Luis GOTE, 10 octubre, 2020
Para Última Noticia BS
Son 200 los pueblos que han cerrado sus
tranqueras en las últimas décadas; 360 con llave en mano, porque para la
próxima década quedarán vacíos. El sentido común indica que nadie se va de su
pueblo pudiendo quedarse. Nuestro modelo
de organización social es hispano, donde la realización de la propia
felicidad del individuo y de la propia colectividad hace a la Comunidad.
En los 24
partidos del Conurbano Bonaerense, el 1
% de la superficie de la Provincia de Buenos Aires, viven unos 15 millones de
personas, lo que representa el 33% de la población del país y el 70 % de la
provincia. Desintegración familiar, desigualdad social, pobreza extrema,
marginalidad, hacinamiento, usurpación de terrenos, tráfico de drogas,
violencia infantil e intrafamiliar. Lo que se podría resumir como la ruptura
del tejido social. Así las cosas, hasta la discusión más tonta con un vecino o
en un semáforo pueden decantar en una situación explosiva. Vivimos en estado
constante de alteración. Pareciéramos estar encerrados en una permanente escena
de “Un día de furia”. Así se vive en el conurbano bonaerense.
En el resto de la provincia prácticamente no hay
niños, por tanto, no hay maestros y las escuelas están cerradas así como las
Salita de Primeros Auxilios. La Delegación Municipal sin recursos y un Delegado pensando en satisfacer las demandas políticas del
Intendente, que a las necesidades de su propio pueblo, que ni siquiera tienen
Concejales.
Hay muchos
recursos, humanos y naturales, para “arrimar el hombro” a nuestra Buenos Aires
ABANDONADA, que no es lo mismo que “vacía”, puesto que vacía indica que sus
habitantes se han ido del pueblo a la ciudad cabecera del Municipio o han
migrado al Conurbano. Pero ¿por qué está vacía?, la respuesta es sencilla y
real, los políticos no han dado soluciones a la demanda de los pueblos, de ahí
que sea una provincia ABANDONADA, que se haya quedado no vacía sino vaciada. No
es un juego semántico, estas palabras esconden una dolorosa realidad.
Hoy de cara a
las próxima elecciones, como en las anteriores, nuestros políticos en sus
propuestas frentistas nos darán grandes soluciones, que concluirán en mera
propaganda electoral, luego si te he visto no me acuerdo. Tendrán que ser las
organizaciones del pueblo la que se movilice en plataformas y manifestaciones,
que trabaje junto aquellos que comprendan el concepto de FEDERAl y MUNICIPAL.
Que reconozcan en ellos tradición e historia.
Nuestros pueblos sureros y sus paisanos tienen los
mismos derechos que el resto de los que viven en las grandes urbes. ¿Por qué seguir viviendo en pueblo de segunda, pudiendo categorizar
como nuevo Municipio?
La Provincia fue
perdiendo identidad como tal. Sus gobernadores no son de su propia tierra, a la
que desconocen profundamente. Los pilares de la economía bonaerense siguen
dependiendo de los productos agrícolas y ganaderos, hoy convertidos en agronegocios altamente tecnificados. El alimento va
perdiendo sabor y calidad, con producción intensificada (feedlot), la
utilización de agroquímicos van deteriorado no solo a la tierra sino a la calidad
de vida humana. No hay planificación ni
control político.
La fuerte emigración y el envejecimiento de la
población surera, unido al abandono del medio rural
por parte del gobierno provincial, ha llevado a este desequilibrio poblacional
y a los pueblos vaciados. Se requieren soluciones urgentes y revolucionarias.
Entre algunas de
las soluciones políticas, tal vez la más importantes, es tener voluntad
política para solucionar los problemas. Que esta Provincia de Buenos Aires
vaciada, por el abandono, vuelvan a tener población: ofrecer a parejas y matrimonios jóvenes puestos de trabajo, con la
refundación de pueblos, articulando con los Municipios un proyecto agrario y
ganadero para potenciar la agricultura y la ganadería, dando créditos para
fomentar la agricultura y ganadería ecológica, industrias derivadas del medio
agropecuario, madereras, aserraderos, fábricas dedicadas al cuero y otras
empresas con energía renovable; fomentar la natalidad de estas familias,
rehabilitar las escuelas, centros médicos, farmacias, para que sus hijos puedan
tener maestros, médico, seguridad para todos; favorecer el ocio rural, turismo
rural y un sin fin de soluciones que favorezcan el repoblamiento. Debemos
generar herramientas institucionales de carácter municipal, para que, desde los
mismos Municipios, se generen propuestas y programas de desarrollo e inversión
local y los Intendentes puedan articular programas de trabajo de carácter
regional. Pero para eso necesitamos de una Buenos Aires más federal y más
municipalista.
Así, nuestra
Provincia de Buenos Aires volverá a ser próspera convirtiéndose, una vez más,
en la locomotora que empuje a nuestra Argentina.