En el contexto de las 7°
Jornadas de Comercio Exterior organizadas por el Consejo Profesional
de
Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba el 1 de noviembre de 2019, conversamos
con el Mgter. Gustavo Girado sobre la República Popular China, su nuevo rol en
los esquemas de poder global y qué lugar cabe a América Latina, y Argentina en
particular, en el presente contexto.
¿TIENE POSIBILIDAD CHINA DE
CONVERTIRSE EN UN “IMPERIO” CULTURAL?
Por grado de alcance a primera
vista parecería que sí, pero hay que ser cautos de no analizar a China bajo
categorías republicanas, ya que sus nacionales poseen un carácter civilizatorio
al respecto. Es decir, no se miran a sí
mismos como un Estado Nación, sino como una civilización. Entonces, cuando los
chinos se autorreferencian, incluyen asimismo a su diáspora. Si uno tiene
en cuenta que en muchos de los países de la región de Asia-Pacífico los chinos
constituyen la primera etnia comercial, entonces sí cabe considerar que la
cultura china permea gran parte de lo que se consume a nivel mundial.
Ahora bien hay que tener en
cuenta las diferencias entre lo que se considera como “imperio cultural” y el desarrollo del soft power, el cual los
chinos recién están empezando a desarrollar. Por ejemplo, no podría Huawei, la
cual utiliza componentes tecnológicos cotidianos para sus teléfonos móviles,
difundirse en el mundo sin un trasfondo de empatía con los valores orientales
que fueron los que lo generaron. La categoría de “imperio” no me parece
correcta para el momento histórico en el que vivimos y como concepto para
describir la forma de desarrollo de la política exterior china.
La etnia china tiene actualmente una fuerte presencia en muchos lugares
del mundo, por ende es inevitable que te permeen sus tradiciones y costumbres.
Pero si uno va puntualmente al soft power, ejemplificándolo con el desarrollo
de los Instituto Confucio, eso recién empieza, sino observemos hace cuánto
otros institutos culturales occidentales (franceses, italianos o
estadounidenses) tienen presencia en nuestro país y como no nos referimos a ese
fenómeno como algo imperialista.
En síntesis, si consideramos
entonces a la cultura como un hecho humano, sí podemos afirmar con certeza que
hay una fuerte presencia china en el mundo hoy, fuerte en América del Norte,
Europa, África y buena parte de Asia lógicamente. Sí hay que decir que esa
presencia es escasa en América Latina y más en Argentina.
TENIENDO EN CUENTA EL
DESARROLLO EN EL PLANO MATERIAL Y ECONÓMICO, ¿EN QUÉ SECTORES ECONÓMICOS ESTÁ
FOCALIZADO HOY CHINA, Y CÓMO LA GUERRA COMERCIAL CON ESTADOS UNIDOS PUEDE
AFECTAR ESTO?
Esta pregunta se relaciona con
el Plan Made in China 2025, el cual
comprende un conjunto de sectores vinculados a la alta tecnología y en los
cuales China busca posicionarse a la vanguardia. Entre estos podemos mencionar
a las energías renovables, robótica,
Inteligencia Artificial, vehículos autónomos, la tecnología 5G, etc. Son
aproximadamente 10 sectores que están incluidos en este Plan. Ahora bien,
este contexto de conflicto comercial los va a atrasar indefectiblemente, ya que
el núcleo de esta guerra (afirmado por el propio Trump) reside en detener el avance
chino en estos campos, el cual amenaza la superioridad estadounidense al
respecto.
POR ENDE, CONSIDERANDO LA
DIRECCIÓN DEL DESARROLLO CHINO, EL CONTEXTO INTERNACIONAL, Y EL RECIENTE CAMBIO
DE GESTIÓN EN ARGENTINA, CON UNA RETÓRICA MÁS CONFRONTATIVA PARA CON LOS
CENTROS TRADICIONALES DE PODER, ¿PIENSA QUE PUEDE HABER UN ACERCAMIENTO POLÍTICO
MÁS SÓLIDO HACIA CHINA, MÁS ALLÁ DE LA TRADICIONAL COOPERACIÓN EN MATERIA
ECONÓMICA?
Sí, yo creo que va a haber.
Desafortunadamente nuestra situación económica es muy mala. Si esta no fuese
tan extrema habría muchas más posibilidades. Esto a razón de que la próxima
gestión de gobierno no va a contar con herramientas para negociar y se vería
forzado a aceptar cualquier tipo de términos en una hipotética mesa de
negociaciones.
Más allá de eso, va a haber una cooperación un poco más
sólida simplemente porque el formato de la relación externa que la próxima
gestión quiere construir no implica una relación tan estrecha y fuerte con el
ordenamiento del hemisferio norte occidental liderado por Estados Unidos,
la cual se hizo explícita por la gestión del presidente Macri.
Esto último tuvo sus
consecuencias ya que cuando Macri quiso
disminuir vínculos con China en favor de los Estados Unidos, no le fue bien.
China era el único que financiaba y traía infraestructura sin ningún tipo de
condicionalidades, y eso en buena parte se perdió. Las promesas hechas por
Trump para el ingreso de productos argentinos, como los limones o los
biocombustibles se vieron finalmente truncas. Además, para agregarle a este
contexto, Europa permaneció cerrada a los dichos productos, como lo estuvo
desde el 2001, acompañado de una ausencia casi total de inversiones de dicho
continente en Argentina.
¿ENTONCES QUÉ MODELO POLÍTICO CONSIDERA QUE PUEDE EXPLOTAR MEJOR LAS
OPORTUNIDADES DE COMERCIO QUE OFRECE CHINA?
Yo creo que lo puede aprovechar
mejor un futuro gobierno de Fernández por lo que han dicho hasta aquí. Juzgando
el pasado tendría que asumir que lo que viene es igual a lo que hubo y no tengo
por qué pensar eso. La situación
argentina es mucho peor pero no es distinta a la de 1989, 1990 y quizá no es
muy distinta a la del 2001. Así que no sé si vale medir con la misma vara
momentos tan diferentes.
¿QUÉ PODRÍA IMITAR ARGENTINA DEL MODELO PRODUCTIVO CHINO?
Básicamente nada. Pero bien
podríamos retomar la vieja historia de
planificación que tanto éxito tuvo a nivel institucional. Cuando Argentina
planificaba crecía, de Perón en adelante, los ministerios tenían una
cultura institucional. Pero la planificación implica tener Junta Nacional de Granos, precios fijados por el Estado para que el
pequeño productor no trabaje a pérdida, no es que solamente cuatro genios digan
que tenemos que hacer aviones nacionales. Implica todo un plan. Acá hubo planes quinquenales en la época de Perón
que en parte fueron exitosos así que uno puede pensar que retomar los planes
quinquenales no es una idea descabellada, pero eso enseguida tiene una
connotación política casi fascista, estalinista. No tenemos por qué llamarlo
así, podemos llamarlos cuatrienales, que respondan a un gobierno entero. Pero ahora no se puede planificar nada, tenés
que ver cómo generar recursos para darle de comer a la gente y generar
trabajo. Precio sostén, junta nacional
de granos, ley de semillas.
¿QUÉ OBSTÁCULOS EN LA RELACIÓN
BILATERAL HABRÍA QUE SUPERAR?
No se me ocurre a primera
intuición. Si es bilateral es gobierno-gobierno, está todo por ganar ahí.
Siempre va a haber obstáculos. A
nosotros nos cuesta vender, pero la dificultad es nuestra. A ellos les cuesta
trabajar con culturas laborales mucho más institucionalizadas que las que
tienen allá. Ellos también tienen que superar eso.
ES UNA PREGUNTA CONTRAFÁCTICA,
PERO TENIENDO EN CUENTA EL CAMBIO DE GOBIERNO Y LAS DIVERSAS CRISIS QUE ESTÁN
SUCEDIENDO EN LA REGIÓN, ¿INFLUIRÍA EN LA RELACIÓN CON CHINA QUE ARGENTINA
PUEDA CONFIGURAR UN MAPA TERRITORIAL DE FILIACIÓN CON LOS OTROS GOBIERNOS?
No proyectaría. China nos
sigue viendo como un conjunto agregado de economías muy extrañas para ellos,
con poco apego al trabajo dirían. Pero no
comprenden por qué habiendo comida y recursos seguimos siendo un apéndice
norteamericano. Si a nosotros nos cuesta entenderlo, más les cuesta a
ellos.
¿CREE QUE SERÍA BENEFICIOSO
PARA ARGENTINA ROMPER EL VÍNCULO DE INVERSIONES CON ESTADOS UNIDOS Y BUSCAR MÁS
INVERSIÓN CHINA?
No creo que sea necesario, hay
muy poco vínculo comercial y de inversiones con Estados Unidos, hay solo una
fuerte vocación política en la conducción actual que se puede congelar. ¿Qué
implica? Estados Unidos usa un brazo
financiero que es el Fondo Monetario Internacional para aplicar determinadas
políticas en Sudamérica, con mucho éxito hasta ahora, y Argentina decidió
políticamente que esto no lo va a revertir, que va a pagar la deuda. Si es
cierto que el gobierno norteamericano ha puesto exigencias para seguir
apoyando, ahí sí es otro escenario. Pero yo creo que sería muy equivocado que Argentina
se recueste en China para decirle que no a Estados Unidos, no es necesario.