Hipócrates (460 AC -337 AC)
Juro por Apolo médico, por
Esculapio, por Higea y Pancea, por todos los dioses y todas las diosas,
tomándolos como testigos, que cumpliré, según mis fuerzas y mi capacidad, el
juramento y el compromiso siguiente:
Comunicaré los preceptos, las
lecciones orales y el resto de la enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro, a
los discípulos ligados por un
compromiso y un juramento según la ley médica, pero a nadie más.
Dirigiré el régimen de los enfermos en provecho de
ellos, según mis fuerzas y mi juicio, y me abstendré de todo mal y de toda
injusticia.
No entregaré veneno a nadie, si me lo piden, ni tomaré la iniciativa de
tal sugestión, tampoco entregaré a ninguna mujer un pesario abortivo. Pasaré
mi vida y ejercitaré mi arte en la inocencia y la pureza. No operaré del mal de
piedra. En cualquier casa que entre, iré
para la utilidad de los enfermos, guardándome de toda mala acción voluntaria
y de corrupción, y sobre todo de la seducción
de mujeres y de muchachos, libre o esclavos.
De todo aquello que vea u oiga
en la sociedad durante el ejercicio de mi profesión, e incluso fuera de ella,
callaré lo que no necesita ser nunca divulgado, considerando la discreción como un deber en semejante
caso.
Si cumplo este juramento sin infringirlo, seré honrado siempre por los
hombres; si lo violo y soy perjuro, que mi suerte sea la contraria”.