Por GABRIEL FERNÁNDEZ *
Decisivo saberlo para conocer la información: al arribo
de la gestión Cambiemos la Argentina no tenía problemas fiscales. El esquema se
asentaba en la capacidad recaudatoria de
una economía en marcha. Impuestos para los grandes exportadores, cargas sobre la
compra directa de las grandes masas. Sobre ese diseño que con variantes
reproducía el instaurado por Miguel Miranda en 1945 el país se desplegó en base
a la inversión productiva con presencia estatal, el consumo, el comercio y la
industria.
Ese circuito tenía sus fallas: hegemonía de la producción primaria –empero, menos que en el resto de
los países del subcontinente-, eslabones faltantes en la cadena productiva
–dolarización de insumos-, excepcional renta financiera –en línea con el mundo,
pero sin ceder a la ultrarrentabilidad buitre- y regresividad impositiva
–claro, el IVA-. Pero la solución estaba en agudizar la tendencia, no en
revertirla. En promover la ampliación del PBI industrial para lo cual se
precisa mucho menos ajuste y mucha más inversión.
Esta mañana el gobierno anunció la persistencia del
lineamiento que deterioró la economía nacional en los dos años recientes y la
profundización de un ajuste fiscal destinado a enfriar la circulación monetaria callejera y, en definitiva, a arrasar
definitivamente con la industria, el comercio –en suma, el trabajo- en esta
región del planeta. El objetivo es derivar las riquezas nacionales hacia un
puñado de particulares que operan como funcionarios y de las corporaciones
rentísticas que los sostienen en esos puestos.
¿Qué ocurrió hoy? El
ministro de Hacienda Nicolás Dujovne anunció una reducción de la meta de
déficit fiscal para este año de 3,2 a 2,7 por ciento, con lo cual ratificó
que su respuesta a cualquier cimbronazo que sufran la economía y las finanzas
seguirá siendo el ajuste. La disminución de la pauta de déficit se traducirá en
un recorte de 30 mil millones de pesos
que originalmente habían sido previstos para obra pública. “Nos duele
porque uno no quiere tocar la obra pública”, dijo pero aseguró que “la única
manera que tenemos (de bajar el déficit fiscal) es con una reducción gradual
del gasto público”.
El déficit lo promovió artificial y forzadamente el
gobierno macrista desde enero del 2016. Con la orientación señalada al comienzo
del artículo, desfinanció al Estado –exención impositiva para los grandes
productores primarios y reducción del poder de compra popular- y relevó esos
ingresos genuinos por deuda. En extraña ligazón de cinismo asentado sobre la
mentira, Dujovne señaló:
"Como menciona siempre el Presidente, la Argentina
no puede seguir viviendo de prestado. Tenemos un programa muy claro de
convergencia hacia el equilibrio fiscal, donde queremos dejar de emitir deuda y
depender de los mercados. Y en la medida en que podemos acelerar esos procesos
y dar señales contundentes de hacia dónde vamos y cómo lo hacemos, pensamos que
es importante hacerlo".
Antes del arribo de la Alianza PRO – UCR Cambiemos al
gobierno, el país no necesitaba emitir deuda. Debido al diseño planteado
–incluidas sus falencias, admitidas en este texto- el dinero circulaba
internamente y abastecía las necesidades de sociedad y Estado. En el colmo de
la inexactitud y esta vez sin mencionar a Lázaro Baez, el ministro dijo que los
gobiernos anteriores hicieron “un despilfarro” del dinero público y acusó a la
oposición de “demagógica y populista” por intentar frenar el avance de las
tarifas.
Pero el sistema
era virtuoso aunque incompleto. El Estado asumía su rol recaudatorio y
canalizaba parte de los recursos generados por la comunidad, sobre la misma. En
vez de tomar esos ingresos y derivarlos en las grandes compañías, como se hace
ahora, los inyectaba para alcanzar una mejoría ostensible del nivel de vida
promedio. Como todas las naciones del planeta que en verdad crecieron, más allá
de las portadas de medios orientados por el capital financiero, la Argentina se
desarrolló en los períodos 45 – 55 y 03 – 15, en base a tal arquitectura,
desdeñada promocionalmente como “populista”.
Los anuncios de Dujovne
han sido un intento de ofrecer un mensaje a los mercados financieros que ayer
provocaron una suba del dólar a 23,30 devaluación del peso de alrededor del
9 por ciento. En este sentido, elogió el aumento en las tasas de referencia
anunciadas esta mañana por el Banco Central con el fin de frenar la escalada de
la moneda estadounidense. Sin embargo, todos ya lo saben: las autoridades
liberales se preocupan por ellos, y ellos responden con el bolsillo.
En sintonía con la idea instalada de decir cualquier cosa
sin corroboración práctica, el ministro de Mauricio
Macri indicó que se “va mantener el rumbo” del “crecimiento de estos años”,
y aseguró que también va a continuar el “aumento de empleo que estamos viendo”
que generó “reducción de la pobreza”. Crecimiento, empleo, pobreza. Tres
mentiras lisas y llanas que no guardan vínculo alguno con realidades palpables
a lo largo y a lo ancho del país.
La extensa y oscura argumentación no halló argumentos
para justificar el ajuste: el funcionario aseguró que el equipo económico
“aspiraba a sobrecumplir” la meta del 3,2 prevista para este año pero aclaró
que la decisión de disminuirla se debió “a que subieron las tasas de interés en Estados Unidos, las monedas de los países
emergentes se han depreciado y la presión doméstica” de la escalada del
dólar.
Para que se entienda. Al resquebrajar el esquema virtuoso
y relevarlo por uno de rasgos rentísticos, derramar culpas en el exterior es
como decir que Arsenal de Sarandí descendió porque el Real Madrid salió campeón
de la Champions. La única relación entre ambos que es juegan al fútbol. Luego,
sus vectores no se imbrican en momento alguno. Faltó que Dujovne mostrara un
cuadro sinóptico en el cual la responsabilidad de la inflación argentina
surgiera de la apreciación de una bolsa de monedas venezolano nicaragüense.
Así las cosas, el modelo liberal ha alcanzado su borde.
El decurso de los acontecimientos nacionales tendrá como lanza afilada la
realidad económico social, pero como resolución la decisión política del pueblo
argentino.
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