Aritz Recalde[1],
noviembre 2018
“Están
los que quieren sacarnos de la cultura machista insertándonos en una cultura
feminista. Sin embargo yo entiendo que la mujer argentina piense como Eva Perón:
ni un paso adelante, ni uno atrás sino al lado del hombre para realizar juntos
la patria Justa, Libre y Soberana”. Antonio
Cafiero (Síntesis Bonaerense 1988: 43).
“Mi
sueño es llegar a ver que cada bonaerense tenga su vivienda digna, sus hijos
felices, sanos y con buena educación. En síntesis, que la justicia social
brille en todos los hogares para la felicidad del pueblo”. Ana Goitía (Síntesis Bonaerense 1990: 136).
Las mujeres en la campaña electoral a la
gobernación de la Provincia de Buenos Aires
Durante
la campaña electoral a la gobernación del año 1987 las mujeres de la Renovación
Justicialista se organizaron e implementaron más de cien talleres de debate en
diversos distritos bonaerenses. Como corolario de su tarea militante, realizaron
un masivo acto el 28 de junio del año 1987.
Con las
ideas e iniciativas de los talleres formularon un documento con propuestas para
la gestión del gobierno, que entregaron al
Centro de Estudios para la Renovación Justicialista (CEPARJ) (Mujeres
Bonaerenses 1991: 17-18). Con estos aportes los equipos técnicos de Antonio
Cafiero redactaron las Bases para el Plan
Trienal Justicialista y postularon que el futuro gobierno bonaerense trabajaría
por la “igualdad política, civil y económico
social de hombres y mujeres”. El documento puntualizó que “se promoverá la reforma de todos los
estatutos provinciales para asegurar el principio de igualdad distributiva y
laboral de la mujer (…) La mujer tendrá presencia directiva en todos los organismos
vinculados a la familia y promoción social”.
En la
gobernación iniciada en diciembre del año 1987 se promovieron importantes
reformas institucionales tendientes a alcanzar la dignidad de la mujer
bonaerense. Muchas de ellas fueron suscitadas y ejecutadas por la esposa de Antonio
Cafiero, Ana Goitía, quien postuló que uno de los objetivos fundamentales de su
tarea “es el de hacer escuchar las voces
de las mujeres y a través del diálogo con ellas, se vayan diseñando las
políticas para ir transformando la realidad” (Síntesis Bonaerense 1988:
43).
Ana
Goitía impulsó activamente programas culturales, sociales, productivos y de fomento
de los derechos políticos de las mujeres. Para desarrollar su tarea inauguró un
despacho en la Casa de Gobierno bonaerense y allí recibió y canalizó miles de demandas.
Los visitantes tenían necesidades materiales básicas insatisfechas y además
padecían “angustias” y carencias
emocionales y la funcionaria remarcó el hecho de que “a veces suelen decirme que este lugar oficia también como
confesionario, porque tratamos de escuchar a las personas, atender todas las
inquietudes desde lo humano y no meramente desde los administrativo”. En su
despacho recibía a individuos, a familias y también a grupos y una vez por
semana organizó “audiencias públicas”
con colectivos de cincuenta personas promedio (Síntesis Bonaerense 1990: 134).
De
sus diversas iniciativas, se destacó el impulso que le dio a la creación y al desenvolvimiento
del Consejo Provincial de la Mujer.
[1]
El texto es parte del Proyecto de investigación de la UNLa "El peronismo bonaerense entre 1987 y 1999:
un estudio de la dinámica política e institucional de las gobernaciones de
Antonio Cafiero y de Eduardo Duhalde".