sábado, 13 de noviembre de 2021

BUENOS AIRES, UNA PROVINCIA DE SEGUNDA

 Luis Gotte


La trinchera federal

No tenemos trenes, no tenemos asistencia médica ni sanitaria, no tenemos farmacias, supermercados, transportes, no hay industrias de ningún tipo, superpoblación en el Conurbano y en la región costera bonaerense y despoblación en el resto de nuestra provincia, es la realidad en la que viven millones de bonaerenses de tierra adentro en los últimos 40 años. Las ciudades de masifican, los pueblos se despueblan.

Son 200 las comunas que han cerrado sus tranqueras en las últimas décadas; 350 con llave en mano, porque para la próxima década quedarán vacíos. El sentido común indica que nadie se va de su terruño pudiendo quedarse. Nuestro modelo de organización social es hispano, donde la realización de la propia felicidad del individuo y de la propia colectividad hace a la Comunidad.

En los 24 partidos del Conurbano Bonaerense, el 1 % de la superficie de la Provincia, viven unos 15 millones de personas, lo que representa el 33% de la población del país y el 70 % de la provincia. Desintegración familiar, desigualdad social, pobreza extrema, marginalidad, hacinamiento, usurpación de terrenos, tráfico de drogas, violencia infantil e intrafamiliar. Así las cosas, hasta la discusión más tonta con un vecino o en un semáforo pueden decantar en una situación explosiva. Vivimos en estado constante de alteración. Pareciéramos estar encerrados en “Un día de furia” permanente. Un bucle de espacio y tiempo, donde nuestros paisanos viven lo mismo cada minuto, cada día.

Así existe el conurbano bonaerense, en la ruptura y cancelación de la organización comunal.

En el resto de la provincia prácticamente no hay niños, por tanto, no hay maestros y las escuelas están cerradas, así como las Salita de Primeros Auxilios. La Delegación Municipal sin recursos y un Delegado pensando en satisfacer las demandas políticas del Intendente, que, a las necesidades de su propio pueblo, que ni siquiera tienen un Concejal.

Los recursos naturales abundan, tierra fértil, buen clima, agua y aire sin contaminar. Pero ¿por qué está vacía?, la respuesta es sencilla y simple, la conducción política no ha dado soluciones a la demanda de los pueblos, de ahí que sea una provincia ABANDONADA, que se haya quedado no vacía sino vaciada. No es un juego semántico, estas palabras esconden una dolorosa realidad.

El Estado Federativo de Buenos Aires, y nuestros Estados Comunales, no tienen los mismos derechos que el resto de las entidades federativas de la Argentina. No tenemos autonomía e independencia del Estado Federal central. ¿Por qué seguimos viviendo como Provincia o Municipio de segunda?

La comunidad bonaerense no tiene una identidad propia. Sus gobernadores no son de su propia tierra, a la que desconocen profundamente. Los pilares de la economía bonaerense siguen dependiendo de los productos agrícolas y ganaderos, hoy convertidos en agronegocios altamente tecnificados. El alimento va perdiendo sabor y calidad, con producción intensificada (feedlot), la utilización de agroquímicos va deteriorado, no solo a la tierra, sino la calidad de nuestras vidas. Sin planificación ni control político.

No hay voluntad política para solucionar los problemas. Es urgente generar herramientas institucionales de carácter federal y municipal, para que, desde los mismos Estados Comunales, se generen propuestas y programas de desarrollo e inversión local y los Intendentes puedan articular programas de trabajo de carácter regional. En el Segundo Plan Quinquenal del Gobierno Justicialista, si no se quiere pensar, encontrarán propuestas que pueden adaptarse a nuestra realidad y necesidades.

Hoy de cara a las próximas elecciones, como en las anteriores, los políticos, en sus propuestas frentistas, nos ofrecen grandes soluciones y como siempre concluirán en mera propaganda electoral, luego si te he visto no me acuerdo. Deberán ser nuestros propios paisanos, organizados, los que le corresponderá trabajar en un nuevo modelo de Comunidad Organizada, sin ideología alguna, solo que reconozca nuestra tradición histórica: FEDERAL y MUNICIPALISTA.

Necesitamos que el Estado Federativo de Buenos Aires se organice equilibrada y armoniosamente y recupere su protagonismo de otros tiempos.


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