La especialista afirma que en las
estadísticas hay que manejar variables y comparar grupos homogéneos.
-DOS DE LOS RECLAMOS CENTRALES DEL FEMINISMO
REFIEREN A LA BRECHA SALARIAL Y AL TECHO DE CRISTAL. HABLAME DE AMBOS Y DE CÓMO
SE REALIZA LA ESTADÍSTICA SOBRE BRECHA SALARIAL
-El primero postula que las
mujeres ganan 26% menos que los hombres y que esto obedece en parte al sexismo
que implicaría cobrar menos por el mismo trabajo, y en parte a la dificultad
por parte de las mujeres de acceder a los cargos directivos, que constituye el
segundo de sus reclamos, es decir el techo de cristal. En todo el mundo se
divide el total de ingresos recibidos por las mujeres por cantidad de mujeres,
y se hace lo mismo con los hombres. Luego se los compara. Sin embargo,
cualquier estadística seria controla variables y compara grupos homogéneos.
Pero cuando se habla sobre brecha salarial se mezclan peras con manzanas, no se
tienen en cuenta horas trabajadas, tipo de trabajo, horarios, edad, el impacto
de la crianza de los hijos o el porcentaje de ingresos del varón que con
frecuencia contribuyen a pagar los gastos de su mujer y sus hijos. En España,
años atrás, la Ministra de la Igualdad Bibiana Aído interpretó la brecha
salarial como desigual paga por el mismo trabajo, pero en un anexo de su propio
informe, la Inspección de Trabajo sobre Discriminación Laboral señaló que eso
ocurrió en el 1% de los casos, con 590 personas, 245 de las cuales eran
hombres.
-¿QUÉ CLAVES HAY QUE TOMAR EN
CUENTA PARA COMPRENDER EL FENÓMENO?
-Una de las principales es la
maternidad. Un estudio realizado en 2008 por el New York Reach Advisors en las
366 áreas metropolitanas principales de Estados
Unidos muestra que las que tienen entre 22 y 30 años, no están casadas ni
tienen hijos, ganan 8% más que los hombres de la misma edad y condición. Un
estudio realizado en Dinamarca por
Søgaard y colegas, en 2007, muestra que, en
el momento en que tienen hijos, las mujeres ganan en promedio un 20% menos que
los hombres. Esto tiene un impacto también en la posibilidad de ascender a
cargos jerárquicos. Cuando una mujer es madre, cambian sus prioridades y sus
horarios, de modo que empieza a ser de vital importancia para ella trabajar
no muy lejos de su casa, a tiempo parcial y en horarios compatibles con las
tareas de cuidado, de modo que los horarios nocturnos, que a menudo se pagan
más, y los trabajos distantes, que suelen ser mejor remunerados, no suelen ser
los que prefieren. Esto fue particularmente evidente en un estudio de Cook y
colegas que se hizo este año con el sistema de transporte UBER, donde ellas
ganan un 7% menos porque eligen otros horarios y lugares y conducen más
despacio (un signo de prudencia). Las mujeres que se desempeñan en trenes y buses ganan en promedio menos que los varones
porque trabajan un 50% menos de horas, muestra un estudio de Bolotnyy y
colegas, y también eligen horarios más diurnos y trabajar menos los fines de
semana, es decir, eligen horarios compatibles con la vida familiar.
¿CUÁNTO MÁS SUELEN GANAR LOS
HOMBRES?
-Cuando en Argentina se toman en
cuenta las horas trabajadas por hombres y mujeres, la brecha desaparece. En
2016, de acuerdo a la Encuesta permanente de hogares (EPH), los hombres
trabajaron en promedio alrededor de 10 horas más por semana que las mujeres.
¿Y QUÉ OTROS FACTORES INCIDEN EN
LA BRECHA?
-También se explica por
diferencias de motivaciones para ascender, según un estudio realizado por la
economista catalana Rosa Ferrer. Cuando se pregunta “en una escala del 1 al 10,
¿qué nivel de aspiración tiene usted para ascender a socio de la empresa?”, el
60% de los hombres lo sitúan entre 8 y 10. Entre las mujeres, el porcentaje
sólo es del 32%. Otro estudio de Jenny Säve-Söderbergh para la Universidad de
Estocolmo muestra que a la hora de negociar su salario piden entre 2,9 y 3,5%
menos que los hombres para los mismos empleos. En la Argentina el economista
Martín Tetaz realizó en el 2005 un estudio sobre el tema y observó que las
mujeres se contentarían con cobrar un 7,8% menos que los hombres.
-¿SE EXPLICA ESTE FENÓMENO POR LA
REPRODUCCIÓN DE ESTEREOTIPOS MERAMENTE COMO -PRETENDEN ALGUNAS FEMINISTAS O
EXISTEN OTRAS HIPÓTESIS?
-Una hipótesis que cuenta con más
evidencia es la que sostiene que en nuestra especie, al igual que la mayoría de
las especies animales, la hembra, que es la que invierte más en la
reproducción, prefiere a los machos con estatus y recursos porque favorece la
supervivencia de la cría. Puede parecer muy descabellada esta explicación si no
se está familiarizado con los mecanismos evolutivos que compartimos con otros
animales. Una de las evidencias más fuertes proviene de las especies de sexo
revertido, donde el macho es el que invierte más en la reproducción, y el
esquema se invierte porque el más selectivo es él, y quienes compiten por su
atención son las hembras. Esta menor propensión a ocupar cargos jerárquicos es
visible especialmente en los países con mayor igualdad de género del mundo, que
son los escandinavos.
VOLVIENDO A ARGENTINA, DONDE EN
PANORAMA A VECES ES AÚN MÁS SESGADO QUE EN EL EXTERIOR POR LA FALTA DE
REFERENTES QUE TRABAJEN EN UNA LÍNEA COMO LA TUYA ¿DISPONEMOS DE ESTUDIOS
COMPLETOS SOBRE ESTO?
-Natsumi Shokida, una feminista argentina que estudia economía,
publicó el artículo "La desigualdad de género se puede medir". Allí
tiene en cuenta algunas variables, pero le quedan varias decisivas por
controlar, con lo que saca conclusiones apresuradas. Califica mujeres y hombres
profesionales y por niveles de instrucción, pero no dice de qué profesión se
trata (ellas tienden a elegir más las peor remuneradas -educación, cuidado,
básicamente oficios centrados en personas), no controla la edad de la mujer (la
brecha se genera fundamentalmente cuando son madres), ni tipo concreto de
trabajo, ni dinero que le aporta a la mujer su pareja a partir del momento en
que se convierte en madre, ni analiza
otras hipótesis vinculadas con la sobrerepresentación masculina en cargos
jerárquicos (la maternidad, pero también una mayor focalización de los varones
en una sola tarea, mayor predisposición de las mujeres a tener una vida
balanceada, y no concentrada solo en el trabajo, etc). Cuando Shokida controla la variable de horas trabajadas se anula la
brecha salarial ("De aquí se desprende que, en promedio, las mujeres
trabajan menos horas que los varones, y esto explica una parte importante de la
brecha de ingresos mensuales", escribe.) Cuando controla la variable de
horas trabajadas y nivel educativo al mismo tiempo, vuelve la brecha, con lo
que nuevamente, al no controlar edad ni tipo de trabajo, compara nubes con
hormigón armado.
Roxana Kreimer es Licenciada en
Filosofía y doctora en Ciencias Sociales, lleva adelante el sitio Feminismo
Científico en Facebook, la página web Feminismo Cientifico y las cuentas
@feminisciencia y @feminiscience, en los que se tratan las problemáticas de
género desde una perspectiva científica, ausente en la mayor parte de las
propuestas del feminismo que copa los medios de comunicación. En diálogo con
Los Andes, echó luz sobre dos temas que nunca quedan demasiado claros, aunque
se insista en mencionarlos: Brecha salarial y Techo de cristal.