por Aritz Recalde
Junio 2014
Actualmente existen dentro del Sistema de Educación Superior, al menos tres Modelos de organización de la Universidad: el Liberal, el Reformista y el Nacionalista Popular. Pese a no ser excluyentes en
su totalidad, las tres concepciones académicas, ideológicas y políticas, van
perfilando maneras distintas de organizar la enseñanza, la investigación, la
extensión y la transferencia.
La Universidad Liberal
Tradicionalmente, la Universidad Liberal desarrolló la
función de enseñanza y en menor medida las otras tres. La oferta de Carreras
se orienta hacia las demandas del mercado concentrado y de la empresa
trasnacional y es por eso que sus Carreras son, principalmente, las de Economía
y de Derecho -propias de un país de servicios, dependiente y agroexportador-. La tarea investigación se programa hacia el mediano y el
largo plazo, cuestión que no la hace una actividad rentable para la Universidad. A partir de acá, que la institución liberal es más proclive a la
transferencia y a la venta de servicios que a la inversión de dinero y de
recursos humanos en investigación. La función de extensión y de cooperación, suelen ser
inexistentes y ocupan un lugar secundario. La institución oficia como un instrumento de separación
de clases sociales, al impedir por intermedio de altos aranceles y de exámenes
de ingreso, el acceso de los grupos de bajos recursos. La Universidad educa a
la clase dirigente proveniente de la oligarquía y les enseña los valores
europeístas y norteamericanos denominados “universales.”
La Universidad Reformista
El Reformismo se propone transferir la soberanía de las
decisiones desde el capital concentrado hacia la clase media que cogobierna la Universidad. El cogobierno existe en la medida que lo financie el Estado con el
esfuerzo social del Pueblo argentino y es por eso que este Modelo guía la vida
universitaria de las Universidades estatales y no de las privadas. La oferta de Carreras queda sujeta a las decisiones del
cogobierno, cuestión que puede favorecer el desarrollo de áreas culturales y
científicas importantes. Por otro lado, la planificación autónoma de las
ofertas académicas, puede derivar en un aislacionismo que beneficia a los
miembros de la institución y en menor medida sirve al Estado y al Pueblo que
la financia. El Movimiento Reformista original postuló la importancia
de la extensión, cuestión que perdió espacio frente a un Reformismo de cuño Cientificista, dedicado a la acumulación de créditos académicos propios de la
vida interna de la institución. La tarea de la investigación aparece, generalmente,
vinculada al interés del docente y/o cátedra, quien define los temas
y las agendas. Es la institución aplicando sus propios parámetros quien
precisa las prioridades de investigación. Ello puede implicar una
desvinculación de la investigación, con la necesaria utilidad social, económica
y política que debería tener. Frente a la tarea de transferencia y de venta de
servicios, el Reformismo se divide. El Reformismo de Izquierda considera que la
transferencia es una forma de enajenar la soberanía de la Universidad, que pasa
hacia la empresa o al resto del Estado. Por el contrario, el Reformismo Cientificista considera esta tarea como un instrumento de acumulación económica
sumamente útil para la institución y su medio externo. La Universidad Reformista es una institución de clase
media, pese a que originalmente era un Movimiento cultural original, deriva en
un europeísmo de imitación.
El Nacionalismo Popular
Este Modelo universitario es posterior al Liberalismo
(UBA, 1821) y al Reformismo (UNC, 1918). Surge en parte como una renovación de Reformismo originario y fue planteado inicialmente por los integrantes de
FORJA. El Nacionalismo Popular universitario fue llevado a la práctica desde el
año 1948 con la apertura de la Universidad Obrera Nacional y a partir del 22 de
noviembre de 1949 con la sanción de la Gratuidad del sistema. La oferta académica se organiza a partir del Proyecto Nacional Independiente y su planificación es producto de una construcción de
país soberano y antiimperialista. Las Carreras son regionalizadas y se orientan
a resolver los problemas y no son una mera reiteración de agendas académicas
extranjeras (Liberalismo), ni tampoco decisiones solamente de los docentes o
estudiantes (Reformismo). El Nacionalismo universitario postuló
teóricamente y en los hechos la separación de las funciones de docencia y de
investigación, atendiendo que ésta última es imprescindible para garantizar el
salto tecnológico y productivo en todas las ramas de la industria. La transferencia con el sector social y productivo
nacional es una función central del Modelo, favoreciendo la articulación entre
el saber y la tarea productiva, tecnológica y cultural. Con la finalidad
de articular la Universidad y la sociedad, la institución impulsa Comisiones, Concejos sociales y ámbitos con participación de Sindicatos, Cámaras
empresarias nacionales y Organismos del Estado y las Organizaciones Libres del Pueblo.
El Nacionalismo es “Popular” ya que entendió que la Universidad tenía que favorecer la Justicia Social. La sanción de la Gratuidad, el impulso a estudiantes de América latina, la
apertura de Facultades obreras en distintas Provincias y la planificación de
horarios nocturnos para trabajadores, permitió el aumento de la matrícula
proveniente de sectores de bajos recursos. La institución nacionalista impulsó la cultura del país y
de Latinoamérica, promoviendo la consolidación de un pensamiento propio que
recupera el conocimiento universal para alcanzar aplicaciones y soluciones
nacionales.