(Con
material difundido por el Congreso de Homenaje a
Isabel Perón realizado en Buenos Aires el 24-3-2014)
Por Juan Gabriel Labaké
Un conocido intelectual
expresó un día al general Perón su convencimiento "… de que el peronismo
era la mejor opción para el país", y que deseaba incorporarse al
Movimiento. Cuenta dicho intelectual que el General le respondió:
"Para ser peronista,
querido amigo, hay que estar preparado para ingentes sacrificios y grandes
sufrimientos".
Quien sabe de enormes
sacrificios y sufrimientos, por ser peronista y por ende leal, es María Estela
Martínez de Perón.
La señora del General, por esas dos trascendentes cualidades, sufrió
cárcel, vejaciones, injurias, calumnias y una persecución implacable que
aún perdura. Pero, a pesar de todo, nunca claudicó, nunca traicionó, nunca
cedió ante las lisonjas ni ante las presiones.
Por ello, María Estela Martínez de Perón es, hoy, el
símbolo máximo de la lealtad y de la digna resistencia peronista ante la
prepotencia de los poderosos, y un ejemplo de fortaleza espiritual ante el
sufrimiento y el sacrificio impuestos desde el poder mal habido.
Es además, la continuadora
de la obra de Eva Perón y fiel admiradora.
Para avalar lo dicho, basta
con describir la trayectoria de Isabelita:
ü
Estuvo casi siete años
presa en las más duras y humillantes condiciones.
ü
Fue despojada de todos sus
bienes.
ü
Fue y es ridiculizada por el coro estable de seudo
intelectuales asalariados.
ü
Fue y es perseguida por los
poderes internacionales y sus obedientes empleados vernáculos de la derecha
y de la izquierda.
ü
Fue y es amenazada, periódicamente,
por los servicios de inteligencia de diversos orígenes, que no le perdonan
la derrota política que le infligió con su inquebrantable resistencia a los
golpes y atropellos.
ü
Fue y es objeto de las más innobles campañas de calumnias y
venganza.
ü
Y, por supuesto, fue demonizada
por llevar el apellido Perón.
ü
Fue leal cuando, en la década del 60, desbarató los intentos
gorilas de construir un peronismo sin Perón.
ü
Fue leal cuando valientemente soportó, junto al General, el acoso
con riesgo de vida de que eran objetos en su exilio.
ü
Fue leal cuando padeció, con
fortaleza y templanza cristianas, los sufrimientos económicos a que fueron
sometidos ella y el General.
ü
Fue y es leal a la Nación
con su silencio, que posibilitó consolidar el proceso democrático a partir de
1983.
ü
Fue leal cuando, desde la prisión, denunció a la Dictadura Militar por la violación de los derechos
humanos que ésta cometía. Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
de la OEA en el año 1979, y en el momento en que casi todos callaban, ella nos indicaba
“no es licito responder al crimen con crimen”.
ü Es la intérprete cabal del
pensamiento emancipador del general Perón.
ü No eludió la tremenda
responsabilidad de conducir a la Nación tras la traumática muerte del general
Perón
ü Asumió el gobierno sin
amilanarse, en una etapa donde ya se cernía sobre la Argentina el plan de su
derrocamiento, largamente planificado por los centros de poder
internacional.
ü Se hizo cargo de un gobierno cercado a nivel regional tras las caídas de
los gobiernos populares (Allende, Torres, Velazco Alvarado, la democracia
uruguaya).
ü Resistió el feroz operativo de asfixia lanzado por “derecha” (Triple A, contrabando, especulación y
desabastecimiento) y por "izquierda" (Montoneros FAR - ERP), quienes, en un juego
de pinzas, se levantaron en armas contra el gobierno democrático,
republicano y popular del general Perón, primero, y luego contra María Estela
de Perón; ambos brazos terroristas cometieron horribles asesinatos y tropelías,
que dieron el pretexto buscado por los organizadores y planificadores del golpe
de estado del 24 de marzo de 1976.
ü Junto al general Perón, sufrió
el asesinato de sus mejores hombres, como José Ignacio Rucci, ejecutado por la
“mano de obra" del tablero de poder mundial; una conjura celebrada tanto
por los ejecutores, como por los eternos antiperonistas de guante blanco y los
centros de poder.
Isabelita, a pesar de los
terribles ataques que desde todos los flancos se le infringieron en su corto
gobierno de 2 años y 5 meses junto al General, tomó las decisiones más
revolucionarias posteriores a 1955, así como las obras transformadoras que se
ejecutaron o se comenzaron a ejecutar. Ejemplos sobran:
1) Trazado de una estrategia
nacional a través del Plan Trienal de
Gobierno.
2) Pleno empleo, sin planes
asistenciales ni de trabajo precario estatal.
3) Equitativa distribución de la riqueza que, en marzo 76, dejó el 52
% del PBI en manos de los trabajadores.
4) Revolucionaria Ley 20.744 de Contrato de Trabajo
(hasta hoy en el mundo no hay legislación social de esa envergadura).
5) Construcción de 350.000
viviendas a través del Plan Alborada, el Plan 17 de Octubre y el Plan Eva
Perón.
6) Nacionalización de los depósitos bancarios, que cortó de cuajo la
especulación financiera y puso el ahorro de los argentinos al servicio de la
Nación y de su pueblo.
7) Nacionalización de las bocas de expendio de las petroleras
multinacionales.
8) Transformador Sistema
Nacional Integrado de Salud, que no pudo ponerse en marcha debido a la
interrupción del orden institucional.
9) Ley de represión del narcotráfico.
10) Anulación de los
leoninos convenios con la multinacional
telefónica ITT (la misma que derrocó al gobierno de Allende) y con Siemens.
11) Durante el gobierno del
general Perón y de la Sra. María Estela Martínez de Perón, no se contrajo
ninguna deuda ni empréstito, siendo en marzo del ‘76 mil doscientos millones
menor que en mayo de 1973 – se redujo de 7.000 a 5.800, millones
algo más del 18% en el gobierno Peronista-.
12) Rechazo del negociado de
la empresa ITALO de electricidad,
presidida por José Alfredo Martínez de Hoz, que pretendía sobrevaluar sus
activos en 340 millones de dólares para vendérsela fraudulentamente al Estado;
con insignes cómplices, esa venta se
hizo desvergonzadamente cinco meses después del golpe de Estado, cuando el
mencionado director de la ÍTALO y beneficiario de ese negociado era ministro de
Economía.
13) Decisión política de
convocar, a través del decreto 620 de febrero de 1976, a una Convención Constituyente para la reforma
constitucional, dos de cuyos temas centrales eran la reforma política
(donde los peronistas iríamos bajo la tutela del Modelo Argentino de
Perón) y especialmente, la
reimplantación del art. 40 de la Constitución de 1949.
14) Ley de represión de la subversión terrorista y de la
económica.
15) Celebración de una
reunión de Gabinete en la Antártida
Argentina para ratificar, con elocuentes y firmes gestos, la decisión de
hacer respetar la Soberanía Nacional sobre ese territorio, ante la decisión del
Reino Unido de suspender unilateralmente la negociación sobre las Islas
Malvinas y de enviar la misión denominada "Shackleton"; hechos por
los cuales, el gobierno de la Sra. de Perón exigió el retiro de la delegación
diplomática británica.
Por todo ello, Isabel está hoy, junto con el General y Evita, en
el corazón de los peronistas leales al pensamiento y al proyecto de Nación
libre, justa y soberana que Perón legó a los argentinos.