Hoy los rectores de Universidades Públicas abajo firmantes y la Confederación
General del Trabajo (CGT) nos unimos para expresar nuestra preocupación
frente a la actual realidad política, económica y social y defender, juntos, a
la Universidad pública y gratuita, así como también los derechos de todos/as
los/as trabajadores/as.
Las Universidades Nacionales
están atravesando serias dificultades
económicas y presupuestarias
debido a múltiples razones que
pueden sintetizarse en el ajuste presupuestario, en el incumplimiento y los
retrasos en los giros de los ya exiguos presupuestos y el deterioro de los salarios
e ingresos de docentes y no docentes, impidiendo el normal funcionamiento de
las universidades.
Las dificultades se agravan en medio de una crisis económica que se
expresa de un modo contundente en la microeconomía con los aumentos de tarifas
de los servicios públicos, la falta de
infraestructura adecuada de
transporte, los efectos de la inflación creciente sobre los salarios de los
trabajadores, los precios de los insumos y los servicios.
Las restricciones a los
presupuestos de obra pública en las
universidades deterioran notablemente
la infraestructura edilicia y
repercute negativamente sobre la calidad educativa.
Esta delicada situación atenta
contra el normal funcionamiento de nuestras instituciones y pone en peligro la
continuación de las actividades de docencia, investigación y extensión, afectando
así el derecho a la educación de toda la población.
La comunidad universitaria ha realizado un gran número de reclamos al
respecto al Ministerio
de Educación de la Nación, incluyendo movilizaciones y acciones
gremiales.
Los rectores abajo firmantes y
la Confederación General del Trabajo (CGT) consideramos que las Universidades
Nacionales constituyen una herramienta fundamental en la construcción de una
sociedad más justa e igualitaria.
El carácter público y no arancelado de las
Universidades, permite que millones de trabajadores/as e hijos/as de
trabajadores/as accedan a la educación superior que les es negada mediante innumerables
barreras económicas en otros países de la región y el mundo.
El sistema universitario
público argentino se caracteriza por su calidad y su firme compromiso
con la movilidad social ascendente y la democratización del
conocimiento.
La creación de la Universidad Obrera Nacional, de la cual
se están cumpliendo setenta años, es una muestra más de la férrea unión que
existe entre la clase trabajadora y el sistema universitario en nuestro país.
Por estas razones entendemos
que para contribuir a la igualdad de
oportunidades y a la equidad social, se deben continuar y profundizar los
programas de apoyo y de fomento del ingreso y permanencia de los/as
trabajadores/as y sus hijos/as en las aulas. Para lo cual creemos necesario
avanzar en una actualización
de los montos de los distintos tipos de becas existentes.
Además, consideramos que para
trabajar en pos de una sociedad más justa e igualitaria es preciso apoyar el
fortalecimiento de las Universidades, para lo cual solicitamos que se protejan los
derechos laborales de sus
trabajadores/as mediante la formulación de acuerdos de efectivo cumplimiento,
tendientes a garantizar la recomposición salarial frente a la creciente inflación,
que como mínimo aseguren que no continúe cayendo el poder adquisitivo de sus salarios.
Asimismo, creemos fundamental
para el correcto funcionamiento educativo, que el Gobierno Nacional garantice
las partidas presupuestarias para el ejercicio pleno de todos los derechos incluidos
en los Convenios Colectivos de Trabajo
del sector docente (Decreto 1246/2015) y no docente (Decreto 366/06).
Las Universidades argentinas
son instituciones de gran prestigio en
nuestra sociedad y constituyen una pieza fundamental para el desarrollo local,
regional y nacional de nuestro país. En cada localidad en la cual están
insertas, producen una sinergia fundamental con el conjunto de actores
responsables de la producción, el trabajo y los agentes sociales y cooperativos.
Su rol indelegable en la formación de trabajadores/as profesionales,
técnicos/as y científicos/as resulta estratégico ya que contribuye a elevar las
cadenas de valor y a desarrollar la industria.
Las Universidades son, además,
ámbitos fundamentales en la formación, promoción y divulgación de las artes, el deporte y de las diversas
manifestaciones culturales que forjan la identidad nacional, multiétnica,
popular, federal y democrática de la República Argentina.
Seguiremos bregando para que la clase dirigente se persuada
definitivamente de la importancia que supone mantener en el tiempo las
políticas educativas de Estado, dejando en un segundo plano las diferencias de
perspectivas de partidos, ideologías o credos, propias de cada Gobierno.
Abrazamos la declaración de la “III Conferencia Regional
de Educación Superior (CRES) para América Latina y el Caribe”, que a 100
años de la Reforma de 1918 declaró que “el acceso, el uso y la democratización
del conocimiento es un bien social, colectivo y estratégico, esencial para
poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir
de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación
social y la integración regional solidaria latinoamericana y caribeña”, a la
espera de que se normalicen las situaciones arriba descriptas.