La Comisión Federal de
Comunicaciones (por sus siglas en inglés, FCC) anunció ayer que planifica
desmantelar las regulaciones que aseguran el acceso igualitario a Internet,
despejando el camino para que las empresas cobren más y bloqueen el acceso a
algunos sitios.
La propuesta, presentada por
el presidente de la FCC, Ajit Pai, es un rechazo total de las reglas
implementadas por la administración Obama. Las reglas prohibían a los
proveedores de servicios de Internet, bloquear o reducir la velocidad de
páginas web, o cobrar tasas adicionales por la mejor calidad de la trasmisión y
otros servicios de Internet para sus abonados. Esos límites son centrales para
el concepto denominado neutralidad de red.
La medida inmediatamente
retomó un debate fuerte y furioso acerca de la libertad de expresión y el
control de Internet, enfrentando a los gigantes de las telecomunicaciones como
AT&T en contra de los gigantes de Internet como Google y Amazon, quienes
advierten contra los poderosos guardianes de las telecomunicaciones. Se espera
que ambos bandos ejerzan una fuerte presión en Washington, para impulsar sus
agendas, como lo hicieron cuando fueron adoptadas las reglas existentes.
(….) “De acuerdo con mi
propuesta, el gobierno federal dejará de gestionar Internet”, dijo Pai. “En
cambio -agregó- la FCC requeriría que los proveedores de de Internet sean transparentes
acerca de sus prácticas para que los consumidores puedan comprar el mejor plan
de servicio para ellos y que los empresarios y otras empresas pequeñas puedan
tener la información técnica que necesitan para innovar”.
Se espera que la propuesta de
Pai, republicano, se apruebe durante la sesión del 14 de diciembre en una
votación 3 a 2 según la disciplina partidaria de los cinco integrantes de la
comisión de la agencia. Aunque algunas empresas probablemente establecerán una
lucha legal, o medidas de parte de los legisladores, para impedir que se
establezca esta decisión.
Los ganadores de esta movida
serían los gigantes que proveen acceso a Internet para teléfonos y computadoras,
quienes han luchado durante años en contra de las regulaciones de banda ancha.
Un rechazo a las reglas les permitiría ejercer más control sobre las
experiencias del consumidor.
Las grandes empresas de
Internet como Amazon, dicen que las firmas de telecomunicaciones podrían
mostrar favoritismo hacia ciertos servicios de Internet, al cobrar por acceder
a algunas páginas y no a otras, o disminuyendo la velocidad de conexión a
algunas páginas. Las empresas de Internet pequeñas dicen que la propuesta
perjudicaría a la innovación. Solamente las grandes, dicen, podrían afrontar el
costo de asegurar que sus sitios reciban tratamiento preferencial.
(…) La medida “representa el
final de la neutralidad en la red, tal como la conocemos, y desafía la voluntad
de millones de estadounidenses”, dijo Michael Beckerman, jefe ejecutivo de la
Asociación de Internet, un grupo lobista que representa a Google, Facebook,
Amazon y otras firmas tecnológicas.
(…) El plan para rechazar las
reglas existentes, aprobadas en 2015, también revierte una decisión central de
la agencia, que fue declarar la banda ancha como un servicio tan esencial como
los teléfonos y la electricidad. Esta movida creó los cimientos legales para
las reglas actuales y subrayó la importancia del servicio de Internet de alta
velocidad para EE.UU. Fue implementada por Tom Wheeler, presidente de la FCC
bajo la administración de Obama.
La medida de Pai, quien fue
designado por el Presidente Donald Trump, es el eje de una agenda desreguladora
que también ha despojado a las empresas de televisión, diarios y empresas de
telecomunicaciones de una amplia gama de regulaciones con la intención de
proteger el interés publico.