Compañeros trabajadores de la industria lechera de la
República Argentina:
Hoy no es un primero de mayo habitual ya que el Coronavirus
está llevando angustia y preocupación a las familias argentinas. Todos nos
encontramos distantes de muchos afectos y nos vemos enfrentados a un desafío que
es sanitario y que también es familiar, educativo, emocional y laboral.
Una parte importante de la economía está en recesión y hay
trabajadores cesanteados, otros con jornada reducida y algunos fueron
despedidos. En la economía informal miles de argentinos se quedaron sin el
sustento diario para poner un pan y un vaso de leche en la mesa.
Sé que todos ustedes, diariamente y a conciencia pese a los
peligros, se cargan la patria al hombro para que en cada rincón de la Argentina
no falte un producto lácteo. Dicha solidaridad y ese sacrificio son la base de
la comunidad y sobre ellos se construye la Nación Argentina.
Sepan además, que su labor es un ejemplo que irradia
esperanza en estos momentos aciagos de la patria y que marca un camino claro y
firme por dónde seguir.
Con trabajadores como ustedes estoy seguro que no habrá
Coronavirus, ni crisis alguna que pueda detener la marcha triunfal del destino.
Saldremos de esta encrucijada unidos, organizados y solidarios y volveremos a
abrazarnos con los afectos y con ellos construiremos la Argentina grande con
que San Martin soñó.
Con la admiración y con el respeto de siempre les envió un
saludo fraternal.
Aritz Recalde 1 de mayo de 2020