Por Luis Gotte, 17 de octubre de 2020
La LEALTAD es una virtud que distingue al Justicialista, garantiza la unidad en comunión de los que llevan la prédica en sus corazones.
La LEALTAD es un sentimiento
más que una idea o un acto de voluntad. Nace desde el espíritu, más no en
nuestra mente.
La LEALTAD asume el cumplimiento de aquello a lo que somos fieles, a nuestro pueblo trabajador.
La LEALTAD es el Verbo hecho carne, permite que el espíritu del hombre logre lo que piensa
que es imposible.
La LEALTAD es firmeza en los
afectos y en las ideas que lleva a no engañar ni traicionar a nuestro
pueblo.
La LEALTAD justicialista es lo que condujo a los héroes de la Resistencia a enfrentar
los momentos más difíciles y a no mirar atrás, arrebatándole triunfos
importantes a los tiempos de sufrimientos.
La LEALTAD jamás promete
recompensa alguna. Tampoco quiere mártires.
La LEALTAD tiene tres aristas cardinales: el honor, cualidad que nos lleva al cumplimiento de los deberes
asumidos como justicialistas con respecto a la Patria, al Movimiento y a
nuestro pueblo; la fidelidad, en lo
que se refiere a cumplir con lo que dice nuestra Doctrina y nuestras XX
Verdades; y la gratitud, que es
eterna con aquél gran argentino que supo conquistar a la masa del pueblo con
Justicia Social.
La LEALTAD no es el resultado de una deliberación mental para elegir
lo que es correcto. Es intuición,
impulso y corazón de saber lo que es y que no es justo.
La LEALTAD es un asunto serio y real, debe ser vivida y practicada,
solamente así se podrá vencer los ataques del enemigo y se avanzará con la
frente en alto.
La LEALTAD a nuestros sanos valores y principios originales en que
se sustenta la vida de nuestro pueblo, convertida
en Doctrina y en Teoría política para su ejecución. No se puede ser leal a
varios amos, ni liberal ni marxista.
La LEALTAD permitió que existieran hombres y mujeres, como Rucci y
Eva, que dejarán huellas imborrables.
La LEALTAD es una virtud
que es necesario recuperar para que podamos enfrentar los desafíos de los días
por venir.
Que Dios nos ayude a entender la carga grande que implica ser LEAL.
Luchemos por lograr la lealtad que el JUSTICIALISMO nos demanda, no defraudemos
a nuestro pueblo.
Ser leal con Perón, nuestro único conductor y
con nuestro pueblo, es nuestro deber.