Manuel Fresco, un gobernador con mala prensa
Así como está el “Nietzsche” de Martin Heidegger o el
“Foucault” de Gilles Deleuze, libros que resignifican la importancia de estos
filósofos, en este caso nos detenemos en la figura de trascendencia histórica
de Manuel Fresco y la presentación que hace de ella el Dr. Aritz Recalde[2],.en
un libro de reciente edición, La obra
pública de la gobernación bonaerense de Manuel Fresco (Recalde 2025), Como es de esperar, la valoración de la obra de un político tiene distintas
versiones y el caso de Manuel Fresco no podría ser la excepción ya que, para
algunos historiadores, es parte de una época caracterizada como “la década
infame”, ubicada entre 1930 y 1943. Fresco fue gobernador de la Provincia de
Buenos Aires entre el 18 de febrero de 1936 y el 7 de marzo de 1940. Lo que se
difunde de él es que tenía en su despacho, según distintas versiones, los
bustos o cuadros de Hitler y Mussolini, que admiraba al presidente de Estados
Unidos Franklin Roosevelt y que guiaba sus decisiones por la Encíclica Rerum Novarum de la Iglesia católica. Tal
conjunción de influencias, de ser ciertas, evidencian la complejidad del
personaje a la vez que las tensiones entre ideologías que, entre otras
consecuencias, desencadenarían la Crisis de los años 30 a nivel internacional y
ya finalizando la década, la declaración de la Segunda Guerra Mundial.
El libro de Recalde es el último de una larga lista de
libros digitales dedicados a reflexionar sobre el Pensamiento Nacional y la
particular situación política de nuestro país, trayendo a la memoria a
personajes claves de la política argentina del Siglo XX. Entre los pertenecientes
a la compleja década del ´30 rescata la figura de Manuel Fresco, el gobernador
de la Provincia de Buenos Aires, que en 4 años dejó el testimonio de una obra
pública fundacional de la organización territorial, como una parte importante
para la recuperación de la crisis geopolítica de ese convulsionado periodo de
entreguerras.
Manuel Antonio Justo Pastor Pascual Fresco, tal era su
nombre completo, no fue militar, se recibió de médico de la UBA en 1914, el
mismo año en que se recibió de médica Alicia Moreau de Justo. El dato no es
menor para evaluar los intereses políticos del futuro gobernador ya que la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires contaba con profesores
señeros como José Ingenieros, José María Ramos Mejía, Bernardo Houssay, Luis
Agote, Angel Roffo, Alejandro Posadas, entre otros, consagrados a hacer
accesibles los logros científicos para el beneficio de la salud pública y al
mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad. En esa época, de auge
del higienismo, el mejoramiento de la salud pública dependía de la construcción
de puertos, redes ferroviarias, caminos y puentes, así como de la instalación
de cloacas, cementerios, alumbrado público, mataderos municipales, establecimiento
de colonias agrarias, viviendas dignas para los trabajadores, entre otros
logros. Nuevas normativas acerca del cuidado de la Salud pública imponían al
Estado la necesidad de construir la infraestructura necesaria para que se
pudieran cumplir las Leyes. Para tomar un caso, la Ley provincial 4017/28 “Autoriza al Poder Ejecutivo para emitir
«Bonos de Obras Públicas Municipales ».«Las obras públicas a que se refiere la
presente ley, serán exclusivamente las destinadas a la construcción,
reparación, adquisición o habilitación del edificio municipal o edificio para
las delegaciones municipales, hospitales locales, mataderos, hornos
crematorios, desagües, corralones de limpieza, campos de deportes, plazas de
ejercicios físicos, parques públicos, usinas de electricidad, y terrenos para
obras sanitarias» (Recalde, p.164). Para evaluar el impacto de estas obras en
el mejoramiento de la salud, podemos detenernos en la instalación de mataderos
en todas las localidades donde se expendiera carne animal para consumo humano,
ya que la costumbre de la matanza de ganado para consumo humano, en pequeñas
comunidades donde no llegaba la distribución desde grandes frigoríficos, se
realizaba desollando al animal sobre la tierra o sobre una chapa, entre
insectos y sin ningún cuidado higiénico por parte de los trabajadores, haciendo
también peligrar la salud de ellos. Bastará recordar las escenas de El matadero de Esteban Echeverría para
advertir la necesidad de construir locales especiales, con amplia disponibilidad
de desinfectantes, agua y azulejos, equipado con máquinas que permitían la
desinfección y aislamiento de la carne de agentes contaminantes, que era
revisada por veterinarios y bromatólogos antes de ser llevada a la venta, todo
ello a cargo del control municipal. En
110 localidades de la Provincia de Buenos Aires, en 4 años de gobierno, Fresco
concretó un plan de obras que resultan fundacionales para el funcionamiento del
territorio hasta nuestros días. El libro de Aritz Recalde sistematiza esta
presentación a partir de dividirla en 4 categorías:
I- obras de vialidad;
II- obras en aeródromos;
III- obras en municipalidades;
IV- obras de telégrafos y radiodifusión
V- puertos, dragados y obras sanitarias.
Como principal fuente de información, pero no la única,
nos dice Recalde, recurrió a los 8 tomos de la recopilación que publicó en
1940, la gobernación de la Provincia de Buenos Aires bajo el título Cuatro Años de Gobierno. A partir de
este plan de acción integral y conjunto, la Provincia de Buenos Aires quedó
cuadriculada y mapeada hasta en los lugares más recónditos. Este plan de acción
respondió, a nivel provincial, a la política de Estado asumida por Agustín P.
Justo para todo el país y a la que Salvador Oria, director de Vialidad Nacional
en 1938, llamó “Intervencionismo defensivo” (Recalde, p.12). cuando, bajo la
inspiración del presidente de Estados Unidos, Roosevelt, el Estado argentino asumió
la misión de invertir en obra pública para incrementar las fuentes de trabajo
en momentos de crisis del capitalismo y planificó el modelo productivo para el
desarrollo integral de la sociedad. El gasto del Gobierno Nacional en obras
públicas aumentó del 9% del PBI en el año 1930, al 16,1% en 1943. El presidente Justo impulsó la ley 11.658/32 que creó la Dirección Nacional
de Vialidad. Durante los ocho años de las presidencias de Justo y de Ortiz ocupó
la conducción del Ministerio de Obras Manuel Alvarado, señala Recalde. Como
dato de este inusitado despegue económico cita Recalde el caso de YPF que en
1935 registraba 34 estaciones de servicio en todo el país y dos años después
aumentaron a 187.
En 23 rubros, se detalla el amplio espectro de obras
públicas destinadas no solamente a fomentar el trabajo y la economía sino a
modernizar y hacer efectivas las políticas de salud, educación, turismo,
deporte, urbanización, entre otros logros de modernización y mejoramiento de la
calidad de vida de los ciudadanos.
1– Urbanización de balnearios
de Necochea, Mar del Plata y Carhué;
2– Obras de Urbanización de
Lujan y La Plata;
3– Fijación de médanos;
4– Explotación de Lagunas
fiscales;
5– Sistematización y urbanización
de costas y playas;
6– Barrio-Parques para obreros;
7– Avenidas y calles de acceso
a la Capital federal;
8– Mercado de frutos del Delta
del Paraná;
9– Administración General;
10– Obras hospitalarias;
11– Obras sanitarias;
12– Servicios Generales del
Ministerio de Obras Públicas;
13– Obras Hidráulicas;
14– Mejoramiento de
Comunicaciones en el Delta Paraná y servicios auxiliares;
15– Obras Ferroviarias;
16– Escuelas profesionales;
17– Construcción y ampliación
de obras;
18– Balnearios, stadiums, paseos
y aeródromos;
19– Fomento de plantaciones
forestales y la agricultura;
20– Parques;
21– Monumentos y edificios
históricos;
22– Asistencia social
23– Higiene pública. (Recalde
2025 pp.30-32).
Los
ingenieros y arquitectos de Fresco
La obra de Fresco convocó, para su realización, a
científicos y profesionales universitarios encargados de planificar primero y resolver
después las obras involucradas en cada rubro. Un ítem a destacar en el libro de
Recalde es la mención a los hermanos Bustillo, El ingeniero José María Bustillo
y el arquitecto Alejandro Bustillo, ya que, al aporte de ambos a la
construcción de obras públicas y edificios, el autor dedica un señalamiento
detallado, acompañado de fotos que ilustran los datos aportados. Del mismo modo
detalla la obra del otro arquitecto e ingeniero emblemático de la obra de Fresco,
Francisco Salamone (1897-1959), un arquitecto e ingeniero italo-argentino, que
construyó unas 90 obras públicas en distintos partidos de la Provincia de
Buenos Aires. Esta obra estuvo instalada mayormente en pueblos que, en pocas
décadas, dejaron de ser fortines de avanzada contra “la indiada” para
transformarse en prósperas poblaciones de inmigrantes, comunicadas a través del
tren, los caminos, el telégrafo y la radio con las grandes urbes. Estas
construcciones de cemento, desconcertantes en el entorno en que fueron
instaladas, asombran aún hoy por la monumentalidad, en comunidades que, hasta
hace unas décadas atrás, renegaban de su presencia, entre otros motivos, por desafiar
las convenciones y hasta por irritar a las autoridades locales. Tal es el caso
del portal del cementerio de Saldungaray (foto Recalde, 2025, p.58) que muestra
una rueda, una esfera donde se ubica una cruz fuera del centro y donde también
en un punto algo descentrado de la cruz aparece la cabeza de Jesús dando la
impresión de representar a un decapitado más que a un crucificado (Lazzari,
2022). La esfera se parece a la ruleta del casino, quizás en
alusión al cercano Casino de Sierra de la Ventana (Di Fazio, 2022). Si alude a
la ruleta de un casino, en este caso sería una ruleta que hace trampa ya que no
ubica en el centro la cruz ni la cabeza, lo que indicaría que “el juego siempre
es tramposo” (Lazzari, 2022). Así vemos que resulta completamente inapropiada
para un cementerio público y de simbología cristiana la idea de una ruleta
descentrada, como en la Lotería de Babilonia de Borges, que, por intervención
de una suerte sin reglas, puede beneficiarnos o perjudicarnos en el reparto de
la vida y la muerte. Podríamos pensar que, a tono con la época e inspirado en
la frase de Borges “Soy de un país vertiginoso donde la lotería es parte principal
de la realidad”, Salamone construyó en cemento esta idea, aunque es improbable
que conociera entonces el cuento de Borges porque se publicó en 1941 cuando el
portal ya estaba en pie desde 1938. De todos modos, podemos
conjeturar que solamente un jugador, adiestrado en la toma de riesgos, templado
en el ganar y perder, podría animarse a desafiar los cánones vigentes y crear
estos monstruos de cemento que todavía están ahí, provocativos, para el
escándalo y desconcierto de algunos vecinos y visitantes, así como para la
admiración de otros. Otro caso es el palacio municipal de Rauch (Recalde, foto p.56)
que tiene en el punto más alto del edificio un reloj que supera la altura de la
cúpula de la iglesia, quizás indicando con este detalle que quien tiene la
suprema misión de “dar la hora” es el Estado (La Nación, 2024). La elección de
este arquitecto excéntrico y de fuerte impronta vanguardista, en lugar de otros
que formaban parte de la elite de arquitectos de la “Patria contratista” de la
época, muestra la audacia y libertad de criterio de Fresco al permitir el despliegue
del genio creativo de Salamone, quien llevó a pueblos agrícolas de la provincia
un diseño que lo distingue hoy en día como “el Gaudí de las pampas” (Lazzari,
2022). Sus construcciones son motivo de admiración y estudio por parte de la
arquitectura y la ingeniería internacional y atrae la visita de profesionales
de todo el mundo que viajan desde países como Japón, Alemania o Estados Unidos
para tomar contacto personal con los cementerios, mataderos y edificios
municipales que son verdaderas “joyas” del Modernismo, hoy en día, algunas,
ubicadas en caminos laterales de tierra al quedar en desuso, como es el caso de
varios mataderos. Otros arquitectos señalados por Recalde son Alberto Bogani y Francisco
Marseillán con lo que completa la lista de destacados profesionales encargados
de concretar los proyectos políticos en la totalidad del territorio
bonaerense.
¿Por
qué dedicar esta investigación a la obra pública de Manuel Fresco?
El libro de Recalde tiene el estilo de un informe de
investigación al presentar de manera documental, con bibliografía, imágenes y
cuadros, los datos de la obra pública de Fresco, donde también detalla las
normativas que permitieron estas construcciones. En la lectura no encontramos
orientaciones para acceder a las motivaciones que lo llevaron a emprender esta
compilación de datos. Afortunadamente encontramos en la web un reportaje radial
publicado por la Radio de la UNLa (Recalde 1/4/2025), donde responde a la
pregunta de ¿por qué dedicarse a estudiar la obra de Fresco? En principio,
afirma Recalde, porque es parte de la Historia del territorio de mis padres, la
Patria, donde vivo. Señala que desde hace años se dedica a la investigación de
la historia de varios municipios y gobernaciones de esta provincia ya que es
escaso el conocimiento que se tiene de la gobernabilidad del territorio bonaerense
siendo la provincia más grande desde el punto de vista geográfico, de mayor
densidad poblacional, de mayor peso económico y son sus habitantes los que deciden
el resultado de las elecciones presidenciales. Para Recalde, la provincia de
Buenos Aires no tiene una identidad reconocida y de su organización y
gobernabilidad depende la del país. La publicación anterior a esta estuvo
dedicada a la gobernación de Antonio Cafiero de la que había unos pocos
estudios. Esta investigación se vio beneficiada por la instalación de la
Biblioteca Cafiero en el predio de la UNLa., admite Recalde. De Manuel Fresco
hay mayor disponibilidad de estudios que sobre la gobernación de Eduardo
Duhalde, aun siendo contemporáneo, destaca. Confiesa Recalde que antes de
dedicarse a este gobernador tuvo que dejar atrás los prejuicios y las
categorías antagónicas que alimentan las diferentes “grietas” políticas. El
estigma aplanador de “infamante” para esta época, obstaculiza la oportunidad de
advertir los logros positivos de la gestión de Fresco y la importancia
fundacional de una obra que se realizó sin contraer endeudamiento externo.
Dejando de lado los parámetros de “derecha” o “izquierda”, califica esta
política de “moderna”, transformadora de la vida económica y social, que dejó
huellas indelebles con la presencia de instituciones y obras que llegan hasta
nosotros, con mayor o menor estado de conservación, pero que siguen en pie.
Admite que este libro es básicamente informativo, se abstiene aquí de
categorías valorativas, para que cada uno lo interprete como le parezca, pero
ello no significa que él mismo no tenga su propia idea sobre la política del
gobernador Fresco. Por el contrario, destaca que, antes que el gobierno de
Perón, Fresco propuso “una política obrera de masas” y ya había establecido
leyes y disposiciones para proteger el derecho de los trabajadores, para
instalar hospitales, escuelas y establecimientos dedicados al mejoramiento de
la educación, salud y recreación de los trabajadores y sus familias. A la
pregunta sobre el fraude electoral, Recalde contesta que, justamente fue la
política de Fresco la que sentó las bases para que ya el fraude no fuera posible
y sobre la violencia política, destaca que el mismo Fresco fue víctima de un
atentado, en la presidencia de Yrigoyen, durante la campaña electoral a
Diputado, el 13 de febrero de 1930, en la localidad de Lincoln. Las crónicas de
la época testimonian que fueron varios los muertos y heridos, que al candidato
lo enviaron en tren a Buenos Aires donde fue atendido por el doctor Enrique
Finochietto que le salvó la vida (Diario La Verdad, 2023).
Un
Conservador popular
Recordemos que Manuel Fresco accede al cargo de
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Partido Demócrata Nacional
(PDN), colocado por los historiadores como una de las fracciones de los
conservadores. Este Partido político se fundó en 1931 y se desintegró en 1957. Para
diferenciarse de otros políticos conservadores, él mismo se identifica como
“conservador popular” (Pigna), una difícil conjunción de términos que luego del
golpe de Estado del `55 tomaría forma en la fundación del Partido Conservador
Popular (PCP), en 1958 pero Fresco ya no militaba en estas filas. En un
discurso recuperado por el Canal Encuentro escuchamos al médico antes que al
político afirmar enfáticamente “Si queremos una Patria grande y rica, es
indispensable que sus hijos sean sanos y fuertes para que puedan engrandecerla
con el trabajo y defenderla con la misma pujanza con que lo hicieron nuestros
mayores”. Sobre la última etapa de su vida política, los historiadores destacan
que, en disconformidad con el arco conservador, crea su propio partido político
denominado “UNA Patria” en 1941. Las siglas representan la frase “Unión
Nacional Argentina”. Según otros registros se denomina “Partido Patria Unión
Nacional Argentina”. En octubre de 1945, luego de un encuentro personal con
Juan Domingo Perón, anexa su partido al frente electoral que llevará a ganar
las elecciones del 24 de febrero de 1946 al peronismo, pero él mismo se retira
ya de la política para dedicarse a la profesión de médico que ejerció en la
localidad de Haedo hasta su muerte el 17 de noviembre de 1971.
Para volver al
libro de Aritz Recalde, podemos apreciar que, en momentos en que se promueven y
ejecutan políticas de desmantelamiento y desfinanciamiento de la obra pública,
en el que se insiste en la criminalización de las obras del Estado, revisar la
política y los logros de Manuel Fresco desde la gobernación de la Provincia de
Buenos Aires, puede aparecer como un acto de resistencia al embate privatizador.
También es una iniciativa importante y necesaria para proporcionar un marco de
comprensión histórica en el actual estado de cosas, un recordatorio de que
somos herederos y custodios del patrimonio público que disfrutamos en las
plazas, parques, balnearios, de las rutas que transitamos y de los edificios
que albergan las principales instituciones del Estado.
Bibliografía
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29 de marzo 2022, consultado el 23 de julio de 2025, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=cbrqOu1pQU0
Diario La Verdad, “Fue disuelta a balazos, en Lincoln,
por elementos yrigoyenistas, una conferencia conservadora”, 10 de septiembre de
2023, consultado el 25 de julio de 2025, disponible en https://laverdadonline.com/anoche-fue-disuelta-a-balazos-en-lincoln-por-elementos-yrigoyenistas-una-conferencia-conservadora/
Di, Fazio, Gerardo, INFOBAE Hizo 60 obras monumentales en cuatro años:
quién fue el arquitecto que cambió la cara de 25 municipios bonaerenses, 14 de
mayo 2022, consultado el 19 de julio de 2025, disponible en https://www.infobae.com/sociedad/2022/05/14/hizo-60-obras-monumentales-en-cuatro-anos-quien-fue-el-arquitecto-que-cambio-la-cara-de-25-municipios-bonaerenses/
La Nación, El legado de Salamone, publicado el 4 de
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Lazzari, Eduardo, CAPBA5 Charla Online de E Lazzari
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Pigna, Felipe, El Historiador, Síntesis de la Historia de
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Recalde Aritz, Historia de la Provincia de Buenos Aires: Gobernación de
Manuel Fresco, reportaje radial 1/4/2025, disponible en https://uy.radiocut.fm/audiocut/historia-provincia-buenos-aires-gobernacion-manuel-fresco/
Recalde Aritz, libros publicados on line desde 2005 disponible en https://cvaritzrecalde.blogspot.com/2008/01/cv-aritz-recalde.html
Recalde, Aritz La obra pública de la gobernación bonaerense de Manuel
Fresco, Remedios de Escalada, Universidad Nacional de Lanús, ISBN
978-987-8926-80-3, Libro digital, 2025. 89 pp., disponible en https://www.unla.edu.ar/documentos/departamentos/hya/la-obra-publica-de-la-gobernacion-bonaerense-de-manuel-fresco.pdf
[1] Cristina Ambrosini, Profesora y
Licenciada en Filosofía UBA, Doctora en Filosofía UBA, Profesora regular
jubilada de la UBA y la UNLA en grado y posgrado. Directora de la
Especialización y Maestría en Metodología de la Investigación Científica de la
UNLA, hasta mayo del 2024, actualmente miembro del Comité Académico de ambos
posgrados. Autora de libros y artículos en temas de ética y epistemología.
[2] Aritz
Recalde Licenciado en Sociología en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional de La Plata, 2002, Magister en
Gobierno y Desarrollo de la Universidad Nacional de San Martín,
2008, Doctor en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata, 2014.