Jorge Rachid - 7/5/18
1- Cuentan las crónicas, que
los hijos de los esclavos tomaban con naturalidad su condición, a menos que el
relato oral familiar, recorriese su historia tribal, su identidad cultural y
sus costumbres ancestrales. Si no sucedía eso, la esclavitud era su realidad
resignada.
2- Cuando los pueblos
originarios defendían su historia y territorios, los colonizadores los llamaban
“salvajes”, imponiendo la cruz y la religión por medio de la espada y la
explotación. Cuando los Patriotas decidieron liberarse de la tutela imperial,
fueron atacados por ejércitos imperiales. Pero todos ellos lucharon.
3- La historia Unitarios y Federales contenía
parte de estos elementos, sintetizada en la frase sarmientina de “civilización
o barbarie”, que llevó al degüello a miles de criollos en nombre de los nuevos
tiempos. Esa lucha por otros métodos persiste en el tiempo, el país unitario,
portuario y explorador se impuso, desde Caseros, escribiendo la Historia
Oficial.
4- Estas reflexiones surgen de
la naturalización que pretende el
gobierno, por parte de la población argentina de tropas norteamericanas en
suelo patrio, de la persecución y
encarcelamiento con presos políticos de la administración actual, de la pérdida
de soberanía nacional en manos de organismos supranacionales como el FMI, dictando “el deber ser” de la
racionalidad económica, sometiendo al pueblo.
5- Si los ricos deben enriquecerse y los pobres empobrecerse, algo
anda mal en la comunidad, si la Justicia deja su rol institucional para ser
palanca de intereses extranjeros y hegemónicos, el pueblo queda desprotegido.
Si esto sucede porque el “orden natural del mundo” es impuesto por la cultura
imperial, fuimos todos colonizados.
6- Cuando miramos el mundo por la cerradura
informática cerrojo de los medios nacionales, otras realidades no existen, la
alteridad no aparece, el discurso único se impone y la verdad es ocultada o
tergiversada de acuerdo a esos fines, nunca explicitados, pero estratégicos,
que domina la información. Colonización cultural plena.
7- Si esto sucede frente a la pasividad de un
pueblo, que además de castigado por los
sucesivos ajustes en nombre de la “modernidad y la eficiencia”, que provoca
ruptura de sueños colectivos familiares y sociales, depresiones y enfermedades,
asignando a los sufrientes la responsabilidad de supuestos derroches,
maltratando a trabajadores y jubilados,
llevándolos a la indigencia, sin luchar en conjunto, es porque ha triunfado la
colonización.
8- Estamos entonces en una etapa en donde se
quiere hacer parir una nueva sociedad, sumisa y dominada, que piense desde otro
lugar, que es fundamentado en el lucro y abandone los viejos sueños de la
solidaridad y la justicia social. Esa lucha expresada por sectores, se está
dando en las calles, tratando de visibilizar lo invisible: la dominación
colonial.
9- Quienes lucran con esta situación pretenden
naturalizarla, atacando como en el siglo XlX y XX las contradicciones civilización o barbarie, Braden o Perón y
ahora populismo o Mercado. Esa lógica maniquea se esconde detrás de
supuestas convocatorias al diálogo de sordos, con presos políticos y
eliminación de derechos adquiridos, con extorsiones institucionales y alianzas
internacionales de guerras imperiales, que intentan someter a los pueblos
díscolos, con secuelas inhumanas, genocidios e ingenierías sociales, denunciadas por Francisco.
10- Es que la política neocolonial mata, encarcela, reprime, porque nuestro
pueblo tiene una cultura instalada de solidaridad social y en los últimos años
conciencia regional de Patria Grande, memoria latinoamericana de nuestros
Padres Fundadores y luchas de Liberación Nacional a lo largo y ancho del
continente, en donde el Peronismo emerge, en 70 años como la doctrina nacional,
popular y latinoamericana, revolucionaria que enfrentó la colonización
oligárquica pasada y actual , con el movimiento obrero y los movimientos
sociales como actores principales de la defensa de la Patria. La consigna vigente es Patria Si-Colonia
No, frente al ataque neocolonial.