Jorge
Rachid
CABA,
21 de mayo de 2019
Para
los no enterados, en estos días se desarrollan acontecimientos de aprestos
bélicos, en esa zona sensible del mundo, con despliegue de Flotas de EEUU, ataques “innominados” de autor
desconocido, sobre superpetroleros Saudíes y con amenazas a Irán, sobre su
desarrollo de la energía nuclear, que ha sido acompañado con bombardeos con
drones, a los petroductos árabes.
Quienes
fueron los autores del ataque, se sospecha claramente de la Mossad israelí, que quiere a toda costa,
convocar a EEUU a una guerra contra Irán. Las amenazas de Trump sobre
“hacer desaparecer a Irán” y las respuestas del gobierno de ese país, no
alientan a la tranquilidad.
Este
panorama se desarrolla en un contexto sobre el cual nadie informa, que es el
que provoca hoy, la mayor crisis humanitaria del siglo XXl en Yemen, denunciada
por el Secretario General de Naciones Unidas, el portugués Guerreres, apuntando
a los bombardeos que desde hace tres años, desarrollan Arabia Saudita y EEUU,
con abastecimiento israelí, sobre ese país llave en la zona, porque es el
tránsito obligado del 60% del gas y del petróleo que abastece Europa y en menor
medida EEUU, en su afán de atacar Irán.
El
Papa Francisco ha denunciado estos
hechos, desde hace años, clama al mundo por la paz, ante la escalada de la
Tercera Guerra Mundial en curso,
según sus palabras. Los medios hegemónicos no muestran la gravedad de la crisis
provocada por la salida intempestiva de EEUU, de los acuerdos laboriosamente
tejidos por la Unión Europea, Obama e Irán, desde hace 5 años, que delimitaban
los procesos de enriquecimiento de uranio de ese país, a los fines medicinales.
Trump, irresponsablemente, hizo estallar esa situación, pateando el tablero con
nuevas exigencias y amenazas.
Cuando Trump se reunió con
el presidente argentino
dijo: “hablaremos de limones y Corea”, lo cual provocó la hilaridad de los
periodistas frívolos de nuestro país. Sin embargo Trump estaba planteando las
reglas de la negociación: entrada de
exportaciones argentinas de limones a cambio de comprar 10 mil millones de
dólares en armas ofensivas, que Argentina no necesita, para acompañar a
EEUU a cualquier aventura bélica en el mundo, como hoy acompaña Cambiemos, la
ofensiva del Imperio, sobre la República Bolivariana de Venezuela, con amenazas
de intervención armada.
Entonces
nuestro país se ha convertido por su
política internacional, sumisa, cipaya y colonial, en un campo propicio de
operaciones, que ejecutadas en nuestro suelo, tengan destino de forzar
relaciones de fuerzas en otros escenarios, como fueron los atentados de la
Embajada y la AMIA, ambos adjudicados, sin pruebas, a la República Islámica de
Irán, con páginas aportadas por la Mossad y la CIA, como figuran en el largo
expediente judicial, dejando de lado otras pistas.
Entonces
la irresponsable y claudicante posición
del gobierno argentino ante EEUU, está colocando en riesgo a nuestro país,
ante una situación internacional convulsa, en donde se dirimen otros intereses,
ajenos a las prioridades y demandas del pueblo argentino y a la Patria como
soberana en sus decisiones, cuestión que ahora no puede ejercer, por haber
sometido a nuestra política exterior a los dictados imperiales y sus intereses.
Sería
interesante que la política en serio, discuta estas cuestiones en pleno debate
electoral, ya que la definición de las mismas dependerá que a futuro mueran o
no soldados argentinos, en guerras lejanas, acompañando intereses coloniales.