Por Omar Dalponte, 1 de mayo 2017
Agrupación Peronista Iniciativa Socialista
En muchísimas oportunidades hemos dicho que, además de
las justas protestas que puedan realizarse en todos los ámbitos posibles, al modelo neoliberal es necesario
enfrentarlo también con propuestas. Por ello propusimos hasta el cansancio
poner en marcha una contraofensiva democrática basada en propuestas políticas,
económicas y culturales. Afortunadamente, en más de una ocasión, organizaciones
libres del pueblo y militantes de diferentes espacios del pensamiento nacional coincidimos en la
elaboración de documentos y en acciones concretas procurando aportar elementos
útiles que apunten a reforzar la lucha por la liberación nacional y social de
la Patria. Hoy ante tantas mezquindades políticas de quienes por puro egoísmo
prefieren desangrarse en peleas intestinas sin sumar ni una sola idea positiva,
un grupo de compañeras y compañeros integrantes del Centro de Estudios
“Hernández Arregui”, con los cuales desde hace años nos venimos acompañando en
diversas actividades militantes, han producido un magnífico programa de doce
puntos “Para la Unidad Nacional y la Reconstrucción de la Argentina”. Este
cronista, que desde hace más de seis décadas adhiere al Peronismo y a las ideas
de la Izquierda Nacional, considera que dicho documento es de vital importancia
para el debate de ideas y como contribución a la recuperación de nuestro
país. En esta línea de pensamiento, a
partir de la presente entrega, lo pone a disposición de los lectores con el
anhelo de promover un intercambio de opiniones que seguramente nos ayudará a
encontrar soluciones para evitar que la
Argentina termine en el fondo del abismo.
La Unidad Nacional para la reconstrucción: Unidos o
dominados. El programa neoliberal que impulsa CAMBIEMOS forma parte de una
estrategia geopolítica internacional cuyo objetivo es retrotraer los derechos
económicos, sociales, políticos y culturales de Iberoamérica. Como resultado de
su accionar, la riqueza del Continente será apropiada por las Corporaciones
(CEOS) y por los gobiernos de las Potencias Extranjeras. Frente a ese plan, es
necesaria la Unidad Nacional de los sectores del trabajo, la producción, la
cultura y del conjunto de las Organizaciones Libres del Pueblo.
1). Impulsar un proyecto productivo, industrialista,
sustentable y justo. Argentina debe modificar el programa de miseria planificada
caracterizado por la apertura comercial, el cortoplacismo y la especulación
financiera que destruye empresas y genera desempleo y pobreza. De continuarse
el actual modelo de desarrollo, la injusticia será la norma y se pondrá en
riesgo la paz social. El CEHA considera fundamental el aumento de las cadenas
de valor de la industria y el agro, haciendo de la producción una fuente de
empleo y de desarrollo nacional y social en el largo plazo. El Gobierno de
Reconstrucción deberá impulsar medidas de protección y regímenes arancelarios
para empresas argentinas, terminando con la importación indiscriminada que
impide el desarrollo de la producción estratégica nacional. La obra pública, la
banca estatal y el mercado interno pujante deben ser pilares fundamentales del
nuevo programa de desarrollo. El Gobierno de Reconstrucción tiene que fomentar
las cooperativas, el compre nacional y el cumplimiento pleno de la legislación
social y medioambiental.
2). La propiedad tiene una función social y debe
contribuir al orden colectivo. El CEHA considera vigentes los principios
fundamentales de la Constitución Nacional del año 1949. La producción debe ser
planificada con un sentido nacional y colectivo ya que el “libre mercado” es un
mecanismo de apoyo a los oligopolios y la extranjerización económica. Las
empresas energéticas y de servicios y los sectores económicos estratégicos
deben estar en manos de la Nación. El pan, la carne, la leche y el resto de
productos que componen la mesa de los argentinos, no pueden volverse divisa de
exportación o especulación. El Gobierno de Reconstrucción deberá regular
precios y reducir la inflación manteniendo la actividad productiva y el valor
de los salarios, los subsidios y las jubilaciones. El Estado debe sancionar una
nueva ley de Entidades Financieras que permita el control del ahorro nacional y
que limite la fuga de riquezas. El Gobierno de Reconstrucción debe fortalecer
las empresas públicas en áreas estratégicas y controlar el Comercio Exterior.
3). En Argentina los únicos privilegiados son los niños,
los ancianos y el pueblo. El Gobierno debe dedicarse a saldar la deuda social y
no exclusivamente a pagarle a los grupos especuladores extranjeros. Los
servicios financieros no pueden estar por sobre el desarrollo nacional y los
derechos de los trabajadores. Es inmoral la actual sub-ejecución de los
presupuestos en salud, empleo y educación, cuando en paralelo se atienden
puramente los pagos a bonistas extranjeros. La construcción de viviendas
públicas fue desarticulada, dejando familias sin hogar y a los obreros de la
construcción sin empleo. El país demanda el establecimiento de una emergencia
social y la conformación de un plan integral de empleo juvenil y de
desenvolvimiento de la atención pública de salud, educación, vivienda popular,
deporte y esparcimiento. Argentina requiere un Plan Estratégico Alimentario que
termine con el flagelo del hambre en el corto plazo. El Gobierno de
Reconstrucción deberá elaborar un Plan Nacional de Seguridad interior
enfrentado las causas sociales de la violencia y actuando contra al crimen
organizado que azota las barriadas humildes.
4). Es la hora de los trabajadores. La democracia es el
gobierno del pueblo y para el pueblo y no una gerencia de oligopolios
extranjeros o de CEOS. El Estado, las organizaciones sindicales y de la
economía popular tienen que conformar un Consejo de Reconstrucción Nacional que
conjuntamente a las entidades de la producción, el agro o la cultura,
contribuya a buscar las soluciones a los problemas argentinos. Los históricos Programas
de La Falda, Huerta Grande, del 1 de mayo de la CGTA, los 26 puntos de 1986 o
el documento Los trabajadores somos la Esperanza, de la Corriente Federal de
Trabajadores, son la expresión consciente del pueblo trabajador. Tal como
mencionó la CGT en el mes de agosto del año 2016: “No hay que haberse graduado
en Harvard para darse cuenta que vamos de mal en peor.” El CEHA considera que
los trabajadores son la columna del Movimiento Nacional y que la Política
Pública debe tender al pleno empleo y a la defensa y cumplimiento de los
derechos laborales.
5). No hay desarrollo y paz social sin democratizar los
esfuerzos. Es imprescindible avanzar en una Reforma Fiscal y Tributaria
integral, que tienda a la equidad social y que privilegie las actividades productivas.
La mayor carga impositiva debe recaer en los sectores financieros, oligopólicos
y concentrados y no sobre el trabajo y las PYMES como ocurre en la actualidad.
La reforma tributaria de Cambiemos se caracterizó por eximir de impuestos a los
ricos y por cargar en las espaldas de los que menos tienen un severo ajuste. El
resultado de este inmoral programa es la pobreza del pueblo y el impedimento
del desarrollo de las PYMES y las cooperativas. (continuará)