Recientemente, ALBERTO BUELA publicó FILOSOFÍA ARGENTINA, UNA VERSIÓN
DISIDENTE, fundamental obra para el pensamiento nacional y centralmente, para el campo de la filosofía.
Tal cual lo reconoce el mismo autor, el trabajo tiene como gran antecedente el monumental
libro de Alberto Caturelli sobre la historia de la filosofía argentina. El trabajo
tiene el estilo Buela: nacional, original, profundo, polémico, debatidor y
buscador de verdades y de conclusiones políticamente incorrectas. Sigue la tesis
de Caturelli, Furlong y de Vicente Sierra de la existencia de un pensamiento
virreinal hispanoamericano sumamente vigoroso desarrollado en las 33 universidades
y en los cientos de establecimientos fundados a lo largo de 5 siglos. Hace una
lectura crítica del iluminismo liberal y del romanticismo del S XIX e indaga y
desarrolla la aparición de la nueva tradición nacional que tendrá en José Hernández
un arquetipo central. Invita a releer a olvidados como Diego Pro, a Virasoro, a
Rougés y a otras figuras más conocidas como Macedonio Fernández o J. V. González.
Se detiene en la generación del 900 y en los debates posteriores del S XX que
tienen un gran momento en el Congreso de Filosofía de 1949. Estudia -sin los típicos
prejuicios antirreligiosos que poco y nada aportan al conocimiento objetivo- las obras de Meinvielle, Castellani y Sepich y
la experiencia de los cursos de cultura católica. Polemiza con Francisco
Romero, Alejandro Korn, entre otros. Destaca la profundidad y originalidad de las
obras de Nimio de Anquin, de Rodolfo Kush y de Saúl Taborda. Dialoga con la
generación más contemporánea de figuras como Maliandi, Casalla, Maresca y
otros. Bienvenido este inmenso y sumamente útil libro que revive la modalidad –olvidada
en la mediocridad de la uniformidad de lo mismo-, del pensamiento nacional combativo
y polémico.