viernes, 5 de abril de 2019

Comunidad Organizada o neoliberalismo


Aritz Recalde, abril 2019



1-      A setenta años de la Comunidad Organizada
“Una nación no es el resultado de un proceso físico, sino que nace en virtud de un alumbramiento político y está bajo la advocación de un destino a realizar, de una misión que cumplir”. Carlos Astrada

El 9 de abril del año 1949 Juan Perón expuso en el Congreso de Filosofía de Mendoza el discurso sobre la Comunidad Organizada[1]. La tesis de fondo que atraviesa el planteo es la existencia de una profunda crisis de valores y de sentido del ser humano. Perón detalló que el orden político, social y cultural occidental construido con los aportes de las civilizaciones de Grecia, Roma, España, Francia e Inglaterra estaba hundido en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. Europa, anteriormente faro de nuestras clases dirigentes, era un cementerio humano y un cadáver cultural.
El sistema político internacional no encontraba un principio de acuerdo y tampoco un marco institucional ordenador y en su lugar reinaba el desconcierto, la lucha bélica entre países y un aumento del violento enfrentamiento de clases.
El pensador español José Ortega y Gasset ya había llegado a una conclusión similar a la de Perón a principios del siglo XX, caracterizando el estado moral de Europa como parte de una “decadencia”. El Viejo Continente adolecía de una moral elevada que ofrecer y había perdido su histórica capacidad de oficiar como el rector cultural del orden mundial.
Perón remarcó el hecho de que frente a las ausencias de una ética y de una moral sólida y trascendente que marcara el camino del desarrollo, nuestras naciones eran obligadas a optar entre los perniciosos sistemas sociales de los EUA y de la Unión Soviética. Los norteamericanos imponían militar, política y comercialmente el liberalismo capitalista y lo justificaban sobre el discurso científico moderno y a partir de propagandizar una concepción de vida materialista. La Unión Soviética exportaba el Comunismo y su sistema era promovido a partir de la ideología de la lucha de clases y de la edificación del Estado mito colectivista.     
Perón no creyó posible superar la crisis del orden mundial y de los valores occidentales con las ideologías del capitalismo liberal y tampoco con el comunismo. A su entender, ambas alternativas conducían al hombre al estado emocional de la angustia, la duda o de la soberbia y la sociedad marchaba al caos y al desorden permanente.
Para cumplir la magna tarea histórica de la emancipación humana, Perón propuso edificar una Comunidad Organizada dotada de una elevada escala de valores y de una nueva moral. En su ponencia en el Congreso de Filosofía recuperó la noción de Aristóteles acerca de que el hombre es un ser ordenado para la convivencia social y de aquí concluyó que el individuo sólo puede realizarse en una comunidad emancipada.
Perón mencionó que guiados por la búsqueda de subsistencia y por el ideal supremo de la libertad, los individuos conformaron organizaciones que le brindaron contención social y que lo dotaron de un sentido elevado de justicia y de igualdad. Dichas aglutinaciones humanas vertebraron la Comunidad Organizada en la Argentina, que se constituyó como una federación de organizaciones libres del pueblo. Estas últimas tenían la función cultural primordial de reforzar entre los hombres una nueva fe, difundiendo un “evangelio de justicia” caracterizado por reforzar en el sujeto el sentido de destino colectivo del pueblo y la grandeza de la Nación. En la Comunidad Organizada se producía el tránsito del yo al nosotros. La educación reforzaba una norma ética que condicionaba la libertad individual al cumplimiento del orden justo de la colectividad.
En la óptica de Perón la actividad política no podía agotarse en la mera lucha por el poder individual, de facción o de una clase en particular, sino que era la manifestación histórica de la voluntad de las organizaciones libres del pueblo portadoras del sentido heroico de la vida. En la Comunidad Organizada el Estado sería la institucionalización del orden justo y expresaría la capacidad del hombre de construir conscientemente el bien común.
La doctrina de la Comunidad Organizada guió la acción política del Justicialismo a partir del 17 de octubre de 1945 y como postuló Alberto Buela, además fue el principio rector en torno del cual se fundó el pacto político de la Constitución Nacional del año 1949.
La Revolución comandada por Perón y por un amplio Movimiento policlasista, pluri-ideológico y pluri-partidario, legó a la posteridad un inmenso tejido de organizaciones libres y una conciencia nacional y social del pueblo. El bloque político forjó un Estado nacional de carácter benefactor y consolidó una infraestructura económica, tecnológica e industrial sumamente avanzada.
Después de culminada la Segunda Guerra, los EUA y un grupo reducido de naciones se repartieron el conjunto de países y de riquezas del planeta. En ese esquema geopolítico, el peronismo y el conjunto de nacionalismos sudamericanos eran conceptuados como un mal ejemplo que había que erradicar. Desde el año 1976 en adelante, los gobiernos de diversa índole partidaria —siempre con la misma ideología—, se dedicaron a destruir la Comunidad Organizada. La tarea de demolición económica, institucional y cultural de la Argentina Justicialista formó parte de las directrices del centro de poder anglosajón. Luego de producida la caída del Muro de Berlín, el proceso de saqueo mundial del centro anglosajón contra la Periferia se profundizó con el dominio unipolar norteamericano.

2-      El drama político de la Argentina contemporánea
La Argentina y Sudamérica están hoy atravesados por una crucial encrucijada histórica. El pueblo y su dirigencia tienen que optar entre reconstruir y potenciar la Comunidad Organizada en una Nación y un continente libre; o adherir acríticamente al orden mundial del capitalismo neoliberal anglosajón y a su programa de subdesarrollo estructural.
Tal cual vamos a sostener en el presente texto, la segunda alternativa, si bien puede ser rentable para un sector de la clase política, es sumamente perjudicial para la economía, la cultura y para la vida de la gran masa del pueblo.
El capitalismo neoliberal anglosajón reposa sobre cuatro grandes principios ideológicos:
-          la tecnología como fuente inagotable de progreso.
-          el consumo como un medio de plenitud humana.
-          el hedonismo y la libertad individual como fin último de la acción personal.
-          El des-orden internacional y su racionalidad científica.

En este trabajo vamos a comentar críticamente los fundamentos del capitalismo neoliberal anglosajón para desembocar en una conclusión sucinta acerca de la vigencia y de la posible reactualización de los principios de la Comunidad Organizada.

(Texto presentado en el Congreso Nacional de Filosofía de la UNLa, 6 de abril de 2019) 



[1] Juan Perón leyó los capítulos XVII a XXII que integran el libro La Comunidad Organizada.

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