domingo, 23 de abril de 2017

LA CONDUCCIÓN POLÍTICA SEGÚN JUAN DOMINGO PERÓN

Aritz Recalde, abril de 2017

“Los partidos políticos mueren así, porque ya he dicho muchas veces que los pescados y las instituciones se descomponen primero por la cabeza. El día en que nos descompusiéramos nosotros, no tardaría mucho en descomponerse todo el Movimiento, disolverse y dispersarse”. Juan Perón

Hay diversas maneras de abordar el concepto de Conducción Política de Juan Domingo Perón. Una implicaría analizar la biografía del líder y el origen y la dinámica del Movimiento Nacional Justicialista. Dicha cuestión supone investigar el comportamiento y los roles de los diversos grupos de poder y de los actores políticos que integraron un espacio caracterizado por ser policlasista, plural en procedencias partidarias y en tensiones.
Otra manera de abordar el tema, y la que nos interesa rescatar en el Cuaderno, es la de analizar a Perón desde los artículos, entrevistas y libros que dejó centrados en temas de organización y de conducción de hombres y de grupos.

1-    La conducción política en la obra Juan Perón
El mandatario le dedicó varios documentos al tema y dictó clases en la Escuela Superior Peronista con la finalidad de elaborar y de transmitir un marco conceptual para la acción política.
La teoría de la conducción incluyó aspectos concernientes al Partido, al Movimiento, la masa popular, la Nación y el Estado.
 El sistema internacional imperialista y la conducción política nacional
Perón realizó varios estudios sobre aspectos geopolíticos y de política internacional. Entre sus obras se destacan La Defensa Nacional, Significado de la Defensa Nacional desde el punto de vista militar” (1944), “América latina, ahora o nunca” (1965) y la “La Hora de Los Pueblos” (1968) que reitera muchas de las cuestiones del trabajo anterior.
El texto del año 1944 es una conferencia de apertura a una cátedra en la Universidad Nacional de La Plata. Perón describió la dinámica de la política internacional como parte de luchas permanentes entre naciones imperialistas. Mencionó que el desenlace de la Segunda Guerra Mundial no traería la paz, sino que iba a iniciar una nueva etapa de las disputas geopolíticas originadas en la búsqueda de recursos. Las guerras eran fenómenos sociales, planteaba, y ni bien termine la conflagración, los miembros de los Aliados o del Eje iban a lanzar sobre Iberoamérica una campaña de dominio y de sujeción imperial.
En la “La Hora de Los Pueblos” Perón describió la historia del hombre como parte de una constante voluntad de dominio de los imperialismos y de las oligarquías. Grecia, Roma, España, Francia, Inglaterra, EUA o la Unión Soviética eran unidades de poder político, económico y bélico y organizaban y movilizaban a individuos, grupos, naciones y continentes detrás de sus objetivos.
Perón mencionó que la Revolución Francesa de 1789 inauguró un enfrentamiento político y militar de dimensiones nacionales. La revolución industrial, científica y tecnológica del siglo XIX, generó las condiciones materiales para la expansión universal del imperialismo.
En el año 1968 describió la reconfiguración del sistema mundial imperialista, que se caracterizó por conformarse en torno de bloques “continentales” en lucha. El sistema internacional tendía a organizarse en torno de:
a-      dos grandes modelos civilizatorios que eran el capitalismo y el comunismo. El primero impulsado por el imperialismo norteamericano y el segundo por el imperialismo soviético.   
b-      unidades continentales de poder: Comunidad Económica Europea, EUA y Unión Soviética.
La conducción política tenía como tarea impostergable consolidar la unidad y la movilización nacional. En su defecto, el país iba a ser satelizado por los imperialismos y las oligarquías extranjeras. 
Una vez organizado el proyecto nacional, el Justicialismo tenía que integrase al Continente Iberoamericano y luego al Bloque de Países No Alineados. En el libro “América latina, ahora o nunca” se publicó un discurso de Perón del año 1953, donde fijó claramente la necesidad de crear un mercado económico sudamericano tendiendo a organizar una “vida” y una “defensa” en común.
En la IV Conferencia Cumbre de Países No Alineados del mes de septiembre del año 1973 en Argelia, el mandatario argentino sostuvo que la “Tercera Posición” ya había sido proclamada hace treinta años y afirmó que “hoy tiene vigencia en esta misma asamblea”.

Los vacíos de conducción política nacional son ocupados por los representantes de las potencias extranjeras
Perón escribió varios trabajos sobre la coyuntura económica, social y política que derivó en su caída como fueron los libros “La fuerza es el derecho de las bestias” (1956), “Del poder al exilio” (1956) o los “Vendepatria” (1957). En estos libros describe con detalle lo que consideró era una imposición de un programa de gobierno oligárquico e imperialista.
La contrarrevolución del año 1955 se propuso destruir la organización política peronista, interviniendo y proscribiendo al partido de gobierno o ilegalizando la actividad sindical. Más adelante, los siguientes gobiernos destruyeron paulatinamente el Estado interventor fundado por el Justicialismo.
El objetivo fundamental de la contrarrevolución fue quitarle capacidad de decisión nacional al país. Las organizaciones libres del pueblo iban a perder poder político y la democracia Argentina sería conducida por delegados puestos desde del extranjero. El golpe de Estado del año 1955 transfirió la soberanía de las decisiones:
-  del Estado argentino a las potencias foráneas, a los organismos internacionales y a las empresas extranjeras;
- del productor industrial nacional al agropecuario y al intermediario comercial y financiero;
- del pequeño productor argentino al extranjero oligopólico;
- del trabajador a la empresa.

Una vez caído el gobierno democrático, cambió radicalmente el componente político y de clase de la conducción del Estado. Las principales decisiones las tomarían desde ahora:
- el poder financiero y los grandes grupos agropecuarios e industriales foráneos (oligarquía);
- los delegados de las potencias y organismos extranjeros (imperialismo);
- un frente político de clases medias y altas, militares y sectores de la iglesia.

Entre los años 1955 y 1983 las clases dominantes y sus aliados civiles y militares impusieron casi 25 años de proscripciones, violencias, asesinatos y distintos tipos de terrorismo (comandos civiles, fusilamientos, torturas, prisiones y detenciones ilegales y desde 1976 desapariciones forzosas). Para justificar la inusitada violencia política en la opinión pública local y extranjera, utilizaron los medios de comunicación internos e internacionales. El manejo político de la prensa y su influencia en la conducción de la masa popular y de las naciones fue explicado por Perón en sus notas en el periódico Democracia. Estos documentos están reunidos en el libro “Política y estrategia” (1953).

La conducción política y la organización del Estado
El Modelo Justicialista se organizó con el objetivo de lograr la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. La conducción política iba a cristalizar estos principios en la organización del Estado.
El mandatario escribió varios documentos que abordan temas institucionales y de organización de gobierno. Su obra culmine “Modelo Argentino para el proyecto nacional” (1974) sistematizó su concepción sobre la cuestión.
Se puede entender cabalmente el ideario de Perón analizando “las formas de ejecución de su doctrina, expresadas en los Planes Quinquenales (1947 y 1952), la Constitución Nacional de 1949 y en el Plan Trienal (1974). En “Conducción Política” Perón incluyó entre las formas de ejecución exitosas:
“nacionalización del Banco Central; la creación de todo un sistema financiero; la nacionalización de todos los servicios; la anulación de todos los consorcios financieros internacionales; la creación de una marina mercante (…) reglamentos del Banco Central; los reglamentos del Consejo Económico; los reglamentos orgánicos de los bancos y todo tema financiero del I.A.P.I”.

2-    La conducción política del Movimiento Nacional Justicialista
“La improvisación no puede ser un método completo para la realización de las acciones de la conducción”. Juan Perón
 Perón tiene varios trabajos que analizan aspectos doctrinarios y de organización política y partidaria como son las20 verdades peronistas” (1950), “La Comunidad Organizada” (1949) o “Conducción Política” (1951). En el año 1954 formuló algunas clases en la Escuela Superior Peronista que fueron editadas bajo el formato de libro “Filosofía Peronista”.

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