Por Eduardo J. Vior para INFOBAIRES24
Mientras casi 40.000 efectivos de la OTAN inician en Polonia y los países
bálticos la maniobra “Defender Europe”, sofisticadas armas antiaéreas
provistas por Moscú acompañaron este sábado 15 y domingo 16 la movilización de dos millones de efectivos venezolanos
en el ejercicio “Escudo Bolivariano”. Por las dudas Washington no haya
escuchado, el viernes 14 también el embajador ruso ante Argentina se solidarizó
desde Ushuaia con nuestro reclamo por la
reintegración de las Islas Malvinas, abriendo un nuevo frente diplomático
contra la OTAN y demostrando el nivel de la cooperación estratégica
ruso-argentina.
En un acto que contó con la
participación del gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, Gustavo Melella, representantes de los veteranos de Malvinas y
un nutrido público, el embajador ruso
Dmitry Feoktistov tomó la palabra inesperadamente y declaró lo siguiente:
“en Rusia tenemos la conmemoración del Regimiento Inmortal el Día de la
Victoria, cuando la gente sale con retratos de sus seres queridos que murieron
en la Guerra. En Argentina lo honramos en la Plaza San Martín y marchamos hasta
el Monumento a los Caídos en Malvinas y siempre muchos argentinos se unen a
nosotros en esta fecha”, expresó.
“En esta ocasión, continuó, los rusos
nos unimos a ustedes para honrar la memoria de los caídos en las islas
Malvinas. Quiero decirles a todos los veteranos y todos los argentinos que
Rusia siempre los apoyará en todo y sobre todo en la cuestión de la soberanía
de las Malvinas “, agregó. “La hora del
colonialismo pasó y los ingleses deben devolver las islas a Argentina”,
manifestó Feoktistov.
Las palabras pronunciadas por el
diplomático ruso fueron entendidas como una advertencia de Moscú a Occidente
que excede su relación con Argentina. Es que el pasado 4 de febrero la Organización del Atlántico Norte (OTAN) inició en
Alemania, Polonia, Lituania, Letonia y Estonia gigantescas maniobras que
durarán cinco meses. Se trata de la práctica de la OTAN más grande de los
últimos 25 años. Su objetivo declarado es entrenar el rápido despliegue de
tropas norteamericanas en Polonia y los países bálticos ante un eventual ataque
desde el Este. En el entrenamiento participan 20.000 efectivos estadounidenses
y 13.000 unidades de equipamiento trasladadas a Europa por mar y aire.
Las maniobras incluyen en total a 37.000
soldados de 19 países. En tanto el mayor despliegue de tropas se realizará en
Polonia, Alemania servirá de centro logístico y zona de tránsito. Por supuesto,
el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que “Defender Europe no se dirige contra
ningún país en particular”, pero es poco creíble. Después del golpe de estado
en Ucrania en febrero de 2014, que
provocó el alzamiento de la zona rusohablante del este del país y la reintegración
de Crimea a Rusia, la alianza atlántica se dio cuenta de que a partir de
entonces Rusia iba a responder a cada provocación occidental y comenzó a
mejorar sus capacidades, para poder confrontar con el modernizado y bien
entrenado ejército ruso.
Obviamente, realizar maniobras de estas
dimensiones es un intento de provocación vinculado a la campaña electoral
norteamericana. Por un lado, Trump
necesita demostrar que es tan antirruso como el más furioso de sus opositores.
Por el otro, su dependencia de los cristianos evangélicos liderados por el
secretario de Estado Mike Pompeo lo obliga aún más a atizar el fuego
antimoscovita.
La respuesta rusa se dio este fin de
semana de este lado del Atlántico. El sábado 15 fueron activados en toda Venezuela los ejercicios “Escudo
Bolivariano 2020”. En estas prácticas cívico-militares participan 2.370.430
efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de la Milicia
Bolivariana. Los ejercicios se ejecutaron en las ciudades de Caracas,
Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo. Estas prácticas se realizan tras
la entrada en vigor de la Ley de la FANB, que enfatiza la unión cívico-militar
para la defensa territorial e incorpora a la Milicia Bolivariana como
componente especial de esa institución.
Nicolás Maduro ha asegurado que los
ejercicios militares no solo sirven para prevenir eventuales agresiones de EE.UU. y Colombia, sino también para
responder a las mafias que contrabandean combustible hacia los países vecinos.
Anticipando los ejercicios las fuerzas de seguridad venezolanas interceptaron
el martes pasado en el estado de Lara (noroeste) un avión ligero que
transportaba 500 kilogramos de cocaína y detuvieron a dos ciudadanos
brasileños, informó el Ministerio del Interior.
Ese mismo martes un espectáculo
sorprendente recibió al jefe opositor Juan Guaidó, cuando volvió a su país:
unos grandes vehículos lanzamisiles aparecieron estacionados en la carretera
que conecta Caracas con el aeropuerto de Maiquetía, bloqueada por efectivos
militares. Al día siguiente unos equipos similares fueron vistos en la base
aérea de La Carlota, en el centro de Caracas. Otros más fueron vistos en Puerto
Cabello, sobre la costa del Caribe.
Según expertos, los vehículos mostrados
en las fotografías eran parte de un grupo BUK M2E, un sistema de defensa antiaérea ruso de mediano alcance con el que
cuenta el ejército venezolano. De acuerdo a informaciones de BBC Mundo, también
se vieron vehículos de un S-125 Pechora, otro grupo de intercepción de origen
ruso, pero más antiguo que el M2E. El
BUK M2E y el S-125 Pechora, junto a los más sofisticados y avanzados S-300,
forman el grueso de la artillería antiaérea de la FANB.
Aunque Venezuela cuenta también con
sistemas RBS 70, de fabricación sueca, y los franceses Mistral, estos son mucho
más modestos y no comparables a los BUK, Pechora o S-300, señalan los
especialistas. También son rusos los lanzamisiles portátiles individuales
Igla-S. Los sistemas antiaéreos rusos fueron entregados a Venezuela entre 2011
y 2014.
El país caribeño dispone asimismo de cazas Su-30Mk2, un modelo capaz de
competir con los más avanzados aviones de combate de la OTAN. En su reciente
visita a Caracas, entre tanto, el canciller ruso Serguéi Lavrov reafirmó que la
cooperación militar entre ambos países es prioritaria para su país, formulando
así una fuerte advertencia a Estados Unidos.
En el marco de la creciente
confrontación entre la alianza occidental, por un lado, y Rusia, China e Irán,
por el otro, que se está agudizando al calor de la retórica antirrusa que
rezuma la campaña electoral estadounidense, tanto la maniobra de la OTAN en
Europa Oriental como el ejercicio de las fuerzas venezolanas y la proclama del
embajador ruso en Argentina deben entenderse como fintas previas a una pelea de
boxeo que es de esperar no se dé nunca, pero –hagámonos conscientes- la
confrontación mundial nos ha alcanzado.