miércoles, 28 de junio de 2017

JOSÉ VASCONCELOS: EL FILÓSOFO POLÍTICO DE LA LIBERACIÓN DE LA PATRIA GRANDE

Miguel Barrios - 28.06.2017


El próximo 30 de junio, se cumple un aniversario más de la muerte del filósofo mejicano universal José Vasconcelos, ocurrido el 30 de junio de 1959, tras sufrir varios infartos, murió en su residencia de la Avenida de las Águilas, en Tlacopac -Méjico-.
Pensador original, historiador, renovador de la educación y fundador en 1921 de la Secretaria de Educación Pública, que desempeñó "no como se maneja un Ministerio, sino como se encabeza una Cruzada", en famosa frase de Octavio Paz. En suma, un filósofo político de la Patria Grande de proyección universal, en el que el pensamiento era una forma de acción y ésta no era sino una actualización del pensamiento.
Había nacido en la ciudad de Oaxaca, el 27 de febrero de 1882. Estudió Leyes, aunque su vocación lo inclinó hacia los estudios filosóficos. Dotado de un espíritu inquieto, participó en la revolución mejicana junto a Madero. A la muerte de éste, ocupó la cartera de Instrucción Pública por breve periodo, para luego, bajo la presidencia de Obregón en 1920, volverla a ocupar con extraordinario éxito.
Permaneció en el cargo hasta 1924, logrando realizar una labor educativa de gran alcance al lanzar un programa de alfabetización de las masas, especialmente entre los indígenas. Se crearon bibliotecas, conocimientos políticos, cívicos y prácticos y fue rector de la Universidad Popular que tenía por lema: "Por mi raza hablará el espíritu", como expresión de un ideal de crear una confederación de naciones unidas por la sangre y el idioma.
En la labor que llevó a cabo figuraron los grandes objetivos de la educación en México: lucha contra el analfabetismo, extensión de la escuela rural, difusión de bibliotecas públicas, ediciones populares de los grandes clásicos de todos los tiempos. Y todos ellos, con un reconocimiento permanente a la función jerarquizadora del docente en la comunidad. Y al mismo tiempo, daba un decidido impulso a las bellas artes. El muralismo para diversos edificios públicos fue su materialización, y Diego Rivera uno de sus grandes representantes.
Al abandonar el Ministerio, viajó a Europa, Puerto Rico y América del sur, brindando conferencias. En 1929 retornó para ser candidato para la presidencia, pero fue derrotado mediante el fraude, por lo que se exilió nuevamente.
En sus libros, especialmente "La Raza Cósmica " e "Indología", Vasconcelos desarrolla su pensamiento sobre el diferente comportamiento de los anglosajones de América del Norte, que a pesar de lograr su independencia, mantuvieron los lazos históricos con Inglaterra, mientras que los países hispanoamericanos, al independizarse, desconocieron los lazos históricos y culturales que lo ligaban con España durante tres siglos. Al fragmentarse se anarquizaron, perdiendo capacidad para lograr autodesarrollo. La desintegración latinoamericana, según Vasconcelos, se produjo cuando cada una de las repúblicas se lanzó a hacer su vida propia, totalmente desvinculada de sus hermanas: el nacionalismo parroquial condujo a la balcanizacion. En cambio, entre los americanos del norte, la conciencia de la común visión étnica los mantuvo unidos y fuertes.
Lo que propone Vasconcelos es la formación de una Alianza defensiva a la manera de la antigua y clásica Liga Anfictiónica. De algún modo, consideraba que en el futuro se llegaría a plasmar una forma política que lograse la unidad económica, mediante la supresión de las aduanas y la reunificación de las enseñanzas.
La tesis del filósofo mejicano sobre la existencia de "La Raza Cósmica" se fundamenta en el mestizaje que engloba y asimila caracteres y sangres. En Latinoamérica, para Vasconcelos nace una nueva raza, "una nueva síntesis o raza integral".

Siendo candidato presidencial, su programa político revolucionario propone:
1) La creación de un poder ejecutivo, severamente controlado por las leyes, las instituciones y la opinión.
2) Fortalecer la institución municipal.
3) Fortalecer el poder legislativo.
4) Independencia del poder judicial.

En el fondo, Vasconcelos es como el otro Yo de la revolución, ya que su proyecto político, aunque inscripto en la línea de la Revolución Mejicana, da las bases para la constitución de una verdadera democracia política.
Se inicia también con Vasconcelos, la participación masiva de la mujer en la política, en los centros y clubes femeninos. Es importante destacar que recién en los años 50, más de 20 años de esta campaña política se obtuvo el derecho a voto.
Es el primero que plantea que el petróleo es un recurso natural como palanca para la industrialización, y no solamente un recurso exportable. Este es un debate estratégico actual en América Latina.

En 1920 es nombrado Rector de la Universidad Nacional de Méjico. En su discurso de toma de posesión, dice:
"La ignorancia y la pobreza son nuestros peores enemigos y a nosotros nos toca resolver el problema de la ignorancia… En estos momentos yo no vengo a trabajar por la Universidad sino pedir a la Universidad que trabaje para el pueblo. El pueblo ha estado sosteniendo a la Universidad y ahora es menester trabajar para el pueblo… Ojalá que esta Universidad pueda alcanzar la gloria de ser la iniciadora de esta enorme obra de redención nacional", (José Vasconcelos. El pensamiento pedagógico. Ediciones de Maria Justino Saravia Viejo. Ediciones de Cultura Hispánica. Madrid. Pág.107).

Es muy oportuno afirmar con gran precisión la amistad que unió a José Vasconcelos y al peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, el fundador de la Alianza Popular Revolucionaria -APRA-, ambos profundamente antiimperialistas y nacionalistas a escala continental. Antiimperialismo que el APRA -primer movimiento nacional y popular latinoamericano o indoamericano, como se refería Haya (quien se transforma así en el primer político de los movimientos nacionales populares, despectivamente denominado populismos) - llevaba entre sus banderas, y que fue justamente fundado en 1924 durante la gestión de Vasconcelos como Secretario de Educación Pública en México. Haya de la Torre era refugiado político en Méjico del régimen de Leguía en Perú, fue protegido por Vasconcelos, nombrándole incluso su secretario. Acá encontramos un hilo invisible de unidad con el pensamiento de la Patria Grande de Manuel Ugarte y lo establecimos en nuestro libro (Barrios, Miguel Ángel. El latinoamericanismo en el pensamiento político de Manuel Ugarte. Biblos. Bs.As. 2007)
Así establecíamos el hilo conductor visible e invisible que une el programa anti imperialista y continental en forma integral desde lo político, económico, social y cultural educativo del primer anti imperialismo latinoamericano de Rodó y Ugarte, y los movimientos nacionales populares que emergen en América Latina en la década del 30 y 40 del siglo XX.

También resaltamos, que Vasconcelos participó invitado por Juan Perón en el Primer Congreso de Filosofía realizado en 1949 en Mendoza. Vasconcelos dirá del conductor justicialista: "En usted mi General reconocemos muchos en el continente al continuador de la obra sanmartiniana que se preocupa, no sólo del adelantado y del progreso de la Argentina, sino también de acrecentar los sentimientos fraternos entre los países de América" (Citado en la contratapa de Enrique Pavón Pereyra. Perón. Preparación de una vida para el mando, 1895-1942. Ediciones Espió. Bs.As. 1952).
En otras palabras, Vasconcelos es el creador de una filosofía latinoamericana universal. "Es menester con urgencia de salvamento, dar una filosofía a la raza hispánica. Se dirá que, a fin de no caer en otro nacionalismo filosófico, es mejor adaptar verdades, ya se las encuentre en Europa, ya en Asia. Pero no hay en estos instantes una raza libre del prejuicio nacionalista y nunca ha habido un pueblo elegido de la filosofía; es por ende, tarea irrenunciable la de forjar nosotros mismos nuestra síntesis de vida, si quiera ser una síntesis provisional que nos acerque a la verdad profunda. La doctrina engendra a la práctica y no podemos aspirar a liberarnos socialmente si antes no libertamos el pensamiento. Pero esta última liberación no se alcanza negando lo extraño, se logra construyendo lo propio. Sacudimos la filosofía de importación para buscar la eterna filosofía universal. Pero si esto no fuese posible y no pasase de ser una ilusión, aún así prefiero el error de una filosofía involuntariamente nacionalista, al error de una filosofía calculadamente europea o yanquizante a lo extranjero". (Emmanuel Carballo. Vasconcelos, vida y obra. Semanario El Día, México, 1982)

En nuestra opinión, la gran herencia vasconceliana constituye cuatro dimensiones profundas:
- Una actitud de rechazo a la imposición de un pensamiento ajeno, constituyendo una especie de anti imperialismo cultural.
- La insistencia de una actitud de búsqueda de nuestra identidad.
- La revalorizacion de lo que somos.
- Una serie de intuiciones muy brillante acerca de ser latinoamericano, a la que denomina "La Raza Cósmica".

 En "Indología", Vasconcelos dice: "Yo creo que corresponde a una raza emotiva como la nuestra sentar los principios de una interpretación del mundo de acuerdo con nuestras emociones" (José Vasconcelos, Edición de Maria Justino Saravia Viejo. Ediciones de Cultura Hispánica. Madrid. 1989. Pág.88).
Toman profunda contemporaneidad este alegato de Vasconcelos: "Trabajemos, pues sin descanso todos lo que nos empeñamos en la redención económica y moral de Nuestra América. Trabajemos unidos para resolver el problema complicado de una explosión justa y eficaz de nuestros cuantiosos recursos, una explotación que beneficia el mayor número, para que pueda ser de base de una verdadera civilización". (José Vasconcelos. Ediciones de Maria Justino Saravia Viejo. Obra Citada. Pág. 43)
Desviarnos de este itinerario que nos marcó Vasconcelos, nos puede llevar a ser simples colonias financieras y de depredación de recursos naturales o mejor decir, entraríamos al "orden" mundial multipolar emergente del tercer milenio, como basureros de la historia.


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