Por «Alí» Peralta para INFOBAIRES24
Visiblemente nos adentramos en una sociedad a dos velocidades, la Argentina, buena parte de su gente, apuesta por los responsables de la entrega de nuestra soberanía a manos de las corporaciones, por la desintegración social y la condena a la exclusión y la marginalidad de las grandes mayorías empobrecidas, la sumisión y el retraso desde el estadio colonial para la nación, eso en gran medida es a lo que se encamina la comunidad nacional y regional, buena parte de ella, legitimando desde el consenso gobiernos que, como la alianza Cambiemos, expresan la avanzada hacia un modelo de apartheid que busca el frente las oligarquías mundiales y los sectores parasitarios y antinacionales nativos.
Esta realidad pone a los patriotas, sectores nacionales y fuerzas populares
ante algunas urgencias, saliendo al ruedo en defensa de la Soberanía
Territorial Nacional, por su integridad, sosteniendo la herencia de lo que han
sido «los mejores días», y buscando superar desde las fuerzas patrióticas y
populares los límites que nos llevarán a perder el gobierno.
Desde el seno de las luchas populares
expresadas en nuestra hemos afirmado en los primeros meses de la gestión de Gerardo Morales en la provincia
y Macri en la nación que había que «darle sustancia a la unidad, metiendo
militancia en la reconstrucción del movimiento histórico», empujando desde la
resistencia a las políticas de Cambiemos «un verdadero frente para la victoria
patriótica, teniendo para ello en nuestras perspectivas las tareas fundamentales
en las que deben enmarcarse las alianzas y su conducción estratégica e
institucional, generando los esfuerzos necesarios para convocar a la contienda
desde las tareas y objetivos del gran bloque nacional y popular, logrando
responder con ofensiva en los distintos frentes en los que el enemigo ha venido
ganando posiciones y asestando duros golpes».
Cierto es que con Macri de presidente,
y las consecuencias sobre la nación y el conjunto del pueblo que genera el
régimen, entendíamos que «no habría ya lugar para políticas pendulares, de
doble rasero», y que desde la más amplia unidad sobre la base del peronismo
debía «encaminarse sin medias tintas una única y efectiva oposición con lo más
consecuente, yendo incluso a contramano de los sectores medios mediatizados “bien pensantes” y su legitimación del
régimen y la abierta ocupación de nuestra patria por los sectores financieros y
las corporaciones».
Frente a la grave crisis dirigencial y
la creciente descomposición que se promueve en el seno de nuestro pueblo sosteníamos
también que «ante las urgencias la lucha ha de ser también meta política y
cultural, dándole conducción de preminencia moral, con solides en principios y
valores, a un reagrupamiento de fuerzas, buscando unificar a todos los sectores nacionales del trabajo y
la producción para cumplir con la misión de nuestra época: liberar a nuestro
país del imperialismo, liquidar las bases de la oligarquía parasitaria y
limitar el la intervención y el control de las corporaciones en la vida
nacional, afirmándonos hacia la definitiva independencia de nuestra patria».
Fue desde allí que con la Organización
para la Liberación Argentina que hemos promovido el debate abierto y extendido
en el conjunto del movimiento nacional y popular, sosteniendo que para nosotros
la unidad patriótica tiene dos tareas fundamentales por delante:
1- Redoblar los esfuerzos para alcanzar una victoria clara sobre el
gobierno en los procesos eleccionarios, fundamentalmente convocando a votar
por Cristina Fernández de Kirchner en cada elección y por sus frentes políticos
electorales en cada lugar de nuestra patria, no solo por ser la compañera
Cristina la única candidata opositora con posibilidades de lograr victorias
sobre el régimen, sino por expresar su candidatura y los sectores sociales,
sindicales y políticos que la acompañan, la única fuerza en el país que pone en
cuestionamiento el rumbo neoliberal y de sumisión del gobierno.
Entendemos que ninguna diferencia que
se pudiera tener hacia dentro los sectores nacionales y populares, «debiera
poner en riesgo esta posibilidad: las fuerzas del campo nacional y popular,
tenemos que convocar y ayudar a construir una derrota segura del gobierno y las
corporaciones en las urnas.
Abrir un profundo debate en el seno
del movimiento popular respecto a la
necesidad imperiosa de reconstruir el proyecto nacional, empujando la
resistencia para que se vaya Macri y se convoque a un gobierno de emergencia y
unidad que establezca las bases de un nuevo proyecto nacional, patriótico y
social a través de 5 medidas fundamentales:
2-Apertura del diálogo político, social, productivo y cultural para un nuevo proyecto
nacional.
3-Nacionalización
del comercio exterior para recuperar la capacidad de planificar el desarrollo
nacional.
4-Construcción de un Régimen Federal de Economía Popular de
empresas testigo estatal-cooperativas para la integración social, fortalecer
las economías regionales, combatir la inflación, los monopolios, la pobreza y
el desempleo.
5-Nacionalización
de las FFAA, de inteligencia y seguridad, para garantizar un sistema de defensa
y seguridad interior acorde a las necesidades del país, libre de
injerencias extranjeras y criminalidad, recuperando la soberanía, la justicia y
los derechos de los ciudadanos.
6-Incorporar a las organizaciones de la sociedad civil,
movimientos sociales e instituciones religiosas y culturales a la lucha
activa contra el narcotráfico para desterritorializar este flagelo en el
transcurso de un año.
Decíamos hace un año atrás cuando
convocamos a la militancia peronista de nuestra provincia que «dando pelea
desde las vivencias del pueblo humilde y trabajador, nos hemos ido encontrando,
intercambiando opiniones y haciendo diagnósticos comunes, junto a dirigentes y
militantes del peronismo jujeño, la mayoría de ellos muy jóvenes, hemos ido
sosteniendo un llamamiento, convocando desde el norte indígena y patriótico a
todos aquellos hombres y mujeres que en nuestra provincia asumen la necesidad
de reconstruir el movimiento nacional»
Allí proponíamos ir «combatiendo el desánimo y la desesperanza que circula
en amplios sectores de nuestro pueblo, promoviendo el debate y la
articulación desde algunos ejes para el trabajo militante, con acciones comunes
que vislumbren en la etapa actual de la Argentina y nuestra provincia una
salida al atolladero del liberalismo, la sumisión y la entrega que ha instalado
la alianza de gobierno».
Propusimos en todo momento avanzar en la más amplia unidad opositora
como base de un proyecto de poder real y de profundas transformaciones para
Jujuy, «unidad de principios para enfrentar a este gobierno de saqueadores,
corruptos e inescrupulosos; unidad de acción que, entendemos, debe expresarse
tanto desde la resistencia en las calles como en la función legislativa; unidad
de equilibrio para el fortalecimiento, la democratización y los mayores niveles
de participación en la estructura partidaria, recuperando el carácter
movimientista del peronismo desde el protagonismo popular; y unidad doctrinaria
para la búsqueda consensuada de una propuesta de gobierno de verdaderas
transformaciones y solidos principios para nuestra provincia».
Un plan de gobierno que debe contemplar la emergencia nacional y
provincial frente a la grave situación en todos los niveles que genera
aceleradamente la alianza de Cambiemos conducida, por ahora, con la presidencia
de Mauricio Macri, y expresada en Jujuy de la forma más cruenta por Gerardo
Morales.
La judicialización y el encarcelamiento de dirigentes y referentes
nacionales y provinciales de nuestro movimiento, al igual que los golpes
contra compañeros del conjunto del pueblo que resiste, no son casuales, sino que responden a la política de
persecución, hostigamiento y represión de todos aquellos que nos oponemos a las
políticas de la antipatria, son éstos sectores y referentes de la resistencia a
las políticas de ajuste, tarifazos y despidos quienes debe nutrirse la
estructura partidaria para generar un recambio dirigencial, dando fuerte
protagonismo a las expresiones más consecuentes de lo que debe ser la
reconstrucción del movimiento nacional
de liberación.
Decíamos también en mayo del año
pasado que «todos estamos llamados a
recuperar y reencauzar el movimiento justicialista para la toma del poder,
generando una conducción desde la más grande tolerancia y amplitud, asumiendo
que la libertad de pensar, sentir y obrar es un principio irrenunciable, y que
hay que hacer valer desde la persuasión en toda instancia organizada del
movimiento, dentro y fuera del Partido Justicialista, que la política es un
medio y no un fin».
Atentos a los verdaderos intereses por
los que luchamos, a los principios que dieron vida al movimiento nacional
justicialista, «se deben encarar desde ahora tareas fundamentales para sostener
el carácter movimientista de nuestra política, sino hay conducción táctica,
mucho menos se vislumbrará para la militancia y la inmensa masa del pueblo
humilde y trabajador, la perspectiva estratégica, el plan programático del
proyecto de poder para la liberación que buscamos alcanzar para nuestra nación
y la inmensa mayoría de los argentinos que en nuestra provincia al igual que en
todo el país día a día a la par que crecen sus necesidades pierden derechos».
Para atender a esto es imprescindible impulsar la unidad del movimiento nacional
y popular sobre la base de algunos principios rectores que nos permitan
poner en cuestión, no solo los nombres de quienes deberán reencauzar la gran
obra para la que fuimos convocados los peronistas, sino al propio movimiento y
sus objetivos, para desde allí encumbrar la conducción estratégica que organice
y permita el desenvolvimiento de las experiencias tácticas más diversas desde
el protagonismo de nuestro pueblo.
Hay posibilidades de arrebatarles a
los enemigos de nuestra patria la iniciativa estratégica, dando vuelta el
derrotero impregnado en el ánimo de algunos de nuestros dirigentes y
militantes, resolviendo los extremos que expresan “los apurados” y “los
retardatarios”, plasmando el necesario equilibrio de fuerzas.
Para ello indefectiblemente debemos
asumir en primer lugar, como ya hemos dicho, la unidad del movimiento, su justo equilibrio, manteniendo la unidad
doctrinaria, definiendo e impulsando las relaciones políticas
internacionales desde una perspectiva soberanista, y revisando las grandes
decisiones tácticas que puedan ser de incidencia relevante en la situación del
conjunto.
«Con la imperiosa necesidad de
posponer intereses de círculo y pasiones personales, es que desde la OLA, una
de las corrientes del Pueblo Peronista, abrimos paso a la necesidad de unificar
al peronismo jujeño hacia la reconstrucción del movimiento nacional y popular
por la liberación, luchando solidariamente en unidad de acción contra el
enemigo común, avanzando en la reconstrucción del movimiento nacional desde las
experiencias organizativas y el protagonismo popular, convocando al movimiento
obrero organizado y a todas las expresiones sociales que expresan las más
diversas formas de resistencia al régimen de la oligarquía nativa en funciones
de gobierno, para esa inmensa obra de la militancia hay que condicionar a los
oportunistas y arribistas, abandonar el posibilismo y la resignación, hay que
impulsar y organizar a toda prisa las tareas que nos permitan arrebatar a la
antipatria el gobierno, plasmando un proyecto de poder con perspectiva
histórica para nuestra nación y el conjunto de nuestro pueblo, a esa gran obra
estamos convocados todos los patriotas.
Definitivamente sino hay proyecto estratégico de poder real no hay posibilidad de ser
alternativa, esto es un problema que atraviesa a gran parte del activo político
que se saca los ojos por una candidatura, a muchos no se les cae una idea
de porque querrían gobernar, y muchos menos blanquean para quienes gobernarían,
que intereses movilizarían las definiciones ministeriales de su gobierno, dicen
querer ser intendentes, diputados o concejales, pero no termina de ser muy
claro para todos los comprovincianos cuales serían sus medidas fundamentales de
gobierno para cambiar la realidad de Jujuy.
En la unidad opositora a Cambia Jujuy
y Cambiemos en la nación se debe generar una convivencia, si fuese inevitable,
entre los que expresan el necesario recambio y los que no quieren quedar
afuera. Pero claro tiene que ser muy definido el objetivo, teniendo el
diagnóstico de la provincia, debemos tener desde ahora la decisión de ir a
conformar un gobierno de emergencia y unidad, convocando a la concertación de
todos los sectores, de la producción, la industria y el trabajo, al conjunto de
las fuerzas vivas. La destrucción de resortes fundamentales de nuestra economía regional, el endeudamiento, la
injerencia extranjera en áreas básicas para la superación de la reprimarización
que nos lleva a la década del 30, el desarrollo científico y tecnológico
consustanciado en el camino que se pretende recorrer a mediano y largo plazo,
la participación de pueblos y comunidades en las decisiones de gobierno que en
Jujuy, al igual que distintos lugares de nuestra patria, han sido siempre
convidados de piedra en las políticas definidas por unos y otros.
Debemos promover desde la confluencia
de diversos sectores de Jujuy ejes programáticos hacia un gobierno de unidad y
emergencia provincial centralizados en la recuperación del empleo y el salario,
el impulso del trabajo cooperativo desde la economía popular asociada al
Estado, el fortalecimiento de las economías regionales desde la cooperación
entre los sectores productivos, afirmando y potenciando la diversificación de
la producción, garantizar la soberanía alimentaria en toda la provincia desde
la direccionalidad del Estado en la utilización y el reparto de tierras
promoviendo la agricultura familiar y comunitaria, implementar gravámenes a las
grandes corporaciones mineras que operan en la provincia y condicionar las
formas de explotación de nuestros recursos, atendiendo a necesidades y
requerimientos de nuestros pueblos y comunidades. Acciones claras de gobierno
que venimos sosteniendo como imprescindibles hacia nuevo modelo provincial que
debe afirmarse desde la más amplia unidad opositora, donde los peronistas
sosteniendo las tres banderas debemos juramentar de forma ejemplificadora que
primero está la Patria, después el Movimiento, y por último los Hombres.
*Militante del peronismo jujeño,
Secretario General de la Organización para la Liberación Argentina, y
Secretario de Organización de la CTA Autónoma de Jujuy.