jueves, 14 de julio de 2011

Homero Manzi: militante de la Causa Nacional

Por Daniel Eduardo Galasso

                                         
 -I-

“Nos dicen que hay una cosa intocable entre los distintos eslabones de la economía: el gran capital, especialmente cuando se trata de accionistas extranjeros, y por eso es necesario crear la mentalidad opuesta, la mentalidad nacional, que frente a ese argumento diga sencillamente esto: ¡que se vayan a la puta que los parió esos accionistas!”

Seguramente las expresiones transcriptas no formarán parte de antología alguna rerferida a este santiagueño de Añatuya que se llamó Homero Nicolás Manzione Prestera, más conocido como Homero Manzi. El costado más difundido a nivel popular dirá que aún vive entre nosotros cuando alguien silba la melodía de “Malena”, de “Ninguna” o de “Sur”. Y si bien es cierto que sus creaciones residen en el bagaje colectivo que contribuyera a consolidar una identidad porteña a través de su poética, no resulta menos certero afirmar que el mundo creativo de Manzi descansa sobre una sensibilidad traída desde el origen de sus días, a partir de la cual las letras de tango han sido el canal expresivo más conocido por la sociedad. Los hombres sensibles suelen no descuidar las reflexiones que su ser y estar les motiva, y el ser y estar de Manzi fueron el país que habitaba y su destino. Dispuesto a dar batalla en ese terreno, funda a los diecisiete años un Ateneo de la Unión Cívica Radical (1924), por ese entonces partido gobernante bajo la gestión del Dr. Marcelo T. de Alvear que sucediera a Hipólito Yrigoyen en el ejercicio de la Primera Magistratura. Las crónicas más difundidas dirán que para ese entonces, Homero se compenetraba cada vez más con los paisajes de Boedo y Pompeya, cercanos a su casa de Danel y Av. Garay y que ya había compuesto su primer obra, el vals “Por qué no me besas” musicalizado por Francisco Caso. No obstante, a la par del descubrimiento de las vivencias urbanas de los barrios con “la luna chapaleando sobre el fango”, el sentimiento yrigoyenista y la conciencia política corrían paralelas en el intelecto y el sentir de ese joven que cursaba estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y dictaba las cátedras de Castellano e Historia en los Colegios Domingo Faustino Sarmiento y Mariano Moreno. El yrigoyenismo de Manzi no fue una simple simpatía política. Fue un compromiso militante que irá desarrollando progresivamente en su vida. A tal punto, que Arturo Jauretche, el creador una sociología nacional y el desmitificador de las “zonceras argentinas”, expresará que “mucho de mi yrigoyenismo se lo debo a Homero Manzi, que tenía 20 años por esos días. Él me dio una de las explicaciones más orgánicas y tal vez más poéticas del caudillo y de lo que significó.” El golpe de estado del 6 de Septiembre de 1930 que diera por tierra con el gobierno de Yrigoyen e inaugurara el lamentable ciclo de intervenciones militares sobre gobiernos constitucionales, lo encuentra ideológicamente erguido para saber qué vereda debe ocupar ante tal circunstancia histórica. Así, participa de la resistencia yrigoyenista contra la dictadura del General Uriburu y contra el gobierno ilegal del General Agustín P. Justo. Su militancia por la causa nacional y popular lo lleva a conspirar, a fabricar explosivos caseros y a dar con sus huesos en la Penitenciaría Nacional de la Avenida Las Heras, lugar que años después también albergará al General Juan José Valle por intentar oponerse a otra dictadura militar. Su casa de Garay y Danel se convertirá en un espacio clandestino no sólo de oposición a la dictadura gobernante, sino de debate acerca del rol que el yrigoyenismo debía adoptar ante la desviación ideológico-política que el alvearismo había impuesto al radicalismo. Mientras tanto, la recomposición del movimiento nacional y el retorno a la legalidad institucional pasa por las armas: las fallidas intentonas radicales encabezadas por los tenientes coroneles Gregorio Pomar en Enero de 1932 y Roberto Bosch en Diciembre de 1933 así lo aseveran. De ambas, resulta de mayor importancia ésta última, de la cual no participa Manzi, mientras que sí lo hace su amigo Arturo Jauretche. La revuelta radical del 29 de Diciembre de 1933 se centra en las ciudades de Paso de los Libres y Santo Tomé en la Provincia de Corrientes y culmina con la derrota de las fuerzas populares. Jauretche termina preso en una cárcel correntina, sitio desde el cual escribe su poema gauchesco “Paso de los Libres”, destinado a exaltar la gesta reivindicativa. El posterior exilio de Jauretche en el Uruguay y la estadía de Jorge Luis Borges al mismo tiempo en el país vecino, confluyeron en una de las tantas paradojas de la historia argentina: será Borges quien, a pedido del autor del “Paso de los Libres”, prologue la primera edición aparecida en 1934 y juzgue como “excelente” la obra de Jauretche. El devenir histórico argentino y la aparición del peronismo en el escenario político nacional, hará que los rumbos coincidentes de ambos compartiendo su adhesión al yrigoyenismo se bifurquen definitivamente. Homero sabe muy bien qué destino les aguarda a los hombres con convicciones profundas como las suyas. Sin embargo, nunca bajará los brazos. Por el contrario, volcará toda su inteligencia y su accionar a desentrañar los mecanismos de dominación extranjera que inmovilizan la Nación. Expulsado de la Facultad de Derecho, marginado en el seno del radicalismo oficial por su rebeldía y exonerado de sus cátedras de Castellano e Historia, su convencimiento interior no lo hacen claudicar. De manera lúcida, elegirá “no ser un hombre de letras y sí hacer letras para los hombres”, arrancándole al sistema la posibilidad de decidir sobre su propia vida, ganándole una batalla.

-II-

“Nuestra pobre América, a la que parecía no corresponderle otro destino que el de la imitación. Todo estaba bien hecho, todo estaba insuperablemente terminado. ¿Para qué nuestra música? ¿Para qué nuestros dioses? ¿Para qué nuestras telas? ¿Para qué nuestra ciencia? ¿Para qué nuestro vino? Todo lo que cruzaba el mar, era mejor, y cuando no teníamos salvación apareció lo popular para salvarnos, creación de pueblo, tenacidad de pueblo. (…) Por eso yo, ante ese drama de ser hombre del mundo, de ser hombre de América, de ser hombre argentino, me he impuesto a la tarea de amar todo lo que nace del pueblo, de amar todo lo que llega al pueblo, de amar todo lo que escucha el pueblo.”

El año 1935 lo encuentra participando de la fundación de FORJA (“Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina”) conjuntamente con Arturo Jauretche, Luis Dellepiane, Gabriel Del Mazo y Raúl Scalabrini Ortiz, agrupación que recogerá el pensamiento yrigoyenista y será un faro de luz del pensamiento nacional entre las tinieblas político-económicas de la década del ’30. Bajo el lema “Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre”, FORJA luchará sin descanso contra el sometimiento del gobierno a los intereses del imperio británico. Su sede será el sótano de la calle Lavalle al 1700, desde donde se alzará la voz denunciante que muy pocos querrán escuchar. Serán apenas puñados de oyentes quienes se acerquen a las alocuciones de Arturo Jauretche en plena calle Florida, trepado sobre un banquito y tratando de despertar la razón y la rebeldía anestesiadas por el aparato cultural de la dominación. La conciencia nacional sucumbía ante la crisis del movimiento popular y la entrega de resortes claves de la economía al extranjero, fruto del Pacto Roca-Runciman firmado con Inglaterra en 1933. FORJA denunciaba el Estatuto Legal del Coloniaje al que la Nación se hallaba sometida. A la par de sus tangos, Manzi dejó también su huella musical en FORJA. Coautor de la Marcha de la agrupación, sentó en sus estrofas su vocación revolucionaria al escribir “Forjista si estás de guardia y te preguntan dirás/dirás que velas las armas que mañana empuñarás”, dejando entrever el grado de compromiso con su escala de valores y la defensa de las cuatro P que esgrimían los miembros de FORJA: “Patria, Pan y Poder al Pueblo”.
“Se nos fue al mundo de la noche” diría, en 1934, Arturo Jauretche respecto al rumbo tomado por Manzi, quien a partir de allí dejaba de ser definitivamente Homero Nicolás Manzioni Prestera para insertarse en el universo de la poesía, allí donde la censura impuesta no llegaba. A diferencia del gran Enrique Santos Discépolo, quien recorrerá el camino de la creación hacia la política, Homero emprenderá el camino inverso, sin que pueda encontrarse en su obra, más que destellos de su forjismo e yrigoyenismo inclaudicable. No obstante, en “Milonga del 900”, musicalizada por Sebastián Piana, deja taxativamente sentada su raíz radical, al escribir: “Soy del partido de todos/y con todos me la entiendo/pero váyanlo sabiendo:/soy hombre de Leandro Alem”. Al respecto, cuenta su hijo Acho que su padre le aconsejaba no mezclar, y agrega: “El fue un maestro en eso. No mezclaba el tango con el cine, ni el cine con la política, ni la política con el periodismo. Y eso es mucho más importante de lo que puede parecer”. La aparición del peronismo en el escenario político argentino, significó en Homero Manzi la identificación de sus postulados con el pensamiento de FORJA, del mismo modo que en Arturo Jauretche. Diría en 1947: “Perón es el reconductor de la obra inconclusa de Irigoyen. Mientras siga siendo así, nosotros continuaremos creyéndole; seremos solidarios con la causa de su revolución, que es esencialmente nuestra propia causa”. Agregaba además: “Nosotros no somos ni oficialistas ni opositores: somos revolucionarios”. Así como fuera expulsado de la Facultad de Derecho y de sus cátedras de Castellano e Historia por su militancia radical, la toma de partido por el peronismo implica su expulsión de las filas de la Unión Cívica Radical. Otra vez, la decisión de ser consecuente con su pensamiento le cuesta una nueva segregación. Defender su yrigoyenismo a ultranza ante un gobierno ilegal y enrolarse en un nuevo movimiento popular fueron en Manzi dos partes de un todo inseparable: la incondicional adhesión a la causa del pueblo. Encontrándose enfermo a causa de la cruel dolencia que le arrebataría la vida, Homero es visitado por Hugo del Carril, quien le preguntará si se encuentra en condiciones de escribir dos milongas para cantárselas a Perón y Evita en un acto oficial. No obstante su estado de salud, Manzi concluyó las dos obras solicitadas.
La correspondiente a Evita comenzaba con estas estrofas: “No se acostumbra actualmente/este estilo de canción/se fue con la tradición/del payador elocuente/pero siento de repente/que en esta noble ocasión/debo hacer una excepción/para cantar gentilmente/mis décimas oferentes/que dedico a Eva Perón”.
En lo que hace a la composición dedicada al General Perón, la misma expresaba: “Va a perdonar su excelencia/que un payador del camino/le alce su verso genuino/ante tanta concurrencia./Quisiera en esta emergencia/tener el don de Gabino/para elogiar con más tino/la histórica presencia/que realizó su excelencia/en este suelo argentino”.
El 3 de mayo de 1951, con sólo 43 años y en su plenitud creativa y artística, murió de cáncer el gran Homero. Sus restos se inhumaron a las 16 horas del día siguiente. El presidente de la nación general Juan Perón y su esposa Evita enviaron sendas coronas de flores. En representación del primer magistrado asistieron al acto del sepelio el edecán comandante Eduardo Allio y el ministro de Industria y Comercio José Constantino Barro. A manera de final, me permito hacer mías las palabras pronunciadas por su amigo, Cátulo Castillo, despidiendo sus restos: “Su herencia es esto tierno que tenemos de nuevo florecido, porque también miramos hacia atrás, -Homero Manzi-, y te encontraremos de nuevo en la vidriera, mirando cómo llueve en un otoño. Adiós, Homero Manzi, amigo nuestro.”

Fuentes
Conferencia pronunciada por Osvaldo Vergara Bertiche el 16 de Noviembre de 2004 en el “Centro Cultural Bernardino Rivadavia”, en el marco de las actividades programadas con motivo del “III Congreso de la Lengua” celebrado en Rosario.

“Paredón y después. Entevista con Acho, hijo de Homero Manzi” por Diego Skliar en Revista “CABAL” Mayo/Junio 2007.





























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