Estamos viviendo la configuración de un nuevo "orden" mundial
que encuentra a Nuestra América en una debilidad relativa, de carácter
espiritual.
Por Miguel Ángel Barrios
Es hora de pensar y recrear una Filosofía de la Historia
Latinoamericana. Un nuevo mañana nos obliga a analizar desde un nuevo ayer,
decía Methol Ferré.
Esta titánica tarea de
redescubrirnos, nos remite a la conclusión de que el único método de conocer al
pueblo no lo podemos hacer desde un balcón intelectual. Lo único válido, diríamos, para conocer al pueblo sería participar con
él, como protagonista también, o sea, protagonizar dentro de la misma
realidad del pueblo.
La pregunta inicial sería: ¿Dónde
estudiar al pueblo?; -¿Dónde se estudia esta realidad?
El único lugar donde hay
pueblos es en la Historia. Por eso, buscar la filosofía de un pueblo, no pasa
por concretar una definición, sino más bien, y es lo que pretendemos como
marco, abrir cierta reflexión sobre la Historia, por eso hablamos de una
Filosofía de la Historia.
El concepto de pueblo posee
diversos contenidos en los países y en distintos periodos de la Historia, hasta
en un mismo país. Porque el pueblo es una realidad eminentemente histórica.
En general, nuestra formación
enciclopedista, tiende a hacernos creer que los grandes personajes realizan la
Historia.
Y en verdad, sin dejar de
reconocer la obra de los grandes personajes históricos, en realidad son los
pueblos los sujetos activos de la Historia. En ese sentido, la Historia es el
proceso de lucha, de esfuerzo de los pueblos por ser sujetos activos de sus
propias historias y coparticipes, como sujetos también en la Historia
universal.
Los pueblos luchan por ser sujetos, es decir, por ser libres. Este
punto nos introduce al problema de la capacidad de hacer historia. Si los
pueblos luchan por ser libres, es porque hay pueblos que intentan incorporar a
otros a la historia como objetos, como instrumentos.
Los pueblos pueden no tener ciencia-razón técnico-instrumental o sea la
ciencia positiva-, pero tienen conciencia, que es un modo fundamental de
llevar la Historia. Y está conciencia, es básicamente la cultura. Es la
experiencia de la vida es donde asume valores: tiene valores.
El pueblo es un todo nacional.
Pueblo son todos. Todos los que tienen capacidad de trabajar la tierra, de
relacionarse y de sentir que hay que alejar la muerte y la soledad. Es decir,
todos aquellos que se cultivan asociadamente. Sin todos; pero también son pueblo
los sectores. La mayoría es pueblo. Y primordialmente los pobres.
El pobre por su propia
condición busca la justicia, que es
el fin de la Historia, qué es donde el pueblo es sujeto. Por eso el pueblo es
aquel que por no tener, por su propia situación existencial, afirma que la
sociedad se encamina hacia lo justo. Las élites, los líderes, los sectores
medios y altos, también son pueblo, pero en la medida, diría, en que saben ser
pobres, es decir, recogen el clamor de los pobres para que el hoy siga adelante,
en la medida en que no se autoexcluyan.
El pobre es el que quiere que la Historia siga adelante, a ver si
le toca a él. El rico, en cambio,
prefiere que la Historia se pare, porque él ahora está bien.
El pueblo es un todo temporal.
No es solo la actual situación; es un proceso de tiempo que se condensa en el
hoy, en el nosotros.
Entonces, el elemento
determinante no es el hoy geográfico, ni el hoy histórico, sino que el elemento
determinante de la Nación, lo que une en el tiempo y espacio es la Cultura.
En este sentido un Pueblo-Nación es una comunidad reunidos
sobre la base de la participación de una misma cultura.
Cultura es el desarrollo de un
pueblo como sujeto. El centro de la conciencia de un pueblo, es la decisión
política de querer Ser, de defender sus valores.
Estamos justamente en el
dilema crucial, si queremos Ser una Patria
Grande unida por su cultura o pequeñas regiones aisladas una de otra.
Por eso, debemos emprender
esta batalla crucial, desde una Filosofía de la Historia Latinoamericana.
Miguel Ángel Barrios
-Argentina- es doctor en educación y en ciencia política. Autor de reconocidas
obras sobre América Latina.