Miguel Ángel Barrios para la Universidad de San Isidro
El Papa Francisco inicia el viaje más
trascendental de sus 8 años de pontificado, y que será el 33 viaje de su papado de casi 8 años. Es el más difícil porque
implica un desafío a los terroristas del ISIS, derrotados militarmente pero
aun en operaciones. Francisco visitara Irak con un renovado mensaje de paz
entre el viernes 5 y el lunes 8. Visitará 6 ciudades recorriendo lo que fue la
vieja Mesopotamia de Norte a sur y será el primer pontífice que pisa Irak, una de
las cunas más importantes de la civilización humana, donde nació la escritura y
se consolido entre el Éufrates y el Tigris la civilización mesopotámica.
Trataremos de analizar en lo posible
los fundamentos teológicos e históricos que busca Francisco. Ante todo consolar a una de las más grandes
comunidades católicas en el Oriente Medio. En la época de Saddam Hussein
eran un millón y medio (siempre humillados por Saddam) y luego, con la invasión
de los Estados Unidos, se calcula que quedan entre 200.000 y 400.000. El Papa
seguramente quiere evitar el éxodo, poner en marcha un proceso de
reconciliación que en su viaje culminará
en la ciudad santa de Najaf con el encuentro con Al-Sistani el patriarca de los
shiítas.
El objetivo estratégico del Papa
Francisco en los marcos del diálogo
interreligioso con el Ayatollah Al-Sistani sin dudas será una consolidación
del pontífice en su pontificado. Por donde se lo mire es un viaje de
importancia excepcional. El encuentro con el Atatollah Al- Sistani en Najaf
será el momento crucial de la gira, porque completa
el programa de entendimiento con los musulmanes que comenzó en El Cairo y Abu
Dhabi, donde firmó el histórico documento de diálogo con el gran Iman de Al
Azhar, Ahmad al Tayeb, máximo punto de referencia de los musulmanes sunitas.
Otra cita con la historia será la
visita a la antigua ciudad de Ur,
considerada el hogar de Abraham, el profeta común de Judíos, Cristianos y
Musulmanes. Abraham es considerado el padre del Monoteísmo.
Consideramos que en la exhortación
apostólica Evangelii Gaudium el Papa
Francisco realiza el programa de su misión, porque Evangelización significa
misión. Allí destaca en el Capítulo II, la interpretación de los signos de
los tiempos desde un discernimiento evangélico y alerta sobre el giro histórico y época de cambio, la era
del conocimiento y de la información, el fetichismo del dinero, el mercado
divinizado, los ataques a la libertad religiosa de una indiferencia relativa,
el consumismo desenfrenado, la cultura de los visible, rápido y superficial,
el individualismo post-moderno, y la crisis cultural de las familias.
Esto conlleva para el Papa a una cultura del descarte, de la inequidad y la exclusión, y de la dictadura económica. Y nos invita desde el evangelio a la revolución de la ternura.
Al llegar por primera vez al núcleo del Islam chiita en Irak y en la
profundidad de donde surgió la revolución Islámica del año 1979 en Irán con el
Ayatollah Jomeini, el Papa Francisco
llega a lo más hondo de la evangelización y el diálogo interreligioso que se
alimentan recíprocamente.
En Evangelii Gaudium nos dice: “Los escritos sagrados del Islam
conservan partes de la enseñanza cristiana; Jesucristo y María son objetos de
profunda veneración y es admirable ver como jóvenes y ancianos, mujeres y
varones del Islam son capaces de dedicar tiempo diariamente a la oración y de
participar fielmente de sus ritos religiosos”… Este diálogo interreligioso es
una condición necesaria para la paz en el mundo y por lo tanto es un deber para
los cristianos, así como para otras comunidades religiosas… En este dialogo,
siempre amable y cordial, nunca se debe descuidar el vinculo esencial entre
dialogo y anuncio, que lleva a la iglesia a mantener e intensificar las
relaciones con los no cristianos”. (Papa Francisco. Evangelii Gaudium. Librería
Editrice Vaticana. Madrid. 2014. Pag 156).
Ahora bien, nos volvemos a hacer la
pregunta desde un punto de vista más específico, desde una geopolítica de las
religiones: ¿Cuál es la importancia de este viaje del Papa a Irak?
Sin duda es el paso más trascendente
del período papal de Francisco. ¿Por qué? Porque Irak es territorio caliente,
pero más importante que eso es que por primera vez se va a producir un encuentro del Papado con el mundo Shia sin
intermediarios, en forma directa. Si bien el epicentro del poder shia mundial
es la República Islámica de Irán, todavía no están dadas las condiciones para
un viaje del Papa a este territorio central, pero ocurre que Irak es el centro
tradicional del mundo shia del Islam. El shiismo es la rama del Islam que sostiene que la sucesión del
profeta fue expresada por Dios y Su mensajero en la persona de Ali ibn Abi
Talib, su primo y yerno, casado con su hija Fátima y luego once líderes de su
dinastía. Todos ellos fueron martirizados salvo el duodécimo que está oculto
para reaparecer y llenar la Tierra de justicia como creen los musulmanes.
En Irak se encuentra el centro
teológico tradicional más importante del mundo shia hasta la Revolución
Islámica. Es el centro teológico de la ciudad
de Nayaf donde están enterrados el profeta Adán, Noé y nada menos que el Imam
Ali, el primer líder y sucesor del profeta Muhammad para los shiitas.
También al norte de Nayaf y sur de Bagdad, se encuentra la ciudad de Karbala, donde está enterrado el Imam
Husein y muchos de sus familiares y compañeros que fueran martirizados por
Iazid, el tirano omeya que se apoderó del gobierno islámico por la fuerza una
vez que su padre, Muawia, lo hiciera heredero al poder contraviniendo las
normas islámicas de gobierno. El levantamiento del Imam Husein, hijo del Imam Ali ibn Abi Talib, nieto del profeta y
tercer Imam de la Casa del Profeta como sostienen los shias es de los
santuarios más importantes del shiismo y del Islam. Todos los años peregrina más de veinticinco millones de personas a ese
santuario, algo que no tiene semejanza en ninguna parte del mundo.
En la capital, Bagdad, a donde viajará el Papa, se encuentra el santuario de Kazimia
donde están enterrados dos de los doce Imames (líderes sucesores del profeta
Muhammad), el Imam Al Kazim, el séptimo Imam y el Imam Yawad, el noveno de los
Imames. Al norte de Bagdad se encuentra la ciudad de Samarra donde están
enterrados los Imames décimo y onceavo, los Imames Ali Al Hadi y el Imam Hasan
Al Askari respectivamente y donde se ocultó el doceavo Imam, el Imam Mahdi cuya
aparición esperan los musulmanes para llenar la Tierra de justicia como estaría
llena de injusticia según rezan las profecías islámicas.
Dicho esto, ¿siendo que el Shiismo es la escuela islámica que sigue
una minoría que no supera el 20 o 25% de la comunidad islámica mundial por qué
habría de ser tan importante este viaje del Papa? Porque el centro de
gravedad del mundo islámico está ubicado fundamentalmente en Irán y en Irak y
es la primera vez que un Papa se llegaría hasta este núcleo central del poder
soberano del Islam, despojado de coloniaje.
El Papa Benedicto XVI había hecho su elección acerca de con qué versión
del Islam quería relacionarse más, cuando visitó Estambul y entró a la
mezquita Azul como muestra de acercamiento y diálogo. Era la versión más
occidentalizada del Islam, la turca ex otomana. Luego el Papa Francisco daría
un paso más hacia el interior del Islam yendo
a Egipto y estableciendo un diálogo fecundo con el Mufti de la Universidad Al
Azhar del Cairo, Ahmad Tayeb, cinco veces mencionado y elogiado en la última
encíclica, Fratelli Tutti. Pero Egipto es un país dominado por Estados
Unidos, y en gran medida, la universidad, la más importante del mundo sunnita,
condicionada por la dictadura reinante del general pro norteamericano Al Sisi.
Dicho acercamiento más profundo hacia el Islam podía tolerarse por parte del
poder occidental por las condiciones de dominio sobre el gobierno militar de
Egipto.
Irak
es un país en vías de independización total de los lazos cada vez más débiles
de Estados Unidos en
la región en general y en Irak en particular. Allí se encuentra la autoridad shia más importante después del
líder de la República Islámica – el Ayatullah Jamenei – nos referimos al
Ayatullah Sistani quien preside el Centro Teológico tradicional de Nayaf y
quien diera la orden a todo el pueblo de Irak de armarse para contrarrestar la
ola terrorista del ISIS que llegó a pocos kilómetros de Bagdad y Karbalá, es
decir el corazón shiita. La orden obedecida hasta el martirio por la mayoría
del pueblo iraquí fue fatal para los ambiciosos planes de los terroristas
apoyados por Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel (según los cables
oficiales diplomáticos desclaficados de Wikileaks denunciado por Julian Assange).
En poco tiempo, con la ayuda de los
iraníes (el Comandante martirizado Suleimani fue un hombre clave en estas
victorias sobre los terroristas), limpiaron la mayoría del territorio de Irak
de estos mercenarios. Ahora en venganza
por el crimen y martirio del comandante Soleimani y el segundo comandante
de la milicia popular de Irak, Al Muhandis, las milicias populares están
obligando al resto de las fuerzas norteamericanas presentes aún en territorio
iraquí, a retirarse de Irak.
El Ayatollah Sistani no aceptó recibir a ninguna autoridad norteamericana
en los años de ocupación desde el 2003, a pesar de la insistencia de estos,
con lo cual les enseñó a los estadounidenses la fuerza y resistencia de este
gran Ayatollah Shia, que como vimos se
verá con el Papa Francisco. La máxima figura religiosa fue uno de las pocas
autoridades comprometidas que pudo sobrevivir a la dictadura anti religiosa de
Saddam Husein en los días que éste concentraba todo el poder y apoyo de Estados
Unidos para hacerle la guerra a Irán.
La visita del Papa a Irak no pudo
haberse programado sin la autorización de este hombre, el Ayatollah Sistani, lo
que representa un acercamiento y dialogo sin precedentes entre el catolicismo y
el shiismo. Existen como antecedentes el
intercambio de cartas entre el Imam Jomeini, el líder de la Revolución Islámica
de Irán y fundador de la República Islámica con el Papa Juan Pablo II.
El Papa dijo que uno de los objetivos
principales de su visita es acompañar a las comunidades cristianas en Bagdad y
en las ciudades del norte. Esas ciudades norteñas fueron las más castigadas por
los terroristas donde la presencia cristiana se remonta a los orígenes del
cristianismo.
Existe
una gran diferencia con respecto a la motivación que tenía el Papa Juan Pablo
II. Entre quienes se
opusieron a su viaje fueron los norteamericanos que sostenían que representaría
un apoyo a Saddam que ya había caído en desgracias con sus antiguos amigos.
Esta vez, la cuestión es más profunda.
Irak representa no solo la centralidad
del shiismo, sino el territorio donde el ISIS perdió la guerra y las
comunidades cristianas fueron salvadas por el pueblo iraquí pero
fundamentalmente por los shiitas. Aunque esto no sea divulgado en la gran
prensa occidental, el Papa y los cristianos iraquíes (como los sirios) lo saben
muy bien. Otras características reconocidas del shiismo son su racionalidad –
de ahí el vertiginoso desarrollo científico tecnológico e industrial de la
República Islámica de Irán – y su elevada moral y profunda espiritualidad con
la que han sabido resistir a todas las agresiones imperiales hasta el día de
hoy y no dejar de expandirse a pesar de las sanciones más severas que jamás
hayan puesto en práctica los estadounidenses según ellos mismos.
Con este viaje se inicia una nueva era en las relaciones entre el Cristianismo
católico y el Islam (el cristianismo ortodoxo tiene una relación mucho más
estrecha con el Islam por siglos de pacífica convivencia). Todos los saben y el
Papa también. Efectivamente, Irak es vecino e íntimo aliado de Irán, el
principal opositor a la hegemonía norteamericana en la región (de ahí todos los
intentos de Estados Unidos para enfrentar a estos pueblos hermanados por lazos
muy fuertes históricos y religiosos).
Es muy probable que intenten evitar
este viaje o empañarlo con sucesos que levanten una espesa cortina de renovada
islamofobia en general y shiofobia en particular. Pero este encuentro es
necesario y las tradiciones proféticas ya lo adelantaron. La religión y la
espiritualidad es fundamental en la liberación e independencia de los pueblos y
este encuentro promete ser un hito en el proceso de esa liberación. Una
antesala de muchísima trascendencia. Los hechos hablarán por sí mismos, pero
los analistas debemos saber adelantarnos y ver más allá de lo inmediato. No
podemos olvidar que en las tradiciones
islámicas el retorno de Jesús está estrechamente ligado a la venida del Imam
Mahdi, ambos líderes de parte de Dios para llenar la Tierra de justicia tal
como estaba llena de injusticia. Tal como vemos que lo está hoy en día.