El domingo mientras una peregrinación multitudinaria se dirigía a Luján para expresar su devoción a la Virgen patrona de la Argentina, transitaba sus últimos momentos en esta vida un patriota con todas las letras, un cristiano cabal y comprometido con su Dios y su Patria y con todo el género humano, especialmente los más débiles. Me refiero a Miguel Ángel Espeche Gil.
Diplomático, jurisconsulto reconocido en todo el mundo, candidato 5 veces
al premio Nobel, serio postulante en dos oportunidades por su conocida Doctrina
Espeche.
Su bonomía y su don de gente se encendía cuando hablaba de los conversos,
especialmente su amado y admirado Chesterton, sostenía que esa conversión al
catolicismo no era producto de la modernidad y el puritanismo sino el regreso a
lo esencial de la naturaleza humana y que desde allí se podría observar todo el
devenir del acontecer humano.
La Doctrina Espeche
Nacida de su intelecto fue adoptada como propia por varios congresos y
seminarios internacionales, el primero de ellos, el XV Congreso Hispano
Americano de Derecho Internacional, en Santo Domingo en marzo de 1989 El núcleo
central plantea que el Derecho Internacional Público debe encaminar el
tratamiento del problema de la deuda mediante el procedimiento consultivo con
la Corte Internacional de Justicia.
Basadas en el alza unilateral de la tasa de interés dispuesta por los
acreedores que, según un informe del Banco Mundial de 1998, a mediados de los
70, la deuda externa latinoamericana ascendía a unos 60.000 millones de
dólares, cuando la Reserva Federal de los EE.UU. subió en 1980 la tasa de
interés del 6% al 22%. Los acreedores, unilateralmente, aplicaron esa tasa a
los contratos de crédito, elevando la deuda a 204.000 millones de dólares a
fines de ese mismo año, y a 443.000
millones de dólares en 1990. Ello produjo una transferencia de recursos del sur
hacia el norte. En 1998, los 41 países más endeudados transfirieron al norte
1.680 millones de dólares más de lo que recibieron y en el mismo año, el conjunto
de los países del Tercer Mundo realizó una transferencia neta de recursos al
norte de 114.600 millones de dólares.
Solamente por intereses entre 1982 y 1996 la región latinoamericana pagó
739.000 millones de dólares, una cifra superior a la deuda acumulada.
En aquellos tiempos la valiente postura de Espeche Gil sostuvo que los
intereses usurarios además de una condena moral se debía agregar una condena
jurídica.
La usura no debe quedar exenta en la aplicación de las normas que regulan
la convivencia entre los estados. Debe ser considerado la responsabilidad
emergente de los estados y de los organismos internacionales cuando se vulnera
el histórico principio universal sancionatorio de la usura y que afecta el
orden internacional.
El estatuto de la Corte Internacional de Justicia recepta los “principios
generales de derecho de las naciones civilizadas”, condenatorio de la usura
(inciso c del punto 1 del artículo 38 del Estatuto) y hacia ella se orienta la
consulta propuesta por Espeche, para que su fallo, de producirse, sea
obligatorio para los organismos internacionales, específicamente el FMI y el
Banco Mundial). Allí su originalidad y la argumentación jurídica para paliar el
flagelo de la deuda de los pueblos sometidos.
Batalló toda su vida por formar conciencia planetaria en estos temas.
No estuvo solo, el 29 de setiembre de 1997 en la diócesis de Cerreto
Sannita Telese Sant Ägata del Goti, con motivo de celebrarse el tricentenario
del nacimiento de San Alfonso Maria de Ligorio, se realizó una reunión de
académicos e instituciones de renombre internacional, quienes receptaron sus
ideas y las plasmaron en un documento que lleva por título “Declaración sobre
la usura y la deuda externa.”, expresando que el mal de la usura y la opresión
de los débiles hace urgente el reconocimiento al derecho a la vida de cada ser
humano y reclama como escandalosa la tolerancia de condiciones de miseria que
provocan muertes, Reclama la prohibición de acuerdos usurarios y el abuso del
derecho. La carta de Sant Ágata de Goti que recepta moral y jurídicamente el
derecho a la vida de los pueblos oprimidos por la deuda lleva su inspiración y
la de muchos académicos de reconocimiento mundial y es un faro y una guía para
los defensores de los pueblos contra la usura.
El 16 de diciembre de 2010 fue nombrado miembro del Grupo de Trabajo de
especialistas que continuaría la labor iniciada por otro eminente patriota don
Alejandro Olmos (padre), tuve el honor de participar del núcleo duro de ese
grupo junto con el maestro Dr. Julio Carlos González y la excelente Dra.
Graciela González, discípula del Dr. Espeche. Juntos batallamos de mil maneras,
llegamos a la Corte Suprema solicitando la nulidad absoluta de la deuda
contraída durante el llamado proceso militar y el procesamiento civil al Dr.
Martínez de Hoz y demás miembros de su equipo económico por los estragos
sociales y económicos producidos durante su gestión, El silencio de muchos
coronó nuestra gestión.
Pero el Dr. Espeche no se rindió y conformó la Red Internacional de
especialistas en Deuda Pública, asociación que reúne a las personalidades,
catedráticos y especialistas de todo el mundo en deuda pública y de la cual
Espeche Gil fue su fundador y primer presidente.
Su cátedra de deuda Externa en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de
Derecho, ha sido un clásico para imitar en otras instituciones educativas que
procuraran la defensa patrimonial de la Argentina.
El domingo, a los 93 años nos dejó el hombre cuya prédica y su conciencia
planetarias son un estandarte para los pueblos oprimidos por la usura, Se ha
ido un patriota, pero sobre todo un hombre cabal y sobre todo un cristiano
comprometido con su fe y sus palabras.
Néstor
Forero