Alejandro Quintana, septiembre 2018
"Nosotros los viejos
debemos saber que las grandes transformaciones que aparejan las Revoluciones
Sociales, rara vez pueden ser ejecutadas por una sola Generación.." (Juan
Peron)
Así les hablaba a los
"viejos" de aquella época, involucrándose él mismo en esas
definiciones. Pero así también nos advertía a los jóvenes que fuimos sus
discípulos en sus últimos años, acerca de cómo son los Tiempos de una verdadera
Revolución. Porque Perón no existió ni fundó este Movimiento que aún perdura
por más de 70 años, para maquillar con cosmética a un Capitalismo decadente de
valores ni al Viejo Orden Mundial que los Imperios habían establecido.
Esto que parece simple o una
"verdad de perogrullo" es bueno recordarlo de vez en cuando. En
principio para los viejos actuales que somos nosotros, la Generación que
biológica y políticamente se va yendo, y cuyo mejor aporte si es que aún
"no tienen ni la mente marchita ni el corazón intimidado..", es
transmitir la posta de estas verdades permanentes a los jóvenes que nos
continuarán.
Y a los jóvenes, precisamente,
para que comprendan y asuman en lo profundo de sus consciencias, que el Tiempo
de las transformaciones que la Patria
reclama no reside ni en el voluntarismo vanguardista de alguna élite
dirigencial, ni en ningún iluminado/a que quiera posar de salvador en estas
aciagas circunstancias.
El Tiempo Estratégico es patrimonio y decisión de los Pueblos en su conjunto,
o es el desafío vacante de algún Conductor que comprenda y asuma los
imperativos de esta nueva etapa del Movimiento Nacional. Si lo segundo sigue
ausente sin aviso, entonces será el desarrollo de la consciencia popular la que
irá marcando los Tiempos de las transformaciones.
Por eso nos insiste Francisco que ése Tiempo Estratégico de
las profundas transformaciones, siempre será Superior a cualquier Espacio de
poder efímero.
Porque tengamos bien en claro que un resultado electoral en la
"alternancia partidocrática" que ofrece el sistema demoliberal,
sólo será, en el mejor de los casos, una tregua al hambre, un bálsamo a la
humillación o un freno a la entrega cipaya. Pero la Revolución Nacional que
perseguimos y por la que ya se han involucrado tres Generaciones nacidas en el
Peronismo, no se conjuga con variantes Keynesianas, desarollistas o
socialdemócratas al uso anglosajón. Sólo se conjuga con un destino de Justicia,
Libertad y Soberanía...Como siempre desde sus albores lo fue...