Presentan en la Feria del Libro Fabián D´ Antonio, Iciar Recalde,
Ricardo Elorza y Pablo Scolari
Ricardo Elorza y Pablo Scolari
Prólogo
“Creo que no puede hablarse en nuestra tierra de un hogar
argentino que no sea un hogar cristiano. Bajo la Cruz hemos concebido. Bajo la
Cruz hemos recitado el abecé y hemos contado el ábaco. Bajo la Cruz hemos
cruzado las manos en postrera invocación. Todo aquello que en nuestras
costumbres puede destacarse, es cristiano y es católico. De Norte a Sur, de
Este a Oeste, empresas guerreras, empresas políticas, empresas espirituales,
han sido preparadas y asentadas sobre la Cruz, como cuadra a una raza templada
en el ejercicio de las mejores virtudes. Vivo o escondido, el sentimiento de lo
religioso ha prevalecido, en suprema instancia, sobre todo otro motivo reflejo
de ética no argentina.” Eva Perón (Palabras pronunciadas el 26 de febrero de
1947)
Eva Perón es, sin duda, la mujer de mayor trascendencia
en la historia de nuestra Nación Argentina. En tal sentido, este libro ayuda a
ahondar en su vida espiritual, generadora de una transformación social inédita
para nuestro país, para Iberoamérica y para el mundo en su conjunto.
Porque, mientras algunas ideologías inculcaban que la
religión era “el opio de los pueblos”, surgía aquí, en este lugar del planeta,
un proyecto donde el espíritu religioso era motor de una sociedad nueva
asentada en la justicia social. Un proyecto que, en vez de propiciar el
enfrentamiento entre clases sociales, organizaba el bienestar del pueblo en la
Comunidad Organizada.
Este libro ofrece así la profunda dimensión espiritual de
Eva Perón que, seguramente, después de varias décadas de antagonismos y miradas
apasionadas, dé lugar a una valoración con mayor objetividad de su figura y de
su obra para todos los argentinos.
A esta mujer humilde llegada de los Toldos, a la líder
espiritual de la Nación, a la joven mujer que lleva su enfermedad terminal con
fortaleza religiosa, el pueblo la ama.
El pueblo argentino y los pueblos del mundo le han hecho
un lugar en su altar, reconociendo en Ella una vida entregada en forma total a
los más pobres, por eso no duda el creyente en decirle Santa.
Encontraremos en las páginas que siguen muchos ejemplos
que nos llevarán a encontrarnos con Eva Perón en su fe, piedad y caridad, en su
amor por Jesús y la Iglesia.
El pueblo sencillo, reunido en multitudes, estará junto a
Ella rezando el rosario en sus últimos días en esta tierra y no tardará en
poner su cuadro en el altar de su casa o de su barrio.
Padre Pepe