Jorge Rachid
El
tiempo de la Era de la extorsión financiera, está llegando a su término. Los
pueblos están hablando, la soberanía popular se está expresando, los gobiernos
están comenzando a comprender que no pueden vivir a espaldas de las necesidades
de su población, aceptando los dictámenes de los dueños del dinero, coaligados
con el poder mundial de las armas y los medios de comunicación.
No
es la primera vez que sucede en la historia. Por desgracia las guerras
siguientes a semejantes crisis, taparon siempre el conflicto de intereses
subyacente, millones y millones de muertos contabilizan esta sucesión de
acontecimientos que estremecieron el siglo XX y continúan en el siglo XXl. La
guerra es la salida que los complejos militares industriales encuentran cuando
las condiciones de las políticas nacionales, agotan la posibilidad de
penetración imperial y colonización sobre los países emergentes.
ad
Grecia,
como antes la Argentina se ha puesto de pié. No será una salida fácil para el
pueblo heleno, pero han elegido transitar el dolor con dignidad nacional, con
sus propias recetas, con sus propias políticas y con su sistema de prioridades,
que nunca tuvieron en cuenta los personeros de la Troika. Personajes
deshumanizados de Bruselas en el Banco Europeo, líderes conservadores y
racistas como los alemanes y franceses, que desprecian a un pueblo europeo
sureño, con las mismas categorizaciones sociológicas con las cuales
estigmatizaron y lo siguen haciendo, a los pueblos latinoamericanos, africanos
y asiáticos. Instituciones globales como el FMI o el Banco Mundial,
herramientas de políticas de dominación del Grupo de los 7, que se sirve del
pleno de Naciones Unidas para sus intentos desestabilizadores de los pueblos,
como Libia, Siria, Irak, Afganistán, Yemen, Ucrania, Honduras, Paraguay, entre
otros agredidos, con supuestas recetas de lo "politicamente
correcto", como el Consenso de Washington y el Plan Brady en el siglo
pasado y el TISA hoy o el ALCA ayer, para someter las economías regionales, a
las necesidades del comercio de los países centrales.
La
explicación de la crisis griega tiene sin dudas múltiples factores, desde
gobiernos sumisos a los dictados internacionales, hasta los propios griegos
adinerados que han fugado del país una cifra cercana a los 150 mil millones de
euros, de los cuales mas de 80 mil millones, se encuentran en bancos suizos.
Otra verguenza se expresa en la compra compulsiva de armas de última
generación, aún en el 2010 en plena discusión de la renegociación de deuda, los
alemanes y franceses exigieron las compras de submarinos, misiles y tanques,
mas aviones por la suma de 9 mil millones de euros mas, como forma de acceder a
los desembolsos necesarios para pagar deuda. Es decir, para pagar deuda
"te presto mas si me comprás", alimentando el complejo
industrial-militar de esos países centrales.
Sin
embargo la explicación que enarbolan los dueños del poder, es que los pueblos
del sur europeo son vagos, no trabajan, no producen, viven de la burbuja, como
si la misma no hubiese sido impuesta por el sector financiero, que en su
necesidad de lavar dinero sucio,blanquear economías "non sanctas",
ofreciendo por décadas sistemas de endeudamientos, corrompiendo sistemas
institucionales, gobiernos y bancos locales, avanzando sobre las esperanzas e
mejoramiento, necesidades y sueños de los pueblos.
Hoy
dicen que Grecia no tiene salida, que se hundirá en el fango del aislamiento y
el bloqueo. No es verdad, no es necesario alinearse como soldados de la Troika
para tener futuro, hacen falta en cambio , políticas nacionales, populares que
apoyen el consumo interno, que abran nuevos mercados, que posibiliten el
bienestar de la población, mientras se corrigen las variables macro económicas.
La terceras monedas salvaron a la Argentina y permitieron romper el corset de
endeudamiento producido por el saqueo a la población, no se salió a defender
los bancos, se comenzó a reparar el daño al pueblo argentino, como prioridad,
Se planteó un proceso de desendeudamiento que produjo la quita mas importante
de la historia, sobre el capital, logrando en dos reestructuraciones, 2005 y
2010, el 93% de adhesión. Se canceló dueda con el FMI por lo cual se evitó el
control financiero imperial sobre las cuentas nacionales. Se recuperaron los
Fondos Previsionales que permitieron y permiten políticas activas que amplían
derechos sociales, protegen el trabajo y promueven la industrialización del
país. Entonces, si que se puede, aunque hoy el país sea atacado por la Troika,
a través de los Fondos Buitres, para evitar el efecto contagio de una economía
en expansión, que ha diversificado sus mercados, ha evitado la primarización de
su economía y se ha negado a endeudarse en los términos financieros de la
extorsión global.
Desgraciadamente,
la guerra es una salida a esta situación, guerra que como ya ha planteado el
Papa Francisco, se está desarrollando en diferentes frentes, con ejércitos
mercenarios pagados por estos mismos sectores, que del petróleo, la venta de
armas y la industria farmaceútica, pretenden el manejo global de los recursos,
con una apropiación de riquezas que deja fuera, a la interperie y el hambre a
mas de tres mil millones de personas en el mundo. El rol del papa no es menor
en un mundo en crisis, llamando a la distribución de las riquezas, a paliar el
hambre, a terminar con los conflictos, como una voz solitaria en medio de los
gritos estentóreos de los líderes mundiales, que claman por el respeto de las
"reglas del juego". Reglas impuestas por la fuerza de las armas, por
los golpes de estado, por los derrocamientos sangrientos, por las presiones
mediáticas, por los intentos desestabilizadores. No son reglas, son condiciones
de rendición incondicional al capital financiero internacional.
Sin
embargo es probable que los pueblos europeos reaccionen ahora, junto a Grecia,
se pongan de pié, exijan sus derechos ciudadanos ante la ofensiva, cada vez mas
violenta de los gobiernos conservadores, que proponen ajustes mas ajustes,
desamparando, enviando a la marginación social a millones de personas, que
hasta ayer nomás tenían una vida. Esos mismos gobiernos que promueven el
racismo contra los inmigrantes, provocando una lucha de pobres contra pobres,
de inmigrantes de poblaciones lejanas agredidas por ellos mismos como los
libios que huyen de su país arrasado por las potencias europeas,en su afán
petrolero; sirios e iraqueses sacudidos por un ejército mercenario, que intenta
crear un estado tapón en esa frontera, creando terror; yemenitas que escapan de
una guerra civil provocada por occidente, y podría seguir la lista con los pueblos
africanos saqueados en sus riquezas de petróleo y minerales sólidos, como
diamantes y litio.
Es
sin dudas el comienzo del fin, de una época donde la humanidad estuvo muchas
veces al borde del holocausto, como lo está hoy. Los temas del calentamiento
global que pone fecha a la desaparición de la especie humana, la alimentación
sustentable como respuesta al hambre de miles de millones, la lucha por los
recursos naturales, todo ello puede quedar sumergido y postergado, en una
lógica de guerra que nadie dice querer, pero que muchos dirigentes mundiales
empujan, sino miremos Palestina y la limpieza étnica que se produce
diariamente, ante el silencio mundial.