Entrevista al economista
histórico del MTA: "Néstor fue un peronista cabal. Pensó y actuó como
tal", enfatizó.
Redacción T&E
Cristina es la mejor de nosotros,
los peronistas", afirma Carbonetto. Sostiene que en la Argentina de hoy no
existen situaciones económicas graves y que el gran problema es político. La
puja, sostiene, es por quién va a conducir el destino del país los próximos 20
años.
–Varios años han pasado desde su
propuesta en 2001 para salir de la Convertibilidad. ¿Cómo ve la actualidad del
modelo?
–Bien. Muy bien. Es otro país. La
de los últimos diez años es la mejor gestión política económica desde Perón.
Claro con alzas y bajas, errores y aciertos, como en cualquier gestión, pero no
se puede dejar de ignorar que en la década se crearon más de 5 millones de
empleos, se incorporaron a más de 2,5 millones de personas a la jubilación, se
fundaron más de diez universidades, se recuperaron la ANSES, YPF y Aerolíneas
Argentinas, se creo el Fondo del Bicentenario, la AUH, el Pro.Cre.Ar, el
Progresar, se logró modificar la carta orgánica del BCRA y, sobretodo, fue
fundamental haber recuperado los convenios colectivos que permiten regular la
puja distributiva. Esto es un cambio estructural sin precedentes, similar al
que hicieron Perón y Evita. En suma, no se trata de un modelo. Se trata de un
nuevo proyecto social que intenta transformar la Argentina. Transformar
una economía agraria en una economía industrial, una sociedad oligárquica en
una sociedad democrática, una sociedad excluyente e individualista en una
sociedad inclusiva y solidaria, un proyecto dependiente en un proyecto de
independencia e integración latinoamericana. Se están sentando las bases para
que cada niño que nazca en nuestro país tenga las oportunidades de seguridad
alimentaria, educación y vivienda digna que le permitan pensar y soñar con un
destino feliz. Recurriendo a las palabras de la presidenta de la nación
"se trata de generar más valor agregado en aquellas áreas donde las
condiciones actuales nos benefician y la perspectiva de futuro nos apremia como
dirigentes para hacer las cosas bien".
–Linda definición.
–Sí, sin dudas la mejor entre
nosotros. Digo, los peronistas.
–Pero, ¿usted no cree que hoy
estamos en estanflación?
–(Se ríe) Permítame. Hay un
sector de la sociedad que se queda con el viernes y no mira el lunes. A mí
también me pasó. Yo tuve que salir del país en los setenta porque pensaba
distinto, tengo 70 años, en mi vida fui asesor de Velazco Alvarado, del primer
gobierno de Alan García, de Duhalde en el momento que hacia implosión la Convertibilidad. De
todas estas experiencias aprendí muchas cosas. Pero sobre todo que la política,
es decir la correlación de fuerzas de un grupo social con otro para llevar
adelante un proyecto de sociedad, pesa más que las limitaciones u oportunidades
económicas. ¡En la Argentina hoy no existe ningún problema económico demasiado
grave! ¡El gran problema es político! ¡La puja por quién va a conducir el
destino del país los próximos 20 años. ¿Volvemos a los noventa aggiornados o se
profundiza la tarea hercúlea realizada por Néstor y Cristina en la última
década? Le contesto no desde mi formación académica sino de mi experiencia
militante.
–¿Usted fue asesor de Néstor
Kirchner?
–No, ¡me hubiera gustado!
–Pero lo aplicado en los últimos
diez años es gran parte del modelo económico que usted pregono desde el Centro
de Estudios del MTA. Y algunos dicen que es su modelo
–(Sonrisas). No es así. Es más
simple. Soy peronista. Pienso y actuo como peronista y mi propuesta estaba
basada en el modelo de Perón. Néstor fue un peronista cabal. Pensó y actuó como
tal.
–¿Podría ser más específico?
–Es fácil. El neoliberalismo
sostiene que su enfoque de la economía es una ciencia objetiva pero en los
hechos aparece como un dogma que no se puede negar ni hace falta demostrar. Es
casi como una religión y así lo reconocen algunas universidades y lo aplican
algunas empresas. Nosotros nunca entendimos la economía de esa manera.
–¿Usted dice que duda de la
academia por Harvard y Cambridge?
–¡Claro, por supuesto, ¡a eso
dediqué mi vida! Los peronistas pensamos que quien tiene el poder define o al
menos influye en gran parte de la historia. Esta idea está presente en cada uno de
nuestros militantes, en cada sindicato, en cada unidad básica. La economía es
apenas un subsistema de la política.
–Aun así, no cree que la
inflación unida a la devaluación del primer trimestre se transforman en un
ajuste de los que usted siempre criticó?
–Mire, no existe economía que
quiera crecer aceleradamente que no deba asumir algunos puntos de inflación,
sino lea a Paul Krugman en sus ultimas declaraciones al respecto de EE UU Y la CEEU. Lo que está en
juego es la discusión de un proyecto nacional. La entrega o la soberanía. Siempre
se trató de eso. Cuando la oligarquía terrateniente y financiera intentan una
corrida cambiaria, cualquier economista que conozca los multiplicadores del
ingreso y monetarios sabe como proceder. En mi opinión procedieron bien. Se
puso un nuevo valor al tipo de cambio y se confió en la puja distributiva. Para
eso están los convenios colectivos.
–¿Qué me dice de la restricción,
externa, de la falta de dólares?
–La falta de dólares es un mito
neoliberal. Eso es falso.
–Pero, ¿la restricción externa
para usted no pesa?
–Sí, por supuesto, ya lo explican
muy bien Diamand, Setti, Curia y otros grandes economistas del proyecto
nacional. Otros lo sufrimos como yo particularmente en el Perú después de años
de neoliberalismo o el compañero Moreno aquí en el segundo período del
kirchnerismo. Pero no se debe confundir una restricción de corto plazo con una
de largo.
–¿No se entiende? ¿Hay o no, una
restricción externa?
–Me explico. Cuando usted se hace
cargo de una sociedad que sufrió por un largo periodo el neoliberalismo se
encuentra con una ventaja. Elevado desempleo y sistema empresarial
subutilizado. En estas circunstancias basta con producir un reflujo de la
demanda (Keynes). Eso alcanza para elevar el nivel de ventas de las empresas,
el empleo, la actividad y acercarse al pleno empleo. Pero luego vienen los
problemas.
–¿Cuáles son esos problemas?
–El de la política y el proyecto
social y económico que se quiere llevar adelante. En este dilema es central
tener en cuenta la productividad del trabajo en términos relativos al contexto
internacional y a las circunstancias históricas. Sin tener en cuenta estas
variables es sumamente complicado abordar los problemas, entre ellos, el de la
restricción externa. A la Argentina le sobran dólares, de su producción
agropecuaria, de su producción minera y de su potencial energético. Vaca muerta
será, ya lo está siendo, no sólo la autosuficiencia energética sino también en
términos de cuenta corriente dos veces o mas lo que fue la soja. Existen
reservas de gas y petróleo, comprobadas y extraíbles, equivalentes a siete PBI
argentinos. Es una dimensión enorme. Una oportunidad y una amenaza.
–¿Podría decirse que para usted
no es importante la economía?
–Todo lo contrario, la economía
es fundamental para el presente y el futuro de nuestra Nación. Lo que le estoy
señalando es que el neoliberalismo, que se ha presentado como ciencia de la
economía, al menos en los últimos 35 años, ha fracasado sucesivamente para
explicar la historia. Es
un paradigma caduco pero su sustitución demandará tiempo Se le han aplicado
sucesivos parches y conduce siempre e inexorablemente a lo mismo: Recesión y
crisis. Es hora de remover el paradigma en sus propias bases y reconocer, como
mencionamos al comienzo, que la economía es un subsistema de la política, no al
revés, es decir que el diseño del destino común no puede estar en las manos del
mercado.
De:
http://tiempo.infonews.com/nota/132155/la-mejor-politica-economica-desde-peron-es-del-kirchnerismo