por Juan Godoy
En los últimos días de esta semana nos enteramos que la empresa nacida en
la nuestro país, despegar.com, dedicada a la comercialización de paquetes
turísticos, pasajes de avión, y hoteles fue denunciada ante la justicia por la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por una maniobra de evasión
fiscal. No sorprende de parte de los empresarios tan proclives a estas
prácticas. No obstante, los montos de los que se trata le dan una magnitud mayor
al problema. Publicaciones simpáticas de lado, veamos… Esta empresa de servicios online, entre el año 2008 y 2010 facturó más 900
millones de dólares. Esto no tendría nada de malo, pero no es todo. Según
consta en la demanda ante el juez Biscayart, en el transcurso del 2013 facturó
unos 5000 millones de pesos, de los cuales declaró solamente unos 500 millones,
es decir, la décima parte. Evidentemente a la despegar.com no le va mal, ha
incrementado desde que comenzó a funcionar, año tras año sus ingresos (que no
son menores). La maniobra aparece claramente en la carta enviada por la AFIP a
la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC), donde se indica que al poco
tiempo de creada la empresa en nuestro país, abrió oficinas en el Estado de
Delaware, catalogado como un paraíso fiscal, en la misiva se la describe como "una
planificación fiscal nociva desarrollada por la subsidiaria argentina que
consiste en facturar los servicios que prestaba en el país a través de la firma
de referencia –Despegar.com INC–, radicada en Delaware, EEUU, con el simple
objetivo de evadir el pago del impuesto a las Ganancias".
En síntesis, la empresa factura los paquetes y pasajes que vende mediante
una empresa radicada en un paraíso fiscal, y así evade el Impuesto a las Ganancias.
Esta evasión fiscal, realizada los últimos 5 años por medio de esta
maniobra, según los investigadores deja una defraudación de 1000 millones
de pesos. Mucho dinero para cualquier argentino de a pie, que nos hace recordar
las palabras de Manuel Ortíz Pereira, el precursor (y miembro) de FORJA que nos
llamaba a la reflexión y nos decía: "Hermano y compatriota: ¿Quiere
Usted saber que es la República Argentina? Tome un mapa plano del mundo,
extiéndalo sobre una mesa y dóblelo por la mitad de abajo para arriba, de modo
que el Ecuador quede como lomo de la dobladura. Observará enseguida que nuestra
Argentina superpuesta sobre la América del Norte cubre un espacio que abarca
desde la mitad de México hasta casi la mitad sud del Canadá. ¿Quiere saber más?:
Mida la distancia que separa a la Argentina de la línea del Ecuador y de la
línea del Polo. Encontrará que está equidistante de ambos climas extremos.
¿Quiere saber algo más?: Corte el mapa mundi por la dobladura y superponga la
hoja que contiene el mapa de la Argentina sobre los mapas de Europa, de Asia,
de África y de Oceanía teniendo cuidado de seguir la línea del Ecuador. No
encontrará ningún otro país mejor colocado sobre la superficie del planeta. Eso
le dice a Usted que debe inclinarse y rezar su oración más sentida loando a
Dios por el beneficio que le ha hecho al ponerlo para vivir en la más
privilegiada zona del mundo de su creación. Ahora lleve las manos a su bolsillo
y cuente sus moneditas, ¡Qué contraste! Ahí está su vida en plena República Argentina
en el siglo de la más esplendorosa civilización. No tiene Usted en definitiva
más que un bello suelo, para ser enterrado. Nuestras grandes riquezas están en
manos de media docena de firmas y los habitantes de la Argentina vivimos en
permanente crisis económica". La empresa, primero pretendió deslindarse de la responsabilidad en la
estafa al pueblo argentino, e incluso inició acciones judiciales y un pedido de
amparo (justicia cautelar, capítulo aparte), luego suspendido por una
presentación de la AFIP. de todas formas, en las últimas horas depegar.com, a
partir de la comunicación de la AFIP con la SEC, y del intercambio de
información fiscal con otros países en que operaba la empresa, desistió de
acciones legales y prometió la regularización fiscal. Reconoció lo que primero
había salido a negar enfáticamente, encima la había ligado con la política de
protección de la moneda del gobierno nacional.
Esto nos hace reflexionar sobre tres cuestiones: primero, que la rápida
expansión de la empresa en cuestión evidentemente está ligada al accionar del Estado argentino, en un modelo de desarrollo con inclusión, que posibilita que
amplias capas de la población viajen por nuestro país y otros, acción que lleva
adelante el estado a partir de la inversión, dinero que percibe, entre otras
cosas, por los impuestos que la despegar.com no paga; en segundo lugar, y
ligado al anterior, evidentemente a la empresa poco le importa el pueblo
argentino al cual estafó, cómo piensa que los viajantes van a llegar a los
aeropuertos, los hoteles, con qué dinero se construyen esas calles, se pagan
los aviones de Aerolíneas Argentinas con la cual trabaja, se subsidia el
combustible, la energía de sus locales, los transportes en los que viajan sus
clientes, se construyen las escuelas y universidades en las cuales se forman
sus trabajadores, etc., etc.; y por último, nos lleva a pensar en el esquivo
papel en el desarrollo nacional que ha tenido la burguesía nacional que no por
casualidad Arturo Jauretche la caracterizaba como el medio pelo, haciéndonos
pensar nuevamente que el mismo debe estar ligado a un estado fuerte, que se
haga cargo de sus propios recursos, y que sostenido por el pueblo trabajador
avance hacia el desarrollo nacional de forma de lograr la definitiva
independencia