Reuters), que son utilizadas para enfrentar a los gobiernos democráticos que toman medidas populares: la campaña contra las figuras de Hugo Chávez, contra Evo Morales o contra las retenciones en la Argentina, son ejemplos de la utilización política que hace la industria cultural y la prensa extranjera.

A partir de aquí es que sostenemos la importancia de encuadrar el debate de la ley en términos de soberanía nacional y por eso proponemos que:


PRIMERO: La ley debe promover el DESARROLLO DE LA INDUSTRIA NACIONAL, privada, cooperativa y especialmente, de aquellas ligadas a las empresas y servicios públicos en manos del Estado. Por eso, planteamos para la ley:


- Que se establezca un costo diferenciado para la emisión de publicidad por parte de las pequeñas y medianas empresas de capital nacional, en relación a las grandes corporaciones y a las empresas extranjeras.


- Que se prohíba la publicidad en los Servicios de Comunicación por suscripción -ya que el mantenimiento del medio está garantizado por la cuota que paga el usuario-, con la excepción de aquella ligada a la pequeña y mediana empresa nacional.

SEGUNDO: La ley entre sus objetivos debe priorizar los irrenunciables preceptos de SOBERANÍA Y DE SEGURIDAD NACIONAL. Por eso, proponemos:


- Que en el Titulo I, Disposiciones Generales, Articulo 3, Objetivos, se mencione “Promover la identidad argentina fortaleciendo la soberanía, la seguridad y la defensa nacional”.


- Revisar las menciones a los Tratados Internacionales. Sobre éste tema, la Coalición por una Radiodifusión Democrática planteó la importancia del cumplimiento efectivo de la “reciprocidad”, cuestión sumamente importante y que fue incluida en el texto que ingresó al Congreso. Nosotros planteamos, siguiendo la línea de la Ley de Educación Nacional, que debería esbozarse una modificación más profunda y tajante del asunto estableciendo que: “El Estado Nacional no suscribirá tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio que impliquen concebir los Servicios de Comunicación Audiovisual como una actividad meramente lucrativa o que alienten la extranjerización de la Comunicación y la puesta en cuestión de la soberanía cultural y política del país”.

- Introducir y siguiendo la ley 14.241 del año 1953, que (...) “Se prohíbe la transmisión de noticias o comentarios (…) que inciten a la traición contra el Estado, la rebeldía o a la sedición contra las autoridades constituidas; las que puedan provocar la alarma pública o perturbar las actividades económicas o financieras internas; las que pudieran dañar o comprometer las relaciones internacionales del país; las que susciten polémicas o contengan expresiones injuriosas o difamatorias o las que tengan por objeto causar perjuicio moral o material a terceros”.

Para culminar, traemos a consideración unas palabras de Juan Domingo Perón que establecen claramente y sin medias tintas, el espíritu que queremos dar a nuestros aportes (…) “La preparación de la opinión pública de un país soberano es parte de la soberanía que ejerce el Gobierno y no puede cederla al extranjero sin verse inmerso en el delito de alta traición”. (Política y Estrategia. No ataco, crítico: “La Publicidad” “La Opinión Pública”, 03-1951).


El JUEVES 24 de septiembre a las 17.30 hs. se llevará a cabo la presentación del libro "El pensamiento de John W. Cooke en las cartas a Perón 1956-1966", de Aritz Recalde.
Dicha actividad tendrá lugar en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata, sede del bosque, y contará con la presencia de Roberto Perdía.

miércoles, 2 de septiembre de 2009


El viernes 4 de septiembre a las 19 hs se presentará en la Facultad de Filosofía y Letras, la reedición de la revista Antropología 3er. Mundo, nacida en el seno de la propia institución en 1968 y que se publicara hasta 1973.



Esta iniciativa pudo llevarse adelante gracias al esfuerzo desarrollado por los docentes e investigadores Aritz e Iciar Recalde y al Movimiento Universitario Evita, quienes lograron rastrear y recuperar buena parte de este material, que fue reeditado por la Secretaría de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras.


La colección completa, que consta de doce volúmenes, ha sido digitalizada y se presenta en un DVD. Además, en una versión en papel de 144 páginas se incluyeron algunos de sus artículos más relevantes, así como dos estudios preliminares. Los mismos fueron escritos por el antropólogo Guillermo Gutiérrez, quien fuera director de la publicación, y por las profesoras Ana María Barletta y María Laura Lenci.


Esta revista expresó junto a las Cátedras Nacionales, a la revista Envido y a la gestión Puiggrós-Villanueva en la Universidad Nacional y Popular de 1973-74, el proyecto político-académico más avanzado que haya surgido del campo nacional y popular.



La presentación de la obra se realizará el próximo viernes 4 de septiembre a las 19 hs, en el aula 129 de la Facultad de Filosofía y Letras (Puán 480). Estarán presentes el decano de la Facultad, Héctor Hugo Trinchero, Guillermo Gutiérrez, director de la revista, Héctor Méndes, ex vicerrector de la Universidad del Comahue y Pedro Antoniassi, del Movimiento Universitario Evita.


UNA NUEVA ÉPOCA DE CONSTRUCCIÓN

  Aleksandr Duguin para GEOPOLITICA.RU   02.04.2024   Hoy estamos presenciando la convergencia de varios planos de la realidad que hasta...