domingo, 18 de abril de 2021

LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS Y LOS ENIGMAS DE SU ORIGEN

 Miguel Ángel Barrios para DOSSIER GEOPOLITICO

 

El 8 de abril de 2021, el consejo Nacional de Inteligencia (NIC) publicó la séptima edición de su informe cuadrienal de Tendencias globales.

Tendencias Globales 2040: Un mundo más disputado es una  evaluación no clasificada de las fuerzas y dinámicas que el NIC  anticipa que probablemente darán forma al entorno de seguridad  nacional en los próximos 20 años. 

Global Trends 2040 identifica 4 fuerzas estructurales que darán  forma al futuro (demografía, medio ambiente, economía y  tecnología) y evalúa cómo afectan las decisiones y los resultados.

El NIC consultó a una amplia variedad de expertos nacionales e  internacionales mientras realizó su análisis. El informe final  representa las opiniones del NIC. 

Como parte de la denominada Comunidad de Inteligencia de los  Estados Unidos, el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC) es el  centro del pensamiento estratégico encargado de conducir la  elaboración de valoraciones y pronósticos sobre asuntos  internacionales para el presidente y altos funcionarios. 

Obviamente, la mayor parte de su trabajo es clasificado pero  también produce informes públicos, como la serie de tendencias  globales.

Los cuatro desafíos que darán forma al futuro según el Reporte de  Inteligencia del NIC para el Gobierno de los Estados Unidos y que  constituyen los mayores desafíos globales agravados por el COVID  19 son: Las enfermedades, las brechas entre ricos y pobres, el  cambio climático y los conflictos entre países, representaran  mayores desafíos en las próximas décadas y la pandemia del  COVID 19 ya ha agravado algunos de esos problemas.

El reporte describe cinco escenarios potenciales para el 2040  basadas en diferentes combinaciones de fuerzas estructurales,  dinámicas, emergentes, e incertidumbres claves. 

La rivalidad entre China y una coalición de países occidentales  liderados por los Estados Unidos, posiblemente se intensificará  alimentados por cambios en el poderío militar, demografía,  tecnología, y el endurecimiento de divisiones sobre modelos de  gobierno. 

Es probable que desafíos como el cambio climático, las enfermedades, las crisis financieras y la disrupción tecnológica se  manifiesten con mayor frecuencia produciendo tensiones entre los  Estados y sociedades, así como trastornos que podrían ser  catastróficos. 

Agrega que la pandemia de coronavirus que ha matado a más de 3  millones de personas marcó la mayor alteración global desde la  segunda guerra mundial. 

El COVID-19, expuso y amplió las disparidades en la atención  médica, aumentó las deudas nacionales, fortaleció el nacionalismo  y la polarización política, profundizó la desigualdad, alimentó la  desconfianza en el gobierno y destacó las fallas en la cooperación  internacional. 

El informe planteó 5 escenarios de cómo sería el mundo en 2040.

 

En los más optimistas, podría haber un renacimiento de las  democracias y en el escenario más pesimista, de tragedia y  movilización, plantea como el COVID 19 y el calentamiento global  podrían devastar el suministro de alimentos que podrían llegar a  provocar disturbios en los que mueras miles de personas debido a  rumores en redes sociales, etc. 

Queremos destacar de sobremanera la publicación del reporte  porque el National Intelligence Council (NIC) en el año 2008  llamativamente describió en su informe un escenario muy parecido al actual, con millones de personas confinadas en sus  casas viendo como un virus se lleva miles de vidas por delante  sin una vacuna para frenarlo. 

Fue el National Intelligence Council (NIC) en un documento  titulado “Global Trends 2025: A Transformed World, el que  anticipó el coronavirus. Solo le dedica unos cuantos párrafos  (página 75) en el centenar de páginas que contiene, pero los  futuribles que lanzaba eran inquietantes, sobre todo el último  apartado en el que se hablaba de las epidemias: (un tercio de la  población mundial enfermaría y cientos de millones podrían  morir).

En el Reporte donde se hablaba de las pandemias en el 2008  llamativamente, se afirmaba de la aparición de una enfermedad  respiratoria nueva y altamente contagiosa para lo cual no  existe un tratamiento adecuado, lo que podría desencadenar  una pandemia global. Este escenario, previsto para una fecha  en torno al 2025, imaginaba enormes tensiones dentro y fuera  de los países para controlar el movimiento de la gente en su  búsqueda por evitar el contagio y el acceso a los recursos. 

También pudo haber acertado, porque no lo sabemos con  precisión, en el punto geográfico donde supuestamente se  podría originar el virus. “Probablemente ocurriría en una zona  con una alta densidad de población y una cercanía estrecha  entre humanos y animales, como pueden ser muchas zonas de  China y del sudeste asiático donde las poblaciones viven en  contacto directo con el ganado. Lo que podría aumentar la  posibilidad de una mutación en una cepa con potencial  pandémico”.

“Oleadas de casos surgirían cada pocos meses. La ausencia  de una vacuna efectiva y la falta de inmunidad casi universal  haría que las poblaciones fueran vulnerables a la infección. En  el peor de los casos, millones de estadounidenses enfermarían y las muertes aumentarían a decenas de millones. Para  Estados Unidos se anticipa una degradación crítica de la  infraestructura y pérdida económica a escalo global, ya que  aproximadamente un tercio de la población mundial enfermaría  y cientos de millones podrían morir. 

 

Este informe del año 2008 nos pone en una situación cada vez  más sombría y enigmática sobre el origen del COVID 19.

 

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