7/11/18
1- El judaísmo, el catolicismo y el mismo islamismo demonizado, pero políticamente,
ya que no sólo reconoce las otras religiones anteriores, sino que acepta el
“misterio de María”, elevando a Abraham y a Jesús como enviados de Dios, igual
que Mahoma. Pero la política internacional fabrica enemigos.
2- Los cultos orientales como
el budismo, el induismo, el tahoismo son
procesos religiosos de miles de años, anteriores a las religiones monoteístas,
que plantean formas de relacionamiento humano basados en la introspección y el
amor. El poder político los ignora, en el “occidente cristiano”.
3- Es que el llamado “occidente cristiano” es una formulación
política ideológica, destinada a bloquear el pensamiento y la profesión de fe
diferente, aunque en la práctica sea tan occidental como Japón y tan cristiano
como Israel. Sólo funciona como Muro de la alteridad, imponiendo el pensamiento
único.
4- Es que promover el amor como práctica colectiva de fe,
impone la necesidad de crear modelos
solidarios, y colectivos que promuevan las comunidades hacia la justicia
social, concurriendo a las necesidades de los más débiles y desamparados. Eso
es contrario a los intereses del capitalismo financiero, salvaje, inhumano y
brutal, que promueve el individualismo.
5- Es que el sistema de poder
en el mundo está en discusión sobre estas bases, no religiosas sino de
intereses, que confrontan en modelos de construcción política. El modelo de la financiarización, que es la
hegemonía de los Fondos de Inversión supranacionales, que arrasan
soberanías, amparados en los medios hegemónicos de comunicación, frente a los
modelos sociales y productivos biocéntricos, basados en el hombre y la
naturaleza, que promueven “los populismos” y Francisco. Una grieta
internacional.
6- Por esa razón el Papa es atacado desde los centros financieros internacionales,
instrumentando campañas desde EEUU, que incluyen cardenales y obispos
cooptados por el Imperio o intentando demonizarlo en algunas expresiones
evangélicas, que son resortes instrumentales con terminales económicas y
políticas en la NSA, la CIA, el M16 inglés y la Mossad, como la Secta Moon de
penetración mundial en especial en Uruguay y Argentina a través de la Iglesia
de Dios, medios de comunicación e inversiones. Esa operación del “occidente
cristiano” está en pleno desarrollo.
7- Entonces cuando hablamos de
religiones estamos referidos a la Fe,
elemento trascendente de los pueblos que constituye un refugio espiritual
importante. Pero cuando describimos las operaciones políticas del odio, estamos
dejando al costado el tema de la religiosidad, para pasar a la manipulación de
las masas y la anulación del pensamiento crítico. Escuela de Frankfurt a pleno.
8- En la Teoría del Shock y en
su nuevo libro Naomí Klein, ex
integrante de los organismos internacionales, describe con precisión la
articulación de crisis provocada, con agitación al odio, seguida de medidas de
ajuste y concentración de las riquezas, por parte del poder económico
dominante. Nuestro país es buen ejemplo de eso: no había crisis, debían
provocarla, mentir, avanzar, perseguir, denigrar y jibarizar la política, con
el linchamiento social de los líderes populares.
9- No pudieron mantener la
mentira todo el tiempo, a todo el mundo, se les derrumbó el castillo de naipes
antes de lo previsto, aterrizaron de golpe en el mundo real de las crisis internacionales, sin
instrumentos económicos y políticos de derechos sociales. Les estalló en las
manos la realidad de su propia construcción neoliberal y neocolonial, sumisa y
cipaya, de espaldas al pueblo.
10- Recurren entonces a la demonización supuestamente religiosa, intentan
avanzar por los senderos de la manipulación de la Fe, ya que los medios
hegemónicos, las redes, la Justicia cómplice y el dinero no alcanzaron para
demoler al “populismo”. Estamos vivos y dando batallas, una tras otra, con el
pueblo movilizado, defendiendo sus derechos adquiridos, pero también la
democracia ante estos soldados del Imperio, saqueadores seriales que pretenden
poner de rodillas al pueblo argentino y su soberanía nacional. No podrán, nunca
pudieron ni lo lograrán: “seamos libres, lo demás no importa nada…” es el
mandato del Padre de la Patria, San Martín.