Mediodía de un viernes en la
zona de Plaza de Mayo voy al encuentro de Guillermo Moreno, ex Secretario de
Comercio del último gobierno peronista y agregado económico de la Embajada
argentina en Roma. Un Quijote de las Pampas al que no le tembló el pulso cuando
enfrentó a los nuevos molinos de viento, Shell,
Clarín y otros; pero para muchos
Moreno es simplemente el último patriota.
El punto de encuentro, su
oficina, un lugar de ventanas al sol por donde se filtra el murmullo de las
calles semipeatonales, que se entremezclan con las campanas de las Iglesias.
Las paredes vestidas con cuadros del General Perón, Evita y de Su Santidad,
como le gusta dirigirse al Papa Francisco. Me recibe muy bien, cálidamente
podría afirmar; en eso, se cierra la puerta. Durante ese tiempo Buenos Aires
hizo silencio y la palabra se dio lugar.
¿Cómo se puede definir hoy al
peronismo?
Yo siempre digo que el
peronismo es el plato de sopa en la casa de la
vieja. Siempre tenés la visión de ir a comer comida italiana, francesa o
española, y vas; pero a la larga volvés
a la casa de la vieja con ese olorcito a sopa y a calor de hogar. Ahí te ponés
cómodo, te ponés las chancletas y te sentís en casa. Los muchachos muchas veces
salen a comer pero después siempre vuelven a la sopa calentita bajo la mirada
de la vieja, es el volver siempre a la casa.
En relación a la comodidad que
hace referencia en el peronismo, Néstor Kirchner decía que lo llamaban
kirchnerista para “bajarle el precio” por ser peronista. ¿Se siente cómodo
cuando lo señalan como dirigente kirchnerista?
Para mí siempre fue un
gobierno peronista. Los gobiernos peronistas empezaron con Rodríguez Saá,
siguieron con Duhalde y después nosotros. Culmina en Cristina pasando por
Néstor Kirchner, es un proceso continuado, no podemos desligarnos, podemos
poner puntos de interrupción de un dirigente y continúa otro, pero el proceso
histórico es el mismo ciclo. Y esto quedó en claro sobre todo con Duhalde y
Néstor Kirchner, que ni siquiera cambió el ministro de economía durante dos
años. Por lo tanto, hubo una continuidad.
Después, obviamente, están las
relaciones entre los seres humanos, esto siempre pasa; pero que hay un ciclo
que comienza con Rodríguez Saá y termina con Cristina, no hay ninguna duda en
sucesivos gobiernos peronistas. Y obviamente me sentí extremadamente cómodo con
todas las vicisitudes, inconvenientes y las situaciones, pero en general en un
gobierno peronista te sentís cómodo porque
es un gobierno que abraza. Y siempre que alguien te abraza con cariño
vos te sentís cómodo. Un gobierno peronista es un buen abrazo para el pueblo y
para cada uno de nosotros, te sentís cuidado.
De cara a las elecciones
próximas, ¿tiene aspiraciones de integrar alguna lista?
No, en lo personal no voy a
ser candidato ni tampoco funcionario. Sí voy a acompañar a nuestros candidatos,
que tienen toda la vocación de serlo en momentos en lo que solo hay sangre,
sudor y lágrimas. Yo soy simplemente un buen punto de los parecidos, que tienen
mucho más para dar que para recibir; creo que son los mejores, por eso los
vamos a acompañar para que sean candidatos.
Y para octubre estoy viendo un
rotundo triunfo del pueblo peronista. Creo que vamos a reventar las urnas con
votos peronistas, y para eso tenemos que tener una táctica electoral muy
sencilla: la unidad del peronismo. Detrás de la unidad del peronismo se alinean
el resto de los sectores que, en general, nos están acompañando los últimos
años: son los sectores progresistas, los que no nos acompañaron en el ´45 nos
están acompañando ahora; y bienvenidos. En síntesis, en lo personal nada. En lo
colectivo, todo.
¿Cómo ve la realidad
sudamericana hoy?
Con mucha esperanza, porque
desde la llegada de Trump y la posibilidad que definió el presidente
norteamericano de levantar un muro que separe México de Estados Unidos, se
vuelve a unificar Hispanoamérica. Lo que nunca se debió haber dividido se está
uniendo. Yo hago la definición de Hispanoamérica que, obviamente, es desde el
sur del río Bravo hasta Ushuaia; por lo tanto, es América Central y América del
Sur.
En este sentido creo que hay
tres espacios relevantes, primero el mexicano, que lo hemos recuperado; después
hay un segundo espacio muy importante que es el colombiano, donde una vieja
guerrilla marxista-leninista, sin más terminales internacionales, se vuelca a
sectores del nacionalismo y ahí se encuentra con un sector de la nativa
oligarquía colombiana detrás de un proyecto nacional. Y eso para nosotros es
muy importante, al igual que el tratado de paz que fue incentivado tanto por su
Santidad como por Raúl Castro. Este tema
es muy importante para Hispanoamérica. Finalmente, Argentina que tiene la
posibilidad de volver a tener un gobierno nacional con el peronismo ordenando y
con la administración pública detrás del bien común. De los tres espacios,
Argentina es la que ya tiene una doctrina y una trayectoria de setenta años
desarrollando el Proyecto Nacional.
Ve con optimismo las
elecciones de octubre, pero esa imagen que Ud. describe dista mucho de la
realidad actual.
Sobre todo en la Argentina en
donde está conduciendo los destinos nacionales un oligarca; eso está claro,
pero es una situación que nos ha pasado y no va a dejar de ser un breve
paréntesis entre dos gobiernos nacionales.
¿Piensa que el modelo actual
del gobierno nacional actúa como cuña en esta unificación hispanoamericana?
Yo ya a esto no lo catalogaría
más como un modelo sino como un experimento. Son unos descerebrados. No veo una
coherencia en la toma de decisiones, ni hay una consistencia interna como para
que lo puedas tipificar como un modelo. Es simplemente un experimento, que está
saliendo mal y por eso se la pasan pidiendo disculpas todo el tiempo. Fijáte
que no tienen actitud intelectual ni siquiera para llevar adelante un
experimento satisfactoriamente. Por lo tanto esto, inexorablemente, sabemos
cómo termina. Se están ordenando los vectores detrás de un movimiento nacional
y de un proyecto y eso se llama peronismo. Los que quedaron fuera de la
historia son ellos.
Se lo conoce como un hombre de
fe católica, y viendo el escenario político actual ¿se puede decir que Dios nos
cerró una puerta pero nos dejó a Francisco?
No hay dudas de eso. Es cierto
que se terminó el Consenso de Washington, que se está uniendo Hispanoamérica,
que se está unificando la base espiritual de la Nación que en los últimos años
estuvo extraordinariamente bien. Por eso, un hijo de los nuestros, de este
pueblo maravilloso, hoy es el punto de encuentro de todas las religiones del
mundo, y es el líder de una de las religiones más relevantes, la Católica
Apostólica Romana. En lo personal, para mí, haberlo tenido de Obispo acá en
Buenos Aires y después irme a trabajar a Roma y tenerlo de Obispo de Roma fue
un regalo de Dios, ¿qué otra cosa puedo pedir?.
Y también está, claro, que
conjuntamente con esta base espiritual que está en nuestro pueblo (por eso
tenemos el Papa que tenemos), se está unificando la base material, porque salvo
las empresas vinculadas al complejo trigo, maíz y soja, en la Pampa Húmeda no
hay ninguna otra empresa en la sumatoria del sector que esté ganando plata. Es
una verdad evidente que la base material que tenía alguna duda en los últimos
años de nuestro gobierno, se está unificando con la base espiritual de la
Nación detrás de un Proyecto Nacional y popular. Y eso se llama peronismo. Está
claro que los vectores nacionales como ordenador del desarrollo vuelven a tomar
protagonismo, y en eso el peronismo se mueve como pez en el agua.
Ud. fue uno de los pocos funcionarios
que llamó a la oligarquía sin eufemismos, y se enfrentó a los grupos
concentrados de poder y a los medios hegemónicos de comunicación. ¿Considera
realmente que Héctor Magneto es el enemigo a vencer?
No, no, yo nunca dije eso.
Magneto es el hombre que tiene que pagar porque es un criminal de lesa
humanidad, pero yo siempre hablo que el enemigo a vencer es la oligarquía. Sí
dije es que algún día lo voy a ver a Magneto sentado en el banquillo de los
acusados, porque lo hemos investigado y el Estado lo denunció como criminal de
lesa humanidad, pero políticamente es simplemente el dueño de un grupo
mediático, ni siquiera le doy tanta importancia a los grupos mediáticos. Yo soy
el que repite lo que Perón decía que cuando tuvo todos los periódicos a su
favor lo sacaron del gobierno y cuando los tuvo todos en contra ganaba las
elecciones. Creo que nosotros le damos más importancia a Magneto de la que
tiene. Aparte nunca me molestó; sí tuve una confrontación con Clarín, pero no
tengo ningún inconveniente, igual que con La Nación, tienen derecho a expresar
lo que expresan.
¿Cómo se hace para que en doce
meses de gobierno se pase de un 6 % de pobreza a una 33% de pobres?
No es así, es más. Te diría
que es el único error grave que cometió el INDEC, que está haciendo bien su
trabajo. Ellos tenían que sacar una pobreza similar a la que habían utilizado
en toda la campaña, que era del Observatorio de la UCA. Si ellos dijeron que
estábamos con un 29 % de pobres, no podían dar otro número. La realidad es que
la pobreza hoy no está en ese número; está en un 17 % ó 18 %. Después de que
nosotros la dejamos en un 6 %. No es poca pobreza un 6%, son 2 millones 400 mil
habitantes, o 600 mil familias si consideramos una familia tipo. No sé por qué
algunas “cabecitas frescas” piensan que 6 % son pocos pobres; son 10 canchas de
River en términos de familias, o 40 canchas si es por habitante. ¡¿Cómo vamos a
decir que son pocos pobres?!
Ahora estos salvajes, estos
descerebrados, te mandaron la pobreza al 18 %. Bueno, ellos necesitan 25 % de
pobres para que este experimento funcione, pero ya no lo van a conseguir porque
el peronismo está de pie y lo que tenemos que decirle al pueblo argentino es fe
y esperanza porque el sol del 25 viene asomando, y la fe y la esperanza es el
peronismo unido y el movimiento obrero, en un sendero de unidad y por eso el
pueblo tiene la expectativa de que esto se va a terminar. Lo primero es
reventar las urnas de votos peronistas; es lo que vamos a hacer en octubre.
Destacados
“Los muchachos muchas veces
salen a comer comida francesa, española o italiana pero después siempre vuelven
a la sopa calentita bajo la mirada de la vieja, es el volver siempre a la
casa.”
“Un gobierno peronista es un
buen abrazo para el pueblo y para cada uno de nosotros, te sentís cuidado.”
“Y para octubre estoy viendo
un rotundo triunfo del pueblo peronista, creo que vamos a reventar las urnas
con votos peronistas”
“La base material que tenía
alguna duda en los últimos años de nuestro gobierno se está unificando con la
base espiritual de la Nación detrás de un Proyecto Nacional y popular y eso se
llama peronismo.”
“Los dos faros de unidad,
tanto del Partido Justicialista como de la CGT, es lo que le da fe y esperanza
a nuestro pueblo”
“El que las hace las paga…
quien está haciendo la deuda, la oligarquía, la va a pagar. Nosotros la vamos a
pagar; la van a poner los oligarcas.”
“Necesitan 25 % de pobres para que este
experimento funcione, pero ya no lo van a conseguir porque el peronismo está de
pie”
“La esperanza es el peronismo
unido y el movimiento obrero en un sendero de unidad”
“La nueva constitución es el
final del proceso, nosotros tenemos que tomar el gobierno, tomar el poder,
hacer la Revolución peronista, que ahora va a tener características
universales.”