lunes, 2 de abril de 2018

La Causa Malvinas y el pensamiento nacional


Por Juan Godoy*

“La juventud podrá entender la lucha intelectual de Ugarte, Scalabrini Ortíz, Jauretche, Hernández Arregui, Irazusta, Rosa y otros ilustres argentinos sobre la naturaleza del imperialismo inglés entre el humo de los disparos”. (Jorge Abelardo Ramos)

Introducción
“En grandes olas azules y encajes de espuma blanca, te va llegando el saludo permanente de la Patria. Ay, hermanita perdida. Hermanita, vuelve a casa”. (Atahualpa Yupanqui)

            En los países que solo tienen una independencia formal, y una realidad dependiente, como sabemos, los mecanismos de colonización pedagógica son fundamentales para sostener, a partir de su invisibilización o justificación, esa situación. Esta colonización pedagógica se manifiesta en las cuestiones más diversas, pero hay algunas en que se apunta a que no existan prácticamente fisuras por su potencialidad en el surgimiento o fortalecimiento de la conciencia nacional, que es lo que la cultura dominante no quiere que aparezca. En este marco, consideramos que, después de la guerra de Malvinas (y aún antes), de la finalización aparece un proceso fuerte de desmalvinización que es fruto de la colonización pedagógica que cala tanto fuera de lo que podemos denominar como campo nacional y popular, lo cual aparece como absolutamente lógico, pero también lo hace dentro de dicho campo (sobre todo en el sector del progresismo), lo que llama la atención. La Causa Malvinas aparece en cierto sentido como un “hecho maldito” del progresismo. Asimismo podríamos considerar, y relacionados con nuestra temática también el anti-militarismo abstracto y las consideraciones en torno al sindicalismo.
Pensamos entonces que la desmalvinización va de la mano con el pensamiento colonial, y que una relectura desde la perspectiva del pensamiento nacional, desde su esquema de análisis nos lleva a una reivindicación más profunda y consecuente en torno a la cuestión. Esto último en tanto la Causa Malvinas es puntal donde se asienta y fortalece la conciencia nacional. Cuando se cristaliza en el sujeto individual y/o colectivo la lesión de la soberanía se vigoriza el sentir nacional y su defensa.
            Malvinas cala profundo en el pueblo argentino, basta recorrer nuestro país y observar pintadas en las paredes, calcomanías en los más diversos objetos y espacios, actos solidarios en torno a la cuestión, tatuajes en todas sus formas, remeras, etc. Evidentemente sigue presente lo que supo ver con su profunda mirada sobre las “cosas de la patria” el gran José Hernández cuando afirmó que “los argentinos, especialmente, no han podido olvidar que se trata de una parte muy importante del territorio nacional, usurpado merced a circunstancias desfavorables, en una época indecisa, en que la nacionalidad luchaba aún con los escollos opuestos a su definitiva organización”. (Hernández, 2012: 10)
            Nuestra intención aquí entonces es hacer una relectura en torno a la temática desde la matríz de pensamiento nacional-latinoamericano para poder avanzar en la ruptura de la colonización pedagógica, y más específicamente, contra la desmalvinización. A medida que vayamos avanzando en la temática veremos donde se asienta ese discurso, y cómo romperlo.


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