Juan Archibaldo Lanus para el Diario Clarín
Al cumplirse, este 2 de abril, 40 años de la recuperación de las Malvinas, presento mi sentido homenaje a los que dieron su vida en la patriótica gesta, y a los que hoy nos honran con su ejemplo.
Cuarenta
años después, nuestros intereses nacionales enfrentan nuevos desafíos que
amenazan la seguridad internacional de la Argentina y del Atlántico Sur.
Desde entonces las
relaciones anglo-argentinas no han transitado el camino del honor, como lo
harían dos contrincantes en la guerra apelando a la cooperación franca para
resolver sus diferencias, como ocurrió muchas veces en la historia universal.
Caminamos
por sendas habitadas por la simulación y la sospecha de aparentes acuerdos que
no fueron tales, de intenciones disfrazadas, para llegar a una realidad que la
retórica de los discursos protocolares no puede disimular: los intereses de la Argentina han retrocedido mientras la ciudadela de
las míticas islas descubiertas por Bouganville, asaltadas por marinos ingleses
en 1833, se ha transformado en una fortaleza que sirve a los intereses de un
imperio global.
Mientras
que en 1982 el Reino Unido (RU) ocupaba
11.410 Km 2 y tres millas marinas alrededor de las islas, actualmente son
aprox. 438.000 Km 2 de la Zona Económica Exclusiva (ZEE); 1.070.000 Km 2 de la
reserva impuesta por los británicos alrededor de las Georgias y Sándwich;
109.993 Km 2 de la zona de conservación acordada en 1990; y el GAP de 1.900km 2
, es decir, 52% de la ZEE, según lo indicado por el experto Cesar Lerena.
Respondiendo
al error de una política argentina, el
delegado de Malvinas crea una zona de conservación (FICZ) prohibiendo el
ingreso de buques argentinos y otorga licencias que aumentan enormemente la
riqueza per cápita de las islas. Ello abre la puerta a la invasión de más de
300 buques chinos, españoles, coreanos, taiwaneses subsidiados que pescan,
con licencia inglesa en Malvinas, 250.000 toneladas o sin ella en alta mar unas
750.000 toneladas más por año de recursos del mar argentino o migratorios de
éste.
Estos
buques cuentan con el apoyo logístico
del puerto de Montevideo y de vuelos a Chile, Brasil y Uruguay. Los marcos
institucionales vinculados a la pesca han sido desactivados y ninguna fuerza
armada los apresa ni defiende nuestro mar. En 2015, el RU halla petróleo en
Malvinas y se aprueban concesiones
petroleras offshore entre las islas y la costa argentina a pesar que el
gobierno argentino en 2011 ya había establecido sanciones y restricciones
(26.659).
Varios
Acuerdos con el RU suscitaban controversias: los de Madrid (1989/90) que regulan la pesca y autorizan restricciones
militares, el Tratado de promoción de Inversiones (ley 24.184) que le otorga en
1992 importantes concesiones económicas, y otras sobre conservación de especies
consolidando su autoridad .
A
pesar de los muchos apoyos internacionales al derecho soberano de la Argentina,
nuestros intereses no están hoy mejor asegurados ni reflejados en la realidad
(Leyes 17.319, 23.774, 24.922 y otras sobre recursos naturales y derechos de
los trabajadores de la pesca). Es inexplicable cuando en 2016 el Pacto
Foradori-Duncan promete adoptar “medidas para remover obstáculos que limitan el
crecimiento económico y desarrollo sustentable de Malvinas“.
La
dignidad nacional se humilla por el
desprecio británico a las imperativas recomendaciones de las Naciones Unidas
(2065/65 3171/73, 31/49, etc.), de la Constitución Nacional y, por el avance
sin complejos del ocupante de las islas sobre los legítimos derechos
argentinos. Los cambios del orden mundial han revalorizado el carácter
estratégico de los Archipiélagos y territorios marítimos adyacentes.
El
conflicto ha dejado de ser una violación a la integridad territorial o caso colonial, para transformarse en una
amenaza a la seguridad de la Argentina, por el hecho de la instalación de
la base misilística más importante del
Cono Sur y dos puertos en Georgias y la Gran Malvina por parte del gobierno
británico, a pesar de la Zona de Paz y Cooperación que firmamos todos los
países ribereños de África Occidental y América Oriental.
La
base misilística se construyó con el intento de ser el epicentro de actividades
pesqueras, petroleras y las que se desarrrollen en la Antártida. Forma un
eslabón necesario en la estrategia global del RU, pues desde el 2004 Londres
traslada allí la comandancia militar del Atlántico Sur, violando de este modo
con la OTAN a la referida Zona de Paz.
La
“fortaleza Malvinas”, montada
sigilosamente ante una actitud displicente de nuestros dirigentes que, salvo
excepciones, han dejado avanzar la arrogante presencia británica. A la base
aérea de Monte Agradable se suma un puerto de aguas profundas, Mare Harbour
, para el amarre de buques y submarinos de propulsión nuclear y un destacamento
de más de 1200 efectivos militares custodia el equipamiento, radares de medio y
largo alcance y un sistema de defensa antiaérea y misiles que posee la British
Air Force.
Una
nueva amenaza global se cierne sobre el pueblo argentino cuando el 19 de febrero de 2021, luego del Brexit, el
primer ministro británico anunció la decisión de aumentar el 40% el arsenal
atómico y construir cuatro submarinos nucleares transporta misiles, aumentando
su participación en la OTAN.
En
el documento, el RU señaló a Rusia como el mayor desafío, pero hay otro párrafo
que nos debe inquietar: ”seguiremos
defendiendo la soberanía del RU sobre las Malvinas ... garantizando la
protección de los intereses de 3500 personas que viven allí, de acuerdo con el
principio de autodeterminación“(Global Britain. The Integrated Review of
Security,Defence, Development and Foreign Policy.British Government ).
La
historia de este arcaico y obstinado conflicto terminará con una negociación
diplomática que reintegre las islas a la Argentina. Si el RU y la Argentina
fracasan, será dirimido por una confrontación en el marco de la seguridad
global del Atlántico Sur.
Juan
Archibaldo Lanús es diplomático y escritor. Ex embajador en Francia y ex
vicecanciller. Su último libro es Libertad o sumisión. La condición humana en
el siglo XXI (Ediciones Del Dragón, 2021)