Por Omar Dalponte
El proceso de cambios favorable al
crecimiento de nuestro país que con toda justicia ha beneficiado a los sectores
populares de la Argentina, lleva once años y evidentemente no está desvinculado
de la realidad internacional, especialmente de la realidad latinoamericana.
Nunca antes en nuestra historia los lazos de fraternidad con los países
hermanos, a nivel de pueblos, han sido tan fuertes como los que hemos
estrechado en esta última década. No tienen antecedentes la unidad y
solidaridad tan sólidas de nuestros Presidentes de la Patria Grande como las
alcanzadas,en determinados momentos de la historia reciente, por Néstor Kirchner
y Cristina Fernández, Lula da Silva y Dilma Rousseff con Rafél Correa, Evo
Morales, Michelle Bachelet, José Mugica, Tabaré Vazquez, Fernando Lugo, Hugo
Chavez, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Fidel y Raúl Castro. Aún está fresco el
recuerdo del triunfo contra el ALCA en 2006 y la magnífica acción de paz por
gestión de Néstor Kirchner quien en 2007 se internó en la selva colombiana
logrando la liberación de rehenes. También está vivo en el recuerdo el hecho
protagonizado por este ex Presidente argentino en el año 2010 cuando,
literalmente, evitó la guerra entre Colombia y Venezuela, naciones hermanas que
cuentan, tal vez, con los dos Ejércitos más desarrollados de América del Sur.
Todavía, entre otras cosas, está muy presente el episodio no menor de la actitud
solidaria de la Argentina hacia Honduras ocurrido en 2009 y la solidaridad de
todos los Presidentes democráticos con el pueblo hondureño. En aquella
oportunidad la Presidenta argentina decidió retirar el reconocimiento
diplomático a la Embajadora de Honduras en nuestro país, Carmen Eleonora Ortez
Williams "por el apoyo público que la diplomática dio al Golpe de Estado
que el 28 de junio de aquel año derrocó en su país al Presidente constitucional
Manuel Zelaya y puso en su reemplazo a Roberto Micheletti".
Nunca olvidarán los pueblos de
Latinoamérica la disposición y el poder de convocatoria de la Presidenta
Cristina Fernández cuando por el quiebre del régimen democrático de Honduras,
reunió a varios Presidentes en un frente común por la libertad y la democracia.
Estos hechos puntuales, inéditos en nuestra América, fueron -entre otros
cercanos- grandes eslabones en la cadena de fuerte amistad labrada en diez años
de ganancia honorable para todos en nuestro Continente. Ahora esta amistad que
debemos preservar como un bien muy preciado, es necesario trasladarla al futuro
para que las nuevas generaciones la sostengan en el tiempo y hagan realidad
concreta el eterno sueño de la Patria Grande. No es tarea fácil. No transitamos
un camino recto y despejado sino que en él hallamos y hallaremos miles de
escollos que las oligarquías locales, los poderosos grupos económicos y
financieros, el imperialismo yanqui y las grandes corporaciones que reinan en
gran parte del mundo colocan y colocarán por delante. Las potencias coloniales
tratarán por todos los medios de impedir la real unidad e Integración
latinoamericana y caribeña porque las inmensas riquezas existentes en nuestra
América son un bocado que históricamente han tratado de robarnos. Ante el afán de los países dominantes
por arrebatarnos los recursos naturales -el agua, el petróleo y los alimentos
preferentemente- habremos de prepararnos para una lucha muy difícil y los
mejores senderos a seguir son los que conducen a la unidad y la Integración de
nuestros pueblos. En este tiempo del pasado cercano han ocurrido situaciones
favorables y adversas. Ahora mismo los platos de la balanza pueden volcarse
para uno u otro lado y en este momento de definiciones es útil revisar alguna
cosas.
Los fallecimientos de Néstor Kirchner y
del comandante Hugo Chávez fueron dos golpes muy dolorosos. Honduras y
Paraguay, por sendos Golpes de Estado, han sido desviados del camino que Zelaya
(con sus limitaciones) y Lugo habían emprendido. Venezuela es un objetivo que
el imperialismo quiere destruir contando con la complicidad de sus aliados
locales. Hoy los inconvenientes para llevar adelante la revolución bolivariana
son inmensos con el agravante de que Maduro no es Chávez y la ausencia de un
liderazgo como el del Comandante se hace sentir en grado superlativo. Contra
Dilma Rousseff hay una escalada desestabilizadora que en este último tiempo
activó no pocas alarmas en Brasil y especialmente en el Partido de los
Trabajadores (PT). La presente nota fue entregada antes de las elecciones
realizadas en Colombia el domingo 15 de junio pero anticipamos que el resultado
de esta jornada electoral será decisivo para el futuro de la Región. El triunfo
de Juan Manuel Santos puede ayudar a mantener la estabilización en la zona, en
cambio si el ganador es Oscar Iván Zuluaga existe la posibilidad de un
enfrentamiento con Venezuela que EU no desaprovecharía y cuyas consecuencias
pueden ser terribles. Las miradas hacia lo positivo permiten
ver en el escenario latinoamericano y caribeño realidades valiosas. Cuba, con
su presencia rectora, sigue siendo un faro. La recuperación del gobierno de
Chile por Michelle Bachelet, habiendo desplazado rotundamente a la derecha, ha
sido un acontencimiento realmente importante. El reciente triunfo de Sanchez Cerén
en El Salvador seguramente reforzará los diálogos y acuerdos desde América
Central hacia el Sur y la candidatura de Tabaré Vázquez en Uruguay resulta
esperanzadora para la etapa que viene en la política rioplatense. ¿Triunfará el
Frente Amplio uruguayo en las próximas elecciones? Un dato a tener en cuenta
respecto a los cambios operados en nuestra América: Salvador Sanchez Cerén en
El Salvador, José Mugica en Uruguay y Daniel Ortega en Nicaragua son antiguos
combatientes de organizaciones armadas revolucionarias que han llegado a la Presidencia por vía del voto popular. Las luchas honestas siempre, en
definitiva, son reconocidas por los pueblos.
En nuestro país los ataques contra el
gobierno de Cristina Fernández son permanentes pero siempre se encuentran con
muros muy difíciles de vulnerar. Además las perspectivas electorales del Kirchnerismo son buenas, la Presidenta cuenta con el respaldo de millones de
argentinos, todos los días produce hechos muy significativos y el último, muy
reciente, es el de la expansión del ramal del ferrocarril San Martín -el
primero en 20 años-con la habilitación de dos estaciones - Manzanares en Pilar
y Cabred en Lujan- que facilitarán el traslado, desde esta localidad hasta
Retiro de miles de pasajeros. Con la incorporación de 24 nuevas locomotoras y
160 flamantes vagones el ferrocarril San Martín tendrá una extensión de 70
kilómetros. El mejoramiento ferroviario continuará y proximamente se verá
concretado en los ferrocarriles Roca y Sarmiento. Queda claro que estamos muy
lejos del "ramal que para ramal que cierra" de la negra época
menemista. Si el Kirchnerismo gana en 2015, Tabaré
se impone en Uruguay y se logra derrotar a Zuluaga en Colombia, sin duda
cantarán alegremente los gallos de la democracia en estas partes del mundo y
continuaremos rumbo al progreso. Veremos.