23 AGO 2017- ANDRE DAMON Y NILES
NIEMUTH
En los tres meses desde que
Google, el monopolio de Internet, anunciara planes para impedir que los
usuarios accedieran a “noticias falsas”, ha caído significativamente el
posicionamiento global de tráfico de un amplio abanico de organizaciones
izquierdistas, progresistas, contrarias a la guerra y de los derechos
democráticos.
El 25 de abril de 2017, Google
anunció que había implementado cambios en su servicio de búsqueda para
dificultar que los usuarios accedieran a lo que llamó información “de baja
calidad” tales como “teorías de la conspiración” y “noticias falsas”.
La compañía dijo en un post en
un blog que el propósito central del cambio en su algoritmo de búsqueda era
darle al gigante de las búsquedas un mayor control para identificar contenido
considerado objetable según sus pautas. Declaró que había “mejorado nuestros
métodos de evaluación e hizo actualizaciones algorítmicas” con el objeto de
“hacer aflorar más contenido fiable”.
Google continuó, “El mes
pasado, actualizamos nuestras Pautas para el Posicionador de Calidad de las
Búsquedas para proporcionar ejemplos más detallados de páginas de baja calidad
para que los posicionadores los señalicen adecuadamente”. Esos moderadores
tienen instrucción de señalizar “experiencias de usuarios molestas”, incluyendo
páginas que presentan “teorías conspirativas”, a no ser que “la búsqueda
indique claramente que el usuario está buscando un punto de vista alternativo”.
Google no explica con precisión qué quiere decir con la expresión
“teoría de la conspiración”. Usando la categoría amplia y amorfa de las
noticias falsas, el objetivo del sistema de búsquedas de Google es restringir
el acceso a sitios web alternativos, cuya cobertura e interpretación de eventos
entra en conflicto con los de medios del establishment tales como el New York
Times y el Washington Post.
Señalizando contenido de
manera que no aparezca en las dos primeras páginas de resultados de una
búsqueda, Google es capaz de bloquear de hecho el acceso de los usuarios a él.
Dado que enormes cantidades del tráfico web son influidas por los resultados de
las búsquedas, Google puede de hecho esconder o enterrar contenido que no le
conviene mediante la manipulación de los posicionamientos de las búsquedas.
Justo el mes pasado, la Comisión Europea multó a la compañía con 2700
millones de dólares por manipular los resultados de las búsquedas para dirigir
a los usuarios de manera inapropiada a su propio servicio de comparación de
compras, Google Shopping. Ahora, parece que Google está usando esos métodos
criminales para impedir que los usuarios accedan a puntos de vista políticos
que la compañía considera objetables.
El World Socialist Web Site ha
sido blanco de los nuevos “métodos de evaluación” de Google. Mientras que en
abril de 2017 se originaron 422.460 visitas al WSWS en búsquedas en Google, la
cifra ha bajado a unas estimadas 120.000 este mes, una caída de más del 70 por
ciento.
Aún utilizando términos de
búsqueda como “socialista” y “socialismo”, lectores nos han informado de que lo
tienen cada vez más difícil para localizar al World Socialist Web Site con sus
búsquedas en Google.
Según el servicio de herramientas
de administración de sitios web de Google, el número de búsquedas que
desembocaron en que el usuario viera contenido del World Socialist Web Site (es
decir, que apareciera un artículo del WSWS en una búsqueda hecha en Google)
cayó desde 467.890 al día a 138.275 a lo largo de los tres meses pasados. La
posición media de artículos en búsquedas, mientras tanto, cayó de 15,9 a 37,2 a
lo largo del mismo período.
David North, director de la Junta Editorial Internacional del WSWS,
declaró que Google está implicada en la censura política.
“El World Socialist Web Site
existe desde hace casi 20 años”, dijo, “y ha logrado reunir a una vasta
audiencia internacional. Durante la primavera pasada, el número de visitas
individuales al WSWS cada mes superó los 900.000.
“Mientras un porcentaje
significativo de nuestros lectores entra al WSWS directamente, muchos usuarios
de la web acceden al sitio mediante buscadores, de los cuales Google es el más
ampliamente utilizado. No hay ninguna explicación inocente para esta caída
extraordinariamente aguda en lectores, casi de la noche a la mañana,
provenientes de búsquedas en Google.
“La pretensión de Google de
que está protegiendo a los lectores de las ‘noticias falsas’ es una mentira
motivada políticamente. Google, un monopolio masivo, con muy estrechos vínculos
con el Estado y agencias de inteligencia, está bloqueando el acceso al WSWS y a
otros sitios web de izquierdas y progresistas a través de un sistema de
búsquedas amañadas”.
En los tres meses desde que
Google implementara los cambios en su buscador, menos gente ha accedido a
sitios de noticias de izquierdas o que se oponen a la guerra. En base a
información disponible en Alexa analíticas, otros sitios que han experimentado
drásticas caídas en el posicionamiento incluyen a WikiLeaks, Alternet,
Counterpunch, Global Research, Consortium News y Truthout. Incluso grupos
prominentes de los derechos democráticos como American Civil Liberties Union y
Amnesty International parecen haber sido afectados.
Según Google Trends, el término
“noticia falsa” casi se cuadruplicó en popularidad a principios de noviembre,
en torno a la época de las elecciones estadounidenses, cuando los demócratas,
medios del establishment y agencias de inteligencia intentaron achacar a la
“información falsa” la victoria electoral de Donald Trump sobre Hillary
Clinton.
El 14 de noviembre, el New
York Times proclamó que Google y Facebook “se enfrentaban a una crítica
creciente acerca de cómo las noticias falsas en sus sitios podrían haber
influido el resultado de las elecciones presidenciales”, y estarían tomando
medidas para combatir las “noticias falsas”.
Diez días más tarde, el
Washington Post publicaba un artículo, “Esfuerzo de propaganda ruso ayudó a
difundir ‘noticias falsas’ durante las elecciones, dicen los expertos”, que
citaba a un grupo anónimo conocido como PropOrNot que compiló una lista de
sitios de “noticias falsas” que difundían “propaganda rusa”.
La lista incluía varios sitios
categorizados por el grupo como “izquierdistas”. De manera significativa, puso
en su mira a globalresearch.ca, que reproduce a menudo artículos del World
Socialist Web Site.
Después de la crítica
generalizada de lo que era poco más que una lista negra de sitios que se oponen
a la guerra y al establishment, el Washington Post se vio obligado a publicar
una retractación, declarando “el Post, que no nombró a ninguno de los sitios,
como tal no respalda la validez de los hallazgos de PropOrNot”.
El 7 de abril, Bloomberg News
informó de que Google estaba trabajando directamente con el Washington Post y
el New York Times para “comprobar los hechos” de los artículos y eliminar las
“noticias falsas”. A esto siguió la nueva metodología de búsqueda de Google.
Tres meses después, de los 17
sitios declarados como de “noticias falsas” por la lista negra desacreditada
del Washington Post, 14 vieron caer su posicionamiento. El declive medio del
alcance global de todos esos sitios es el 25 por ciento, y algunos sitios
vieron caer un 60 por ciento su alcance global.
“Estas acciones por parte de Google constituyen una censura política y
son un ataque descarado a la libertad de expresión”, dijo North. “En momentos
en los que es generalizada la desconfianza pública hacia los medios del
establishment, este gigante corporativo está explotando su posición
monopolística para restringir el acceso público a un amplio espectro de
noticias y análisis críticos”.