(Papa Francisco) - Misa del 02/04/2008
Es una parte oscura de la historia argentina que solo adquiere luz desde el coraje y la valentía de los que lucharon allí, tanto los que descansan en tierra y aguas propias como los que volvieron.
Hay una herida abierta que sigue sangrando en el dolor de las madres y otros familiares que comparten con orgullo la gloria de los que ofrendaron su vida. El drama de los que lucharon y volvieron de Malvinas es nuestro drama porque nos pone delante de nuestra indiferencia y desamor. Nuestro estilo de vida elitista rechaza el fracaso, lo desvaloriza o lo esconde; no se deja enseñar de él.
Es de buen argentino reconocer la valentía tanto de los que cayeron en esa guerra como los que murieron después a causa del silencio y la indolencia de la sociedad, o de los que sobrevivieron y hoy son testigos vivos de esa gesta.(...) existe una ´deuda histórica’ que sólo será saldada cuando cada 2 de abril (…) sea motivo de reflexión, de afirmación de la identidad nacional y el trabajo por la paz; sólo así la sangre de los 649 caídos no habrá sido derramada en vano.
(Publicado por Diego Martín de Rosas)