Resumen de algunos puntos de vista de Rafal CORREA
–En agosto pasado
usted afirmó que la mayor conquista de su gobierno fue lograr el cambio en la
mentalidad de los ciudadanos, que volvieron a sentir el orgullo de ser
ecuatorianos. ¿Podría nombrar otros tres logros que considere sustanciales?
–Podría nombrar 300, modestia aparte, pero ratifico que el
principal logro es el intangible cambio de actitud de los ecuatorianos. Cuando
yo llegué al gobierno encontré un país destrozado, desmoralizado. Aquí sufrimos
una grave crisis en 1999, más o menos como la crisis del corralito de
Argentina, con la diferencia que allí colapsó el régimen de convertibilidad.
Por el contrario, la crisis de 1999 nos llevó a la dolarización. Esto causó
mucho dolor en Argentina, pero tal vez la crisis en Ecuador fue más profunda,
nos costó un 30 por ciento del PBI, la migración de millones de ecuatorianos,
destrucción de familias, destrucción de la sociedad. El país estaba
desmoralizado e inmovilizado. Nos habían convencido que éramos unos inútiles,
incapaces, corruptos, perezosos y que las grandes cosas solo podían hacerlas
los demás. El complejo tercermundista. Podíamos hacer bonitas artesanías, pero
las grandes carreteras solo se podían hacer en Europa o Estados Unidos. Hoy,
con la transformación que ha tenido el país, también se ha transformado ese
espíritu. Ha cambiado la actitud. Hoy vemos un país que tiene fe en sus propias
capacidades pese a la estrategia de la prensa y de la oposición de quitarnos la
alegría, la esperanza. No lo han logrado. Pero para nombrar tres logros:
Estábamos en los últimos lugares en equidad, éramos de los tres países más
inequitativos. Hoy somos de los tres países menos inequitativos de América
Latina. Somos de los países que más han reducido pobreza: dos millones de
ecuatorianos han salido de la pobreza. Y en cosas concretas, obras, teníamos
una de las peores redes viales de América Latina y hoy tenemos la mejor red
vial de la Patria Grande.
–El gobierno asegura
que esta fue una década ganada, mientas que la oposición la define como
perdida...
–Por supuesto. Para esas elites que ahora hasta tienen que
pagar un sueldo básico a las trabajadoras domésticas, ahora tienen que hasta
afiliar a la seguridad social a sus trabajadores, por supuesto que es la década
perdida. Ya no pueden evadir impuestos, no pueden explotar, no pueden
tercerizar. Pero para el 99.99 por ciento claramente es una década ganada, lo
dice América entera, lo dice el mundo entero. Para que lo sepa la región y el
mundo entero: la derecha se juega la vida en esta elección. Se ha comparado la
elección de Ecuador con la Batalla de Stalingrado, la batalla que cambió el
curso de la Segunda Guerra Mundial. La elección de Ecuador será la muestra de
que la derecha sigue avanzando o de que ya empezó el retroceso, entonces no van
a aceptar los resultados por más amplios que sean. Ya empezaron a generar
nuevamente un framing, como se llama en comunicación, es decir, un encuadre de
fraude.
–Alianza PAIS pasó de
obtener el 57 por ciento en la primera vuelta de 2013 a no llegar al 40 por
ciento la pasada elección presidencial. ¿Cree que tienen que hacer alguna
autocrítica y cuál sería esa autocrítica?
–Siempre hay que hacer autocrítica. Con respecto a ese tema
no estoy seguro. Depende lo que compares. En 2013 gané con el 57 por ciento,
una diferencia de más de 3 millones de votos, ganamos 100 asambleístas de 137.
Fue prácticamente irrepetible. Pero si comparas con el 2006, yo quedé en 22 por
ciento y Álvaro Noboa ganó con el 26 por ciento en la primera vuelta. Hoy nos
quedamos con 39,36 por ciento, el que nos sigue tiene 28,09 por ciento y es un
millón de votos de ventaja. Si eso no es victoria por donde se lo mire, ¿qué es
victoria? No solo eso, ganamos en todas las papeletas: Binomio presidencial,
mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, Parlamentarios Andinos, consulta
popular, muy importante, eso da vuelta al mundo, prohibir paraísos fiscales
para servidores públicos.
–Los medios de
comunicación desempeñan un rol fundamental en todas las sociedades y usted ha
batallado con firmeza contra ciertos medios de comunicación.
–Los medios de comunicación son un poder sin contrapoder.
Hay medios que no ejercen la comunicación social. Son actores políticos, sin
responsabilidad política. Eso es lo más grave para una democracia. Aquí, el
mayor diario nacional, El Universo, hasta hace un tiempo tenía en su
encabezado: “El cuarto poder”. Entonces la democracia, como ellos se cansan de
repetir, es un sistema de poderes y contrapoderes. Dicen: “Correa ha roto la
democracia porque no hay contrapoder, entonces la prensa asume ese rol”. Yo les
pregunto: ¿Cuál es el contrapoder de la prensa? En el caso particular de
América latina, yo creo mucho en los medios locales, porque tienen una práctica
más auténtica del periodismo, no son esas máquinas de hacer dinero, como los
grandes medios nacionales. Cuando yo llegué al gobierno, había unos seis
canales nacionales. Por lo menos cinco tenían vinculación o eran propiedad de
la banca. Si querías tomar una medida contra ellos, tenías una campaña brutal
de esos medios para defender los intereses de los banqueros. Entonces, los
medios son actores políticos y, en América Latina, sin ninguna clase de
contrapoder, ni escrúpulos, ni límites. Propiedad de media docena de familias
que estaban acostumbradas a hacer lo que les daba la gana. Tuvimos que
enfrentar a ese poder para limitar su alcance y tener una verdadera democracia.
Querían imponernos un Estado de Opinión y no un Estado de Derecho.
–La región está
viviendo cambios de gobierno, un giro a la derecha. ¿Por qué cree que se está
dando esto?
–Contextualicemos un poquito. Golpe de Estado contra Zelaya
en Honduras en 2009; 2008 intento de división de Bolivia; Lugo; Dilma. ¿Algún
gobierno de derecha acaso? Todos gobiernos de izquierda. Esa es la hipocresía
de la derecha latinoamericana que habla de democracia mientras gana. Cuando
pierden, pues, al diablo la democracia y golpes de Estado, parlamentarios,
judicial, lo que sea. En Honduras fue un descarado golpe militar para seguir
gobernando ellos.
Scioli perdió por 2 por ciento; Evo creo que perdió por 2
por ciento y si mañana se presenta como candidato a presidente, barre. A Lula
lo están atacando con todo porque tienen temor de que se presente como
candidato porque saben que barre entonces tuvieron que recurrir a un golpe
mediático, parlamentario y judicial para poder sacar del poder al Partido de
los Trabajadores y la derecha brasileña, que es brutal, recuperar ese poder. En
Venezuela, después de 16 años de gobierno sacaron el 40 por ciento. Sabes lo
que es un gobierno después de tantos años en el poder logre el 40 por ciento de
apoyo popular luchando contra todos juntos. Es verdad que ha habido retrocesos,
pero desde qué punto. Si analizamos del año 98 cuando Chávez fue el primero en
ganar elecciones en Venezuela, solo hay avances porque toda América Latina era
de derecha, era la larga y triste noche neoliberal. Si comparamos con el 2009
que Paraguay por primera vez en su historia tenía un gobierno de izquierda, por
supuesto que ha habido retroceso. Pero es porque estamos en un punto único en
la historia.
La tendencia progresista es sumamente importante como lo
demuestra Uruguay, país del que nunca se habla. Es el país más desarrollado de
América Latina y ya tiene 12 años de un gobierno de izquierda. Como lo
demuestra Evo Morales, Ecuador, Venezuela que ha resistido tantos embates,
Nicaragua donde Daniel Ortega venció de manera abrumadora, El Salvador también
con un gobierno de izquierda.
La tendencia progresista se encuentra muy vigente. Depende
con qué lo compares, si con el momento en el que toda Sudamérica excepto dos
países eran de izquierda o con la larga y triste noche neoliberal cuando no
teníamos ningún gobierno de izquierda en toda la patria grande.