martes, 30 de agosto de 2016

Arturo Sampay, la dependencia económica y la Justicia Social


Por Juan Godoy*

            El gran constitucionalista argentino Arturo Enrique Sampay ha legado un conjunto de categorías, conceptos e ideas para pensar la justicia, el poder, el estado, la constitución, etc. que se revelan actuales y nos orientan para pensar el presente y el porvenir. Nosotros pretendemos aquí esbozar algunas de estas ideas que consideramos sirven para pensar la realidad actual de nuestro país atravesada por un “nuevo” proyecto neocolonial con aroma a “viejo”, que pretende cambiar patrones no solo económicos, sino también sociales, políticos y culturales. Desde ya ese “cambio” es en el sentido de un retroceso para las mayorías populares.
            Partiendo de este punto, nos interesa rescatar la articulación que aparece en el pensamiento de Sampay entre las esferas económica, política, social y la ligazón con la justicia en general y la justicia social en particular.
            El análisis que realiza Sampay parte de la idea que nuestro país luego de producidos los procesos de emancipación continental en el cual se enmarca el local, a pesar de los intentos de varios patriotas en el sentido contrario, pasó a ser dominado indirectamente por Inglaterra. La dominación es principalmente económica. Nacía un país pequeño de “cara a Europa”, inviable en términos históricos para el pueblo, pero muy cómodo para la oligarquía que se enriquece enormemente a partir de la explotación de la renta agraria diferencial, y apunta a construir el destino del país civilizado que deje atrás el atraso de la barbarie nativa, en la cual obviamente no se cuenta ella misma. La oligarquía se sintió francesa y/o británica, y dejó testimonio de ello en los escritos, parque y palacios, como asimismo (aunque intente borrar estas huellas), en represiones, matanzas y genocidios.
En relación a este proceso sostiene el autor de “Constitución y Pueblo”: “cierto es que entonces caímos bajo la dependencia económica de Inglaterra (…) nuestra “independencia de toda dominación extranjera” que rezaba el juramento de los congresales de Tucumán, quedamos aprisionados dentro del universo económico del Imperio británico lo cual a la sazón, así no fuera más que destruyéndonos viejas formas económicas, nos impulsó en el sector de la producción que a los intereses de ese imperio convenía, a establecer nuevas modalidades de trabajo, distribución y consumo, acordes con la transformación que la Revolución Industrial venía causando en el mundo”. (Sampay, 1968. En Sampay, 2013: 160) De esta forma, la estructura económica del país, su estructura jurídica, y por consiguiente la noción de justicia se organizó en relación a los intereses elitistas y foráneos.
            Así a partir de su triunfo en la guerra civil, de la cual la Guerra del Paraguay es el último capítulo que entierra el proyecto de los caudillos, fue vertebrando el país semi-colonial-dependiente. Y si el estado es la cristalización de las relaciones de poder que se dan en la sociedad, y la constitución su manifestación más clara[1], la oligarquía construye el país en base a su proyecto político. Ese proyecto dependiente “implicaba mortandad precoz, enfermedades endémicas, analfabetismo e inacción del pueblo argentino radicado fuera de la Pampa Húmeda y esterilidad de las riquezas básicas que existen en el territorio  de la nación” (ibídem: 160). La mantención en el primitivismo agropecuario. Se trata para poder avanzar en la justicia social entonces de romper con la dependencia de modo de “equiparar el rendimiento del trabajo argentino con el rendimiento del trabajo de los países altamente desarrollados”. (ibídem: 190)
            Ahora bien, sobre esa estructura dependiente que se plasma en la constitución, la oligarquía establece un sistema educativo apropiado a sus intereses que “le permite detentar la exclusividad de la cultura, puesto que abriga la íntima convicción de que la elevación intelectual de los sectores populares engendra la rebeldía contra la Constitución que ella ha impuesto”. (Sampay, 2012: 61) Al país semi-colonial le corresponde una enseñanza a contrapelo de la Patria. Un país que no piense en base a su propia realidad, intereses y necesidades.
            Sampay considera la necesidad del desarrollo de las fuerzas productivas al tiempo que la distribución de los bienes y servicios. El desarrollo económico e industrial no puede ser un desarrollo excluyente, sino no hay justicia, pues “la justicia es la virtud que ordena los cambios con miras a obtener dicha universalidad del bienestar; o sea, la justicia es el “bienestar general””. (Sampay, 1975. En Sampay, 2013: 37) Es necesario producir los bienes necesarios para toda la comunidad nacional (en una economía de escasez no puede llegarse a la plenitud de la justicia). Así, si la noción de justicia está reducida a resguardar los derechos de la propiedad privada, sus dueños y el disfrute por parte de éstos de esos bienes y servicios. Eso es justicia oligárquica (prácticamente un oxímoron), la justicia que responde al poder de unos pocos.
            Dada la dependencia el país sufre “un dirigismo económico, por parte de los países altamente desarrollados a través de la llamada “economía libre””. (Sampay, 1968. En Sampay, 2013: 202) Lo que tiene implicancias concretas en la degradación del nivel de vida, en la desindustrialización, desocupación, pobreza, etc. La emprende así contra el librecambismo, en tanto también éste “es la inmunidad e impunidad de los monopolios supranacionales para expoliar a los pueblos dependientes”. (Sampay, 2012: 103) En este sentido, las empresas extranjeras a partir de su penetración destruyen los cimientos de la nacionalidad.
            No hace mella en Sampay la idea del capital extranjero y/o privado como “buen administrador”, en relación al nacional y/o público. La cuestión la enmarca en la lógica que persigue el capital privado. Los países semi-coloniales solo pueden superar su atraso con una fuerte constitución de capital nacional y público, pues no puede seguir la lógica de la ganancia, “porque si a un esfuerzo del pueblo dirigido a salir de su atraso lo conducen las empresas privadas, lo canalizan primordialmente hacia su provecho, tras su afán de máximo lucro y seguridad, por lo que, en razón de esto último, invierten sus ganancias, no en el país en el que las obtuvieron –y al cual le pertenecen en dominio eminente-, sino en los países altamente desarrollados de empresas privadas”. (Sampay, 1968. En Sampay, 2013: 217) Otra “canaleta” por la cual se va el esfuerzo de los argentinos al extranjero, y es disfrutado por otros. El país pensado en función de otros intereses que no son los nacionales.
            Desde ahí que a partir de considerar que la dependencia es el factor principal de nuestra historia, y la cuestión nacional la clave de interpretación de la misma, Javier Azzali en su trabajo sobre la Constitución del 49 afirma que la misma (y lo pensamos acá en relación a su mentor), “expresó en el más alto plano jurídico la resolución de la cuestión nacional en aquel momento y el modelo de país con soberanía y justicia social que pregonaba el peronismo” (Azzali, 2014: 38), y resume el pensamiento de Sampay en vinculación a la Constitución reformada como la propuesta de “hacer efectivo el gobierno de los sectores populares, liberar el país del imperialismo, estatizando el manejo de los recursos financieros, de los recursos naturales y de los principales bienes de producción, con la finalidad de ordenarlos planificadamente para conseguir un desarrollo autónomo y armónico de la economía, que concediera el bienestar moderno a todos y a cada uno de los miembros de la comunidad”. (Ibídem: 41) Al fin y al cabo la Constitución del 49 institucionaliza “una nueva concepción de derecho y de democracia: la justicia social  y la democracia ampliada o de masas”. (Recalde, 2009)
            Es por estas razones que considera la necesidad de avanzar en el sentido contrario al planteado por el modelo oligárquico, de modo de lograr avanzar en la justicia social, nacionalizar las fuentes de recursos y distribución de bienes es primordial, “la nacionalización consiste en transferí a entes públicos o asociaciones de interés colectivo la propiedad de medios de producción y cambio, a fin de utilizarlos exclusivamente para lograr que el pueblo participe de los beneficios de la civilización”. (Sampay, 2012: 121) Jorge Cholvis argumenta que “la economía peronista (y los planteos jurídicos inspirados por Sampay), se plantea el objetivo de que no exista la explotación del hombre por parte de la actividad privada. La propiedad abandona, de este modo, el sentido absoluto que le otorgaba el liberalismo constitucional para enmarcar su desarrollo en ciertas condiciones que reciben el nombre genérico de Justicia Social, pero que son en realidad una nueva forma de relación de las personas entre sí y de estas con las cosas, es decir, una nueva concepción de propiedad”. (Cholvis, prólogo a Koening, 2015: 19)
Marcelo Koening plantea en su estudio sobre la función social de propiedad en la Constitución del 49 que “el avance de los pueblos en su organización y defensa de sus intereses hace que la idea de la propiedad tienda a dejar de ser un asunto meramente individual y se empiece a poner en clave social y comunitaria”. (Koening, 2015: 39) Los trabajadores, generadores de la riqueza del país no disfrutan de la misma en el país dependiente por la expoliación de parte de las potencias de la misma. A partir de la posesión de esos recursos y medios de producción aparece la necesidad de la planificación económica en dirección a la justicia social, “porque si quedan en el dominio de los particulares son utilizados, según enseña la experiencia, para conseguir máximas ganancias y no el bienestar general”. (Sampay, 2012: 137)
Para lograr esa justicia social en el pensamiento de Sampay es central el papel de los trabajadores, argumenta que “únicamente un gobierno vigoroso, sostenido con ardor por los sectores populares, podrá ejecutar la política económica heroica que necesita el país para transformarse acorde con la revolución de nuestro tiempo (…) en el plano político y sindical, forzoso es contar con una firme auto-organización de las fuerzas obreras protagonistas de ese sostenido esfuerzo nacional, pues la disciplina para acometer semejante empresa debe serles impuesta por sus propias organizaciones”. (Sampay, 1968. En Sampay, 2013: 188)  Los trabajadores organizados entonces son el puntal a partir del cual debe definirse el “modo de vida”, son estos los que tienen que estructurar en qué país y cómo quieren vivir. De esta forma, plantea la noción de justicia social en un sentido profundo. No existe posibilidad de justicia social sin romper la dependencia, y es “evidente que sólo hay cambio de estructuras económicas y de constitución real cuando una clase sustituye a otra en el predominio político”. (Sampay, 2012: 194)


* Sociólogo, UBA.

Bibliografía

Azzali, Javier. (2014). Constitución de 1949. Buenos Aires: Punto de Encuentro.
Koening, Marcelo. (2015). Una constitución para todos. Buenos Aires: Punto de Encuentro.
Recalde, Aritz. (2009). Constitución Argentina de 1949. Génesis y caída. Disponible en:
Sampay, Arturo Enrique. (2012). Constitución y Pueblo. Buenos Aires: Inst. Jauretche.
Sampay, Arturo Enrique. (1996). Introducción a la teoría del estado. Buenos Aires: Theoría.
Sampay, Arturo Enrique. (1975). Las constituciones de la Argentina. En Sampay. (2013). Obras Escogidas. Buenos Aires: EDUNLa.
Sampay, Arturo Enrique. (1968). Ideas para la revolución de nuestro tiempo. En Sampay. (2013). Obras Escogidas. Buenos Aires: EDUNLa.





[1] Sampay define dos tipos de Constitución, la real “es la clase social que predomina, y la constitución escrita, concediéndole juridicidad formal a la violencia que monopoliza, convierte en legal a la Constitución real. Por consiguiente, la Constitución escrita es un instrumento del sector social predominante”. (Sampay: 2012: 193)

domingo, 28 de agosto de 2016

Los medios de comunicación y la aristocracia del dinero

Aritz Recalde, agosto 2016



¿Para qué el Decreto de Necesidad y Urgencia 267/15?
El Gobierno Nacional sancionó el DNU 267/15 por intermedio del cual derogó parte importante del articulado de las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522/09) y la de Argentina Digital (27.078/14). Básicamente y de manera sumamente resumida, el DNU implicó:

a-     Beneficiar al GRUPO CLARÍN.
- El DNU prorrogó por 10 años las licencias del grupo de medios. En el año 2005 el Gobierno Nacional ya había prorrogado por el mismo tiempo las licencias (Decreto 527/05).
- Evitó que Clarín aplique la cláusula antimonopolio de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que había sido ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
También para proteger al grupo empresario, en 2002 Duhalde sancionó una ley que puso un tope del 30 % del capital extranjero en medios (Ley 25.750/03). La finalidad fue evitar que un acreedor foráneo se quede con Clarín, que había tomado préstamos para comprar los cableoperadores del interior.
- El DNU favorece la posibilidad de que el grupo retenga y amplíe su red de televisión por cable (“TV por suscripción”). El decreto estableció que la TV por cable se regula por la misma norma que las telecomunicaciones y no por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Actualmente y como resultado de la reforma, no hay límite del número de licencias, los operadores no deben respetar las grillas, ni promover canales locales y tampoco están obligados a cumplir con las finalidades culturales de la ley 26.522/09.
Es de esperar que Clarín refuerce su política de apropiación del cable en todo el país que aplicó en los años noventa. El grupo adquirió Nextel para ampliar su actividad a los servicios de telefonía y la nueva normativa le permite ampliar sus licencias de TV abierta.
El Grupo Clarín es el gran beneficiario del DNU y todo indica que CAMBIEMOS le pagó su apoyo político en la campaña electoral del año 2015.

b-    Favorecer al GRUPO TELEFÓNICA. Además de la prorroga de licencias mencionada, el gobierno apoya a este grupo con la posibilidad de que en dos o tres años las telefónicas puedan vender televisión por cable o satelital.

c-     Debilitar las FUNCIONES DE REGULACIÓN del sistema de medios por parte de las organizaciones libres del pueblo y el Congreso, en relación al Poder Ejecutivo. El Decreto clausuró la Autoridad Federal de Comunicación Audiovisual (AFCA) y la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (AFTIC), creando en su lugar el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM). El ENACOM se compone de un presidente y de tres directores nombrados por el Poder Ejecutivo. De los tres directores que designa el Congreso uno corresponde a la primera minoría. En resumen, Mauricio Macri designa cinco miembros del ENACOM y la oposición solamente dos. La norma establece que sus miembros pueden ser removidos sin causa o proceso y desaparecen las representaciones de las provincias o de las universidades.

El DNU flexibiliza la transferencia de licencias entre los grupos, cuestión que facilita la consolidación del sistema de oligopolios y acentúa la falta de regulación pública.
En paralelo, el gobierno apoyó la finalización de Futbol Para Todos, transfiriendo la televisación de los partidos a los grupos privados. Paradójicamente, la mayoría de los costos del futbol siguieron siendo abordados por el Gobierno Nacional.

Comisión para la reforma de las leyes de Servicios de Comunicación y Argentina Digital
El DNU creó una Comisión para la elaboración de un proyecto de reforma la las normas derogadas. La Comisión publicó un documento con 17 “Principios que regirán la Ley de Comunicaciones Convergentes”. El texto fue elaborado por un colectivo de seis personas dirigidas por Silvana Giudici y con figuras vinculadas a Clarín y Telefónica.
En general, el documento está cargado de “buenas intenciones” como es el caso de la convergencia, la pluralidad de voces, el respeto a los derechos de los usuarios, el derecho al acceso a internet, la autonomía de los órganos de control, la adjudicación “razonable” de licencias, la promoción de la cultura nacional, la defensa del empleo del periodista, el pluralismo de los medios estatales o la existencia de medios comunitarios. 
En buena medida, gran parte del decálogo de intenciones ya integraba la regulación anterior. El texto tiene grandes omisiones y a la vista de lo que está efectivamente ocurriendo, difícilmente se puede cumplir el “espíritu de la Comisión”. El supuesto que originó la refirma que es la potencial convergencia y la necesaria pluralidad de medios públicos, son una máscara para que Clarín, Telefónica y otros grupos concentrados locales y extranjeros controlen la totalidad de licencias de radio o televisión.
Además y tema preocupante, se están perdiendo miles de puestos de trabajo en medios y poderosos grupos norteamericanos como Turner, están por adquirir un canal y el negocio de la televisación del futbol.

El sistema de medios de comunicación y la dependencia cultural
Las medidas de gobierno de CAMBIEMOS profundizan la condición cultural dependiente de la Argentina. En el plano de la comunicación se reproduce la asimetría de la división internacional del trabajo, que está caracterizada por la existencia de un centro que vende tecnología y exporta contenidos (EUA y Europa) y por una periferia que reproduce los patrones culturales dominantes. Las potencias económicas y culturales desarrollan su predominio a partir de vincularse con actores locales. Esta realidad no es meramente un problema argentino, sino que caracteriza a Chile (Diario Mercurio), Venezuela (Grupo Cisneros) o Brasil (Grupo Globo). Estas empresas de medios son puertas de entrada en Iberoamérica de los intereses geopolíticos, económicos e ideológicos de las potencias internacionales.

El funcionamiento del sistema de medios del país se caracteriza por tres rasgos fundamentales que son:
-          Comportamiento OLIGÁRQUICO.
La historia de nuestra comunicación está ligada directamente al poder de la oligarquía económica y política. La línea editorial de los principales medios es la de los grupos agroexportadores o la de los grupos industriales. Arturo Jauretche lo describió con lucidez cuando mencionó que El cuarto poder está constituido en la actualidad por las grandes empresas periodísticas que son, primero empresas, y después prensa. Se trata de un negocio como cualquier otro que para sostenerse debe ganar dinero vendiendo diarios y recibiendo avisos (…) Así, el diario es un medio y no un fin, y la llamada “libertad de prensa”, una manifestación de la libertad de empresa a que a ella se subordina, porque la prensa es libre sólo en la medida que sirva a la empresa y no contraríe sus intereses”.

-          EXTRANJERIZANTE Y ANTINACIONAL.
El mundo se desenvuelve en una férrea disputa cultural. Las Potencias tienen sus propias agencias y medios de organización y de difusión cultural para Iberoamérica. Los Estados Unidos disponen de la CNN en español, los rusos RT en español, los chinos administran la agencia Xinhua y los británicos Reuters. Además de las agencias de noticias, hace tiempo que las potencias extranjeras están comprando los medios de comunicación en el país.
CAMBIEMOS promueve que el norteamericano grupo Turner adquiera Telefe (español) y el negociado de la transmisión del futbol. De conseguirlo, los EUA abrirían CNN argentina e impondrán su ideología desde el deporte y las noticias.
Los españoles manejaron con perspectiva estratégica este mecanismo y a la par que compraron canales y radios con Carlos Menem, fueron persuadiendo a la opinión pública para que sus grupos económicos se queden con el petróleo (REPSOL), Aerolíneas (Marsans) o las telefonías de la ex ENTEL (Telefónica). No exageró Juan José Hernández Arregui cuando mencionó que “Desacreditar y aislar todo pensamiento argentino era la misión combinada de la prensa, la radio, el cine, al servicio de los centros organizados del poder mundial”.
Tal cual denunció Julian Assange, el grupo norteamericano Silicon Valley (Apple, google o facebook) utiliza las nuevas tecnologías al servicio de la política exterior norteamericana. Estos grupos controlan a las personas, moldean conductas y direccionan búsquedas de información, de consumos comerciales y de opiniones políticas en las redes.
Buena parte de nuestra comunicación en redes sociales, televisión o radio está orientada al beneficio de empresas extranjeras y promueve la geopolítica europea y norteamericana en la región.

-          OLIGOPÓLICOS.
Como adelantamos, nuestro sistema de comunicación es concentrado y permite que algunos pocos grupos manejen buena parte de la emisión y distribución de la cultura. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tenía, entre otras funciones, el objetivo de democratizar esta concentración que hace imposible la pluralidad de voces y la vida democrática. 
Con el DNU que comentamos la aristocracia del dinero está impulsando activamente la consolidación oligopólica y concentrada de los medios.

La aristocracia del dinero de CAMBIEMOS profundiza el proyecto neoliberal
Lejos de ser original en este y en otros planos, el Gobierno Nacional aplica un paquete de medidas que fueron iniciadas en el año 1955 y profundizadas a partir del año 1976 y 1989.

AGENCIAS DE NOTICIAS
El peronismo impulsó un sistema de medios públicos y privados, orientados a la promoción cultural y a la defensa de los intereses nacionales. Con dicha finalidad abrió la agencia de noticias TELAM, de cuya escuela de periodismo se formaron Rogelio García Lupo o Jorge Ricardo Masetti quienes contribuyeron a crear la cubana Prensa Latina. Luego del año 1955 las noticias internacionales fueron importadas de las agencias norteamericanas que las cubren, editan y distribuyen en función de su interés nacional.
En el siglo XXI los gobiernos populares del continente crearon TELESUR, con la finalidad de romper el cerco informativo neocolonial. Actualmente, CAMBIEMOS borró TELESUR de la grilla de la TV Digital abierta y sacó a la Argentina del Canal sudamericano. En su lugar y en acuerdo con el gobierno de los EUA, Mauricio Macri impulsa al grupo Turner y a la CNN.
Con la Resolución 166 - E/16 de la Jefatura de Gabinete, el Gobierno Nacional se apropió de la base de datos del ANSES para hacer propaganda con la telefonía y los correos electrónicos de los individuos. En la campaña electoral de 2015 CAMBIEMOS se quejaba de la comunicación gubernamental de Futbol Para Todos, que ahora realizan grupos económicos y que manejarían los EUA. Actualmente y pese a lo que sostenían hace un año, realizan una onerosa y masiva campaña de prensa que avanza sobre las libertades individuales. La publicidad de gobierno es financiada con recursos públicos derivados de los favores a Clarín o Telefonica y se complementa con un manejo masivo y agresivo en redes sociales y buscadores de música o videos. Con la Resolución 166 van a hacer propaganda en cadena en los teléfonos particulares y en los correos personales de más de 30 millones de personas.    

LOS DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Luego de producido un conflicto gremial entre el Diario La Prensa y sus trabajadores que culminó con un obrero muerto, el gobierno peronista expropió el periódico en el año 1951. A diferencia de lo que tradicionalmente ocurre, el Estado fallaba a favor de los obreros que recibieron el medio y lo administraron de manera idónea y democrática. El nicho de mercado de La Prensa fue ocupado, en parte, por el diario Clarín.   
Para contrarrestar la acción oligárquica, meramente comercial y extranjerizante del periodismo, el Estado creó la televisión pública en 1951 (Canal 7). Durante la etapa el Estado potenció la producción nacional y cultural y adquirió algunas radios.
El gobierno había generado las condiciones legales y tecnológicas para la aparición de tres canales privados, que fueron asignados luego del golpe de Estado de 1955. La dictadura de Aramburu clausuró todos los medios de comunicación ligados al gobierno democrático, sean estatales, partidarios o sindicales y sancionó el decreto 4161 que directamente prohibía nombrar a Perón y a su Movimiento. Los nuevos canales de televisión fueron adjudicados con un doble criterio:
a-     Los titulares eran referentes políticos opositores al gobierno y a la democracia popular;
b-    Los contenidos y la tecnología eran principalmente norteamericanos. Canal 9 se vinculó a la National Broadcasting Company (NBC), el 13 nació ligado a Goard Mestre con vínculos con la Columbia Broadcasting System (CBC) y Time Life y el Canal 11 con la American Broadcasting Company (ABC).

Como resultado de esta decisión gubernamental, la Argentina ponía los medios de comunicación al servicio de las dictaduras políticas y de la norteamericanización de la económica.
En el año 1974 el peronismo no renovó las licencias de los tres canales privados que pasaron al Estado. Lo mismo hizo Hugo Chávez en el año 2007 con Radio Caracas Televisión (RCTV) y no le renovó la licencia. Como a Perón, al dirigente bolivariano lo acusaron de dictador. Paradójicamente, cuando se privatizó Canal 9 a la vuelta de la democracia o las televisoras 11 y 13 con Menem, los mismos periodistas hablaron de pluralismo y de libertad de prensa. Se cumplió un principio dogmatico del liberalismo que sostiene que las trasferencias económicas de la mayoría popular a una minoría oligárquica son legítimas y que el proceso inverso es un medio de “subversión y autoritarismo”.
Hasta la llegada de Carlos Menem a la presidencia en el año 1989, la propiedad de medios tendió a ser nacional y sus perspectivas y contenidos (series o noticias) extranjeros. El presidente riojano modificó la ley de medios de la dictadura 22.285/80 que prohibía a los licenciatarios ser extranjeros. En paralelo y en el marco de la Constitución Nacional de 1994, firmó tratados de inversión con EUA permitiendo que la potencia del norte administre nuestra cultura. La decisión de Macri de apoyar a Turner no es original, sino que profundiza la dependencia cultural y política iniciada en el año 1955.
El menemismo mantuvo la prohibición para que las cooperativas sean licenciatarias de medios, contribuyendo a la consolidación de un modelo comercial y oligopólico de la cultura. El gobierno menemista amplió la cantidad posible de licencias de cuatro a 24 y permitió el cruce de empresas gráficas con la producción audiovisual. Los grandes grupos comerciales tenían todo el poder mediático en sus manos y la democracia estaba silenciada.

REGULACIÓN DEMOCRÁTICA DEL SISTEMA DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL
Tal cual adelantamos, la historia de la comunicación es la de nuestra oligarquía que evitó las regulaciones propias de la soberanía popular. No es casualidad que en democracia sólo dos gobiernos impulsaron leyes de servicios de comunicación: en 1953 y 2009. El poder económico nacional y extranjero no sometió la regulación de medios a fines sociales y en nombre de la libertad de prensa retuvo sus privilegios de clase o de facción.
Esta última condición también se repitió en dictaduras y no es secreto para nadie que Clarín o La Nación apoyaron al golpe de 1976 continuando una actitud que Mariano Grondona había aplicado desde Primera Plana y la dictadura de Ongania de 1966.
La ley de medios del peronismo 14.241/53 declaraba al sistema interés público, prohibía el ingreso del capital extranjero, impedía la formación de oligopólicos, vedaba la trasferencia de licencias y le proporcionaba una importancia fundamental al sistema oficial de comunicación. Desde el año 1955 se produjo el proceso inverso y la prensa se volvió eminentemente comercial, de propiedad extranjera y concentrada en pocas manos privadas.
Desde la vuelta de la democracia la Coalición por una Radiodifusión Democrática, impulsó una comunicación cultural y social que no sea un mero negocio, sostuvo que había impedir la concentración y la trasferencia de licencias por parte de los grandes actores. El espació bregó por la pluralidad de voces y por el derecho a que los medios comunitarios y sin fines de lucro sean propietarios y emisores. Desde su origen, la Coalición contempló la defensa de la cultura nacional y local y la formación de una autoridad de control diversa y democrática. Muchos de estos principios conformaron la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual del año 2009. Esta última norma conjuntamente con la ley de Educación Nacional del 2006, fueron los dos textos normativos más debatidos en foros, sindicatos o universidades de toda la historia Argentina.


La aristocracia del dinero que gobierna los destinos del país quiere retrotraer el sistema de medios al año 1955. 

miércoles, 24 de agosto de 2016

“El gobierno de Cambiemos beneficia al Capital financiero, grandes terratenientes y empresas oligopólicas”

Entrevista a Aritz Recalde

Por: Exequiel Cáceres

24 ago - P&M dialogó con el sociólogo y profesor de la UNLA, Aritz Recalde, quien recientemente ha publicado su último trabajo “Intelectuales, Peronismo y Universidad”. A continuación reflexiona sobre el panorama político y económico en nuestro país, Latinoamérica y el mundo.

PRIMERA PARTE:
-¿Cómo podemos entender este cambio en el plano económico que se está viviendo en nuestro país, tanto de manera interna, como también para con el mundo?
La situación económica mundial, regional y nacional forma parte de una crisis. El modelo de desarrollo centrado en la especulación financiera diagramado por las “corporaciones multinacionales”, los “fondos de inversión” y las “calificadoras de riesgo” de las Potencias occidentales, condujo a los centros del poder mundial a una situación de estancamiento económico. La quiebra del banco Lehman Brothers del año 2008 fue una de las manifestaciones de una crisis económica y financiera profunda de carácter mundial.
Con la supuesta finalidad de superar la crisis los EUA y Europa se abocaron a rescatar con recursos “públicos”, los negocios financieros “particulares” de los bancos. El resultado esperable de estas medidas, es la consolidación de un sistema financiero que sigue acumulando ganancias, en paralelo a una economía internacional con bajas tasas de crecimiento o incluso de recesión. El sistema capitalista actual privilegia la especulación financiera y el salvataje de bancos, en lugar de la actividad productiva y el consumo popular. En este contexto, las condiciones sociales de vida de gran parte del planeta se deterioraron considerablemente. De manera similar a Iberoamérica en los 1980 y 1990, las familias de Europa o Estados Unidos están perdiendo los derechos sociales ganados en el siglo XX.
Varias economías de los países centrales están en recesión y/o bajo crecimiento. Esto deriva en menores importaciones de Latinoamérica y en la conformación de un excedente productivo que buscan imponer a nuestros países. EUA se propone recuperar el terreno perdido frente a esquemas como el BRICS. En este cuadro, los gobiernos de las potencias protagonizan una disputa comercial, política y bélica por la apropiación de recursos naturales y de los mercados mundiales. La desestabilización a las que se ven enfrentados Brasil, Venezuela o la Argentina en 2015, se encuadró en esta disputa entre imperialismos. No exageró el Papa Francisco cuando caracterizó a las tensiones internacionales como una potencial “tercera guerra mundial”.

Desde entrado el siglo XXI, Iberoamérica venía atravesando un importante ciclo de crecimiento, favorecido por el buen precio de parte de sus recursos de exportación (soja, petróleo, minería, etc.). Las condiciones macroeconómicas fueron aprovechadas por los gobiernos nacionalistas, que se propusieron saldar las deudas sociales de sus pueblos luego de décadas de crudo liberalismo. La revolución boliviana de Evo Morales impulsó el Bono Juancito Pinto y creó universidades indígenas. El Partido de los Trabajadores aplicó la Bolsa Familia y consolidó un sistema de becas para ciudadanos negros y pobres. En la Argentina el Frente Para la Victoria sancionó la Asignación Universal por Hijo y federalizó el sistema universitario creando más de 15 Casas de Altos Estudios. En estos tres países y en otros como Ecuador, Uruguay o Venezuela, se crearon nuevos empleos y los habitantes accedieron al derecho a la vivienda, la salud o la educación.
Además y con resultados disimiles, los gobiernos nacionalistas desarrollaron su estructura económica e impulsaron un nuevo proceso de industrialización. Con esta finalidad estimularon varias nacionalizaciones de empresas estratégicas como la YPF Boliviana o la YPF y las AFJP argentinas. Países como Brasil son exportadores de recurso naturales y además, de aviones (EMBRAER) y administran una empresa petrolera con participación internacional (PETROBRAS). Argentina inició un importante proceso de sustitución de importaciones y consiguió producir satélites y bienes atómicos. Pese a los avances generados, buena parte de Iberoamérica no alcanzó y no consolidó su independencia económica.
El ciclo de altos precios de los recursos naturales empezó a revertirse. En algunos casos, la caída de los precios fue impulsado deliberadamente: por ejemplo, el petróleo bajó, entre otras cuestiones, porque intervinieron los EUA explotando y comercializando reservas no convencionales de energía. Frente a este nuevo escenario, aquellos países que no consolidaron la industrialización encontraron grandes dificultades para afrontar la falta de colocación de sus exportaciones o la carencia de divisas. Venezuela atraviesa una crisis económica severa. Dilma Rousseff aplicó un ajuste de las cuentas públicas en Brasil. Argentina creció a bajas tasas durante los últimos años y mantuvo déficit fiscal y comercial.
Los problemas económicos mencionados, la guerra mediática interna e internacional y la presión de los factores de poder mundial, están induciendo cambios de gobierno. En lugar de los líderes nacionalistas, se produce una tendencia a que asuman mandatarios neoliberales apoyados por los EUA.  En la Argentina triunfó CAMBIEMOS que organizó un gabinete de empresas multinacionales y de referentes políticos conservadores. Una vez en el mando del país impulsaron un patrón de desarrollo que beneficia a tres sectores que son: el Capital financiero especulador internacional, los
Grandes terratenientes y exportadores agrícolas y las empresas oligopólicas de servicios e importadores de manufactura extranjera. Las ganancias del sector financiero aumentan exponencialmente la deuda externa. Para garantizar la rentabilidad del sector agroexportador devaluaron la moneda generando una inflación acelerada y aumentando ganancias a los grupos concentrados. Las empresas de servicios aumentaron más del 1000 % las tarifas...

El Resultado está a la vista
El resultado económico del primer semestre es evidente del nuevo perfil productivo. Las PYMES y el comercio bajaron el volumen de ventas e incluso están quebrando empresas fruto de la apertura económica y la caída del consumo. Se perdieron más de 180.000 puestos de trabajo en seis meses.  El país está en recesión y acumulará en el año una inflación superior al 40%...
En paralelo, los negocios financieros dejaron como resultado un incrementó de deuda para el Estado argentino superior a 32.000 millones de dólares. Fruto de la devaluación cayeron los salarios de los trabajadores. La diferencia de exportar la cosecha de $ 9, 5 a $ 15 dejó como resultante una ganancia adicional superior a los $ 50.000 millones de pesos.

-¿Qué objetivo tiene la última toma de deuda por parte del gobierno nacional de Cambiemos?
Al eliminarse los topes para la adquisición de dólares y permitirse la fuga de divisas, Argentina se ofrece al mundo como una plaza financiera óptima para especular. En tan sólo unos meses, el gobierno emitió 16.500 millones de dólares para sufragar a los Fondos Buitres. Las letras del Banco central (LEBAC) pagan una tasa del 34% en pesos, dejando como saldo en los primeros meses del año una ganancia superior a los 3.000 millones de dólares. En el mes de enero el Banco Central tomó un préstamo puente de 5.000 millones de dólares, a una tasa cercana al 7% en dólares. Las provincias consiguieron el aval de Nación para acrecentar una deuda que ya superó los 8.200 millones de dólares.
Debido a la apertura económica, la caída del consumo, la suba de los servicios públicos o la recesión económica internacional, se hace poco viable el desenvolvimiento de la actividad industrial en Argentina. El país va camino a reprimarizar su economía y a aumentar exponencialmente la deuda externa y dicho proceso puede culminar en un nuevo 2001. 
El país se torna una semicolonia económica de las Potencias extranjeras, que nos venden sus excedentes comerciales y obtienen y giran fabulosas ganancias financieras y empresarias. El productor y el trabajador argentino subsidian las economías y el nivel de vida del extranjero.

Que le vaya bien al gobierno de CAMBIEMOS no implica la prosperidad del conjunto del país, sino meramente la acumulación de riquezas de las empresas extranjeras que administran los Ministerios.  

-¿A qué se debe el triunfo de la derecha, tanto en nuestro país como en gran parte de América Latina?
Hay factores económicos que generaron dificultades de crecimiento y ello conlleva a la pérdida de capital electoral. Las medidas de ajuste del Estado de Dilma Rousseff mermaron su electorado y alcanzó la relección presidencial con un estrecho margen. En nuestro caso, la caída del crecimiento y la regulación del mercado de divisas (corralito) acarrearon costos electorales para el oficialismo. Al problema económico, hay que sumarle cuestiones sociales no resueltas como la violencia, la desigualdad o la precariedad en el empleo que llevaron a muchos trabajadores a buscar un “cambio” o una alternativa. En este marco, el poder económico manejó con destreza los resortes mediáticos que convencieron a muchos trabajadores acerca de que su legítimo reclamo iba a ser atendido por los representantes de las derechas neoliberales. A este esquema hay que sumarle la acción judicial, la desestabilización económica y la tarea permanente de las ONG norteamericanas dedicadas a hacer propaganda e inteligencia contra los gobiernos populares.
Finalmente, hubo problemas de construcción política que derivaron en serias dificultades para conformar herramientas políticas que garanticen la alternancia de los candidatos. En el caso de la Argentina, en 12 años no se construyó un candidato o un espacio político capaz de continuar el proyecto y por el contrario, el Frente Para la Victoria llegó a la elección dividido y no existió una estrategia de campaña capaz de potenciar la militancia.
Si habría que ordenar la importancia de las variables económicas, sociales, culturales o políticas para explicar la derrota política argentina, ésta última es fundamental. La interna entre la Conducción nacional y el Partido Justicialista y la CGT fue perniciosa. La tendencia de Cristina a armar un espacio propio con candidatos de escasa relevancia electoral, facilitaron la estrategia neoliberal de CAMBIEMOS y del capital trasnacional. La histórica derrota en la provincia de Buenos Aires fue una de las manifestaciones de los serios errores de construcción política.


Entrevista extraída de:

SEGUNDA PARTE
-¿Cuáles son los desafíos de estos tiempos para el Peronismo?
En la época de Perón, el justicialismo era la organización dinámica de una revolución nacionalista y obrerista. Desde el 1 de julio del año 1974 el peronismo fue mutando y siendo el partido del orden llegó a acompañar el liberalismo menemista. No hay “un peronismo”, sino varios. La diversidad del peronismo es ideológica, política o social.
En este marco, el desafío del peronismo es el de reconstruir un Proyecto nacional alternativo al neoliberalismo (Unidad de concepción). Como “modelo” a seguir están el peronismo histórico y sus planes quinquenales o la Constitución de 1949 y los derechos recuperados en los últimos 12 años. Recientemente se reunió el peronismo en Formosa y se publicó la “Declaración de Formosa” que trabaja la unidad de concepción.
Habiendo acordado aspectos básicos de un Proyecto nacional, el siguiente paso fundamental es la unidad del Movimiento (unidad de acción). Por un lado, está el Partido Justicialista, los intendentes, diputados, concejales o gobernadores. El movimiento obrero organizado y sus organizaciones deben formar parte fundamental del espacio. Cristina impulsa un Frente cívico con participación de sectores externos al peronismo que deben sumarse. Luego hay un inmenso espacio de organizaciones libres del pueblo, sociales, deportivas o culturales, que deberían integrase activamente. Estos son tiempos de debate y debe trabajarse la unidad, luego van a ir surgiendo los candidatos y acuerdos electorales.

En el año 2003 Néstor Kirchner recuperó un Proyecto Nacional desarrollista para el peronismo. Además y tema fundamental, el nuevo Presidente conformó una conducción política fuerte y eficaz. El Proyecto nacional que en buena parte se fue tejiendo sobre la marcha, permitió la reconstrucción de la industria e impulsó la intervención del Estado en infraestructura básica y en el terreno social. En el ámbito geopolítico el Frente Para la Victoria apostó a la unidad regional y a la búsqueda de nuevos aliados como los BRICS. Néstor tuvo en claro que la Argentina tenía que dejar de ser un satélite de los EUA, para conforman una política exterior soberana como postuló Perón.
Kirchner interpretó la crisis del año 2001 y convocó a los diversos actores sociales y políticos que habían impulsado la lucha social desde la CGT, la CTA o las organizaciones sociales. Además, integró a representantes del aparato político (siempre “oficialistas”), al empresariado concentrado nacional y extranjero y a otros diversos representantes de la producción, la cultura y el trabajo. Había que salir del “infierno” y lo apoyaron piqueteros, sectores de clase media, la SRA, Clarín o la UIA. Con el tiempo, estos apoyos económicos y políticos iniciales se fueron perdiendo o modificando. El debate sobre las retenciones móviles es un ejemplo de ello.
En lo programático, Cristina tuvo la tarea de la “sintonía fina” y enfrentó aliados circunstanciales como el complejo agroexportador o los medios de comunicación oligopólicos. Durante sus mandatos se tomaron decisiones fundamentales como la sanción de la AUH o la recuperación de YPF. En el plano político y a diferencia de Néstor, Cristina intentó con más fuerza conformar un espacio político al cual consideró como “propio”. El Gobierno nacional rompió vínculos con la conducción de la CGT e intervino en las listas de varias provincias y municipios. Intentó consolidar su herramienta política con Unidos y Organizados y luego directamente con la Campora. En el plano electoral, la estrategia aplicada en 2013 y 2015 obtuvo escasos resultados o incluso estrepitosas e históricas derrotas. En el aspecto político de mediano plazo, el futuro dirá si esta estrategia deja resultados positivos para el Movimiento.
La estrategia política de Cristina puede relacionarse con la ruptura con el complejo agroexportador, con Clarín o con la UCR de Julio Cobos. Estos momentos fueron un llamado de atención sobre la necesidad de consolidar un espacio propio y coherente con el proyecto. Ahora bien, el fracaso de Unidos y Organizados también mostró que solamente con la “tropa propia” se pueden perder elecciones otorgando al neoliberalismo y al capital extranjero el gobierno nacional y el de varias provincias y municipios.
Para consolidar la necesaria unidad política que demanda la hora, todos los actores deben pegarse un “baño de humildad”. Sin las organizaciones libres del pueblo y los miles de dirigentes de todo el país que lucharon arduamente, no existiría el 2001 que expulsó al gobierno neoliberal y tampoco iba a ser fácil la asunción y el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Por otro lado, es innegable que el kirchnerismo le dio nueva vitalidad al peronismo y a las cientos de organizaciones populares. La decisión de sectores del kirchnerimo de gobernar sin reconocer representaciones intermedias (sindicales, sociales o políticas), no parece ser viable como estrategia de poder. La inversa (gobernar sin reconocer 12 años de gobierno y la importancia de Cristina), no parece ser posible. Juntos son una alternativa nacional, separados van a ser derrotados. El año 2019 nos encontrará unidos o dominados.

-¿Cuál es el rol que le corresponde a la juventud?
Tradicionalmente, el peronismo realizó un ordenamiento por frentes políticos, de clase, de género y etarios. Había una rama política (Partido), una rama femenina, una representación de trabajadores y en los años setenta un espacio juvenil. Perón le otorgó lugares estatales al empresariado nacional, a los militares, a los sindicatos o a la iglesia, ya que consideró que la verdadera democracia es la que ejecutan las organizaciones libres del pueblo. Dentro de este espacio, la diferenciación de clase fue considerada fundamental ya que Perón entendió que los “trabajadores” eran la columna fundamental del justicialismo.
Durante los últimos años, pareció que la cuestión etaria se antepuso a la de clase y Cristina le otorgó buena parte de la representación institucional a la juventud. Néstor apoyó la creación de espacios de juventud en los diversos ámbitos. Posiblemente, consideró que los dirigentes políticos se forman fundamentalmente en la lucha social y partidaria. Cristina les otorgó los principales resortes del Estado, apostando a que se capaciten desde la gestión de cargos públicos. Cristina desplazó a sectores partidarios y sindicales y apostó a conformar una herramienta política de clase media, apuntalada con cargos del Estado.

Sigo pensando que el peronismo debe ser un movimiento político compuesto y destinado, principalmente, a los trabajadores. Las organizaciones libres del pueblo deben ser el centro del dispositivo. La juventud debería integrarse, humildemente y sin sectarismos, a construir un proyecto de país con los sindicatos y con el conjunto de las organizaciones sociales.
El intento vanguardista de la juventud de los años setenta fracasó y actualmente puede ocurrir algo similar. 

-¿Hay por parte de sectores económicos y mediáticos que perdieron terreno en el gobierno Kirchnerista, una suerte revanchismo y buscan la encarcelación de Cristina Fernandez de Kirchner?
En Argentina y para simplificar, existen “tres tercios” sociales:
- un tercio de clase baja que vive de sus trabajos informarles (“en negro”).  Con el kirchnerismo consiguieron AUH, jubilaciones mínimas o un trabajo en cooperativas.  Una parte importante de los sectores populares votó a CAMBIEMOS para mejorar sus condiciones de vida. Pese a mejorar con el kirchnerismo, su calidad de visa era deficiente: hoy con Macri están mucho peor. 
- segundo estrato de clase media o de trabajadores formales. Estos fueron los principales beneficiados dentro del universo de trabajadores. En la última década pudieron viajar, comprar autos o casas y reclamaban seguridad, la baja del impuesto a las ganancias y el derecho a comprar dólares. Hoy CAMBIEMOS los está dejando sin trabajo y les bajó el salario vía inflación y devaluación.
- un tercer sector empresarial y de clase alta, numéricamente reducido, pero políticamente influyente. Durante los últimos 12 años hicieron mucho dinero los grupos agroexportadores, los bancos, los supermercados o los grupos económicos oligopólicos y concentrados. Hoy son gobierno.

Durante el kirchnerismo muchos pobres dejaron de serlo, cosa que no ocurrió con los ricos que lo fueron mucho más. Con excepción de la recuperación de las AFJP o de YPF (con el precio del petróleo a la baja…), el gobierno no realizó grandes recuperaciones de patrimonio a diferencia del primer peronismo que nacionalizó bancos, comercio exterior o recursos naturales.
Lo que sí ocurrió es que el gobierno les requirió que aporten a la comunidad nacional mayores cuotas de sus altos y excesivos ingresos. Los intentos de regular precios con supermercados, el debate sobre las retenciones a la exportación o la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central se inscribieron en estas iniciativas. Actualmente, gobiernan el país ya sin intermediarios. Los sectores agroexportadores aumentaron sus ganancias, que antes ya eran altas. Los bancos mejoran su rentabilidad, que fue muy positiva en diez años. Las empresas extranjeras pueden fugar mayores márgenes de sus ganancias, cosa que antes hacían con mayores controles y con algunas obligaciones. Las empresas de servicios consiguieron aumentos del mil porciento y antes y tal cual mencionó recientemente Cristina en C 5N, obtenían importantes rentabilidades.

El empresariado trasnacional no está dispuesto a aportar nada a la comunidad nacional. Carentes de una visión de mediano plazo, van director a destruir el país y conducirlo a un nuevo 2001. Por mucho o poco que el kirchnerismo los obligó a aportar, están decididos a dar por tierra con el gobierno anterior. Tienen poder económico y eso les otorga influencia mediática y judicial. CAMBIEMOS impidió que Clarín aplique la ley de servicios de comunicación y les renovó las licencias a los medios oligopólicos. Los servicios de inteligencia que el gobierno anterior intervino y no llegó a modificar, están actuando de manera fundamental en la elaboración de causas y operaciones políticas.

La aristocracia del dinero, el poder judicial, los grupos de medios y los servicios de inteligencia locales e internacionales, se proponen erradicar del continente los derechos de los trabajadores, quebrar las empresas sociales y evitar la posibilidad de que los recursos naturales sean administrados por los Estados. Con esa visión estratégica, se proponen destruir los partidos populares, debilitar a sus dirigentes y obstruir el accionar de las organizaciones libres del pueblo.

Entrevista extraída de:
http://www.politicaymedios.com.ar/nota/8750/aritz_recalde_el_ano_2019_nos_encontrara_unidos_o_dominados/

martes, 23 de agosto de 2016

Revolución de la Alegría: interpelación brutal al adolescente adulto.


FRENTE DE PROFESIONALES MOVIMIENTO EVITA


1. La paradoja.
            La cosa fue así. Sucede que, por voluntad popular, las elites neoliberales recuperaron el control del Estado argentino. Un Estado argentino que estaba siendo restaurado y administrado por un gobierno que favorecía a los sectores populares. Y estos sectores populares, una vez favorecidos, sin mucho agradecimiento por los servicios prestados, le devolvieron el Estado otra vez a quienes en su perjuicio antes ya lo habían destruido.
            El enunciado es de difícil comprensión por su cacofonía, por sus perífrasis, por sus problemas sintaxis y por sus redundancias. Si, seguro. Pero además lo es por sus contradicciones lógicas.
            Las opciones para resolver el enigma son acudir al mito de Sísifo, al corsi e ricorsi de Vico, al síndrome de Estocolmo o a la pulsión tanática del argentino. O su vocación por la queja que se busca un motivo para poder proferirla con razón. Quizá producto de la influencia cultural del tango o la vidalita.
            Pero no. Tratemos de buscar no una respuesta, sino unas buenas preguntas que definan nuevas líneas a estudiar. No solo para acercarnos a la comprensión del fenómeno, sino también para trazar mejores tácticas para evitar a futuro la sangría por donde se nos van los votos indispensables en la estrategia de acumulación política que apuntale un proyecto nacional y popular.
            Y si hablamos de tácticas y estrategias vamos al maestro: Sun Tzu.
            El presunto oriental enseñó la máxima "conoce a tu enemigo". Vamos a conocerlo entonces en su faz de política electoral. Política electoral que hizo que alguien que representa en historia, discurso y estética (de la manera más acabada) al egoísmo de las élites que pauperizaron (material y espiritualmente) a los sectores populares del país se haya podido convertir ahora en...un líder popular votado.
            Pero ese alguien es un producto. Por eso, no perdamos tiempo y vamos directamente a su productor no estructural, si electoral: Jaime Duran Barba. Vamos a su libro "El Arte de Ganar: como utilizar el ataque en campañas electorales exitosas" (el subrayado nos pertenece) que compila esa base táctica con la cual viene operando, hace ya muchos años y con coherencia, el partido que catalizó en su derredor el 51,34% de los votos en el balotaje.

2. De las tácticas que ocasionaron una derrota para el campo popular.
            El "Arte de ganar..." puede caracterizarse como el monumento al cinismo. Pero también como una obra maestra de la eficacia instrumental para el corto plazo. Pruebas a la vista. No es un tratado del buen gobierno, sino un manual para ganar una elección. Una bajada (a la técnica de propaganda electoral) de esa máxima que Maquiavelo nunca dijo: "el fin justifica los medios". Y está bien porque "El Arte de..." no pretende ser otra cosa.
            Lo que no está bien es la corrosión y el embrutecimiento social que este manual elige como "el" insumo a partir del cual operar y que, a la vez, busca incubar, esparcir y promover. Porque el "Arte de..." crea también subjetividades. Al caracterizar el sujeto a quien disparará su seducción electoral, a la vez está creándolo. Lo define como un individuo elector que no se informa (y que le disgusta hacerlo), que no lee (y si es que lo hace cae en esos textos de sometimiento al status quo que son la "auto-ayuda") y que no se interesa por analizar los asuntos públicos cuya complejidad no entiende ni le preocupa hacerlo.  Pero que, a pesar de su actitud acrítica, es capaz de sentenciar con la enjundia que le da su pretensión de veracidad sostenida en dos pilares: el sentido común y el prejuicio.
            Cuando el entrenador de un boxeador ve que al rival de su pupilo se le comienza a inflamar un arco superciliar, desde la esquina le grita a su discípulo "trabajale el ojo". Es por el agravamiento de la hinchazón (jab y cross mediantes aviesamente dirigidos a esa zona) que al contendiente se le irá reduciendo su campo visual.. y todo estará decidido a favor de su pupilo. Eso es exactamente lo que el coach Durán Barba les ordena a sus candidatos del PRO. A los votantes... "trabajanlen los prejuicios".

3. Construyendo una base poco constructiva.
            Es por ello que el votante emblemático del PRO, a pesar de que optó por el mensaje supuestamente alegre y "no confrontativo" que (en apariencia) le proponían sus candidatos, al ser interrogado por cuestiones políticas básicas comienza a mostrarse agresivo y henchido de invectivas y descalificaciones ofensivas. Celebra despidos y goza con familias arrojadas a la calle. Parece contradictorio, porque supuestamente eligió la propuesta de alegría despreocupada y afectuosa de sus candidatos. Pero no lo es. Se trata de un individuo a quien le han trabajado profundamente sus preconceptos para que vote por lo que terminó votando. Para moldearlo a imagen y semejanza de "Doña Rosa" o del vecino porteño "Cacho", esos estereotipos de clase media pre juiciosos, egoístas, cívicamente apáticos y sin vocación de superación personal (la que solo interpretan posible a través del consumo) que Neustadt en los 90 y Duran Barba en la actualidad han creado como subjetividades de su tiempo.
            Así van a la construcción del común denominador deseable para ser el receptor dócil de la acción mediática y propagandística que generaran. Nótese que no le hablan al "pueblo", que es un colectivo unido por religión, historia, mitos, luchas, tragedias, geografía y utopía común. Ni siquiera le hablan al ciudadano, donde la faz de un destino colectivo quedó en segundo plano, pero al menos se trata de un sujeto con derechos civiles, políticos, sociales principalmente, y culturales y ambientales también. Sigue existiendo en este sujeto una interacción constructiva con el semejante, así que no. Es demasiada sociabilidad, organización y discernimiento colectivo crítico para el sujeto que desean como receptor del mensaje de irresponsabilidad social que darán. Por eso, prefieren hablarle al vecino.
            El vecino es un ser situacionado en un punto (ni siquiera territorio geográfico, institucional y político) de manera circunstancial y casi inerte para quien "el otro" las más de las veces es un problema. ¿Quién no tiene problemas con sus vecinos?. Con el vecino se comparte (muy a pesar de uno) un espacio que lo mejor sería que fuera individual...pero no se puede. Acá no hay historia ni derechos colectivos. Acá hay una situación espacial puntual y se acabó.
            Lo que se dice un individuo jibarizado a su mínima expresión, la que no alcanza para calificar siquiera como ciudadana.
            Un demandante de comodidades que no oferta luchas en pos de conquistas sociales.
            Gran esfuerzo por la creación de un sujeto, ese "hombre común" que ellos caracterizan como un ente sin lealtades ideológicas, ni utopías ni sentido solidario. Su aspiración máxima, consumir. Así tratan de reducir a esta chatura a pueblo y ciudadanía. 
            Cuando se lee la construcción del sujeto votante que realiza Barba en su obra, no puede uno evitar remitirse a dos autores rechazados (no sin razones atendibles) por la intelectualidad de vocación popular. Se trata de José Ingenieros y  José Ortega y Gasset.

4. Los malditos Ingenieros y Ortega.
            Antes que el lector de tendencia nacional y popular abandone estas líneas por la sola mención de estos pensadores elitistas, les pedimos algo de paciencia. Vamos directo al punto.
            Ingenieros caracterizaba al hombre mediocre como alguien sin ningún mérito  que se camuflaba en el anonimato haciendo uso de dogmas, sentido común y prejuicios que le mantenían a salvo en sociedad.  Todo lo que sobresalía intentaba tumbarlo (diatriba de por medio) porque eso evidenciaría su propia medianía que no era tara, sino una forma segura de ser. No era agente de evolución de la sociedad, sino de conservación de todo lo establecido no por él sino por otros. En un sentido heideggeriano no hablaba, sino que era hablado. No opinaba. Repetía las opiniones que la mayoría aceptaba. Gustaba de los formalismos ya que estos le estructuraban y canalizaban sin riesgos su andar por la sociedad.
           Por su parte Ortega y Gasset hablaba del hombre masa como un individuo que gozaba de los avances técnicos, crecimiento económico y de conquistas de derechos que le deparaba su tiempo, sin haber contribuido a ellos. Y concebía esas mejoras como un hecho espontaneo de la naturaleza, negando los talentos, esfuerzos y luchas de los otros que las hicieron posibles ayer para que él pueda disfrutarlas hoy.  Se auto- posiciona como un acreedor de los goces de la sociedad y no como un co-obligado a los sacrificios para mantenerlos. Niño mimado es la alegoría que usa para pintarlo, como alguien a quien se le ha eximido de padecer los peligros y las peleas (dadas por otros) que conllevaron el obtener esos frutos con los que él ahora se deleita plácidamente. Se ha acostumbrado a  satisfacer sus apetitos por dignidades públicas e imponer sus pareceres prejuiciosos a toda la sociedad por el mero poder que le da el número masivo. Ortega y Gasset avanza respecto de Ingenieros en considerar al hombre masa no circunscripto a una clase social determinada, ni siquiera en el accionar aglomerado. Se puede ser rico, culto, actuar de manera individual y hacerlo como un hombre masa.
             Ambos autores se interesan por el sentido común diferenciándolo del buen sentido. Sentido común  sería el catecismo que obedecen por la mera costumbre el hombre mediocre y el hombre masa y estaría conformado por las proposiciones y procederes que la mayoría da a priori por correctos aún cuando no poseen experiencia concreta de que lo sean o no. Noción cercana al prejuicio como se ve, solo que este último tiene un origen no tanto por lo colectivo sino por lo tradicional. Sentido común puede ser entonces perfectamente un prejuicio extendido en la colectividad.

5. Nuestro yo idealista y nuestro yo mediocre: ¿a quién de ellos interpela el PRO?
            Por nuestra parte pensamos que la mediocridad o la masificación no son calidades a las que los hombres quedan adscritos desde el nacimiento y que permanecen perennes a lo largo de su existencia. Como en el ying yang, todos tenemos en nuestro interior tendencias al idealismo y la superación, como también a la mediocridad y la masificación. Que estemos en este momento redactando un artículo para entender estas cuestiones evidencia un sentido de idealismo y superación. Pero en cinco minutos nos encontraremos a nosotros mismos opinando con la autoridad de un juez sentenciante sobre futbol, un deporte que apenas si hemos practicado (de manera opaca) y que como espectadores pasivos ni siquiera terminamos de entenderlo al día de hoy.  Siendo una sola persona podemos tener nuestros costados idealistas y nuestros costados mediocres. ¿A cuál de esos costados interpela el PRO en sus campañas?
         
   Imaginemos que cuando éramos adolescentes se nos presentaba un tutor peregrino y nos decía que no teníamos obligaciones con nuestros padres ya que ellos habían decidido traernos al mundo de manera inconsulta. Que los obligados a darnos una buena vida eran ellos, y que encima no lo estaban haciendo del todo bien, ya que al vecinito de enfrente sus padres le habían regalado una moto y a nosotros los nuestros, nada. Nuestro rol debía ser entonces no el asumir responsabilidades sino el de profundizar nuestras reivindicaciones por todo lo que no se nos daba.

             ¿Qué éxito dañino hubiera tenido esa prédica en un nosotros adolescentes verdad?
  
            Duran Barba y los suyos saben cómo interpelar nuestro lado adolescente. Como excitar nuestro costado mediocre. Como incentivar, manipular, reproducir y cultivar lo peor de nuestros prejuicios irresponsables. Para ello cuenta con varios aliados que han pre-formateado nuestras conciencias para que él se encuentre hoy con un fértil terreno para realizar sus maniobras. No arranca de cero. Veamos a algunos de sus aliados que ya han arado anteriormente la tierra para que él pueda sembrar con éxito la mezquindad.

6. Los aliados del cultivo de una mezquindad para que florezca un candidato mezquino.
            Y acá les presentamos a dichos aliados.
            Nuestra historia de país políticamente subordinado y económicamente dependiente de los centros mundiales de Poder. Este orden político y económico tuvo su correlato cultural en la tradición por la auto-denigración nacional, la negación de nuestra capacidad de invención técnica, el desprecio por el pensamiento autónomo,  la exaltación de la figura del simple administrador (en las colonias no se inventa nada, solo se administra), la preferencia por los bienes importados, la exportación de materia prima como supremo objetivo nacional, la admiración boba de todo lo que es extranjero, los desvelos acerca de "como nos mira el mundo", etcétera.  El armado de un candidato con modos globalizados y amante de los clichés del primer mundo es la vía para explotar este campo arado que ya dejó el neo-colonialismo.
             Nuestra propensión como clase media a la tilinguería. Como describió Arturo Jauretche ( código criollo de pensamiento gramsciano) se trata de esa tendencia de los sectores medios de imitar la moda, pareceres, consumo, prejuicios y otros comportamientos de las clases dominantes. Aún cuando tal patrón cultural de la clase alta imitada funcione perjudicialmente para la clase media imitadora.  Un candidato que ostente su condición de empresario oligopólico (no por su esfuerzo o creatividad tecnológica, si por ser heredero de una fortuna que su padre amasó al calor de prebendas estatales) y que además exhibe impúdicamente el ocio esnob que su riqueza le permite disfrutar, no generará el rechazo sino paradójicamente la admiración de quienes solo pueden vivir del magro producto de su trabajo asalariado.
            Nuestra vida en la época del postmodernismo. Es la era de la muerte de los grandes relatos, la caída de las ideologías, del fenecimiento de las utopías. La edad del hombre como  sujeto "adelgazado" de la historia que cede su centralidad a redes impersonales. La de la transculturalidad que difumina identidades nacionales. En nuestra opinión el postmodernismo se trata del enmascaramiento sutil de lo que es en realidad un único y gran relato que pretende hegemonizarlo todo: el del mercado globalizador. En él el hombre se reduce a un ente estandarizado donde el trabajo quedó reducido no al despliegue de su fuerza creadora (y de su forma de organizarse en sociedad) sino a un medio por el que forzosamente tendrá que pasar para obtener el sustento necesario que le permita llegar a su fin superior: consumir.  Un candidato que enarbole el culto al mercado junto con las (imposibles) apoliticidad y des-ideologización encastra de maravillas en este escenario.
            Nuestra actual estabilidad socio-económica como ámbito para el afincamiento de una mediocracia. En épocas de peligros y crisis, sobresalen los liderazgos decididos, apasionados, valientes y combativos para la defensa de lo que está en riesgo de perderse, o la conquista de lo que debe ganarse para sobrevivir.  Pero cuando las aguas se aquietan, la mediocridad que ostenten quienes pretendan conducir hasta puede ser un activo. Y de hecho lo es frente a ese elector que ha naturalizado la relativa quietud en la que vive y que le disgusta ser avasallado en espíritu e intelecto por quien le conduce. Un candidato que se muestre no como un estadista aguerrido sino como un tipo simplote de medianas luces corre con las de ganar en este contexto.
            Nuestra inmersión en un capitalismo que además ha generado y puesto bajo su dirección a la revolución informático comunicacional. Ortega y Gasset hablaba del culto a la imagen y lo estético (relacionado a la juventud) por sobre la experiencia y la sabiduría (relacionado con la madurez). Indicios de esto era la actitud de los adultos del año 1930 queriendo aparentar menos edad de la que tenían y del auge del cinematógrafo como medio comunicacional.  Si Ortega hubiera vivido en la actualidad para ver internet, los teléfonos inteligentes, las redes sociales que privilegian la imagen y la televisión, la televisión...que hubiera dicho? El capitalismo propala la cultura egoísta del consumo del bien finalizado, que no del trabajo para obtener ese bien. No mientan. No quieren cultura del trabajo sino del consumo. Y el capitalismo se sirve de los medios masivos para promover esa conducta consumista irreflexiva de la inmediatez,  con una saturación de imágenes que se dedican a estimular lo sensorial y el arrebato emocional en desmedro de la explicación racional. Así se promociona con sonrisas de modelos que desbordan belleza y juventud, la dicha de endeudarse en un banco o de ir a un casino a tirar el sueldo.   Un candidato con un equipo de gente con cuerpos que aparentan menos edad de la que tienen, que se muestran risueños y apelan al egoísmo alegre para pedir el voto evitando explicitar un programa de gobierno lleno de contraindicaciones para la inmensa mayoría de los electores...pica en punta y va a favor de la corriente en la sociedad del consumo compulsivo.
            Basta de obligaciones y compromiso con el otro. Déjenme consumir sin que nadie perturbe mi alegría de hacerlo.

7. Las respuestas populares a la política del marketing.
            Este cuadro que trata de aproximarse a formular preguntas acerca de la ingeniería (en apariencia exitosa) para la construcción de adhesiones electorales del PRO, no trata de ser pesimista para quienes defendemos el campo popular.
            Es que tenemos que considerar que, frente a estas tácticas que gozan de la enorme ventaja de ir a horcajadas de la cultura capitalista, de la historia de dominación de nuestros pueblos latinoamericanos y de los poderosos grupos económicos transnacionalizados que la azuzan,  nos, el campo popular, en las últimas elecciones, solo le hemos opuesto como respuesta única lo siguiente: la acumulación político simbólica en una persona… que no era la candidata. Si. Trabajamos en la centralidad de una campeona para una Justa en la que ella no podía participar por mandato constitucional. A último momento metimos como nuestro campeador al caballero de la triste figura a quien solo le dimos aliento convencido el último mes de campaña, cuando la suerte ya estaba echada. El haber obtenido aún así el 48,66% de los votos luego de 12 años de soportar ataques a nivel nacional e internacional perpetrado por parte del orden hegemónico...no está nada mal.
            Entendemos al populismo latinoamericano en el correcto sentido a la propuesta por un Estado que intervenga fuertemente en calidad de defensor de los intereses de los sectores populares, con el fin de lograr la Justicia Social. Nada tiene que ver con el peyorativo alcance que pretende dársele asimilándolo a la demagogia, una práctica más emparentada con la Derecha que con los progresismos. La campaña del PRO es esencialmente demagógica.
            Desde esta visión virtuosa de populismo, tenemos que asumir lo siguiente. Similar a lo que explicaba Marx respecto a que las burguesías al acrecentar el proletariado generaban los verdugos que en el futuro acabarían con ella (dialéctica hegeliana que no encontró correlato en la realidad),  los populismos al promover el acrecentamiento de las clases medias, generan el sujeto que (expuesto al bombardeo cultural que explicitáramos arriba) terminará votando en contra de él.  Si bien es cierto que, dentro de los parámetros del capitalismo, es a través de la promoción del consumo que se obtiene un aumento de la calidad de vida de los sectores populares, debemos tener en cuenta que la expansión del acceso a bienes no será interpretada por su beneficiario como una conquista social producto de políticas públicas inclusivas. Por el contrario, le estimulará sus  rasgos egoístas y excluyentes ("esto es producto de MI esfuerzo"). Puede pasar.
            Y pasa porque la Derecha al fomentar (a través de artimañas comunicacionales) la despolitización de la ciudadanía, consigue justamente truncar su desarrollo. En otras palabras, oblitera el ascenso del habitante-consumidor al status pleno de ciudadano-integrante del pueblo. Lo condena a una perpetua adolescencia moral e intelectual que portará por siempre a pesar de ser etariamente un adulto.
            Contra esto, el activismo espontáneo de los días que fueron entre el 25 octubre y el 22 de noviembre del 2015. El activismo espontáneo de las plazas, de los cantos en actos públicos. Del 24 de marzo del 2016 con plazas llenas en todo el país. Experiencias que demuestran vocación por participación cívica realmente alentadora. La ciudadanía movilizada da muestras de estar muy por sobre su dirigencia institucional y política, que deberá tomar el desafío de organizar este renovado protagonismo. Nunca sabremos con exactitud matemática en cuanto el esfuerzo de la primavera del 2015 (con aires de epopeya libertaria) acorto la brecha de diferencia de votos que tenía en su favor el candidato del marketing. ¿En 5 puntos? ¿En 10 puntos?. La cuestión es que  el resultado quedó  en un virtual empate. Épica atropellada. Lo mejor de nuestros hombres del arte y la cultura, de la ciencia y el pensamiento volcados a las calles para impedir el retorno del neoliberalismo.
            Como no somos de los que medimos el éxito por resultados inmediatos (mucho menos si estos dependen del arbitrio de decimales) consideramos esta patriada como gloriosa.  Entró a la Historia grande de nuestro país. Un crecimiento de conciencia colectiva y coraje frente a la adversidad. Uno de los frutos no planificados (mucho menos esperados) de una década de recreación de la memoria colectiva histórica. Habrá esfuerzos de los banalizadores a sueldo para banalizarlo. Es nuestro deber impedirlo.
            La Derecha extractiva latinoamericana le gusta hacer trampa. Declarase institucionalista (porque formateó la mayoría de las instituciones que regulan nuestra vida social)  pero pisotea a mansalva cuanto contrato social o pacto colectivo exista si no es de su provecho. Consideremos un logro para nuestro campo popular que hayan entonces accedido al poder por primera vez en la historia de manera formalmente democrática y no por la fuerza de la proscripción, la violencia y la muerte. El tiempo dirá si los anhelos democráticos se cristalizarán en un sistema de partidos como sueña Torcuato Di Tella, uno de derecha y otro de izquierda, para canalizar pacíficamente el conflicto que es inevitable en toda sociedad.
       
     Quedará ver cuánto durarán los efectos narcóticos de infantilizar con globos de colores a la población al momento que se empiecen  sentir los efectos de la transferencia de riquezas de las mayorías que viven del trabajo en favor de las minorías que viven del gran capital. Algo que la Derecha (que lleva también ventaja en el lenguaje) llama "ajuste" impersonalmente, sin hablar de que hay ajustadores y ajustados.
            Como se dijo arriba, una base de votos habidos en el caldo del odio azuzado y la frivolidad de "cambiar" como el tele-espectador que hace zapping y se aburrió de lo que veía aun sin atenderlo ni entenderlo (total coherencia con la video-política) es muy inestable.
            Dado nuestro sentido de responsabilidad colectiva no podemos imitar los comportamientos destituyentes que caracterizan a la Derecha que, por ser minoritaria estructuralmente, hace uso todo mecanismo ladino para desestabilizar. Nuestro desafío es más complejo que esas arterías letales para el pueblo. Acá se trata de defender con la Constitución en la mano y la militancia en la calle que no se vuelvan pulverizar las conquistas de derechos, ni se regale el patrimonio nacional para lisonjear a patrones del Norte que sin demasiado esfuerzo ni interés, se han topado con este regalo sorpresivo que le hemos hecho de una fisura en los gobiernos populares de la región. Debemos garantizar que impediremos las tropelías a las que históricamente nos tienen acostumbrados, y a la vez evitar que caigan ellos por el peso de su propia voracidad arrastrando impunemente tras de sí a toda la sociedad.
            Casi que los tenemos que cuidar de ellos mismos.

8. Y sin embargo, nuestra esperanza en la causa de los pueblos está intacta.
            Como militantes la vuelta al llano nos sienta bien. Trabajamos allí cómodos porque de él venimos. Aprendimos mucho de la hiper-realidad postmoderna que sustituyendo la facticidad verdadera, encanta como el flautista de Hamelín a los incautos y los lleva a repetir errores históricos. La comunicación del proyecto nacional y popular entonces no puede hacerse solo a través de cadenas nacionales o algún programa de TV amigo. Eso es un grano de arroz errante que navega solitario en sopa neoliberal que nos dan de beber en todo lugar y a toda hora del día… y en cada acto que realizamos en una sociedad colonizada por el mercado.
            Siempre hemos sido resistencia. Y creemos que lo fuimos más que nunca -congruentemente por el peligro que representábamos- durante estos últimos 12 años en los que ocupamos esa pequeña porción del Poder que es el Estatal soberano. Nunca lo hicimos  con el económico, comunicacional ni que hablar con el disciplinario de las instituciones, las creencias y los discursos. Por ello tenemos capilarizar también en todos los ámbitos de la vida social los fundamentos y razones del proyecto nacional y popular que propugnamos, si es que tenemos la necesaria e imprescindible vocación contra-hegemónica.
            Y fue poco lo que hicimos por la formación de estructuras militantes cualificadas que actúen en red. Y no es contradicción hablar de estructuras y de red.  El Poder es siempre central y estructural, no nos engañemos por las fintas del postmodernismo.  También fue poco lo realizado por la formación de cuadros comunicacionales en plena era de las comunicaciones. El llano aguza el ingenio y en la carestía encontraremos el acicate para dejar de convencer a los convencidos y ponernos a trabajar seriamente en la persuasión comunicacional organizada y territorial de una buena vez.
            Cerramos estas líneas con unas reflexiones casi de experiencia personal. El obelisco no se lleno de manifestantes el 22 de noviembre a la noche vivando al presidente electo. Lo único que se dejo ver fue la fiesta privada de Costa Salguero, pletórica en vulgaridades propias de la ostentación de valores mediocres. Del espacio público, ni noticias. Es que una cosa es una  agrupación de militantes y ciudadanos encolumnados detrás de un proyecto, y otra muy diferente es una suma coyuntural de individuos movidos por rechazos diversos. Los que un hábil publicista logró catalizar en un instante determinado usando la operación aritmética de sacar un común denominador: el rechazo.
            La Alianza Cambiemos es eso. Su base social del 51,36%  no es de apoyo a un proyecto (que cuando cualquier imprudente de Cambiemos lo salía a explicar se le mandaba a callar inmediatamente para evitar el espanto) sino una suma de rechazos inducidos y odios inoculados que se logró arriar para un tiempo y un lugar. Volatilidad pura. Acerca de cuanto tiempo una minoría de Derecha si orgánica, si formada, si jerarquizada, si encuadrada detrás de su si mezquino proyecto podrá seguir cooptando el apoyo de esta mitad usando el mensaje del orientalismo que enseña a respirar y la alegría ostentosa de la fiesta de Cinzano… no lo sabemos. Pero nos parece que no mucho.
            Mientras se escriben estas líneas, no se ve en las calles la esperanza de los ganadores. Solo la actitud adolescente de la burla, la revancha y la descarga de responsabilidades de lo malo en el otro. Tal la construcción, tal el producto.
            Al menos una promesa si se ha cumplido: el cambio. Si.  Hemos cambiado. Principalmente los que hemos salido a la calle la primavera de 2015 a defender el proyecto nacional y popular, hemos cambiado. Hemos cambiado en lo que hace  a una comprensión íntima de lo que estamos defendiendo y la convicción de que debemos hacerlo, en adelante,  con el mismo coraje… pero con más  formación técnica y mayor organización táctica. Si. Hemos cambiado. Y para bien.


UNA NUEVA ÉPOCA DE CONSTRUCCIÓN

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