Entrevista para Infobae por Darío Mizrahi y Sofía Benavides
12 de Septiembre de 2020
EN UN ARTÍCULO PUBLICADO EN ABRIL, DIJO QUE COMO EL COVID-19 OPERA DE MANERA DIFERENCIADA SEGÚN LA EDAD, LAS MEDIDAS PARA CONTENERLO TAMBIÉN DEBÍAN SER DIFERENCIADAS, Y QUE, DE LO CONTRARIO, SE PERDERÍAN VIDAS INNECESARIAMENTE. ¿PODRÍA EXPLICAR POR QUÉ UN CONFINAMIENTO GENERAL CAUSARÍA MÁS MUERTES QUE UNA ESTRATEGIA DIVERSIFICADA POR EDADES?
Hay muchas cosas que no sabemos del COVID-19, pero una cosa que sí
sabemos es que hay una enorme diferencia en la mortalidad según la edad. No es que los jóvenes no se contagien, pero
son principalmente los mayores quienes mueren por esta enfermedad. Las personas
de más de 70 años tienen un riesgo de morir mil veces mayor que los niños. De
hecho, entre los más chicos, el COVID-19 es más leve que la influenza
estacional. En cambio, entre los mayores, es mucho peor que la influenza.
Si no se toma ninguna medida se va a infectar la misma proporción de cada grupo
etario hasta llegar a la inmunidad de rebaño. Y, si se aplica una cuarentena
general, universal, también habrá jóvenes y viejos infectados. En ambos casos
hay muchas personas grandes contagiadas y, por eso, muchas muertes. Sin embargo, si protegemos a los mayores y
a otros grupos expuestos a grandes riesgos, pero los más jóvenes viven con
normalidad, cuando alcancemos la inmunidad de rebaño tendremos más contagiados
entre los jóvenes y menos entre los grandes. Entonces, la mortalidad total será
menor. La clave para mantenerla baja es proteger a los mayores mientras la
pandemia está asolando, asegurándose de que no se prolongue demasiado, porque
entonces ya no se los podrá cuidar. Solo es posible hacerlo exitosamente por
una cierta cantidad de tiempo.
¿ESO SIGNIFICA QUE PARA PREVENIR MÁS MUERTES ES IMPORTANTE ALCANZAR
CIERTA INMUNIDAD LO ANTES POSIBLE?
La inmunidad de rebaño es inevitable, así que no hay razón para
posponerla a propósito. Sí sirve para no sobrecargar el sistema de salud, así
que aplanar la curva al comienzo de la epidemia fue una buena meta y casi todos
los países tuvieron éxito en eso, salvo el norte de Italia, parte de España y
quizás algunos otros. Eso fue muy importante, porque permitió que todos los
enfermos reciban el tratamiento adecuado. Pero más allá de eso, no hay motivo para empujar la pandemia
hacia el futuro. Uno podría argumentar que si se la pospone algunas personas
que hubieran muerto ahora sobrevivirían algunos meses más, pero eso no se
sostiene como razonamiento de salud pública, porque al empujar hacia adelante
la población va a envejecer seis o 12 meses, lo que significa que todos van a
tener un riesgo levemente superior más tarde. Por otro lado, en temas
sanitarios no relacionados con el COVID, como el cáncer, demorar los chequeos
significa no detectar casos. Alguien que podría haber sobrevivido 10 o 20 años,
podría terminar muriendo en tres o cuatro por no haberse hecho el monitoreo a
tiempo. Además, la vacunación de los niños está en baja, y hay problemas
cardiovasculares y de salud mental que están siendo agravados por las cuarentenas,
y que son mucho más severos cuanto más se prolongan.
DE ACUERDO CON SU PROPUESTA, ENTONCES, EL ESCENARIO MÁS SEGURO SERÍA
QUE LOS JÓVENES SALGAN Y CORRAN RIESGOS, Y LOS MAYORES SE QUEDEN EN SUS CASAS.
¿SE PUEDE CONSIDERAR JUSTA ESA ESTRATEGIA PARA LOS MAYORES, O IMPONER RESTRICCIONES
POR EDAD PODRÍA SER VISTO COMO UNA FORMA DE DISCRIMINACIÓN ETARIA?
Es el COVID-19 el que discrimina por edad porque los mayores
enfrentan riesgos muy superiores. Pero supongo que la discriminación en las
medidas puede verse de dos maneras. Por un lado, como que los mayores tienen
que quedarse en sus casas mientras que los jóvenes pueden vivir sus vidas
normalmente. Y eso se podría hacer voluntariamente o a través de medidas
legales. Por ejemplo, los bares tienen restricciones por las que hay que tener
más de 21 años para entrar, así que se podría restringir el ingreso a los
mayores de 60 años. Por otro lado, también podría verse como una discriminación
contra los jóvenes dejar que los mayores se queden seguros y protegidos,
mientras que ellos tienen que correr un riesgo, que es pequeño, pero que sigue
siendo un riesgo, para generar la inmunidad que eventualmente protegerá a los mayores.
Creo que la discrimininación por edad
puede ir en ambas direcciones. En lo que respecta a los jóvenes, cuando hay una
guerra se los envía a ellos, así que esa también es una forma de discriminación
etaria. Por supuesto, el riesgo del COVID-19 es mucho más bajo que ir a la
guerra.
DESDE EL COMIENZO DE LA PANDEMIA SE HA HABLADO MUCHO DE PROTEGER A
LOS ANCIANOS, PERO EN NINGÚN PAÍS PARECE HABERSE LOGRADO ESE OBJETIVO. ¿TIENE
ALGUNA RECOMENDACIÓN PARA PROTEGER A ESTE GRUPO?
Hay una serie de medidas concretas para protegerlos. Por ejemplo,
para aquellos que viven solos, debería implementarse un sistema concreto para
que alguien les haga las compras y se las entregue de forma segura, así no
tienen que ir al supermercado. Para aquellos que viven en asilos y que
necesitan ser cuidados por otros, las autoridades deberían ocuparse de que los
trabajadores no infecten a los residentes, quizás priorizando que los atiendan
quienes ya se han infectado previamente y tienen anticuerpos. Podría ser una
forma de seleccionar al personal. Para aquellos que aún no se han enfermado,
quizás se podría implementar un mecanismo de testeo frecuente. También para
visitantes o familiares de los residentes sería bueno implementar un sistema de
testeos previo a las visitas, para que puedan verlos incluso en esta situación.
Y EN EL CASO DE LOS HOGARES DONDE VIVEN FAMILIAS CUYOS MIEMBROS
TIENEN DISTINTAS EDADES, ¿QUÉ RECOMIENDA?
Creo que el mayor problema
son esos hogares “multigeneracionales”. En Suecia
se hizo un estudio sobre personas de más de 70 años en Estocolmo. Se comparó a
aquellos que viven con alguien de alrededor de 65 años, que también está
retirado, con aquellos que viven con familiares en edad de salir a trabajar. En
el grupo de los que viven con personas en edad laboral las cifras de mortalidad
fueron más altas que en el otro. Que
haya niños en la vivienda no aumentó el riesgo de los mayores de 70 años, los
niños no son el problema. Pero los trabajadores sí lo son. De alguna forma,
si existe la posibilidad de hacer algún tipo de separación podría ser muy
bueno. Por ejemplo, disponer de hoteles para la gente mayor. O, si viven con
gente joven, que se muden con familiares de su mismo rango etario: es más
seguro vivir con un hermano o hermana, que con hijos y nietos.
TENIENDO EN CUENTA QUE PARA LOS NIÑOS EL COVID-19 ES UNA ENFERMEDAD
MÁS LEVE QUE LA GRIPE, ¿POR QUÉ TANTOS PAÍSES SE SIGUEN OPONIENDO A LA APERTURA
DE ESCUELAS? SOBRE TODO CON EL EJEMPLO DE SUECIA, DONDE PERMANECIERON ABIERTAS
Y NO SE REPORTARON MUERTES DE JÓVENES EN EDAD ESCOLAR, Y LA TASA DE RIESGO DE
LOS DOCENTES ESTUVO EN EL PROMEDIO DE LAS DEMÁS PROFESIONES.
Desde un punto de vista científico es algo muy, muy sorpresivo. No hay razones científicas ni de salud
pública para mantener las escuelas cerradas. ¿Para qué hacemos ciencia? Si
quieres saber qué consecuencias tiene la exposición a algo hay que mirar a
aquellos que han estado expuestos. Por ejemplo, si quieres saber si funciona
una vacuna hay que estudiar a aquellos que fueron vacunados. En materia de la apertura de escuelas, los
que estuvieron expuestos al virus fueron los niños suecos. Fueron a la
guardería, a la primaria y a la escuela media, desde el primer año de vida
hasta los 15, porque permanecieron abiertas a lo largo del pico de la pandemia.
Y tienes razón, en ese 1.8 millón de niños no hubo ninguna muerte por COVID-19.
Hubo algunas hospitalizaciones e internaciones en unidades de cuidados intensivos
(menos de diez en todo el país), pero fue menos severo que una temporada anual
de gripe. Además, cuando observamos qué pasó con los docentes, no se registró
un exceso en el riesgo comparado a la media de otras profesiones. Obviamente,
un docente puede ir a la escuela y contagiarse de un colega, como la gente que
trabaja en otras profesiones. Pero no hubo un riesgo extra, en comparación.
¿PODRÍA EXPLICAR, ESPECÍFICAMENTE, CUÁL SERÍA UNA FORMA SEGURA DE
REABRIR LAS ESCUELAS? ¿QUIÉNES DEBERÍAN IR Y QUIÉNES NO? ¿TODOS LOS NIÑOS Y
PROFESORES, O ALGUNOS SÍ Y OTROS NO? ¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Suecia hizo las cosas bien, con una excepción. Se dictaron clases
normales y si un niño tenía síntomas, como tos o congestión nasal, se le pedía
que se quede en su casa. Si los síntomas
aparecían en la escuela, era enviado directamente a la casa. Esa es una
buena regla. Se mantuvieron clases con el tamaño normal, de 20 o 30 niños, pero
sin grandes aglomeraciones. Se hacía una limpieza adicional de las superficies,
lo que es bueno ante cualquier enfermedad infecciosa. Se realizaron algunas clases al aire libre cuando el tiempo era bueno,
lo cual no sé si ayuda demasiado, pero no daña y es bueno estar afuera. No se
impuso el uso de mascarillas, ni otras barreras, y los niños podían correr y
jugar normalmente. Eso es importante para su salud mental y física. Lo
único que haría diferente a Suecia es proteger
a los docentes que tienen más de 60 años, y que enfrentan riesgos mayores.
Creo que sería prudente que ellos puedan trabajar desde sus casas de alguna
manera. Quizás podrían tomarse un año o ayudar con exámenes y ensayos. Quizás
puedan proveer asistencia a los maestros más jóvenes, ser sus mentores. Pero
creo que los docentes de más de 60 años deben tener la oportunidad de trabajar
desde sus hogares. Los que están en sus 20, 30 o 40 años tienen muy bajo
riesgo, así que no me preocuparía por ellos.
ENTRE ABRIL Y MAYO, SE CONFIRMARON EN ESTADOS UNIDOS CERCA DE 1,6
MILLÓN DE CASOS DE CORONAVIRUS Y UNAS 105.000 MUERTES. ENTRE JULIO Y AGOSTO, EN
LA LLAMADA SEGUNDA OLA, SE REPORTARON 3,6 MILLONES DE CONTAGIOS, PERO UNAS
57.000 MUERTES. ¿CÓMO SE EXPLICA QUE CON MÁS DEL DOBLE DE INFECCIONES MUERA LA
MITAD DE LAS PERSONAS QUE ANTES?
Es por el testeo. En las primeras etapas de la pandemia solo se
testeaba a las personas que estaban muy enfermas. Y se las testeaba porque era
importante saber si tenían COVID-19 u otra cosa para definir el tratamiento.
Después empezó a haber más testeo. Entonces, se encuentran estos casos
levemente sintomáticos o asintomáticos. No estoy convencido de que ahora haya
más casos, sino que ahora se encuentran más. Probablemente hubo menos casos en
el verano (boreal) que en el pico de la pandemia.
Y MÁS ALLÁ DE ESO, ¿ES POSIBLE QUE LA TASA DE LETALIDAD SEA MÁS BAJA
AHORA?
Creo que probablemente la proporción de gente que se infecta es más
joven ahora. Al principio no sabíamos cómo cuidar a los mayores, y ahora
mejoramos un poco. Así que supongo que los que se están contagiando ahora
tienen un promedio de edad inferior, lo que significa que la tasa de letalidad
de la infección es más baja. También podría haber otras explicaciones, pero la
edad sería la primera para explorar y hacer estimaciones.
¿QUÉ OTRAS EXPLICACIONES TIENE EN MENTE?
Podría haber mejoras en los tratamientos, por ejemplo. Con la
experiencia, para los médicos deja de ser una nueva enfermedad y aprenden cómo
tratar a los pacientes.
EN UN ARTÍCULO RECIENTE CUESTIONÓ LA REALIZACIÓN DE TESTEOS MASIVOS
A PERSONAS JÓVENES Y SANAS, Y LO QUE DENOMINÓ UNA “OBSESIÓN” POR BUSCAR CASOS
ASINTOMÁTICOS. ¿PODRÍA EXPLICAR POR QUÉ CREE QUE ES UN ABORDAJE EQUIVOCADO?
No creo que sirva de nada. Si
un niño es asintomático, pero positivo, no causa ningún daño que siga yendo a
la escuela. Si tiene tos o congestión nasal, entonces debería ser enviado a su
casa, pero no necesitamos un test para eso. Y lo que puede ocurrir es que,
como algunas personas están muy asustadas, se detectan dos casos y se empiezan
a cerrar las escuelas, como está pasando ahora en algunos países. Pero los
niños necesitan ir a clase, porque es importante que aprendan. Así que los
efectos perjudiciales de dejar de ir son mayores. Hay dos excepciones en las
que sí creo que sirven los test. Si una
persona joven visita a su abuelo, creo que tendría sentido que se testee antes
para asegurarse de que no lo contagiará. Otra excepción son las pruebas
aleatorias con el objetivo científico de descubrir la prevalencia de la
enfermedad. Como hay que seleccionar a la gente al azar para hacer una
buena estimación, tiene sentido testear a toda la población, jóvenes y viejos.
ANTES MENCIONÓ LA INMUNIDAD DE REBAÑO. QUIENES LA CRITICAN DICEN QUE
MUCHA GENTE TENDRÍA QUE MORIR PARA QUE LA SOCIEDAD LA ALCANCE. ¿ESTÁ DE ACUERDO
CON ESO? ¿EXISTE UN RIESGO TAN ALTO DETRÁS DE LA INMUNIDAD DE REBAÑO?
Hay un malentendido con la inmunidad de rebaño. Algunas personas lo ven como una estrategia, pero no lo es. Es un hecho
científico que sabemos que existe, como la fuerza de la gravedad en el campo de
la física. Sea cual sea la estrategia que usemos contra el COVID-19,
eventualmente vamos a llegar a la inmunidad de rebaño. Ya sea a través de una vacuna, que es la mejor manera, o a través de la
infección natural. Si la pregunta es si va a morir mucha gente, la
respuesta depende de si aquellos que se infectan son principalmente gente
mayor. En ese caso sí, muchos van a morir porque tienen más riesgo. Pero, si
son principalmente los jóvenes los que se infectan hasta generar la inmunidad
de rebaño, pocos van a morir. Así que cuanto mejor protejamos a los más
grandes, mientras dejamos que los jóvenes vivan con normalidad, vamos a tener
menos muertes. Cuando algunas personas que no son epidemiólogos de enfermedades
infecciosas calculan cuántos morirán, asumen que todos los grupos de edad se
van a contagiar en la misma proporción y eso está mal. Asumen una estrategia
que es muy subóptima.
POR LO QUE SABE LA CIENCIA SOBRE EL COVID-19, ¿QUÉ PORCENTAJE DE LA
POBLACIÓN DEBERÍA CONTRAER EL VIRUS PARA ALCANZAR LA INMUNIDAD DE REBAÑO?
Nadie sabe el porcentaje necesario para alcanzar la inmunidad de
rebaño y es imposible saberlo. Ningún epidemiólogo respetable daría un número
determinado. Es diferente en distintos lugares. En las áreas urbanas las
personas tienen más contactos, ven a más gente. En las rurales, están más
aisladas. Así que en zonas urbanas necesitamos un porcentaje mayor al que
necesitamos en las rurales. También depende de quién se infecta. Si se contagia
y desarrolla inmunidad un viajante, alguien que se mueve mucho y se encuentra
con muchas personas, previene la propagación de la enfermedad. Pero si es
inmune un anciano que vive solo en su casa, no sale demasiado y no se ve con
mucha gente, no serviría para la inmunidad de rebaño. Así que si aquellos que
propagan más la enfermedad se contagian y desarrollan inmunidad, entonces el
umbral es más bajo. Si es gente que no se ve con otros la que se infecta, el
umbral va a ser más alto. En ese sentido, es una situación ideal la que se
presenta con el COVID-19, porque los adultos jóvenes, que son las personas que
corren menores riesgos, son también quienes más lo diseminan.
EN UN ARTÍCULO RECIENTE COMPARÓ AL MOVIMIENTO ANTIVACUNAS CON LAS
OPINIONES CONTRARIAS A LA INMUNIDAD DE REBAÑO. ¿POR QUÉ?
Entre los epidemiólogos hay cierta frustración con aquellos que no
quieren vacunar a los niños, porque las vacunas salvan millones y millones de
vidas en el mundo. Pero es necesario que muchos se vacunen para alcanzar la
inmunidad, porque hay algunas personas que, por una razón u otra, no podrán
vacunarse. Por ejemplo, niños enfermos de cáncer, que tienen el sistema inmune
comprometido. Los antivacunas suelen ser personas educadas, pero los menos
instruidos son más inteligentes en cuanto a las vacunas. Creo que es la misma situación con los anti-rebaño, que son personas
educadas que tratan de protegerse a sí mismas trabajando desde su casa,
mientras es la clase trabajadora la que tiene la carga de generar la inmunidad
de rebaño, que por otro lado es inevitable. Estamos protegiendo a los
jóvenes profesionales, a los banqueros, a los periodistas como ustedes, a los
científicos como yo, que podemos trabajar desde nuestras casas y estamos
protegidos, mientras que personas mayores de clase trabajadora viajan en autobús
y trabajan en los supermercados, exponiéndose, enfrentando más riesgos. Tanto
los antivacunas como los anti-rebaño, que son los más educados y con más
recursos, se aprovechan de las personas que vacunan a sus hijos y de aquellos
que se ven forzados a exponerse al virus. La pandemia de COVID-19 y el
confinamiento es el mayor asalto sobre la clase trabajadora en muchas décadas.
MUCHOS DE LOS PAÍSES QUE IMPUSIERON CONFINAMIENTOS TEMPRANOS DESPUÉS
DE UN PERIODO DE CIERTO ÉXITO EXPERIMENTARON GRANDES REBROTES, JUSTO EN EL
MOMENTO EN QUE EL ENCIERRO SE VOLVÍA MÁS INSOSTENIBLE PARA LA MAYORÍA DE LA
POBLACIÓN. ¿POR QUÉ CREE QUE MUCHOS DE SUS COLEGAS SIGUEN INSISTIENDO EN ESA
ESTRATEGIA INCLUSO CUANDO SE REVELA INEFICAZ?
Para empezar con mi país de origen, Suecia, creo que hay casi un
acuerdo universal entre los epidemiólogos de enfermedades infecciosas de que es
la estrategia apropiada. Suecia aplicó
una política diferenciada por edad. Creo que sólo conozco un epidemiólogo de
enfermedades infecciosas que ha criticado este enfoque. Y en general es
así, más allá de Suecia. Pero hay excepciones, claro. Hay epidemiólogos cuyo
objetivo es primero suprimir el virus, después aplicar rastreo de contactos,
testear y aislar, para mantenerlo así a raya. Esa estrategia funciona para
algunas enfermedades infecciosas, como el ébola, por ejemplo. Cuando estuvo en
Estados Unidos, ese fue un abordaje adecuado. Pero por definición, la
estrategia de la supresión no puede funcionar en una pandemia. Entonces, hay un
desacuerdo ahí, pero creo que la mayoría
de los epidemiólogos de enfermedades infecciosas piensan que las escuelas
deberían estar abiertas, por ejemplo. Habiendo dicho esto, también están
hablando a grandes audiencias otros grupos de científicos, como médicos clínicos,
químicos, ecologistas y epidemiólogos de otras áreas, como el cáncer. Creo
que hubo una desconexión entre los muchos científicos que no saben demasiado
sobre brotes de virus infecciosos, pero tienen opiniones muy fuertes sobre qué
hacer y qué no. Ha sido muy sorprendente observar este fenómeno.
¿EN ESAS DIFERENCIAS ENTRE EXPERTOS QUE USTED MENCIONA, DÓNDE COLOCA
AL PRINCIPAL ASESOR DE LA CASA BLANCA, EL DOCTOR ANTHONY FAUCI? ÉL SE HA
MOSTRADO FAVORABLE A LA IMPOSICIÓN DE CONFINAMIENTOS, MÁS QUE A OTRO TIPO DE
ESTRATEGIAS.
El doctor Anthony Fauci es una eminencia muy destacada en materia de
inmunología. Sabe mucho de inmunología y de virus. Y también es un doctor en
enfermedades infecciosas. Entonces, si ustedes quieren saber sobre inmunología,
no deberían preguntarme a mí, porque no es mi campo científico. Posiblemente
tengan que consultar a alguien como Anthony Fauci, porque él sabe sobre esas
cosas. Pero no es un experto en salud pública, y no es un epidemiólogo.
ES INTERESANTE ESTUDIAR EL CASO SUECO DEBIDO A QUE ES EL ÚNICO PAÍS
OCCIDENTAL QUE APLICÓ UNA ESTRATEGIA DIFERENTE AL RESTO. Y USTED VIVE EN ESTADOS
UNIDOS, PERO CASUALMENTE ES SUECO, Y DEFIENDE TAMBIÉN ESTA ESTRATEGIA
DIFERENTE. RESULTA LLAMATIVO Y LE PREGUNTO: ¿QUÉ ES LO QUE HIZO POSIBLE QUE
SUECIA Y SUS CIENTÍFICOS ABORDARAN EL PROBLEMA DEL COVID-19 DE MANERA DISTINTA
AL RESTO?
Es una buena pregunta. En Europa, no sé en el resto del mundo, pero
en Europa todos los países grandes tenían una planificación ante una eventual
pandemia. Y creo que Suecia fue el único que siguió con ese plan. ¿Por qué no
lo hicieron otros países? Ha habido epidemiólogos que han levantado su voz en
favor de una estrategia como la sueca. Cuando Dinamarca cerró sus escuelas, por ejemplo, lo hizo en contra de las recomendaciones
de los mayores expertos de su país; así como también había epidemiólogos en
enfermedades infecciosas en el Reino Unido que defendieron la estrategia sueca
ante el COVID. Creo que después hubo muchas presiones desde los medios, y
miedo entre los políticos, no lo sé. No sé sobre psicología o sociología, ni
sobre la política detrás de estas cosas. Creo que la Agencia Pública de Salud
en Suecia ha hecho un gran trabajo, porque yo temí que retrocedieran ante la
enorme presión que sufrieron en los meses de abril y mayo. Hubo mucha presión
internacional entonces para que Suecia adecue su estrategia a lo que estaba
haciendo el resto de los países. Creo que en los Estados Unidos y en el Reino
Unido esa discusión no existió, apenas los últimos meses noté un debate un poco
más abierto sobre estos temas. Si tomas por ejemplo el Reino Unido, creo que una persona como Sunetra Gupta, a quien
ustedes hicieron una muy buena entrevista, fue escuchada mucho menos de lo que
debería. Es una de las epidemiólogas en enfermedades infecciosas más
prominentes del mundo, y al menos debería haber sido escuchada en su propio
país, pero no fue lo que ocurrió, desafortunadamente.
ESTA SEMANA, OXFORD SUSPENDIÓ SUS PRUEBAS DE FASE TRES DE LA VACUNA
CONTRA EL COVID-19 DEBIDO A UNA REACCIÓN ADVERSA SOSPECHOSA EN UNO DE LOS
PARTICIPANTES. ¿DEBERÍA PREOCUPARNOS QUE OCURRA ALGO ASÍ? ¿QUÉ OPINA SOBRE ESTA
ENORME EXPECTATIVA GLOBAL QUE HAY EN TORNO AL DESARROLLO DE LA VACUNA?
Hay docenas de vacunas que
se encuentran en este momento en diferentes etapas de desarrollo, y la mayoría
de ellas va a fallar, ya sea por falta de eficacia o por efectos adversos. Así
que creo que tenemos que esperar que la mayoría fracase. Podríamos tener esperanzas en que una, o quizás dos o tres tengan
éxito. Si podemos tener un par que funcionen sería una buena noticia, y va a
ser muy emocionante y fantástico. El hecho de que una o dos de estas vacunas no
tengan éxito –y no sabemos aún si la vacuna de Oxford ya ha fracasado– es algo
que era esperable.
ESTA SEMANA PUBLICÓ UN MENSAJE BASTANTE PROVOCATIVO EN TWITTER,
PREGUNTANDO SI EN EL FUTURO RECORDAREMOS ESTA CRISIS COMO “LA PANDEMIA DE
COVID-19” O “EL GRAN PÁNICO”. ¿CREE QUE HAY UNA DESCONEXIÓN ENTRE LOS
VERDADEROS RIESGOS DE LA PANDEMIA Y LOS TEMORES QUE GENERA? Y SI ES ASÍ, ¿POR
QUÉ?
Sí, yo pienso que en diez años, cuando miremos para atrás,
pensaremos más en los efectos perjudiciales del confinamiento, al menos en los
Estados Unidos. Creo que eso será lo que la gente más recordará. Eso es lo que
creo, pero me puedo equivocar. Por supuesto, recordaremos las dos cosas, los confinamientos
y la pandemia, pero creo que la cuarentena
está causando un daño que no se está considerando adecuadamente.
PERO, PARTIENDO DE LA BASE DE LO QUE DIJO ANTES, Y SABIENDO QUE NO
ES SOCIÓLOGO NI PSICÓLOGO, DESDE EL PUNTO DE VISTA EPIDEMIOLÓGICO, ¿CREE QUE HA
HABIDO UNA REACCIÓN EXAGERADA TOMANDO EL PÁNICO CREADO, EN COMPARACIÓN CON EL
DAÑO REAL QUE CAUSARÁ LA PANDEMIA?
Obviamente, estamos ante una pandemia muy seria. No es mi intención minimizarla, porque
especialmente para las generaciones mayores es una enfermedad muy seria. Pero
hemos tirado por la ventana las bases de la salud pública. Como alguien que
ha estado trabajando con enfermedades infecciosas durante un largo periodo de
tiempo, el hecho de que exista esta pandemia no es una sorpresa. Iba a suceder
tarde o temprano. De hecho, me sorprende que haya tomado tanto tiempo. También tengo que decir que el COVID-19 es
mucho menos grave de lo que podría haber sido. Cuando todo esto comenzó en
China, me di cuenta que se propagaría por todo el mundo, debido a los casos
asintomáticos. Lo primero que quise observar era qué pasaba con los niños,
porque tengo tres hijos pequeños. Y me di cuenta de que no estaban en riesgo, o
que corren un peligro mucho menor. Y eso fue un alivio muy grande para mi.
Podríamos estar ante una pandemia que afecte a los niños, en lugar de a
aquellos entre 70 y 80 años. Para mi ese escenario hubiera sido peor. Las
diferentes tasas de mortalidad por edad son una de las grandes debilidades del
virus y deberíamos aprovecharla más para vencerlo.
USTED TAMBIÉN HA ESCRITO SOBRE EL FENÓMENO DE LA POLITIZACIÓN DE LAS
OPINIONES EN TORNO A LA PANDEMIA. ¿CREE QUE SE TRATA DE ALGO NUEVO?
No había experimentado una cosa así anteriormente. Ciertamente no en
esta magnitud. Parece ser que tu apoyo a determinada estrategia para la
pandemia depende de tus creencias políticas o tu ideología. A veces bromeo,
porque en la primavera yo defendía el enfoque sueco, y su primer ministro (Stefan
Löfven) es del Partido Socialdemócrata, así que supongo que entonces yo era un
socialista. Y ahora respaldo a gobiernos como los de Florida y Dakota del Sur
aquí en los Estados Unidos, porque están desarrollando una estrategia
diferenciada por edad. Son gobernadores republicanos, así que en unos pocos
meses he virado de apoyar a socialistas a apoyar republicanos, supongo. Es muy
sorprendente.
CLARO, PORQUE PARTIENDO DE ESTA POLITIZACIÓN DE LA PANDEMIA, ALGUIEN
PODRÍA ACUSARLO A USTED DE DEFENDER A GOBIERNOS COMO LOS DE DONALD TRUMP Y JAIR
BOLSONARO, QUE OPTARON POR MINIMIZARLA...
No estoy muy familiarizado con la situación de Brasil, pero mi
impresión es que el gobierno federal allí se lavó las manos, dejó que las cosas
sucedan y no hizo nada. Y yo creo que ese es un enfoque equivocado. Creo que tanto no hacer nada como impulsar
confinamientos generalizados está mal. Porque en ambos escenarios tendrás la
misma tasa de contagio en distintos grupos etarios. Así que incluso aunque
se presentan como los dos extremos opuestos de la cuestión, creo que ambos
están errados. Yo defiendo el enfoque por edad.
—ESTA IDEA DE QUE LAS OPINIONES CIENTÍFICAS TIENEN QUE COINCIDIR CON
CIERTOS ALINEAMIENTOS POLÍTICOS, QUE SI ALGUIEN ESTÁ EN CONTRA DE LOS
CONFINAMIENTOS, ENTONCES APOYA A TRUMP, O QUE SI ES OPOSITOR A TRUMP TIENE QUE
RESPALDAR LOS CONFINAMIENTOS, ES UN FENÓMENO GENERALIZADO, QUE SE VE EN VARIOS
LUGARES DEL MUNDO. ¿USTED HA SUFRIDO ALGÚN CONDICIONAMIENTO A LA HORA DE
EXPRESAR SUS OPINIONES CIENTÍFICAS DEBIDO A ESTAS CUESTIONES POLÍTICAS? ¿HASTA
QUÉ PUNTO LA RESPUESTA GLOBAL A LA PANDEMIA PUDO HABER SIDO AFECTADA POR ESTA
TENDENCIA?
Creo que sí, efectivamente la respuesta global a la pandemia estuvo
afectada por estas cuestiones políticas. Seguro. Entre mis colegas que son
epidemiólogos en enfermedades infecciosas que defendían una perspectiva desde
la salud pública estaba este sentimiento extraño de que tenían que escindir sus
opiniones profesionales de lo que se esperaba de ellos en base a sus ideas
políticas. Esto ha creado una situación muy extraña, pero para honrarlos tengo
que decir que todos están siguiendo sus visiones en defensa de la salud
pública. Creo que es un problema porque
cuando traté de publicar en marzo y abril en Estados Unidos no me lo
permitieron debido a que iba en contra del pensamiento de la manada. Es
importante oír todas las opiniones. En Suecia no tuve ningún problema
publicando mis ideas, pero tampoco lo tuvieron aquellos que estaban en contra
del enfoque del gobierno, y por eso allí hubo una discusión muy saludable.
Creo que eso ha faltado en Estados Unidos, al menos en la primavera. Ahora creo
que ha mejorado, hay visiones más diversas, y creo que es bueno. Pero, como
dije anteriormente, las cuarentenas son un ataque gigantesco contra la clase
obrera, así que es muy difícil para mi entender cómo algunos medios que en
teoría están del lado de los trabajadores las han defendido tan ferozmente. Veo
una gran desconexión ahí.