Por Leonardo Cajal, agosto 2020
En los primeros
días del año 1919 Buenos Aires se vio afectada por una revuelta conocida como
“Semana trágica” considerada, por algunos, como la segunda gran lucha
reivindicatoria del movimiento obrero de principios de siglo, siendo la primera
la que se produjo justamente 10 años antes, el 1ro de mayo de 1909, la Semana
Roja. Mientras que para otros, tanto los hechos de la Semana Roja, como la
Semana trágica, constituyeron un intento de golpe de estado a los gobiernos de
aquel entonces, Alcorta e Hipólito Yrigoyen respectivamente, en el cual, los
anarquistas más radicalizados, actuaron de manera funcional a los intereses de
una oligarquía que no simpatizaba con los conservadores y mucho menos con los
radicales. Fue durante estas revueltas que surgió la figura del Coronel Luís J.
Dellepiane, un militar que rápidamente se incorporó al escenario político
ocupando el cargo de Jefe de Policía de la Capital, el 17 de noviembre de 1909,
luego del atentado que le costó la vida a Ramón L. Falcón, permaneciendo en el
cargo hasta el 15 de noviembre de 1912. Luis José Dellepiane, nació en 1865,
hijo de Andrés Dellepiane Castillo y de Petrona Isabel Cálcena Echeverría y
Caballero; se casó con una asturiana llamada Perfecta Mastacha, “Doña
Perfecta”, como él acostumbraba llamarla, con la que tuvo tres hijos, Luis1 ,
Inés y Sara
Ingresó al
Colegio militar y luego estudió en la Escuela de Ingenieros Militares, creada
por el primer director del Colegio Militar de la Nación, Juan Czetz, el 5 de
febrero de 1886. En esta institución se dictaban cursos de cuatro años de
duración y a su término se alcanzaba el título de ingeniero militar; durante
sus primeros tres años de existencia, la Escuela de Ingenieros, permaneció
ligada a la Universidad de Buenos Aires, por lo que Luis Dellepiane obtuvo
ambos títulos de grado, el militar y el civil en la Facultad de Ingeniería de
la UBA. Tiempo después viajó a Europa para perfeccionarse en topografía.
En 1894
Dellepiane realizó trabajos demarcatorios en la frontera con Chile en la zona
central de la cordillera, en Paso de la Dama, Mendoza. En 1895 a consecuencia
de una serie de reformas del jefe del Estado Mayor del Ejército, General
Alberto Capdevilla, se hizo cargo de la 1ra División Técnica, una sección del
ejército encargada del estudio y el desarrollo de las tareas topográficas.
En 1898, con el
grado de Mayor Ingeniero, durante los primeros días de gobierno de la segunda
presidencia de
Julio Argentino Roca, integró una comisión para la construcción de un edificio
propio para las nuevas secciones incorporadas por el General Francisco
Reynolds, estas eran, la sección de Artillería de Campaña y la de Artillería de
Montaña.
Su basta y
acabada preparación lo llevó a ser miembro del Consejo Superior de la Facultad
de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires y docente en Geodesia.
Considerado el padre de la geodesia argentina, en 1915, fue nombrado miembro de
la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales