domingo, 19 de septiembre de 2010

El anarquismo de Alberto Ghiraldo y su relación con las tradiciones populares argentinas por Maximiliano Molocznik


El anarquismo de Alberto Ghiraldo y su relación con las tradiciones populares argentinas

Por: Maximiliano Molocznik

Alberto Ghiraldo nació en Buenos Aires en el año 1875. La temprana muerte de su padre lo obligó a trabajar desde muy joven. Verdadero autodidacta, fue portuario. En su lugar de trabajo tomó contacto con los problemas concretos de la clase trabajadora. Enrolado inicialmente en el radicalismo alemista participó con fervor en la Revolución del Parque de 1890 y en la sublevación radical de 1893, alejándose luego de ese partido para comenzar a militar en el Partido Socialista.
Al mismo tiempo realizaba su quehacer literario, plasmado ya en 1891 con la publicación de una serie de escritos inéditos de importantes autores, a los que Ghiraldo agrupó bajo el título de “El año literario”, en él que se hallaba incluido un poema propio.
Bajo la impronta de Rubén Darío e influido por el decadentismo publicó su primer libro propio de poesía llamado ¡Ahí van! en 1892. Otras producciones de ese periodo, junto con sus cuentos y reportajes, se publican en Buenos Aires Ilustrado, La Quincena, La Agricultura y en los diarios El Tiempo y La Nación. En 1895 crea la Revista Argentina de la que sólo llegan a salir unos pocos números.
Se volcó también al periodismo desde la revista literaria La Quincena y el semanario El Sol. Desencantado con la conducción reformista y parlamentaria del PS asumió, a partir de 1900, posturas definidamente anarquistas.
Todos sus trabajos adquieren desde entonces la impronta de su militancia, lo que le ocasiona detenciones y persecuciones por su labor intelectual en la Federación Obrera Argentina (FOA). Se transforma en uno de los principales opositores a la Ley de Residencia votada en 1902. Pone su revista a disposición e informa diariamente sobre la huelga general.
A lo largo de toda su trayectoria siempre se mostró preocupado por lograr la unidad entre socialistas y anarquistas. Aunque sus tesis fueron rechazadas en el V Congreso de la FORA, su aspiración se vería concretada en mayo de 1915 cuando se logra la unidad del movimiento obrero en el marco del IX Congreso de la FORA.
Entre 1904 y 1905 desarrolló uno de los emprendimientos culturales contra hegemónicos más notables de la tradición cultural libertaria argentina: la revista Martín Fierro. En 1906 publicó su obra teatral más famosa, Alma Gaucha.
Dirige también La Protesta Humana, órgano teórico del anarquismo y la revista literaria Ideas y Figuras.
Su gran aporte será no sólo el de la lucha ideológica sino también el de intentar una síntesis cultural entre la tradición libertaria y las tradiciones de las luchas populares argentinas que se produjeron durante la segunda mitad del siglo XIX.
Existen dos ejemplos paradigmáticos de este intento en los cuales el anarquismo incorporó elementos previos insertos en la cultura popular subalterna y a los cuales resignificó desde una matriz libertaria: el mito de Juan Moreira, difundido ampliamente gracias al teatro de los hermanos Podestá (1885) y la figura de Martín Fierro, leído como “víctima de la opresión burguesa”, operación intelectual llevada a cabo por Ghiraldo.
Consolidado entre 1910 y 1916 como uno de los más importantes autores teatrales de ese segmento ideológico, fue el verdadero exponente de una literatura de tesis que constituye la manifestación central de su discurso anarquista.
Por su compromiso debió exiliarse en España a donde parte como corresponsal del diario La Razón. Allí trabó amistad con Benito Pérez Galdós y sufrió, al igual que en su país de origen, apremios y cárcel. En 1929 publica su libro Yanquilandia Bárbara donde arremete contra la política imperialista de Estados Unidos y defiende con pasión la rebelión nicaragüense que encabeza Augusto César Sandino. En 1934 retorna a Buenos Aires fugazmente partiendo luego hacia Santiago de Chile donde falleció en 1946.
Creemos que la vida y la obra de este brillante intelectual argentino ha sido injustamente olvidada por los historiadores oficiales de la cultura. Es de esperar que, en el futuro, nuevas investigaciones colaboren para hacerle justicia.

Fuentes:
Viñas, David: De los montoneros a los anarquistas. Rebeliones Populares Argentinas, Carlos Pérez, BsAs, 1971.
Díaz Hernán: “Ghiraldo Alberto” en Horacio Tarcus, Diccionario Biográfico de la Izquierda Argentina, Emecé, Buenos Aires, 2007 (256-259).

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