Jorge Rachid
“DESDE EL NO ALCA DE NÉSTOR, LULA Y CHAVEZ, EEUU PREPARÓ
SU ESTRATEGIA DE REPOSICIONAMIENTO EN SU “PATIO TRASERO”
El debilitamiento de las democracias populares en América
Latina, responde a causas exógenas y endógenas. Las primeras responden a la
estrategia desplegada por el imperio, de desgaste de los procesos políticos que
denominan “populistas”, expresión peyorativa de las políticas populares, que
durante 17 años, desde 1999 con Chavez, dominaron y establecieron en la región
nuevamente el concepto y la identidad de Patria Grande, que tiene su máxima
expresión en la conformación del UNASUR, organismo que permitió al bloque
sudamericano, presentarse al mundo Multipolar como actor en igualdad de
condiciones, que los demás jugadores, cumpliendo las máximas de Perón del
Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, de la era de los Continentalismos.
Pero en las causas endógenas que permitieron la acción de
los enemigos de la Patria Grande, figuran algunos interrogantes y algunas
certezas, que nos deben hacer reflexionar sobre el marco democrático en el cual
se desenvuelven las democracias populares en América Latina:
1- ¿Pueden ser las democracias populares
participativas y revolucionarias, sin ofrecer flancos al enemigo? Mi reflexión
al respecto es que la respuesta debe encontrarse en la Comunidad Organizada, es
decir la participación del pueblo en forma plena, no de auditorio de decisiones
tomadas, ni de testigos de la historia sino siendo parte de la gestión, con
decisión y fijación de estrategias y prioridades de cada sector, cada ciudad en
el marco de un Proyecto nacional , popular y revolucionario.
2- ¿Podemos
preguntarnos para que volveremos? Es una pregunta clave que implica una
reflexión que nos lleva a analizar aquellos aspectos sobre los cuales, pudimos
desmontar la estructuras económico sociales del neoliberalismo y si esa
“deconstrucción” fue efectiva, ya que el enemigo, incólume, siguió atacando
impiadosamente, con objetivos claros de debilitamiento del gobierno popular,
estigmatizacion de sus dirigentes, denigración de sus políticas y amplificando
dificultades, propias de un proceso internacional complejo mundialmente, en
plena crisis global.
3- ¿Se pueden
producir transformaciones socialmente profundas y económicamente justas, con
marcos legales y constitucionales neoliberales? Aquí aparece el principal
problema a resolver, que es la forma de cambiar estructuralmente el modelo
dependiente y colonial, por un modelo solidario con distribución de la riqueza,
sin ofrecer flancos que le permitan al enemigo rearmarse en la contraofensiva,
como nos sucedió. Esta cuestión es central en el marco de la futura gestión
peronista, ya que sólo aumentando la presión sobre las principales estructuras
de poder del enemigo, será difícil, no pasar por las mismas experiencias.
4- ¿El
movimiento obrero puede estar ausente de un proceso transformador y
revolucionario? Es obvio que no, ya que constituye la base necesaria de la
reconstrucción de la cultura del trabajo, de la solidaridad, de la fortaleza de
la Seguridad Social que permite el diseño de políticas soberanas en lo
económico, como lo demostró el último lustro en un marco de crisis profunda
mundial, que pudimos superar con medidas contracíclicas, producto del ahorro
interno genuino, de haber ampliado la base laboral en millones de trabajadores
y recuperado las leyes laborales necesarias para su apuntalamiento.
5- ¿Debemos los
peronistas, en el gobierno, dar muestras constantes del apego a las
instituciones que queremos cambiar? Una pregunta movilizadora que nos lleva a
varias reflexiones, ya que desde el cambio Constitucional hasta la
democratización de la Justicia, encuentran al enemigo en su máxima fortaleza,
donde ofrecerán batalla por su sobrevivencia. Pueden tolerar ganar menos, pero
no asumirán la pérdida de poder estructuralmente necesario a sus fines en forma
estratégica, como nosotros no nos podemos permitir su permanencia. Este es el
quid de la cuestión, ya que en los mismos textos legales de “ellos” existen
mecanismos, que tienen previstos contra los intereses populares, que pueden ser
utilizados en una dinámica de gobierno popular, por ejemplo la figura de
expropiación, el juicio político, en avance sin pudor, como lo realizan hoy
desde el gobierno, los enemigos de la Nación.
6- ¿El
conflicto internacional no impacta directamente sobre los planes de los
gobiernos populares? Claro que si y por esa razón es necesario que cada
determinación política y discusión comience por el análisis de estado de
situación que vive el mundo en conflicto, la batalla entre el mundo multipolar
y el unipolar hegemónico, que ataca sin piedad ni dudas. En ese terreno al alinear
el país en el mundo unipolar, el gobierno neoliberal decide atacar las
estructuras económico sociales que permitieron un avance notable, desde la
crisis del 2001, en el camino trazado por un gobierno peronista, que no logró o
no tuvo tiempo de profundizar los cambios, frente a la ofensiva neoliberal que
sigue oficiando de cultura dominante
7- ¿Jugar en la
cancha del poder hegemónico, no pone en riesgo la Patria? Sin dudas que sí, ya
que transforma a la Argentina en un actor, contrario al mundo multipolar, lo
encolumna en lo peor de los señores de la guerra, aquellos a los cuales
Francisco denuncia y trata de frenar, los mismos que quieren atacar Irán ya,
los mismos que han provocado desde el 2001, con la excusa de las Torres, casi 2
millones de muertos entre Irak, Afganistán, Libia, Siria, Palestina, Yemen,
Somalía con ataques masivos en nombre de la “libertad y la democracia”. La
misma política que ha provocado la respuesta en los propios territorios
europeos y norteamericanos, con algunos atentados incluso, de falsa bandera,
para justificar recortes de libertades individuales de sus ciudadanos. En ese
escenario nos coloca el macrismo.
Dentro de dos días se producirá en América Latina uno de
los latrocinios más importantes del siglo XXl, sobre los procesos democráticos
iniciados a fines del siglo XX, que ya vislumbramos con Honduras y Paraguay,
los intentos golpistas de Ecuador y Venezuela, la intención de fragmentar
Bolivia y ahora la destitución de Dilma y el ataque sistemático sobre Lula, Cristina,
Correa, Evo y Maduro, para impedir sus retornos e intentar borrar la memoria
colectiva de los pueblos, de la identidad asumida en los últimos años. Dilma no
está acusada de corrupción, quienes la destituyen son 47 senadores involucrados
en el caso Petrobras, quien le inició el juicio político está acusado de
enriquecimiento ilícito con millones en los paraísos fiscales, como nuestro
presidente, pero sin embargo el proceso avanza hacia la desarticulación del
Mercosur, el congelamiento del UNASUR, el alejamiento de China, el
debilitamiento del BRICS, llevando a la región hacia la TTP, los Tratados de
Libre Comercio, la apertura de la economía, la privatización de las empresas
estatales y la pérdida de soberanía de los pueblos.
Pero los pueblos tiene memoria, en nuestro país el pueblo
necesitó 18 años, para recuperar a su Líder Perón desde el exilio, con lucha,
con sacrificios, con utopías y esperanzas y así recuperaremos la Patria Grande
y los movimientos nacionales , populares y revolucionarios, que sepan que no
nos volveremos a equivocar con la desarticulación estructural del enemigo, lo
haremos, porque como lo señala el mismo Francisco: el peor terrorismo es el
capitalismo salvaje financiero, que aísla y empobrece a las mayorías populares
del mundo.