viernes, 19 de octubre de 2012

La soberanía nacional en la encrucijada


por Dionela Guidi y Juan Godoy       

“La riqueza de la tierra, como la del subsuelo mineral de la República, no puede ni debe ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma.” Hipólito Yrigoyen,  Mensaje al Gobernador de Santiago del Estero en enero de 1930, Volante de FORJA, 5 de mayo de 1938.


Debemos consolidar nuestra independencia económica como base fundamental de la economía social y de la independencia política, resguardando la heredada y sus riquezas de la voracidad del capitalismo internacional y de los trusts sin bandera que actúan negativamente en la vida de los pueblos empobreciéndolos y explotándolos.Juan Domingo Perón, 1948, Discurso a los Militares argentinos, 1946-1951.


“Por eso quiero decirles que esto es una política de Estado: querer unirnos a todos los argentinos, cualquiera sea su pertenencia. (…) YPF es de todos. (…) Y yo quiero convocar a sus trabajadores, a todos los que están hoy en el pozo, a sus estacioneros, a todos los hombres y mujeres que tienen responsabilidad, a que la Argentina tiene que seguir creciendo, tiene que seguir andando, a que cada uno en su puesto de lucha ayude a reconstruir esta gran empresa para todos los argentinos” Cristina Fernández de Kirchner, Anuncio del Proyecto de Ley de expropiación de YPF, 2012
Pretendemos a través de las siguientes líneas, desentrañar la trama de los procesos que procuraron llevar a cabo una política nacional, popular, latinoamericana en relación al control de los “resortes” económicos fundamentales, para que desde el fondo de esa historia, muchas veces velada, recuperemos el significado e impacto de esas experiencias, a modo de apuntes para continuar la línea de la liberación nacional. Abordar la cuestión de la soberanía nacional, centrándonos en el control de los recursos petroleros y su reciente recuperación, pero al mismo tiempo, yendo más allá ello, tratarlo desde una perspectiva más amplia. Procurar asimismo, dar los fundamentos, las razones de la progresividad de las reivindicaciones y realizaciones nacionales.
Producidos, a principios de siglo XIX, nuestros procesos revolucionarios emancipatorios con sus consiguientes proyectos populares, de unidad de los territorios liberados del yugo español, simbolizados de sur a norte con la gesta sanmartiniana, y de norte a sur con la bolivariana, que iban a terminar frustrados, pudiendo nosotros establecer como uno de los últimos intentos de unificación de la Patria Grande ligados a la primera gesta libertadora, el del Congreso de Panamá (al cual la oligarquía rivadaviana no iba a enviar representantes), donde Bolívar estableciera que “Este Congreso parece destinado a formar la liga más vasta, o más extraordinaria o más fuerte que ha aparecido hasta el día sobre la tierra.” (Bolívar, (1826), 2009; 329)
Frustrados decíamos, en tanto el ideal de unidad de Nuestra América, de la gran Patria Grande con que soñaron nuestros libertadores, se iba a terminar dado el proceso de balcanización (bajo la injerencia de Gran Bretaña y sus consiguientes aliados internos –fundamentalmente las oligarquías portuarias-), en una veintena de países, “todos son vecinos de espaldas, hermanos extraños, que se “desarrollan” hacia fuera. Divididos y enajenados” (Methol Ferré, 1973; 41), unos mirando hacia el Atlántico, otros hacia el Pacífico. América Latina aparece así como una Nación inconclusa, por lo cual Jorge Abelardo Ramos manifiesta que “somos un país porque no pudimos integrar una nación, y fuimos argentinos porque fracasamos en ser americanos, aquí se encierra todo nuestro drama y la clave de la revolución que vendrá.” (Ramos, 1986; 15)
De esta forma, Argentina (como los demás países latinoamericanos) hacia fines del siglo XIX, se caracteriza por desenvolverse como apéndice de los centros de dominación imperiales, de los países desarrollados, convirtiéndose en granja de Su Graciosa Majestad Gran Bretaña. Así obtiene una independencia nominal que enmascara una dependencia real, lo cual habilita a Arturo Jauretche a sostener que es una semi-colonia (Jauretche, 2004). Teniendo en cuenta esta condición, Hernández Arregui va a diferenciar los nacionalismos de los países desarrollados, opresores, de los de los países semi-coloniales, oprimidos. El primero es un nacionalismo expansivo, que tiende, por sus condiciones a buscar la dominación de otros pueblos; en cambio, el segundo, lo caracteriza como defensivo, en tanto lucha por su autodeterminación y su liberación de las ataduras que lo oprimen y no dejan que se desenvuelva en sus plenas potencialidades. Este nacionalismo de los denominados países del tercer mundo, es el que lleva adelante las reivindicaciones nacionales al mismo tiempo que las sociales, en tanto apunta a romper con la condición semicolonial. Este nacionalismo no debe ceñirse a la conservación de las naciones segregadas, sino que debe tender al restablecimiento de una totalidad más amplia, (Hernández Arregui, 2004) que rebase las fronteras nacionales, es decir, que apunte a reconstruir la Nación Latinoamericana (esto lo retomaremos más adelante si su paciencia lo permite). Siguiendo con la conceptualización del autor de Peronismo y Socialismo, consideramos que el desconocimiento de esta estructura semi-colonial, va a traer aparejadas formas de alienación cultural, de colonización pedagógica, apreciaciones desligadas del interés de la nación y de las necesidades populares, negadoras del sustrato profundo de la patria. Así, la visión de esta intelligentzia en tanto portadora y formada en las ideas de la ciudad-puerto, de un modelo agro-exportador, ligado a la tenencia de la tierra, verá en las provincias, en la industrialización, en los sectores obreros el fantasma que arremete contra sus intereses que no son otros que los de las clases dominantes. La conciencia individual no llega a comprender la realidad deformada de un país dependiente. Es la aplicación de un esquema teórico a una realidad diferente, es la aplicación acrítica que no tiene en cuenta las particularidades nacionales. Por esta vía niegan al país, pero en esa negación se afirman como intelligentzia. Así Hernández Arregui argumentará que: “el intelectual colonizado construirá una Argentina espectral, pues él mismo es el fetiche deshumanizado de la colonización pedagógica que lo desposee”. (Hernández Arregui, 1973; 162)

Tomando estas apreciaciones de Hernández Arregui, haciendo un llamado a un conocimiento situado, a un pensar en nacional, en función del conocimiento de la nación en función sus intereses, que no son otros que los del pueblo, podemos considerar el descubrimiento del petróleo, la creación de YPF, y su papel en el desarrollo nacional. Con respecto al primero, el descubrimiento del petróleo, ponemos en consideración que el descubrimiento fue fruto de una Comisión formada en el año 1902, donde se puede observar la actuación de varios hombres enfrentados con el proyecto mitrista (aniquilamiento del interior, de la montonera, de los blancos orientales, y del Paraguay industrialista mediante) de echar las bases de la Argentina agroexportadora, semi-colonial, apéndice de la economía británica, hombres como José Hernández, y su hermano Rafael, Carlos Pellegrini, Osvaldo Magnasco, Eduardo Wilde, David Peña, Enrique Hermitte, etc. (Galasso, 2011). Dicha comisión, buscaba sustituir la principal fuente de energía, en ese momento el carbón mineral (que cubría el 95 % de las necesidades energéticas, y era importado de Gran Bretaña). Se buscaba petróleo y carbón, en tanto éstos permitían abaratar costos (4 veces más baratos) y además sería producido localmente con los consiguientes beneficios. (AA.VV., 2008). Scalabrini Ortiz, desde un cuaderno de FORJA denominado Petróleo e Imperialismo, retoma la denuncia que realiza el diputado Osvaldo Magnasco en 1891, donde manifiesta la política británica de sofocamiento a la incipiente industria de petróleo en las provincias de Mendoza y Jujuy. Ni bien llegaba a oídos de las empresas ferroviarias controladas por los ingleses (los cuales estaban trazados, como en las colonias, en abanico al puerto, como una tela-araña metálica que aprisiona la nación), el anuncio de una partida de petróleo hacia Buenos Aires o cualquier otro punto, inmediatamente eran subidas las tarifas colosalmente para tornar la actividad inviable. (Scalabrini Ortiz, 1938). La cuestión es mantener la Nación en un primitivismo agrario.
En relación al descubrimiento, resaltamos con los autores de Cien años de petróleo argentino (AA.VV., 2008) que éste sería analizado, abordado por los intereses anti-nacionales, como fruto de una “casualidad”, ridiculizándolo: “buscaban agua y encontraron petróleo”, lo cual es caracterizado por dichos autores como una zoncera, la “zoncera del agua”, pero en realidad, como vimos fue fruto de la planificación del Estado. La zoncera busca así eliminar el papel del Estado en la economía, justamente en un país semicolonial que pugna por su desarrollo y en el cual el petróleo y su control es un elemento indispensable para el mismo. De esta forma, desde 1907 se puede decir que, existen dos modelos antagónicos en torno a los hidrocarburos en nuestro país: “por un lado, el anti-industrialista, agropecuario de exportación, energética, científica y tecnológicamente dependiente; y por el otro, el estatal, industrialista, tecnológica, energética y económicamente autónomo, democrático y popular, entendido a su vez como apéndice fundamental de América Latina”. (AA.VV., 2008) En la segunda línea, más allá del nacionalismo agrario profesado, podemos ubicar la creación por parte de Hipólito Yrigoyen de YPF en el año 1922, bajo la dirección de Enrique Mosconi, quien consideraba la importancia de la soberanía sobre los recursos petroleros para la independencia económica de Latinoamérica. Así, éste decía en año 1936: “Es menester acelerar la marcha hacia el Junín y Ayacucho económicos (…) la juventud de hoy, generación que ha de regir mañana los destinos de Nuestramérica debe cumplir su tarea en la grande misión que le corresponde” (Mosconi, 1983;21) como así también, y sobre todo, el proyecto de nacionalización en el segundo gobierno del “peludo”, el cual iba a ser “trabado” en el Senado, reducto de los intereses conservadores. Acerca del proyecto, el entonces presidente ya anciano, diría a Homero Manzi, y a un grupo de jóvenes que lo visitaba, lo siguiente: “salgo de mi rancho a la edad que los hombres se jubilan, en que solo se tiene serenidad para esperar la llegada de la muerte, y ello lo hago por mi ley del petróleo, para salvar de garras ajenas y propias los tesoros que Dios desparramó en esta tierra. Alguien deseoso de sorprender… su pensamiento, le preguntó: ¿y la tierra, Doctor? Sonrió Yrigoyen con una paternal sonrisa, y le dijo: amigo mío del subsuelo al suelo hay un poquito así” (Ford, 1971). Este proyecto, al mismo tiempo, iba a guardar íntima relación con el golpe pro-oligárquico del año ’30, que como se ha dicho tuvo “olor a petróleo”.
En sintonía, podemos ubicar algunas apreciaciones en relación al tema de los continuadores del yrigoyenismo, una vez entregadas sus banderas bajo la conducción alvearista, a saber: FORJA. Los muchachos forjistas iban a considerar al petróleo y a la nacionalización del mismo, un eje fundamental de restablecimiento de la soberanía económica, de ahí que los forjistas resaltaran la nacionalización del petróleo llevada a cabo por el presidente mexicano, Lázaro Cárdenas, comparando dicha política nacional con la entrega de la economía nacional al imperialismo británico profundizada en la década infame, sobre todo a partir del pacto Roca –Runciman, caracterizado por FORJA como el estatuto legal del coloniaje (véase, Scenna, 1983).
Con la reforma constitucional de 1949, continuando la perspectiva de soberanía nacional y profundizándola, resaltamos que bajo la primera presidencia de Perón, se logra establecer en el artículo 40 la inalienabilidad y el dominio imprescriptible de la Nación sobre sus recursos naturales, entre ellos los yacimientos hidrocarburíferos, sin participación de las empresas privadas en esta actividad: “La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución”. De esta manera, la propiedad de los yacimientos petrolíferos dejan de ser propiedad de las provincias, como lo establecía la ley 12.161 de 1935, para pertenecer a la Nación en su conjunto. Scalabrini Ortiz es una de las personalidades destacadas de consulta permanente por parte de Arturo Sampay (Galasso, 2006), el jurista y constitucionalista mentor de esta nueva Constitución.
Hay una clara interrelación entre el coloniaje económico y el político, un mutuo apuntalamiento, dado lo cual el restablecimiento de la soberanía económica trae aparejada la política, el General Perón al respecto argumenta: “Para esa recuperación del espíritu nacional es necesaria también la conquista de la independencia económica de nuestra patria para materializar de forma efectiva la independencia política de la república (…) mientras ello no se logre, todo ha de ser ficticio, porque el coloniaje económico importa al vasallaje político, y porque el imperialismo capitalista interfiere la vida de los pueblos en su desmedido afán de lucro”. Podemos recordar en relación a ello, a modo de ejemplificación, que Braden, el Embajador nortemericano y punto de coincidencia entre la izquierda abstracta y la derecha más recalcitrante, cohesionador de la oposición “democrática” al peronismo naciente, era al mismo tiempo, personero de la Standard Oil y del negocio minero.

Para finalizar sostenemos que el nacionalismo, como decíamos, debe ser latinoamericano, en tanto busque desbordar las fronteras nacionales, de las “patrias chicas”, al mismo tiempo que apuntar a una industrialización, condición insoslayable para lograr la independencia económica, haciendo lugar a la soberanía política, que nos afirme como comunidad autónoma, que puede tomar sus propias decisiones, sin injerencia de factores foráneos (o de sus personeros locales), y pueda garantizar la justicia social para el conjunto de los sectores postergados por los modelos excluyentes. De esta forma, una línea nacional debe tomar el control de sus recursos estratégicos para cortar todo vínculo que la ate a las naciones dominantes, y darle impulso al desarrollo necesario para que lo popular pueda desenvolverse en todas sus fuerzas, y dar lugar a la nación plena.

Bibliografía
- Bernal, F; De Dicco, R.; Freda, J.F. (2008). Cien años de petróleo argentino. Descubrimiento, saqueo y perspectivas. Buenos Aires: Capital Intelectual.

- Bolívar, Simón. (2009). Doctrina del libertador. Caracas: Biblioteca Ayacucho.

- Ford, Aníbal. (1971). Homero Manzi. Buenos Aires: CEAL.

- Galasso, Norberto. (2006) Perón. Formación, ascenso y caída. (1893-1955). Tomo 1. Buenos Aires: Colihue.

- Galasso, Norberto. (2011). Historia Argentina. Desde los pueblos originarios hasta el tiempo de los Kirchner. Buenos Aires: Colihue.

- Hernández Arregui, Juan José. (2004). Nacionalismo y liberación. Buenos Aires: Peña Lillo (Continente).

- Methol Ferré, Alberto. Geopolítica de la Cuenca del Plata. El Uruguay como problema. Buenos Aires: Peña Lillo.

- Mosconi, Enrique. (1983). El petróleo argentino. 1922-1930. Buenos Aires. Círculo Militar.

- Perón, Juan Domingo. (1984). Discursos del General Perón a los Militares argentinos, 1946-1951. Buenos Aires: Realidad Política, pagina 29.

- Ramos, Jorge Abelardo. (1986). Revolución y contrarrevolución en la Argentina. Las masas y las lanzas. Tomo I. Buenos Aires: Hyspamérica.

- Scalabrini Ortiz, R. y Dellepiane, L. (1938). Petróleo e Imperialismo. El ejemplo de México y el deber argentino. Cuadernos de Forja. Año 2 Nº4 Septiembre. Buenos Aires: Secretaría de FORJA.

- Scenna, Miguel Ángel. (1983). FORJA. Una aventura argentina (de Yrigoyen a Perón). Buenos Aires: Editorial de Belgrano.

Vigencia del 17 de Octubre

Por Aritz Recalde                  
17 de Octubre de 2012

El 17 de Octubre del año 1945 fue una fecha refundacional para los destinos del país. A partir de la movilización, nació el Peronismo como movimiento histórico. La jornada generó las condiciones para la organización de la fuerza política que triunfó en las elecciones del año 1946 y que implementó una revolución nacionalista y popular, que modificó estructuralmente el país.
El 17 de Octubre fue refundacional por el hecho de que implicó un apoyo manifiesto al cambio del modelo de desarrollo impulsado por el proceso de gobierno iniciado en el año 1943. La jornada ratificó un paquete de medidas que venía desarrollando Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, en los planos políticos, económicos, culturales y sociales.

En el plano político, el 17 de Octubre implicó:

- el apoyo de los sectores populares a Juan Perón, desarticulando la oposición de sus adversarios dentro y fuera del gobierno.

- la recuperación de la soberanía política del país, dotando a la democracia de masas de resortes institucionales para la toma de decisiones.

- el ingreso protagónico de los trabajadores en la planificación de la política nacional.

- el repudio a la intervención del imperialismo norteamericano y a su Embajador, Spruille Braden.

- la articulación de un frente político entre los trabajadores y los sectores nacionalistas del Ejército.

- el debilitamiento de la oligarquía y con ello, la posibilidad de efectuar elecciones libres sin el mecanismo del fraude.

En el plano económico, el 17 de Octubre impulsó:

- el proceso de industrialización de la Argentina, modificando el perfil agroexportador.

- el programa de nacionalizaciones iniciado con la recuperación de los puertos o con la formación de organismos como el IAPI.

- la promoción del Banco Industrial, el Consejo Nacional de Posguerra y otras instituciones públicas, dotando al Estado de un poder regulatorio sobre la economía.


En el plano cultural, el 17 de Octubre estimuló:

- una elevación de la conciencia social de los trabajadores.

- la conformación de una conciencia nacional y antiimperialista del pueblo argentino.

- una afirmación de las modificaciones del sistema científico y cultural, posibilitando el desenvolvimiento de las escuelas técnicas o la promoción de la ciencia aplicada a las actividades industriales y productivas.


En el plano social, el 17 de octubre impulsó:

- las leyes sociales aprobadas desde el año 1943, como fueron los casos del Estatuto del Peón del Campo, la legislación de arrendamientos rurales o las de vivienda.

- las demandas de democratización cultural y social de todos los habitantes sin distinciones de clase, raza o religión.

- la defensa del empleo y de los derechos obtenidos desde 1943, ratificando las posibilidades de igualación social para los argentinos.

La asunción del gobierno de Néstor Kirchner en el año 2003, actualizó la agenda de problemáticas que se hicieron presentes el 17 de Octubre. Inicialmente, el gobierno impulsó la transferencia del poder desde la oligarquía y los organismos financieros, hacía el Estado y la democracia masas. Con dicha finalidad y de manera similar a 1945, convocó a los trabajadores y a sus organizaciones a formar parte del proyecto.

A partir de recuperar la iniciativa política, el proyecto nacional impulsó la reindustrialización del país. Sobre dicho proceso, el Estado nacional estimuló la justicia social recuperando el empleo y dotando de recursos al gobierno para invertir en las áreas de salud, educación y en los programas asistenciales. Un caso emblemático, es la recuperación de las AFJP por el ANSES, que permite al proyecto nacional garantizar cobertura social a niños y a los adultos mayores. A partir del fortalecimiento del poder nacional, el gobierno está consolidando el proceso de recuperación de nuestro patrimonio enajenado al extranjero. La recuperación de los fondos de jubilaciones, del correo, de la empresa de aguas o la expropiación de YPF y de Aerolíneas Argentinas, forman parte de ello.

Ayer, como hoy, el 17 de Octubre sigue vigente y los desafíos para el país y las Organizaciones Libres del Pueblo son los mismos: la independencia económica, la soberanía política y la justicia social.

Cantos a nuestra Gesta



Al 17 de Octubre

Leopoldo Marechal

Era el pueblo de Mayo quien sufría,

no ya el rigor de un odio forastero,

sino la vergonzosa tiranía

del olvido, la incuria y el dinero.

 
El mismo pueblo que ganara un día

su libertad al filo del acero

tanteaba el porvenir, y en su agonía

le hablaban sólo el Río y el Pampero.

 
De pronto alzó la frente y se hizo rayo

(¡era en Octubre y parecía Mayo!),

y conquistó sus nuevas primaveras.

 
El mismo pueblo fue y otra victoria.

Y, como ayer, enamoró a la Gloria,

¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!



Emoción para ayudar a comprender

Raúl Scalabrini Ortiz

“Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente desde sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábitos de burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de brea, de grasas y de aceites. Llegaban cantando y vociferando unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendientes de meridionales europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.

El río cuando crece bajo el empuje del sudeste disgrega su masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajíos con meandros improvisados sobre la arena, en una acción tan minúscula que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que ése es el anticipo de la inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre en hilos de entusiasmo, que arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la Diagonal…

Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el substrato de nuestra idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin reatos y sin disimulo. Era el de nadie y el sin nada, en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por una misma verdad que una sola palabra traducía.

En las cosas humanas el número tiene una grandeza particular por sí mismo. En ese fenómeno majestuoso a que asistía, el hombre aislado es nadie, apenas algo más que un aterido grano de sombra que a sí mismo se sostiene y que el impalpable viento de las horas desparrama. Pero la multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río.

Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años, estaba allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único es el espíritu conjunto. Eran los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo.

Por inusitado ensalmo, junto a mí, yo mismo dentro, encarnado en una muchedumbre clamorosa de varios cientos de miles de almas, conglomeradas en un solo ser unívoco, aislado en sí mismo, rodeado por la animadversión de los soberbios de la fortuna, del poder, y del saber, enriquecido por las delegaciones impalpables del trabajo de las selvas, de los cañaverales, y de las praderas, amalgamando designios adversarios, traduciendo en la firme línea de su voz conjunta su voluntad de grandeza, entrelazando en una sola aspiración simplificada la multivariedad de aspiraciones individuales, o consumiendo en la misma llama los cansancios y los desalientos personales, el espíritu de la tierra se erguía vibrando sobre la plaza de nuestras libertades, pleno en la confirmación de su existencia.

La substancia del pueblo argentino, su quintaesencia de rudimentarismo estaba allí presente, afirmando su derecho a implantar para sí mismo la visión del mundo que le dicta su espíritu desnudo de tradiciones, de orgullos sanguíneos, de vanidades sociales, familiares o intelectuales. Estaba allí desnudo y solo, como la chispa de un suspiro: hijo transitorio de la tierra capaza de luminosa eternidad.


Vastedad del abismo

Alfredo Carlino

Arrancaron de Berisso, Ensenada,

Avellaneda y Valentín Alsina.

en el resplandeciente fulgor

de la muchedumbre esperanzada

violaron la fuente de la plaza,

se lavaron los pies del cansancio

y del mundo que se iba, irremediablemente.

Hoy nazco lleno de esta música tamboril,

imperecedera, que seguirá en la descendencia

y en el mito de la popular.

Porque el 17 de octubre fue el nacimiento

y la eternidad nos esperaba.

 
17 de octubre

Alfredo Carlino
Y ellos,

los mascarones de proa,

los pitucos del privilegio.

No sabían

que la música venía,

igual e idéntica a tantos sueños

malversados y rotos,

por el tiempo colonial.

No sabían

pero la música estaba,

oculta detrás de cada overol,

en cada grito,

Estaba el 17,

que le creció a la ternura,

en la calle ganada repentinamente.

Iban las magnolias y los cipreses del protagonismo.

Iban los sin nombres,

sin abuelos del Patriciado,

sin estancias ni vacas sagradas.

Eran la nada, por eso el todo.

Bandoneones afinados en la latitud del Barrio,

guitarras, bombos y charangos

venían ocultos en la densa brumosidad,

detrás de la pasión,

en la intimidad de un pueblo,

gestador de la multitud sobre la plaza,

el día, el sol,

la utopía, el rescate del Coronel

y la honrada victoria del oprimido.


Octubre entero
Fermín Chávez
Miradme así en octubre, la boca levantada,

para decir los nombres que en mi sangre macollan.

Todo lo que en el Pueblo se vuelve luz gritada

cuando el hombre y la tierra se buscan y se apoyan.

 
Miradme así en octubre, con mi ruano mañero

que a la fiesta del pueblo me arrimó receloso.

Traigo un campo de huesos. Viene el paisaje entero

con un perro y un chico y un arroyo barroso.

 
Traigo la voz del pueblo en mi boca de octubre,

en mi sangre de octubre parecida a una mora.

Miradme así en octubre, con las manos de octubre

y tendones rosados empujando a la aurora.

 
Quiero mirar la patria en el humo que sube

azul desde las fábricas, azul desde mis venas,

nombrarla en un tobillo que no tiene cadenas,

mirarla como el hombre cuando mira a la nube.

 
Quiero decir obrero, decir descamisado.

17 de octubre, laurel en la tormenta.

Quiero abrir una fiesta en mi jergón colorado

y una garza rosada. (La aurora que se asienta).

 
Miradme así en octubre, con mi ruano mañero

que la fiesta del Pueblo me arrimó resudado.

Traigo un campo de lino. Viene mi octubre entero.

Con un perro y un chico y un arroyo cortado.





Viva la Patria aunque yo perezca

por Ernesto Jauretche           

7 de octubre de 2012

La frase, atribuida al Sargento Cabral, no se parece en nada al talante cuasi subversivo que permeó la protesta por una mala liquidación de haberes de tantos gendarmes y prefectos quizás comprovincianos del héroe de San Lorenzo. Son los que visten una respetable chaqueta de autoridad. Pero que dan un mal ejemplo. No estoy instruido especialmente para opinar del tema. Lo digo como militante y combatiente del bando popular. Apelo a la trágica memoria de una confrontación fatal que desplegamos en el pasado; pero que se acabó, y nosotros queremos que para siempre.
Otros la quieren resucitar.
Si somos ciudadanos virtuosos: ¡Cuidado!

Las generalizaciones se repiten. Ninguna reivindicación individual ni sectorial puede estar por encima del aprecio a las instituciones constitucionales, los ordenes jerárquicos, las cadenas de mando en el caso y el trato pacífico de la dificultad; mucho menos conspirar contra la suprema autoridad presidencial, que –la hayas votado o no- representa el interés nacional. Es vital que todos los ciudadanos, con uniforme o sin él, sepan respetar las reglas de juego para convivir en democracia. Tanto más es premisa previa que ninguna Fuerza Armada por el Estado quiera hacer valer como privilegio su poder de fuego.

Para entender llanamente las causas del conflicto y medir sus consecuencias, es preciso historizarlo. Al tratarlo como una simple demanda laboral que aqueja a las fuerzas de seguridad se lo minimiza; es inevitable acudir al contexto histórico en que se desarrolla para poder observarlo desde la política y asumirlo en toda su grave dimensión.  A partir de 1955, las fuerzas de seguridad, así como las policías Federal y provinciales, fueron subordinadas a la conducción militar; hecho que adquirió horrorosa dimensión en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional. No sería justo imputarles determinación en la sedición y los golpes de Estado; pero no fue menor su compromiso con la tortura a los detenidos, la violencia contra las personas, las desapariciones y la colaboración en otros delitos de lesa humanidad.
Sin embargo, una vez finalizada la guerra fría y alcanzado un satisfactorio grado de participación popular en los gobiernos democráticos que habitan el Continente desde hace ya un par de décadas, las Fuerzas Armadas dejaron de ser meros policías, renunciaron por imperio de las circunstancias al rol tutelar que se habían autoasignado y aceptaron desplegar el papel que nunca debieron haber abandonado: la defensa nacional. Y, en su homenaje, pese a su falta de gimnasia democrática, lo están haciendo bien: el enemigo no está adentro; es el imperialismo (tal vez debiéramos llamar la atención de algunos prefectos y gendarmes para que tengan esto en cuenta).
Pero nuevos y complejos problemas se abatieron sobre las sociedades globalizadas del siglo XXI, crecientemente corroídas por modalidades de delito propias del sistema capitalista: la corrupción, el crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas; en fin, lo que en Argentina y en todo el mundo occidental está oxidando la convivencia y amenazando a las instituciones: la inseguridad urbana. En ese contexto es que las policías y fuerzas de seguridad fueron adquiriendo creciente protagonismo y, como correlato, sumaron espacios de poder en el conflicto político. Que esa mudanza no signifique volver atrás.

En Argentina, hasta hace poco, las fuerzas de seguridad dependieron del Ministro de Justicia y luego del Jefe de Gabinete. En ese período, la tendencia predominante para resolver problemas fue la práctica de negociaciones -a veces non sanctas- con las cúpulas de esas fuerzas. Pero el modelo de conducción era vetusto y conspiraba contra todo intento decoroso de abordaje de los renovados problemas de la inseguridad ciudadana. El caso actual de la bonaerense es paradigmático. Las secuelas de ese anacronismo están en el origen de la cuestión salarial que movilizó a prefectos y gendarmes en estos días.
Los hombres y mujeres que integran tanto la Prefectura como la Gendarmería no son trabajadores asalariados en relación de dependencia; por su condición social proletarios, si se quisiera. No. Los diferencia que son personal de los aparatos de seguridad del Estado; delegados al servicio del monopolio legal de la violencia. No sólo manejan embarcaciones o computadoras: son depositarios y artífices del uso de las armas que la Nación les provee para que protejan a todo el pueblo. Es claro; profesionalmente, no se parecen en nada a un obrero de la construcción ni a un empleado público atrás de su escritorio.
Los ricos custodian sus patrimonios pagando primas de seguros bancarios y agentes privados; la tranquilidad de los pobres (incluso las familias de gendarmes y prefectos), está a merced de la honestidad y vocación de servicio de los agentes policiales y fuerzas de seguridad que paga el Estado con dinero de todos los argentinos. Es elemental, vale recodarlo: su tarea es la paz no la guerra.
Por eso hoy no son oportunos ni lógicos los desfiles militares ni las consignas de altisonante patriotismo y religiosidad con que en otras tramas históricas fueron convocados para reprimir al pueblo. No otra vez.  Es lamentable, pero últimamente hemos presenciado en Ecuador, Bolivia y Brasil y otros barrios, motines mucho más graves que las modestas manifestaciones ante los edificios Guardacostas y Centinela. Lastimosa es su imitación en nuestro país. Soldados, milicias, custodios armados del orden y el libre albedrío, ¿no aprendimos nada?

La creación del Ministerio de Seguridad fue una respuesta del poder civil acorde con las demandas organizativas y los desafíos que plantea la nueva época e implicó un profundo giro político, modernizador y adecuado a los sistemas de participación social intrínsecos a la democracia. Era hora: las fuerzas de seguridad se sometieron orgánicamente a la conducción política. A ésta, y no a gabinetes conspirativos, le corresponde ahora elaborar las medidas específicas de protección ciudadana y combate al delito y diseñar políticas de seguridad basadas en criterios sociales y de derechos humanos.
Como parte de tales procesos de perfeccionamiento y cambio de las relaciones entre el poder político y las fuerzas de seguridad, se implementó el Decreto 1307/2012, que vino a finiquitar una larga historia de litigios y eventos legales que terminaban beneficiando a una minoría aplicada a judicializar sus demandas por sobre el conjunto de los miembros de ambas fuerzas, alentados, sí, por los profesionales de la industria del juicio. El decreto tiene entonces dos propósitos: elevar sustancialmente los haberes de la gran mayoría de los efectivos de las fuerzas mediante una recomposición salarial; y reordenar la escala salarial para evitar situaciones injustas y desiguales producto de las distintas cautelares. Con estos objetivos se crea un nuevo escalafón para Prefectura y Gendarmería. La medida normaliza la situación de aquellos efectivos que cobraban un sueldo desproporcionado en relación a su posición escalafonaria como resultado de fallos judiciales individuales. El cuerpo se beneficia por la aplicación de una categorización única y un sueldo completamente conformado. Como es norma ética del gobierno popular, propende a la igualdad.
El decreto establece expresamente en su artículo sexto que ningún efectivo que no estuviera judicializado podría ver reducido su salario. Es en este punto en donde se produjo un error o acaso una maniobra en la liquidación salarial, tal como señaló el Jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina. No es la primera vez que por ineficacia o sabotaje se comenten errores de liquidación en los salarios de los empleados públicos. Pero no por ello los sencillos servidores han acudido a la ostentación de la violencia.
En cambio, fugitivos de una gesta, con tronar de redoblantes y clarines, insolentes, amparados bajo una enseña nacional cautiva del beneficio privado, prefectos y gendarmes son inducidos por agentes del desaliento y el desprecio a creer que protagonizan una épica patriótica cuando apenas si están defendiendo el contenido de sus bolsillos. La sociedad argentina los respeta por su entrega y coraje, pero nada les debe; ellos son los que deben. Esperamos pacientemente una autocrítica de la participación de las fuerzas de seguridad en el genocidio de los 70. La necesitamos. Si lo hicieran, por fin dejarían de llamarse con el calificativo elitista de camaradas (que supone de armas); serán, legítima y orgullosamente, mucho más que eso: serán compañeros (de labores colectivas y de ideales).
Seguro que hay entre ellos quienes escuchan a aquellos que se proclaman vencedores de una imaginaria guerra contra la subversión. Parecen no haber entendido lo que tan sencilllamente enrostra el Coronel Kurtz (Marlon Brando) al capitán Willard (Martin Sheen) in Apocalypse Now (1979): “Usted es el mandadero de unos tenderos que lo enviaron a cobrar la cuenta”. Es llegado el momento de que los hombres y mujeres, trabajadores de la seguridad, servidores públicos honestos y eficientes, asuman un nuevo compromiso frente a las instituciones, la democracia popular y un modelo económico que los tiene entre sus beneficiados. No están defendiendo la Patria sino planteando una reivindicación económica sectorial. El resto de sus demandas políticas les corre por su ciudadanía: votarán a quien se les ocurra.

La Patria no es patrimonio de los uniformados; es la heredad real y simbólica del pueblo. Sólo en ese orden la detentan: son parte del humilde pueblo trabajador, “que no debe dejarse engañar por los que nos sometieron a humillaciones durante años, por los que asesinaron, torturaron y persiguieron a compatriotas para que unos pocos empresarios se llenen los bolsillos”.











El Proyecto Nacional y la reacción neoliberal

por Aritz Recalde                    
Octubre de 2012

“Si se quiere salvaguardar la Nación que hemos recibido y seguir adelante en el proceso de preservarla y depurarla, o se usa la política de la fuerza, o bien se elabora la fuerza necesaria para respaldar una política”. Juan Perón

Desde el año 2003, el país atraviesa un profundo proceso de transformación de su modelo de desarrollo. El objetivo es alcanzar la segunda Independencia nacional. La primera, fue ejecutada por intermedio de las guerras anticoloniales y consolidó la libertad política del país. La segunda Independencia, incluye el desenvolvimiento pleno de los factores productivos, emancipando social y culturalmente al pueblo.

Frente a los importantes cambios iniciados, la oligarquía, los monopolios, la derecha política y los representantes del imperialismo, reaccionan con virulencia. En particular, los grupos retardatarios se oponen a seis cambios estructurales que impulsa el kirchnerismo y que son:

• El desarrollo del proyecto industrialista
• La nacionalización del petróleo
• La regulación y nacionalización del sistema financiero
• La apropiación social de la renta agraria
• La aplicación de una política exterior independiente
• La promoción de la justicia social

Frente al cambio del modelo de desarrollo impulsado desde el 2003, los opositores aplican un conjunto de medidas. Dado que el Proyecto Nacional es exitoso en términos sociales, la derecha carente de caudal electoral, impulsa en su lugar, acciones centralmente mediáticas, antidemocráticas y destituyentes. La oposición neoliberal articula sus acciones a través de:

• La desestabilización económica [1]
• La batalla cultural [2]
• La oposición judicial
• La desestabilización política [3]

Al poseer capital económico, la derecha adquiere poder cultural e influencia judicial. Con estos tres elementos, impulsa la desestabilización política influyendo sobre dirigentes, sobre organizaciones o en las fuerzas de seguridad. Su objetivo está centrado en sostener:

• El modelo agrario exportador y el financiero especulador
• La administración privada y extranjera de los recursos naturales
• La fuga de capitales y la especulación financiera
• La concentración de la renta agraria en pocas manos, impidiendo la planificación social y pública de la producción de alimentos
• La dependencia a los Estados Unidos y a Europa
• La desigualdad social

Es bueno remarcar, que los golpes de Estado de 1930, de 1955, de 1966 y de 1976, se originaron a partir de que los grupos concentrados internos y externos, se opusieron a alguno de los cambios estructurales mencionados. A partir de acá, no es exagerado plantear que la disputa de poder en la actualidad, va a estar atravesada por acciones culturales, judiciales y políticas antidemocráticas y destituyentes. [4]

Desarrollo del proyecto industrialista
“El progreso económico dependerá exclusivamente de nuestro propio esfuerzo”.  Juan Perón

La tarea de la reindustrialización del país, es el eje fundamental de la política económica iniciada en 2003. A partir de la recuperación de nuestra estructura económica, se organiza la soberanía de las decisiones políticas de la Argentina frente al resto del mundo. La solvencia y la sustentabilidad económica, son un medio infranqueable para garantizar la justicia social.
Durante el siglo XIX y a partir de la caída de Rosas [5], la aplicación del libre comercio ha sido causal de diversas intervenciones políticas tendientes a impedir el desenvolvimiento independiente de la economía. La dictadura iniciada en el año 1976, tuvo como función primordial impedir el desarrollo industrial de la Argentina. En su lugar, se impulsó la especulación financiera y el modelo agroexportador.
En el siglo XXI y de la misma manera que en el XIX y el XX, la oligarquía y los sectores financieros, se van a oponer férreamente a toda posibilidad de consolidación del modelo de desarrollo industrialista.

Nacionalización del petróleo
“De dos fuentes proviene el crecimiento económico de los países más avanzados. Por un lado, de sus propios recursos tecnológicos y acumulación de capital. Por el otro, del acceso a las riquezas y el trabajo de los países colonizados”. Juan Perón

Gran parte de las guerras y conflictos geopolíticos actuales, se relacionan a la adquisición de los recursos naturales y en especial, a la posesión del petróleo. La Argentina no está exenta de esta lucha por la apropiación de la energía.
Uno de los causales de la caída de Yrigoyen fue la promulgación de una ley de nacionalización de los hidrocarburos. [6]
Tras la salida de Perón, el capital extranjero norteamericano se apoderó de buena parte de nuestras riquezas petroleras.
La expropiación de YPF ejecutada por el gobierno, le da a la comunidad nacional viabilidad y sustentabilidad energética. Asimismo, implica una refundación del poder nacional, dotando a la clase política argentina de un recurso estratégico a nivel planetario. Las corporaciones transnacionales y los gobiernos del imperialismo, van a intentar impedir por todos los medios, la nacionalización del petróleo y la utilización pública y social del recurso.

Regulación y nacionalización del sistema financiero
“Hay sectores internos cuyos objetivos coinciden con los de los imperialismos. Obviamente, la capacidad de decisión de estos sectores debe ser debilitada o anulada”. Juan Perón

Desde la creación del Banco Central de la República Argentina en 1935, el liberalismo ha sostenido una férrea defensa de sus intereses financieros a partir de promover la supuesta “independencia” del organismo. El Banco es autónomo de la democracia de masas, para servir en su lugar, a los grupos concentrados extranjeros. Dicha conceptualización, permitió a los sectores financieros y al imperialismo administrar los recursos fruto del trabajo del país en beneficio propio.
Tras la caída de Perón en el año 1955, el país ingresó al Fondo Monetario Internacional. El balance de la intervención del organismo en la política económica y financiera fue catastrófico. Saquearon los ahorros de los trabajadores (corralito y fuga de capitales), destruyeron la economía y condujeron al país a la más profunda crisis social de la que se tenga memoria.
Para revertir éste comportamiento, el gobierno nacional recuperó los fondos de las jubilaciones, reformó la Carta Orgánica del Banco Central y posicionó a los bancos públicos en el mercado. En este marco, renegoció la deuda externa y está impulsando una política activa de control de cambios y de regulación de compra de divisas. Los poderosos sectores financieros que actúan en el país y en el extranjero, ejecutan una tarea permanente de hostigamiento al gobierno.

Apropiación social de la renta agraria
“Ningún país es verdaderamente libre si no ejerce plenamente el poder de decisión sobre la explotación, uso y comercialización de sus recursos y sobre el empleo de sus factores productivos”. Juan Perón

“La tierra no es básicamente un bien de renta, sino un bien de trabajo”. Juan Perón

La oligarquía argentina ha resistido a lo largo de su historia todos los intentos de democratización de la renta agraria. Tal es así, que la Sociedad Rural Argentina participó activamente en la promoción de los diferentes golpes de Estado. La última muestra del poder de los sectores agroexportadores, fue efectuada en el año 2008, en el marco del debate por las retenciones móviles. Con la finalidad de evitar la democratización de la renta agraria, la oligarquía argentina está impulsando una batalla comercial, cultural y política permanente contra el gobierno.

Política exterior independiente
“Latinoamérica es de los latinoamericanos. Tenemos una historia tras de nosotros. La historia del futuro no nos perdonaría el haber dejado de ser fieles a ella”. Juan Perón

Los diversos intentos de aplicar una política exterior independiente, fueron enfrentados con virulencia por el imperialismo y sus aliados locales. Una de las manifestaciones más claras de dicha resistencia, se ejerció durante el gobierno de Perón, que intentó organizar la Tercera Posición en las relaciones exteriores. El golpe de Estado que lo derrocó en el año 1955, impulsó la inserción dependiente a la geopolítica de los Estados Unidos, cuestión que fue profundizada a partir del año 1976. La búsqueda de una posición independiente en las relaciones exteriores, le valió la acusación de ser comunista o fascista.
Actualmente el gobierno nacional impulsa una política multilateral de diversificación de nuestras relaciones exteriores. El eje del programa se centra en la Unidad de Latinoamérica y en la búsqueda de nuevos mercados en diversos continentes. El protagonismo del país en el Mercosur, la UNASUR o el G20, son expresiones de la refundación de nuestra política exterior. Frente a ello, los grandes imperios actúan activamente para impedir la integración regional del continente y para cercenar las vinculaciones del país con China, Rusia o las naciones del África.

La promoción de la Justicia social
“La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiendo un solo interés: el pueblo”. Juan Perón

La lucha por la apropiación de la riqueza atraviesa la historia nacional. Frente a los avances en la distribución, por más leves que hayan sido, la derecha reaccionó violentamente. Tal es así, que se proyectaron diversos tipos de represión y de censura contra los trabajadores. La decisión del gobierno de favorecer las paritarias, los aumentos jubilatorios o la Asignación Universal por Hijo, es una declaración de guerra a los poderosos y a la oligarquía que se resisten a perder privilegios.


Notas
[1] Por ejemplo, a partir de la fuga de capitales y la inflación.

[2] En particular, desde el oligopolio Clarín y desde La Nación. La derecha actúa de manera mancomunada con toda la cadena de medios de comunicación regional. La acción cultural opositora incluye a los medios de comunicación de la derecha y a otras herramientas culturales, como son los portales del estilo YAHOO, HOTMAIL o YOUTUBE.

[3] Se trata de crear una sensación de desgobierno, repitiendo el esquema del año 1975. Con esa finalidad, agitan las oposiciones de izquierda, los intereses sectoriales del sindicalismo, la inestabilidad emocional de los sectores medios, los resabios represivos y se incluyen operaciones sobre las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

[4] Los modelos posibles de la asonada destituyente pueden repetir la dinámica del intento de golpe de Estado de Venezuela (2002); golpe de Estado sobre Zelaya de Honduras (2009); el levantamiento de las fuerzas policiales en Ecuador (2010) o la destitución por golpe parlamentario de Lugo en Paraguay (2012).

[5] Las guerras del imperio británico por los mercados se iniciaron militarmente con las invasiones de 1806. Se continuaron en la Batalla de Obligado de 1845 que buscó desandar el proteccionismo de la Ley de Aduanas de 1835. La Guerra del Paraguay fue una de las acciones militares apoyadas por el imperio inglés con la finalidad de destruir la economía más importante de Sudamérica, impidiendo su desarrollo industrialista independiente.

[6] El proyecto se aprobó en la Cámara de Diputados.











viernes, 12 de octubre de 2012

lunes, 8 de octubre de 2012

El Homenaje a Hernández Arregui en imágenes

ADHESIONES HOMENAJE A JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI

1-La Fundación Memorias e Identidades del Tucumán adhiere a este homenaje al gran pensador y teórico de la cultura y soberanía nacional y popular, Juan José Hernández Arregui. Que su pensamiento sea difundido, generación tras generación, para que florezcan miles de compañeros que sientan la patria y la hermandad latinoamericana como territorios profundamente propios y colectivos.

2-Estimados compañeros: Desde la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo adherimos calurosamente al homenaje a esa figura fundamental del pensamiento nacional que fue Juan José Hernández Arregui. Un fuerte abrazo. Germán Ibáñez, Secretario Académico

3-MEMORIA POR EL PROYECTO NACIONAL

4-CENTRO DE ESTUDIOS JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI

5-CASA DEL PROYECTO NACIONAL DE CITY BELL "UNIDOS Y ORGANIZADOS": PRESIDENTA KORAJE

6-CENTRO POLÍTICO "SOBERANÍA NACIONAL"

7-MUJERES KIRCHNERISTAS "UNIDAS Y ORGANIZADAS"

8-FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS

9-COMUNICADORES PARA EL PUEBLO

10-CENTRO CULTURAL Y PRODUCTIVO CASA LUMPEN

11-Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la Universidad Nacional del Nordeste

12-“A pocos días de un nuevo aniversario de la desaparición física de don Juan José Hernández Arregui, el Centro de Estudios Políticos y Sociales John William Cooke, adhiere a este acto, que seguramente tiene como objetivo, reinstalar el pensamiento nacional como elemento esencial del debate sobre la Argentina de hoy. Hernández Arregui, al igual que Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y John William Cooke, son de lectura obligada a la hora de profundizar la cuestión nacional y la significación del Peronismo como Movimiento de Liberación Nacional y Social. Saludamos a los compañeros que llevan adelante la iniciativa y a todos aquellos que son capaces de debatir en profundidad nuestra historia, para poder transformar el futuro.

13- La Huella Persiguiendo andares... agrupación de profesores y estudiantes de Historia, que propagandiza las ideas de Hernández Arregui y otros pensadores del campo Nacional y Popular, saluda calurosamente el acto homenaje al compañero intelectual militante que nos ayudó a comprender nuestra historia y nuestra tarea por dar la lucha por una patria justa, libre y Latinoamericana.

14-Espacio Histórico Sabino Navarro

15-Cadena de Noticias Mariano Moreno (CMM)

16-Juventud Peronista Identidad

17-Profesorado de Historia Arturo Jauretche

18-Marcelo Nono Frondizi, Secretario General Adjunto de la CTA

19-Agrupación Envar El Kadri

20-Peronismo de Base: Mesa Nacional

21- Agrupación Nacional La Nunca Menos

22-Estimados Compañeros: lamento profunda y sinceramente comunicarles que por motivos laborales inexcusables no podré estar presente en este tan merecido homenaje al gran intelectual nacional Juan José Hernández Arregui. Me satisface, sin embargo, ver que la lista de oradores, así como el ámbito, tienen la entidad y la envergadura que exige la figura de uno de los máximos integrantes de la Izquierda Nacional en la Argentina. En tiempos de terribles dificultades, Juan José Hernández Arregui, junto Arturo Jauretche, Jorge Abelardo Ramos, Raúl Scalabrini Ortiz, Jorge Enea Spilimbergo, Luis Alberto Murray y otros combatientes del espíritu y la política, supieron defender con altura, gallardía, y profunda formación intelectual y conceptual la causa de la Patria contra el embate recolonizador desplegado por los gorilas bombardeadores y fusiladores de 1955, y sus continuadores. Que en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, en el día de hoy, se realice un homenaje donde participa el rector de la universidad "Arturo Jauretche", es signo de que esas gigantescas batallas, libradas en la soledad y en medio de la calumnia y la persecución, empiezan a dar fruto. Que estos frutos arraiguen, y multipliquen ese mensaje, que para muchos de esos autores era de liberación nacional de raíz plebeya y rumbo socialista, es el más honesto deseo de quien suscribe y de sus compañeros en el partido Patria y Pueblo, los socialistas de la Izquierda Nacional. Un fuerte abrazo y el deseo de que este homenaje tenga el éxito que merece la figura de tan egregio argentino. Néstor Miguel Gorojovsky Secretario General PyP

23- Le deseo mucha suerte y le mando un abrazo. Eduardo Rinesi, Universidad General Sarmiento

24-AGRUPACIÓN UNIVERSITARIA TERCERA POSICIÓN

25-Victoria Montenegro a través de la Secretaría de Derechos Humanos de KOLINA, adhiere al homenaje a Juan José Arregui, unos de los más grandes exponentes del pensamiento nacional que supo interpretar y plasmar de manera magistral nuestra identidad colectiva, nuestro sentir nacional y desentrañar a los apropiadores de la historia y verdugos del pueblo. A menos de un año de cumplirse el centenario de su nacimiento, es nuestro deseo destacar a este pensador que puso su intelecto al servicio del pueblo porque siempre supo colocarse dentro de los movimientos que mejor supieron contener el sentir popular.


INDIVIDUALES
1-Lamentablemente no podré concurrir a tan merecido reconocimiento por no estar en el país, reciban un fuerte abrazo solidario: TATY ALMEIDA

2-Muchas gracias me es imposible asistir. PROFESORA BIBIANA APOLONIA DEL BRUTTO DE PENSAMIENTO SOCIAL LATINOAMERICANO

3-Hago llegar mi más ferviente adhesión a su memoria por su compromiso con el pueblo. Hernández Arregui ha sido mi maestro, en especial a través de La Formación de la Conciencia Nacional y Nacionalismo y Liberación, y de su rol CGT de los Argentinos, verdadera escuela de formación de cuadros para la Liberación de la Patria. JORGE RACHID

4-Rodolfo Módena, Secretario General del Partido Comunista Congreso Extraordinario PCCE

5-Desde Tucumán, adhiero al homenaje a Hernández Arregui, un pensamiento indispensable para la Argentina que queremos construir. Juan Carlos Manoukian

6-Recuerdo que cuando leí en mi adolescencia Nacionalismo y Liberación, comprendí las características de la dependencia y la necesidad imperiosa de trabajar por la liberación. Jorge Barrera

7-Al Homenaje justo y esperanzador en la construcción del proyecto nacional. Un fuerte abrazo y ahora más que nunca si la contradicción es Nación o Factoría, el proyecto nacional es por la Nación. Alfredo Moreno

























Homenaje a Hernández Arregui: entrevistas y disertaciones

Para ver los videos haga click en los links:

Entrevista a Norberto Galasso:





http://www.youtube.com/watch?v=i0u__XQhDjA


Entrevista a Aritz Recalde:




http://www.youtube.com/watch?v=8_emtaLd47I


Palabras de Aritz Recalde en el Homenaje:

http://www.youtube.com/watch?v=m4mxm0dRs0E

martes, 2 de octubre de 2012

FORJA, la invasión inglesa y nuestras Islas Malvinas. Denuncias para la soberanía nacional

Por Juan Godoy

La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) surge en plena Década Infame, en un sótano de la calle Corrientes, el 29 de junio de 1935, como si esas ideas que venían a esbozar, esas denuncias que difundían a través de discursos, conferencias, publicaciones, etc. sólo pudieran ser gestadas en lo profundo de la Patria, en el subsuelo de la misma. Como si esas “nuevas ideas” tuvieran que esperar a madurar para hacerse sentimiento en millones de argentinos, en un nuevo movimiento nacional-popular que las llevaría a cabo en su máxima expresión y profundidad. Esa fuerza de la Patria, que se encuentra en el porvenir iba a ser, en palabras de Hernández Arregui la primera en denunciar de forma profunda el papel del imperialismo británico en nuestras tierras desde una posición nacional y desde el seno del pueblo. En la presente indagaremos cómo los jóvenes forjistas, dentro de esta impugnación al imperialismo británico, abordaban la cuestión de la invasión inglesa y la de nuestras Islas Malvinas. Intentos de colonización directa de nuestro territorio o parte del mismo. Podríamos pensar también en esta misma lógica, a las Batallas de Obligado y Quebracho, bajo la gobernación de Juan Manuel de Rosas, donde los criollos no dejaron que los británicos (y franceses en este caso) se la lleven de arriba, y defendieron férreamente nuestra soberanía.

Como decíamos entonces, la cuestión de las Islas Malvinas y de la invasión inglesa es analizada por FORJA, como parte de algo mayor que es el sometimiento, la entrega de nuestra nación al imperialismo británico, y de allí su imposibilidad de desarrollarse libremente como tal. Así en análisis de los forjistas no hay soluciones parciales, paliativas de la situación de opresión, la solución es integral, lleva a romper con todo encadenamiento a Gran Bretaña, a quebrar con la condición de país semi-colonial . Arturo Jauretche dirá en la publicación forjista de Rojas (Provincia de Buenos Aires): Forjando, que la “solución ésta que requiere una Argentina liberada, ya que (…) la finanza es extranjera. El problema que en los países plutocráticos es un problema puramente interno, entre nosotros está vinculado a la existencia de una soberanía nacional auténtica. Necesitamos liberar a la Nación para liberarnos de ella”. Es decir, hay una cuestión nacional a resolver.

Ahora sí, teniendo brevemente el marco general de la denuncia, para que demos cuenta cómo se repudia toda injerencia del imperialismo británico, los forjistas al cumplirse un nuevo aniversario del 12 de agosto de 1806 conocido como Día de la Reconquista, iban a conmemorar la expulsión de los ingleses, la capitulación de Beresford. No perdían la ocasión para relacionarlo con el sometimiento del momento al imperialismo británico, así sostenían que “la voluntad liberadora del pueblo, expresada en la Reconquista, queda así frustrada por la corrupción de los dirigentes nativos y por la voracidad de la plutocracia imperialista inglesa, a 132 años de aquel episodio, la Argentina se encuentra reducida a la peor condición colonia, sin autonomía para dirigir sus propios negocios, con sus fuentes económicas enajenadas al dominio extraño (…) necesitamos, pues, una nueva reconquista” . El festejo de la reconquista así como parte de las luchas de nuestro pueblo, el mismo que “Julito” Roca, parte de la Comisión que negociaría el Pacto Roca-Runciman que FORJA, a través del ingenio jauretcheano denunciara como Estatuto Legal del Coloniaje, consideraba que era un exceso el recuerdo de aquella “aventura” .

Va a relacionar FORJA, el intento de colonialismo por las armas de los británicos, con la política lograda luego por otros medios. Así dirá Scalabrini Ortíz que “en 1806 y 1807, dos expediciones inglesas bien pertrechadas y suficientemente numerosas como para asegurar la conquista, invadieron la ciudad de Buenos Aires. Las dos veces fueron derrotadas por una población civil que apenas duplicaba el grueso de las tropas. Los comerciantes ingleses cumplieron la obra que sus soldados no pudieron realizar” . Aquí también se hace presente la idea de la semi-colonia y la colonización pedagógica. En un aniversario de la Reconquista un volante de FORJA establece en este sentido que la “resistencia popular movió a Inglaterra a modificar su táctica hasta que logró su objetivo a través de la dominación económica”.

Uno de los forjistas que enjuiciaría duramente a la Ley de Coordinación de transporte (que más que coordinar llevaba al monopolio británico) Gutiérrez Diez plantea también que dada la imposibilidad de la colonización directa vía invasión armada, los británicos procurarían completar esta obra de dominación a través de la injerencia en nuestra economía apuntalada por la colonización pedagógica por parte de los británicos, y sostiene que: “si se descuenta la protección de la armada británica, de que no gozamos, la acción inglesa, entre nosotros, no es menos colonial que en sus dominios. Fracasaron la primera y la segunda invasiones inglesas ante el empuje repulsivo del pueblo de la colonia. Nos hemos evitado hablar inglés y vivir bajo las “sabias leyes inglesas”, como dijo el general Alvear. Pero, la tercera invasión inglesa –la de sus empréstitos, la de su diplomacia se mantiene y subsiste, triunfal y provechosa, incontrarrestable y audaz, áurea y generosa- para con muchos argentinos eminente-, inteligente, eficaz y civilizadora”.

FORJA aborda la relación entre el pueblo y el ejército, y no es parte de un anti-militarismo abstracto, rescatando una línea nacional, popular, lo cual no implica que critique cuando las fuerzas armadas se aparten de las causas nacionales y populares (en una unidad no escindible, para FORJA la nación es el pueblo en lucha por la liberación). De esta forma pone en consideración una línea que podemos denominar popular, plebeya, no ligada necesariamente al oficio, el pueblo en las invasiones inglesas 1806-1806, los que lucharon junto a los caudillos como Güemes, Estanislao López, etc. dice “el ejército es el pueblo armado para el cumplimiento de los fines nacionales de orden en la paz y de la defensa en la guerra”

Avanzando en la cuestión Malvinas, observamos que es un tema presente en el ideario forjistas, así por ejemplo FORJA realiza un acto en el año 1938, el 3 de enero, donde se recuerda y repudia la ocupación británica de las Islas en 1833.
Continuando con el tema de las Malvinas, ligado a una totalidad más amplia, se hace presente nuevamente en la denuncia de FORJA, a través de un volante que bajo el título de “Réplica al monumento de Canning”, en el año 1937. Este es una respuesta realizada por los forjistas a la construcción de un monumento a Canning, donde ponen en consideración la política balcanizadora llevada a cabo por Gran Bretaña en la región, luego de los procesos emancipadores de Nuestra América, resaltan en relación a ello la segregación de la Banda Oriental y el Alto Perú, el endeudamiento como mecanismo de sometimiento, y sostienen que “cien años después, la obra de dominación ha quedado completada y perfeccionada: “INGLESES son los medios de comunicación y transporte. INGLESAS las empresas monopolizadoras del comercio exterior. INGLESAS en su mayor parte las empresas de servicios públicos. INGLESAS las más grandes estancias de la República. INGLESAS las mejores tierras de la Patagonia. INGLESAS todas las grandes tiendas. INGLESAS todas las empresas que rinden dinero y están protegidas por el Gobierno Argentino. INGLESAS son las voluntades que manejan la moneda y el crédito desde el Banco Central. INGLESAS son las directivas a que obedece nuestra política exterior e interior. INGLESAS "son" las Islas Malvinas y las Orcadas. Los designios de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido y se conducen con “habilidad”. ¡POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES!”.
Consideramos así que en FORJA la cuestión de la invasión inglesa y la de nuestras Islas Malvinas se encuentra ligada a la lucha de nuestro pueblo por su emancipación de cualquier injerencia extranjera, y en relación a la lucha por la liberación total de las ataduras que oprimen a la nación, así podemos observar algunos volantes de la agrupación que sostienen “la restauración argentina sólo podrá cumplirse sobre la base de la soberanía popular, la emancipación económica y el imperio de la justicia (…), en el territorio más rico de la tierra, vive un pueblo pobre, mal nutrido y con salarios de hambre. Hasta que los argentinos no recuperemos para la nación y el Pueblo, el dominio de nuestras riquezas, no seremos una Nación soberana, ni un pueblo feliz” . De esta forma, en esta misma línea, Jauretche manifiesta en Forjando: “hay que reconquistar la economía, la cultura y la política para el pueblo argentino”.
Ideas que iban a ir haciendo mella en vastos sectores de la población, y el ideario forjista se iba a ver realizado y profundizado tras los sucesos de octubre del ’45 y la emergencia del peronismo, tras los cuales FORJA iba a decidir su disolución estableciendo entre los motivos que: “el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse F.O.R.J.A. están cumplidos al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización cuya carencia de sostén político motivó la formación de F.O.R.J.A. ante su abandono por el radicalismo. Y resuelve: La disolución de F.O.R.J.A. dejando en libertad de acción a sus afiliados”.































* El autor es Licenciado en Sociología, Universidad de Buenos Aires (UBA) y Profesor de sociología, Universidad de Buenos Aires (UBA)

UNA NUEVA ÉPOCA DE CONSTRUCCIÓN

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