Jorge Rachid
1- Desde la asunción del nuevo gobierno
neoliberal, algunos creyeron, como en
tantas otras épocas, que el peronismo estaba destinado a su extinción, que
sus personajes residuales, podían constituir un polo de ayuda a la
“gobernabilidad” del régimen, pese a que habían sido votados para ser
opositores.
2- Lo mismo pasó en 1955 cuando muchos
corrieron a sacarse de encima su historia peronista, algunos por temor, otros
por oportunismo. Tuvimos dirigentes de toda laya dispuestos a abandonar a Perón
en función de sus intereses vandoristas. Pero siempre hubo quienes lucharon y
se sacrificaron junto al pueblo.
3- Hubieron
patriotas como Framini, Borro, Ongaro, Di Pascuale y Ferraresi, sindicalistas
que con sus documentos de Huerta grande, La Falda, 1° de mayo y los 26 de
Ubaldini jerarquizaron la historia resistente. Otros claudicaron y se
perdieron en la memoria colectiva de la historia, como será ahora.
4- El Movimiento
Obrero fue siempre el eje de la lucha popular, estigmatizado por el enemigo
de la Patria y por quienes desde posiciones abstractas, creían poseer la verdad
absoluta de sus acciones. No se trata de juzgar, sólo de recorrer la historia,
que separados hizo de intelectuales y trabajadores, comida del enemigo.
5- Siempre hubo traiciones ya denunciadas por
Evita, con más daños de fuego amigo que desde afuera del Movimiento. Sin
embargo fue el pueblo en sus movilizaciones desde entonces, quien siempre
corrigió los rumbos. No se podía discutir a Perón su conducción, ni aceptar el
surgimiento del huevo de la víbora en el Movimiento.
6- Sería largo enumerar los acontecimientos de
entonces en una resignificación actual, pero el movimiento obrero echó del
gobierno las pústulas infecciosas de esa reacción fascista, que pretendía,
hacer pagar al peronismo, el genocidio planificado por el Imperio, a través del
Plan Cóndor.
7- Hoy
nuevamente se quiere enterrar la memoria “del hecho maldito del país burgués”,
definido por Cooke y enmarcado por Fermín Chávez como “la epistemología de
la periferia”, asumir nosotros como Patria Grande ser el centro de nuestra
estrategia internacional.
8- Todo lo contrario al gobierno claudicante y
cipayo, entreguista y corrupto neoliberal que hoy conduce nuestro país. Pese a
ello algunos personajes se definen como “peronistas racionales” que ayudan
a gobernar, cuidando sus prontuarios,
porque como militantes, están a las antípodas del pueblo y de la Patria.
9- Estos personajes han puesto un límite en el
gobierno peronista de los últimos doce años, haciendo el juego al enemigo. La
pregunta es entonces: ¿Néstor y Cristina expropiaron Clarín? No, Perón si lo
hizo con La Prensa y la entregó a los trabajadores. ¿En los últimos años se nacionalizó el Comercio Exterior, la Banca y el
Crédito, los servicios públicos? No. Perón si lo hizo. Entonces en los últimos
doce años, donde se pudo avanzar en lo que permitía el contexto histórico, no
llegamos a nivelar la revolución de Perón. Pese a ello, el enemigo quiere
excluir al kirchnerismo del peronismo en una maniobra de destrucción del
“populismo”, porque quieren borrar la memoria colectiva del pueblo.
10- Entonces a estos muchachos
no se pueden llamar peronistas o les falta una bolilla de la actualización
política o sus antecedentes le impiden actuar con libertad. Sepan que la
historia no perdona, no se puede estar de los dos lados del mostrador y el
pueblo exige conductas, con sus movilizaciones, aumentando el conflicto social
y demandando respeto y garantías constitucionales, hoy arrasadas. Habrá 2019 con el pueblo en la calle y los
dirigentes a la cabeza de la recuperación del poder popular.