Aritz
Recalde[1],
marzo 2019
Primero.
La Planificación de las Políticas de Estado
Antonio Cafiero diagramó un Programa de
Desarrollo Bonaerense desde el Centro de
Estudios para la Renovación Justicialista (CEPAR). Como resultado de su
labor el Peronismo Renovador formuló y presentó a la comunidad de la Provincia el
Plan Trienal (1988-1991). La iniciativa emulaba la acción del Consejo Nacional de Posguerra creado por
Juan Perón y le dio a la Comunidad Organizada Bonaerense un instrumento de
construcción protagónica de su destino.
La tarea del CEPAR artículo tres
dinámicas que eran el Consenso Político, la Concertación Económica y la Participación
popular. El Plan Trienal proyectó para la provincia de Buenos Aires el
desarrollo acelerado del potencial económico regional, la mejora de la calidad
de vida de los habitantes, la consolidación de la infraestructura social, el
manejo eficaz de los recursos naturales y el mejor uso del suelo y la transformación
del Estado.
El contexto de desenvolvimiento de la
Gobernación de Antonio Cafiero se caracterizó por la profunda crisis económica,
-incluyendo la hiperinflación- y por tener que gestionar en un marco político nacional
adverso controlado por la UCR. El dirigente Renovador recibió una provincia
desindustrializada por la Dictadura Militar y desfinanciada por su antecesor Alejandro
Armendáriz (1983-1987), quien permitió que Buenos Aires pierda varios puntos de
Coparticipación Federal.
Pese a las dificultades y adversidades
económicas, sociales y políticas, se inició el Plan Trienal y comenzaron proyectos
fundamentales para Buenos Aires como el Polo Informático de Berisso, la
apertura de la Zona Franca en el Puerto de la Ciudad de La Plata y la reconstrucción
del Teatro Argentino incendiado en el año 1977. Se planearon la Ruta 6 y el
Estadio Único y se inició la Autopista La Plata - Buenos Aires.
La Gobernación tomó la histórica
decisión de construir canales para resolver el flagelo de las inundaciones y
empezó a sanear la Cuenca Matanza - Riachuelo. Como resultado de esos programas
aumentó exponencialmente la productividad y el precio de la tierra agrícola y
se redujeron las inundaciones en las localidades densamente pobladas.
Integrando el Plan Trienal se realizaron
miles de obras en las grandes concentraciones urbanas de la Provincia y Cafiero
destacó que “yo quiero levantar las
banderas del conurbano como el verdadero país postergado de los argentinos (…)
en los últimos diez años, unos 10 mil establecimientos fueron cerrados en el
territorio provincial, la mayoría de ellos precisamente en el conurbano” (Síntesis
Bonaerense 1988: 14).
El Gobernador Cafiero dinamizó el
Banco Provincia y creó la Subsecretaría de Pesca afirmando el perfil marítimo
de Buenos Aires. El Ministerio de Asuntos Agrarios promovió el Plan Toros, el Plan Ovino, las huertas familiares
y se impulsó un ambicioso programa de forestación.
El Ministerio de Gobierno implementó
un Plan de Seguridad Provincial[2], apoyó una reforma policial
incrementando el 20% del personal en las calles y firmó diversos convenios con Intendentes
con el fin de lograr una acción participativa. Durante la etapa se inauguraron los
Consejos de Seguridad Municipal y las Comisarias de la Mujer.
Como parte de la modernización del
Estado proyectada por el CEPARJ, Cafiero promovió el Consejo de la Magistratura
e impulsó, sin éxito, una histórica reforma Constitucional que
institucionalizaba el Estado Social de Derecho y la autonomía municipal.
Segundo.
El Gobierno Participativo
“Nosotros creemos
profundamente en las llamadas organizaciones libres del pueblo, que son una
guía y hasta una corrección indispensable para los gobernantes (…) aquello que
puede hacer la provincia, que no lo haga la Nación; aquello que puede hacer el
municipio, que no lo haga la Provincia; aquello que puede hacer la asociación
intermedia, que no lo haga el municipio. Es sin duda en las comunidades menores
donde se vive con mayor fidelidad la virtud la virtud y donde mejor se administra
la riqueza de los argentinos”.
Antonio Cafiero
Antonio Cafiero denominó a su gestión
como el “Gobierno del Pueblo de la
Provincia de Buenos Aires” y trabajó activamente para edificar la Comunidad
Organizada Bonaerense. Con esa finalidad, refundó el marco institucional creando
ámbitos estables para la participación política y social de las Organizaciones
Libres del Pueblo. Entre otros espacios, se deben mencionar el Consejo para la
Participación y el Desarrollo, el Consejo Provincial de la Mujer, los Consejos
de Escuela, los Consejos de Emergencia Bonaerense y los Consejos de Seguridad
Municipal.
El Gobernador buscó potenciar la vida
política y social del municipio bonaerense, al que definió como “célula básica de la democracia y el
federalismo” (Síntesis Bonaerense 1989: 25). Fue una de las gestiones que
más activamente impulsó programas de descentralización tributaria, de recursos
desde la Provincia al gobierno local. Los programas de empleo y de vivienda se implementaron
en conjunto con los representantes políticos, sociales y culturales de las
municipalidades. En palabras de Cafiero “en
la Provincia hemos impulsado alrededor de 35 programas descentralizados, en los
distintos ordenes: precepción de impuestos, obra pública, salud, vivienda,
acción social (…) el pueblo se transforma en el sujeto primario de la política,
protagonista activo y sustento de una democracia integral” (Síntesis
Bonaerense 1989: 26).
Cafiero enfatizó que “hay que convocar a la participación, al
protagonismo, a la refundación de la fe, a la certidumbre de un futuro mejor y
más digno, a la recuperación de las energías dormidas” (Síntesis Bonaerense
1988: 17). El pueblo bonaerense recibió con entusiasmo la convocatoria del
Gobernador y hubo una alta participación vecinal en las Jornadas de Trabajo
Solidario y en las distintas tareas comunitarias organizadas por la Provincia. Solamente
en el mes mayo del año 1988 la actividad solidaria movilizó a más de 300.000
personas (Síntesis Bonaerense 1988: 88).
Tercero.
El Estado Social de Derecho
La Gobernación de Antonio Cafiero se
desenvolvió en un contexto social crítico como producto de la severa recesión
económica y de la hiperinflación. Las demandas insatisfechas de la comunidad bonaerense
fueron inmensas y con la finalidad de atenderlas el Estado impulsó políticas
educativas, de salud, de asistencia, deportivas y culturales.
El Instituto de Previsión Social (IPS)
implementó acciones para mantener el poder adquisitivo de los jubilados y se
crearon líneas de créditos orientadas. El Gobernador apoyó activamente a los
Centros de la Tercera Edad y al Turismo Social en toda la Provincia.
El Instituto Provincial de Empleo
(IPE) implementó los Programas Intensivos de Empleo, el Registro de Pequeñas
Unidades Productivas y una activa tarea de capacitación laboral a
municipalidades, a organizaciones de la sociedad civil y a Institutos de
Menores. El Gobierno destinó recursos humanos y materiales a los Programas
Pro-Casa y Pro-Tierra tendientes a construir y a regularizar viviendas
sociales.
Con el Programa Olmos y con otras acciones educativas y de modernización
de la infraestructura, mejoró la calidad de las instancias de los reclusos
carcelarios favoreciendo su efectiva reinserción en la comunidad.
En el terreno de las políticas de la Salud
Pública se crearon los programas de Atención Ambulatoria y Domiciliaria
(ATAMDOS), el Pacto Social de Salud, los operativos sanitarios en rutas y el
programa Salud con el Pueblo. Siendo vanguardia en el país, la Provincia aprobó
la norma de prescripción de medicamentos por genérico y se iniciaron los
primeros Programas Provinciales de prevención del SIDA.
Cuarto.
El Modelo Bonaerense para el Proyecto Nacional. La edificación de una identidad
para la Provincia
“¿Qué significa transformar
la sociedad?. Generar nuevos patrones y códigos de cultural política y de
comportamientos morales. Significa edificar un nuevo y perdurable pacto de convivencia
entre los bonaerenses, a partir del orgullo que significa habitar en una
provincia que lideró portentosos procesos históricos; que fue la patria chica
de Yrigoyen, Perón y Evita; que fue la cuna federal de Dorrego y Juan Manuel de
Rosas; que fue la tierra literaria de Martín Fierro. Significa, asimismo,
revitalizar esas hondas raíces culturales desde el dramatismo de la coyuntura:
saberse hijo de una provincia con
sobrevivientes desigualdades sociales, geográficas y educativas que estamos
empeñados en reparar”.
Antonio Cafiero
El federalismo argentino es una
entidad cultural e histórica y se expresa y se desenvuelve en los dialectos de
las comunidades, en las manifestaciones artísticas, en la arquitectura, las
costumbres y en las prácticas religiosas de las diversas provincias.
Antonio Cafiero apostó activamente a
fortalecer la identidad del habitante bonaerense, sabiendo que nuestra cultura
integra y refuerza el federalismo argentino. Con esta finalidad edificó un nuevo
relato político, caracterizado por inscribir su práctica como una continuación
de la tradición histórica de los grandes dirigentes federales bonaerenses Manuel
Dorrego, Juan Manuel de Rosas, José Hernández, Adolfo Alsina, Hipólito
Yrigoyen, Juan Perón y Eva Duarte[3].
Durante su mandato promovió políticas
activas de apoyo al arte y a la cultura regional de las diversas expresiones
del teatro, el ballet, la orquesta, las artes plásticas y el canto popular. El
Gobierno apoyó la regionalización cultural, los Centros Culturales y la ferias
de artesanías, entre otras acciones tendientes a reforzar el orgullo de
sentirnos argentinos y bonaerenses (Síntesis Bonaerense 1989: 159).
Para potenciar su prédica, Cafiero
condujo personalmente el programa “El
gobernador habla con el Pueblo” en LS 11, Radio Provincia y en el año 1990
inauguró la señal de la televisión pública del Canal 6.
La edificación de la identidad
bonaerense tuvo varias implicancias políticas, económicas y culturales. Por un
lado, sirvió para promover el turismo, los festivales y las producciones artísticas
regionales de cada localidad. Además, la renovada identidad se integró en la
Doctrina del Justicialismo Bonaerense que reivindica los derechos de la
Provincia frente al resto del país.
Consciente de la responsabilidad y
orgulloso de su origen, el Gobernador reclamó activamente el legítimo derecho de
los bonaerenses a la restitución de los recursos de la Coparticipación Federal.
Cafiero postuló que la grandeza de la
Provincia de Buenos Aires no podía significar la pobreza de las demás regiones,
sino que consideró que nuestra fortaleza iba a ser un pilar firme a partir del
cual construir una nueva y grande Nación Argentina.
Bibliografía
·
Cafiero
Mario (2019) Obras, pero integradas a un
plan de Desarrollo, Diario el Día 17/02/19.
·
Bases para el Plan Trienal
Justicialista (S/F),
CEPARJ, Buenos Aires.
·
Recalde
Aritz (2010) Autonomía o autarquía en las
municipalidades bonaerenses, Archivo histórico de la provincia de Buenos
Aires Ricardo Levene, Buenos Aires.
(2018) El Modelo Bonaerense para el Proyecto
Nacional: la planificación de las políticas de Estado durante la gobernación de
Antonio Cafiero, Instituto Cafiero, Buenos Aires.
(2018-b) Políticas para la mujer durante la gobernación de Antonio Cafiero,
CEHA, Buenos Aires.
(2018-c) Las
políticas de empleo de Antonio Cafiero en la Provincia de Buenos Aires,
CEHA, Buenos Aires.
·
Síntesis Bonaerense N º 1 (1988) Anuario del Gobierno de
la Provincia de Buenos Aires.
·
Síntesis Bonaerense N º 2 (1988) Anuario del Gobierno de
la Provincia de Buenos Aires.
·
Síntesis Bonaerense N º 3 (1990) Anuario del Gobierno de
la Provincia de Buenos Aires.
[1] El texto es parte del
Proyecto de investigación de la UNLa "El
peronismo bonaerense entre 1987 y 1999: un estudio de la dinámica política e
institucional de las gobernaciones de Antonio Cafiero y de Eduardo Duhalde".
[2] El Plan se lanzó el
25 de abril de 1989 y tuvo cinco ejes que eran lucha contra el narcotráfico, el
reequipamiento y restructuración de la policía, la reforma del Código de
Procedimientos, la construcción de nuevas cárceles y la participación de la
comunidad (Síntesis Bonaerense 1989: 30). Al año 1990 existían 80 Consejos de
Seguridad Municipales. El Gobernador creó el cuerpo de elite de la Brigada
Halcón y compró 600 nuevos patrulleros. Sumó 1400 agentes en el año 1987, 6000
en 1989 y 2025 en los primeros seis meses de 1990 (Síntesis Bonaerense 1990:
101).
[3] La Provincia adquirió
la casa de Eva Perón en la localidad de los Toldos y recuperó del abandono al
Museo de Juan Perón en Lobos (Síntesis Bonaerense 1988: 97).