Miguel Ángel Barrios para DOSSIER GEOPOLITICO
El 8 de abril de 2021, el consejo
Nacional de Inteligencia (NIC) publicó la séptima edición de su informe
cuadrienal de Tendencias globales.
Tendencias Globales 2040: Un
mundo más disputado es una evaluación no
clasificada de las fuerzas y dinámicas que el NIC anticipa que probablemente darán forma al
entorno de seguridad nacional en los
próximos 20 años.
Global Trends 2040 identifica 4 fuerzas estructurales que darán forma al futuro (demografía, medio ambiente,
economía y tecnología) y evalúa cómo
afectan las decisiones y los resultados.
El NIC consultó a una amplia
variedad de expertos nacionales e
internacionales mientras realizó su análisis. El informe final representa las opiniones del NIC.
Como parte de la denominada
Comunidad de Inteligencia de los Estados
Unidos, el Consejo Nacional de
Inteligencia (NIC) es el centro del
pensamiento estratégico encargado de conducir la elaboración de valoraciones y pronósticos
sobre asuntos internacionales para el
presidente y altos funcionarios.
Obviamente, la mayor parte de su
trabajo es clasificado pero también
produce informes públicos, como la serie de tendencias globales.
Los cuatro desafíos que darán
forma al futuro según el Reporte de
Inteligencia del NIC para el Gobierno de los Estados Unidos y que constituyen los mayores desafíos globales agravados por el COVID 19 son: Las enfermedades, las brechas entre
ricos y pobres, el cambio climático y
los conflictos entre países, representaran
mayores desafíos en las próximas décadas y la pandemia del COVID 19 ya ha agravado algunos de esos
problemas.
El reporte describe cinco
escenarios potenciales para el 2040
basadas en diferentes combinaciones de fuerzas estructurales, dinámicas, emergentes, e incertidumbres
claves.
La rivalidad entre China y una coalición de países occidentales liderados por los Estados Unidos,
posiblemente se intensificará
alimentados por cambios en el poderío militar, demografía, tecnología, y el endurecimiento de divisiones
sobre modelos de gobierno.
Es probable que desafíos como el cambio climático, las enfermedades, las
crisis financieras y la disrupción tecnológica se manifiesten con mayor frecuencia produciendo
tensiones entre los Estados y
sociedades, así como trastornos que podrían ser
catastróficos.
Agrega que la pandemia de
coronavirus que ha matado a más de 3
millones de personas marcó la
mayor alteración global desde la segunda
guerra mundial.
El COVID-19, expuso y amplió las disparidades en la atención médica, aumentó las deudas nacionales,
fortaleció el nacionalismo y la
polarización política, profundizó la desigualdad, alimentó la desconfianza en el gobierno y destacó las
fallas en la cooperación
internacional.
El informe planteó 5 escenarios de cómo sería el mundo en 2040.
En los más optimistas, podría haber un renacimiento de las democracias y en el escenario más pesimista, de tragedia y movilización, plantea como el COVID 19 y el
calentamiento global podrían devastar el
suministro de alimentos que podrían llegar a
provocar disturbios en los que mueras miles de personas debido a rumores en redes sociales, etc.
Queremos destacar de sobremanera
la publicación del reporte porque el National Intelligence Council (NIC) en
el año 2008 llamativamente describió en
su informe un escenario muy parecido al actual, con millones de personas
confinadas en sus casas viendo como un
virus se lleva miles de vidas por delante
sin una vacuna para frenarlo.
Fue el National Intelligence Council (NIC) en un documento titulado “Global Trends 2025: A Transformed
World, el que anticipó el coronavirus.
Solo le dedica unos cuantos párrafos
(página 75) en el centenar de páginas que contiene, pero los futuribles que lanzaba eran inquietantes,
sobre todo el último apartado en el que
se hablaba de las epidemias: (un tercio de la
población mundial enfermaría y cientos de millones podrían morir).
En el Reporte donde se hablaba de las pandemias en el 2008 llamativamente, se afirmaba de la aparición
de una enfermedad respiratoria nueva
y altamente contagiosa para lo cual no
existe un tratamiento adecuado, lo que podría desencadenar una pandemia global. Este escenario, previsto
para una fecha en torno al 2025,
imaginaba enormes tensiones dentro y fuera
de los países para controlar el movimiento de la gente en su búsqueda por evitar el contagio y el acceso a
los recursos.
También pudo haber acertado,
porque no lo sabemos con precisión, en
el punto geográfico donde supuestamente se
podría originar el virus. “Probablemente ocurriría en una zona con una alta densidad de población y una
cercanía estrecha entre humanos y
animales, como pueden ser muchas zonas de
China y del sudeste asiático donde las poblaciones viven en contacto directo con el ganado. Lo que podría
aumentar la posibilidad de una mutación
en una cepa con potencial pandémico”.
“Oleadas de casos surgirían cada
pocos meses. La ausencia de una vacuna
efectiva y la falta de inmunidad casi universal
haría que las poblaciones fueran vulnerables a la infección. En el peor de los casos, millones de
estadounidenses enfermarían y las muertes aumentarían a decenas de millones.
Para Estados Unidos se anticipa una
degradación crítica de la
infraestructura y pérdida económica a escalo global, ya que aproximadamente un tercio de la población
mundial enfermaría y cientos de millones
podrían morir.
Este informe del año 2008 nos pone en una situación cada vez más sombría y enigmática sobre el origen del
COVID 19.